quarta-feira, 30 de novembro de 2011

Egipto: Un atisbo de democracia



Robert Fisk
The Independent


¿Era una dicha estar vivo este amanecer? Había llovido toda la noche, pero con el pálido sol casi invernal de Egipto llegaron las multitudes, que se formaron ante las casillas con una paciencia y un entusiasmo que avergonzarían a cualquier nación europea.

Caminé y caminé. Algunas hileras medían casi 800 metros, y la vieja y corrupta cultura electoral del pasado medio siglo no se veía por ningún lado. No hubo policías lanzando miradas burlonas y amedrentadoras a los hombres y mujeres que llegaron a elegir a sus candidatos, nadie que arrojara boletas al Nilo, ni cifras fraudulentas que produjeran otro Parlamento de pacotilla. Pero mis signos de interrogación en la frase con la que Wordsworth expresó su efímero entusiasmo con la revolución francesa son necesarios.

Porque la revolución egipcia también se ha tornado violenta, la dicha ha dado paso al cinismo, los Hermanos Musulmanes se acomodan con los militares y éstos, aunque parezca increíble, creen poder manejar el país como un coto privado, con sus centros comerciales intactos, al igual que sus conglomerados bancarios y sus villas de ensueño, su economía privada a salvo del control parlamentario. Y el Parlamento por el que esos millones de egipcios votaron este lunes –y lo harán de nuevo en otras gubernaturas de todo del país, de aquí hasta enero– no puede formar gobierno ni elegir ministros.

En otras palabras, ¿es ésta una transición verdadera? ¿O esos viejos amigos de Mubarak, el mariscal de campo Tantawi y Kamal Ganzouri –comandante del ejército mubarakita, destituido y luego renombrado primer ministro– creen que pueden remendar el país, y las elecciones de este lunes fueron otra fantasía, comicios verdaderos por candidatos verdaderos que no tendrán ningún poder?

De que será un Parlamento de los Hermanos Musulmanes hay poca duda. Podrá llamarse Partido Libertad y Justicia y necesitará una coalición para gobernar –si es que los militares no son los verdaderos gobernantes–, pero sospecho que el Egipto secular sufrió un golpe mortal luego de la revolución de enero y febrero. La revolución existe aún, aunque las filas de manifestantes en la plaza Tahrir son más ralas, las fotografías de los nuevos mártires de noviembre se despliegan con mayor discreción, y la demanda de boicotear las elecciones fue naturalmente silenciada.

A lo lejos en la avenida, el colosal muro del ejército –más parecido al Muro de las Lamentaciones que al de Cisjordania, con bloques enormes en vez de concreto armado– separa a las multitudes del Ministerio del Interior. Los muros como éste tienen el hábito de permanecer en pie, de persistir muchas más semanas de las que sus constructores intentaban. ¿Y por qué el Ministerio del Interior es un edificio tan preciado?

¿Será porque los torturadores siguen allí? ¿Los hombres puestos allí para trabajar sobre las criaturas que George W. Bush envió para sesiones de interrogatorio y electrificación de genitales, así como los opositores de rutina de Mubarak? ¿O porque los archivos siguen allí, evidencia terrible de la colaboración Washington-El Cairo en la guerra al terror? De ninguna manera se permitirá que políticos fisgones se acerquen a este lugar, por muy honorable que haya sido su elección.

Y los baltagi, los esbirros drogadictos a quienes la policía ha estado usando para golpear manifestantes y someterlos a abusos, y que han vuelto a ser vistos de nuevo en las calles de El Cairo, con sus barras de hierro en la mano, ¿dónde están ahora? Aparecen entre los policías y luego se esfuman, la novena legión del mariscal Tantawi, su existencia borrada de pronto, su brutalidad siempre seguida por expresiones de pesar del supremo consejo de las fuerzas armadas y las acostumbradas acusaciones pueriles de “manos extranjeras”.

Policías y soldados estuvieron en las calles este lunes, los segundos vigilando a los primeros, que fumaban recostados en sus jeeps, ignorados por las filas de votantes. La prohibición de hacer campaña en las 24 horas previas a las elecciones fue violada –militantes del partido Waft se la pasaron retacándome las manos con panfletos– y las boletas y la tinta llegaron tarde a las casillas. Pero nadie se quejó.

De hecho, hubo un elemento casi humorístico en todo el asunto. Sobhi Ibrahim, constructor de maquetas arquitectónicas, se presentó en la plaza Tahrir con un sombrero decorado con banderas egipcias, de las cuales colgaban cuatro guantes blancos de aspecto más bien siniestro que llevaban escritas las palabras sus votos. Ibrahim quería que los manifestantes fueran a votar.

Por allí anduvieron Sadeq al-Mowla, el cineasta documentalista, insistiendo en que Tantawi y los 18 generales de su consejo no tienen inteligencia para gobernar –afirmación dudosa si las hay– y el ingeniero Mohamed Abdul Mohsen, apretando un ejemplar de un periódico de oposición, Al-Ahzeb, con fotografías de Suzanne Mubarak y Ganzouri en primera plana. “Ella lo controlaba… y todavía lo controla”, proclamaba en tono de lamento. Ningunas elecciones están completas sin La Conjura.

Y tampoco, en Egipto, sin símbolos de partidos para ayudar a los analfabetos a entender las boletas. Eran ingeniosos y en algunos casos escandalosamente graciosos. En los carteles callejeros se podían encontrar faros, peces, pirámides, lámparas, playeras, tractores, llaves, peines, una balanza de la justicia y, aunque parezca increíble, una licuadora con frutas. ¿Una licuadora? ¿Quién adivinaría una razón para semejante símbolo? ¿Un futuro de abundancia, quizá? ¿Una mezcla de fresas y plátanos, musulmanes y cristianos, un Egipto no sectario? La verdadera pregunta, desde luego, es quién maneja la licuadora.

Mercados y democracia



Orlando Delgado
La Jornada


En un libro influyente publicado en 1991, Adam Przeworski escribió: "Poder comer y poder hablar, no sufrir hambre ni represión, éstos son los valores que animan un afán mundial de democracia política y racionalidad económica". Veinte años después ese movimiento generalizado por crear instituciones democráticas, que aceptó que los mercados podían funcionar mejor sin interferencias estatales, ha conducido a una situación en la que para enfrentar la crisis en naciones paradigmáticas los actores políticos han decidido renunciar al valor central de la democracia: celebrar elecciones para decidir quien gobierna y, con ello, aprobar cierto programa político.

En Grecia y en Italia, las fuerzas políticas enfrentadas a una crisis de dimensiones importantes han resuelto formar gobiernos de unidad nacional, encabezados por banqueros. Papademos y Monti llegan al gobierno sin compromisos partidarios, pero también sin responsabilidad frente a los electores. Han sido nombrados por su experiencia financiera, no por sus credenciales políticas. Les han aceptado sus acreedores, mientras a los ciudadanos se les conmina a aceptar que es momento de decisiones no de elecciones. Los mercados, es decir, los grandes inversionistas globales, concedieron una tregua de unos días a Grecia e Italia, lo que redujo marginalmente la prima de riesgo.

En España, en cambio, acosada por esos mismos mercados desde hace un año y medio, la elección de los ciudadanos castigando al gobierno del PSOE y de Rodríguez Zapatero, fue recibida por esos grandes inversionistas con indiferencia. El lunes 21, un día después de la elección de Rajoy, la prima de riesgo subió 19 puntos base. Se le dijo al próximo Presidente español: esta es una crisis de deuda y la deuda del viernes es la misma de hoy. Se mantuvo la presión sobre la tasa de interés que paga el gobierno español y que se transmite a todos las empresas que requieren recursos para su operación, independientemente de la celebración de elecciones y de los resultados.

Así que los mercados reciben de distinta manera a quienes resultan electos en procesos democráticos y a quienes llegan al gobierno como resultado de acuerdos partidarios, asesorados por los acreedores y por la troika infernal: el Banco Central Europeo, el Ecofin y el FMI. Este equipo ortodoxo está ocupado esencialmente de que las deudas se paguen o que, en caso de no existir esa posibilidad como en Grecia, la quita de capital sea ordenada y administrada por los propios acreedores. A los electores, en cambio, les interesan otras cosas.

A veces, como en España, lo que parece importarles más no es quien los gobernará, sino castigar al grupo gobernante que decidió intentar resolver la crisis afectando las condiciones de vida del grueso de la población. De los 11.3 millones de ciudadanos que votaron por el PSOE en 2008, 4.6 millones ya no votaron por éste esta vez. De esos votos que perdió el PSOE un poco menos de un millón y medio fueron a otras opciones de izquierdas. El PSOE perdió 40 por ciento de sus votantes, en tanto que el PP arrasó, aunque sólo aumentó su votación en uno por ciento.

Lo cierto es que la crisis de deuda soberana está lejos de haberse resuelto. Grecia, pese a que los mercados confían en que un banquero logre lo que no consiguió un gobernante electo con toda la legitimidad democrática, podrá resolver su condición crítica luego de varios años. Los banqueros acreedores tendrán que aceptar reducir el valor de las obligaciones griegas en 50 por ciento, pero serán apoyados por sus gobiernos. Los griegos pagarán las consecuencias de la asociación corrupta entre banqueros y gobernantes, que durante 2008 y 2009 engañó a las autoridades europeas.

Italia vivirá una época en la que el habitual ruido parlamentario, lleno de discrepancias partidarias, se cambiará por el silencio impuesto por los acreedores. La divisa será cumplir los compromisos de la deuda pública, para lo que habrá que ajustar drásticamente el gasto. En consecuencia, los italianos pagarán por años de dispendio y mal gobierno. Ni en Grecia, ni en Italia pagarán los verdaderos causantes de esta tragedia. De entre ellos ahora se imponen gobernantes. Ésta es la democracia de los mercados.

terça-feira, 29 de novembro de 2011

Es hora de parar la guerra contra la Tierra



Vandana Shiva
Ecoportal


Hoy en día, cuando pensamos en la guerra, nuestra mente se torna hacia Iraq y Afganistán. Pero la guerra más grande es la guerra contra el planeta. Ésta tiene sus raíces en una economía que no respeta límites ecológicos y éticos – límites a la desigualdad, límites a la injusticia, límites a la codicia y la concentración económica.

Un puñado de empresas y de potencias busca controlar los recursos de la Tierra y transformar el planeta en un supermercado en el que todo está en venta. Quieren vender nuestro agua, genes, células, órganos, conocimientos, culturas y nuestro futuro.

La guerras duraderas en Afganistán, Iraq y las que les han seguido no son sólo sangre por petróleo. A medida que ellas se desarrollan, vemos que son sangre por alimentos, sangre por genes y biodiversidad y sangre por agua.

La metalidad guerrera subyacente a la agricultura bélico-industrial es obvia en los nombres de los herbicidas de Monsanto— Round-Up, Machete, Lasso. American Home Products, que se ha fusionado con Monsanto, da a sus herbicidas nombre igualmente agresivos, incluyendo “Pentagon” y “Squadron”. Es la lengua de la guerra. La sustentabilidad se basa en la paz con la Tierra.

La guerra contra la Tierra comienza en la mente. Los pensamientos violentos dan forma a acciones violentas. Categorías violentas construyen herramientas violentas. Y en ninguna parte esto es tan vivaz como en las metáforas y métodos en los que se basa la producción industrial, agrícola y alimentaria. La fábricas que produjeron venenos y explosivos para matar a la gente durante las guerras han sido transformadas en fábricas productoras de agroquímicos al terminar las guerras.

El año 1984 me hizo ver que algo no estaba bien en la manera en que los alimentos se producían. Con la violencia en el Punjab y el desastre en Bhopal, la agricultura parecía guerra. Fue entonces que escribí La Violencia de la Revolución Verde, y por eso mismo lancé Navdanya como un movimiento por una agricultura libre de venenos y productos tóxicos.

Los pesticidas, que en un principio se utilizaron como químicos bélicos, no pudieron controlar las plagas. La ingeniería genética iba a ofrecer una alternativa a los productos químicos tóxicos. Al contrario, ha llevado a un mayor uso de pesticidas y herbicidas y desatado una guerra contra los campesinos.

Los altos costos de los insumos y productos químicos hacen que los agricultores caigan en la trampa de la deuda – y la trampa de la deuda lleva a los agricultores al suicidio. De acuerdo a datos oficiales, en la India más de 200.000 campesinos se han suicidado desde 1997.

Hacer la paz con la Tierra siempre ha sido un imperativo ético y ecológico, que se ha convertido ahora en un imperativo para supervivencia de nuestra especie. La violencia contra el suelo, la biodiversidad, el agua, la atmósfera, el campo y los campesinos produce un sistema alimentario marcial que no puede dar de comer a la gente. Un billón de personas sufre hambre. Dos billones sufren de enfermedades relacionadas con la alimentación: obesidad, diabetes, hipertensión y cáncer.

Hay tres niveles de violencia implicadas en el desarrollo no sustentable. El primero es la violencia contra la Tierra, que se expresa en la crisis ecológica. El segundo es la violencia contra la gente, que se expresa en la pobreza, la indigencia y el desplazamiento. El tercero es la violencia de la guerra y el conflicto, cuando los poderosos echan mano a los recursos que están en otras comunidades y países para satisfacer su apetito que no tiene límites.

Cuando cada aspecto de la vida es comercializado, vivir se hace más caro, y la gente se empobrece, incluso si ganan más de un dólar al día. Por otra parte, la gente puede ser rica en términos materiales, incluso sin economía monetaria, si tienen acceso a la tierra, si los suelos son fértiles, si los ríos están limpios, su cultura es rica y mantiene la tradición de construir casas y prendas bonitas, buena comida, y hay cohesión social, solidaridad y espíritu comunitario.

La ascensión del dominio del mercado, y de la moneda en tanto que capital producido por el hombre, a la posición de principio superior organizativo de la sociedad y única forma de cuantificar nuestro bienestar ha llevado al debilitamiento de los procesos que mantienen y sostienen la vida en la naturaleza y la sociedad.

Entre más ricos nos hacemos, somos ecológica y culturalmente más pobres. El aumento en el bienestar económico, medido en dinero, lleva al aumento de la pobreza en los aspectos material, cultural, ecológico y espiritual.

La verdadera moneda de la vida es la vida misma, este punto de vista lleva a varias preguntas: ¿cómo nos miramos a nosotros mismos en este mundo? ¿Para qué están los seres humanos? Y ¿somos simplemente una máquina de hacer dinero devoradora de recursos? O ¿tenemos un propósito más elevado, un fin superior?

Creo que la “Democracia Terráquea” nos permite imaginar y crear democracias vivientes basadas en el valor intrínseco de todas las especias, de todos los pueblos, de todas las culturas – un reparto justo y equitativo de los recursos vitales de esta Tierra, un reparto de las decisiones sobre el uso de los recursos de la Tierra.

La “Democracia Terráquea” protege los procesos ecológicos que mantienen la vida y los derechos humanos fundamentales que son la base del derecho a la vida, incluyendo el derecho al agua, la alimentación, la salud, la educación, el trabajo y el sustento. Tenemos que escoger. ¿Obedeceremos las leyes de mercado de la codicia corporativa o las leyes de la Madre Tierra para mantener los ecosistemas terrestres y la diversidad de los seres vivos?

Las necesidades en alimentación y agua de la gente sólo pueden satisfacerse si se protege la capacidad de la naturaleza para producir alimentos y agua. Suelos y ríos muertos no dan alimento ni agua. Por ello, defender los derechos de la Madre Tierra es el más importante de los derechos humanos y de las luchas por la justicia social. Es el más amplio movimiento pacifista de nuestra época.

segunda-feira, 28 de novembro de 2011

Convenção do Clima começa sob desconfiança na África


Agencias

Durban, na África do Sul, vai receber a partir desta segunda-feira delegações de 194 países para a Conferência do Clima (COP-17) com o desafio de renovar do Protocolo de Kioto e estabelecer metas de redução dos gases-estufa, cujas emissões são recorde. O impasse e o pessimismo que cercam o evento, no entanto, já levam ambientalistas a pedir, em vez de avanços, que não ocorram retrocessos. Especialistas vislumbram as próximas rodadas de negociações.

Em 2012, o Rio de Janeiro sediará a Convenção para o Desenvolvimento Sustentável, a Rio+20, em junho. No fim do ano, a Coreia do Sul organizará a Conferência do Clima (COP-18), última chance de renovar o protocolo. Muita discussão e poucos avanços reais marcaram a luta contra o aquecimento global nos últimos anos.

O dilema em relação ao Protocolo de Kioto vai parar na África do Sul e continuará conosco. Nunca se sabe o que pode acontecer na política, mas, até o momento, o panorama é complicado. As atenções estão concentradas na crise econômica. Portanto, acho difícil que este impasse tenha solução agora - disse o professor do Departamento de Economia da PUC-Rio e assessor da prefeitura para a Rio+20, Sérgio Besserman.

O coordenador dos cursos de pós-graduação da escola Politécnica da UFRJ, Haroldo Mattos de Lemos, diz que um fracasso em Durban pode respingar no Rio de Janeiro: "O que realmente vai acontecer é um exercício de futurologia. Porém, o sucesso da Rio+20 passa por Durban. Se houver metas concretas de redução de emissões de gases-estufa, tudo indica que a Rio+20 será um sucesso. Mas, se for fracasso total, decisões melhores no Rio ficarão mais difíceis. O tempo entre uma reunião e outra é pequeno."

Já o pesquisador visitante do Instituto de Estudos Avançados da USP Luiz Gylvan Meira Filho ressalta que a finalidade da convenção carioca da ONU é diferente das COPs: "A Rio+20 não tem como meta as negociações da Convenção do Clima. Especificamente, se olhar o documento do Itamaraty, ela tem como tema central o desenvolvimento e a erradicação da pobreza, que são objetivos obviamente importantes para o Brasil e para o Mundo. Mas isso não tem a ver com o combate à mudança de clima."

O ponto central de Durban é um segundo período do Protocolo de Kioto. Sua base legal, que cria um mercado para financiar medidas de mitigação dos gases-estufa e estabelece metas de redução de emissões para países desenvolvidos, terminará no fim do ano que vem. Porém, poucos ainda acreditam em acordo. Negociadores americanos sequer vão discutir o assunto, uma vez que o congresso dos Estados Unidos não ratificou o protocolo.

A principal divergência é entre países desenvolvidos e em desenvolvimento. Estes alegam que poluíram menos que aqueles. Os mais ricos, por sua vez, sustentam que não podem financiar sozinhos a salvação ambiental do planeta, ainda mais quando há crise econômica na Europa e Estados Unidos.

A última reunião preparatória, encerrada na sexta-feira em Durban, refletiu o pessimismo que cerca a COP-17. Os delegados ressaltaram a necessidade de aumentar o peso político da própria Conferência do Clima. No jargão da ONU, fortalecer a governança. Em caso de fracasso total, as Nações Unidas poderão ter a capacidade de gerenciar os conflitos do planeta colocada em dúvida.

"O agravamento dos desastres naturais causados pelas mudanças climáticas ocupará as páginas dos livros de história como o resultado de ambições frustradas, falta de visão de longo prazo e falta de coragem por parte dos líderes mundiais para lidar com essa ameaça" adverte Samantha Smith, líder da Iniciativa Global Clima e Energia da ONG WWF. Até mesmo o vazamento de e-mails de pesquisadores, em episódio batizado de Climagate 2.0, agitou os bastidores de uma conferência já marcada pelo ceticismo.

Después de la caída: un arquetipo italiano



Elsa Morante
Sconfini


El jefe del Gobierno se manchó repetidamente durante su carrera con delitos que, a los ojos de un pueblo honesto, le habrían hecho merecedor de la condena, la vergüenza y la privación de toda autoridad de gobierno.

¿Por qué el pueblo toleró y directamente aplaudió estos crímenes? En parte, por insensibilidad moral, una parte por astucia, una parte por interés y provecho personal. La mayoría se daba naturalmente cuenta de sus actividades criminales, pero prefería dar su voto al fuerte en vez de al justo. Por desgracia, el pueblo italiano, si ha de escoger entre el deber y el interés propio, sabiendo cuál sería su deber, escoge siempre el interés propio.

Así, un hombre mediocre, chabacano, de elocuencia vulgar pero de fácil efecto, constituye un perfecto ejemplar de sus contemporáneos. Junto a un pueblo honesto, habría sido todo lo más el líder de un partido de modesto respaldo, un personaje un poco ridículo por sus maneras y sus actitudes, sus manías de grandeza, ofensivo para el buen sentido de la gente a causa de su estilo enfático e impúdico.

En Italia se ha convertido en jefe del gobierno. Y es difícil encontrar un ejemplo italiano más completo. Admirador de la fuerza, venal, corruptible y corrupto, católico sin creer en Dios, presuntuoso, vanidoso, fingidamente bonachón, buen padre de familia, pero con numerosas amantes, se sirve de aquellos a quienes desprecia, se rodea de deshonestos, de mentirosos, de ineptos, de aprovechados, mimo hábil y capaz de causar efecto a un público vulgar, pero, como todo mimo, sin carácter propio, se imagina siempre que es el personaje que quiere representar.

¿Todo parecido es mera coincidencia? La gran escritora italiana Elsa Morante, que murió una década antes de la llegada de Silvio Berlusconi al poder, escribió este texto en 1945 para describir la figura del depuesto… Benito Mussolini.

domingo, 27 de novembro de 2011

Crise europeia: Amargo déjà vu



Juliana Sayuri
O Estado de São Paulo


Em 1989, o economista argentino Alfredo Calcagno integrava a Comissão Econômica para América Latina e Caribe (Cepal), da ONU. Na época em Santiago do Chile, observou de perto o desenrolar das diretrizes do Consenso de Washington (com o afrouxamento das políticas econômicas do Estado em favor da liberalização do mercado) e as posteriores reviravoltas políticas para desatolar a economia latino-americana. Hoje em Genebra, Ph.D. pela Université Paris I - Panthéon-Sorbonne, 55 anos e oficial de Assuntos Econômicos da Divisão de Globalização e Estratégias de Desenvolvimento da Conferência das Nações Unidas sobre Comércio e Desenvolvimento (Unctad), ele sente um déjà vu ao assistir às convulsões da crise europeia e projeta dias piores para 2012.

Piores, ele diz, porque os remédios atuais são similares aos que, na visão dele, fizeram mal ao serem empurrados goela abaixo dos latino-americanos nos anos 80 e 90. Um receituário "conhecido" e "equivocado" em suas palavras. Para debelar a infecção que se alastra levando empregos e esperanças no Velho Continente, Calcagno prescreve um Banco Central Europeu mais forte na formulação de políticas econômicas alternativas e firmeza contra os excessos do mundo financeiro: "Os governos precisam submeter os mercados ao bem comum. E não dá para simplesmente pedir: 'Por gentileza, comportem-se de outro modo, sejam altruístas, pensem no bem comum'. É ridículo. Não se pede a alguém que funcione contra sua natureza".

Analistas têm comparado a atual crise europeia com o passado latino-americano. A Grécia de hoje seria a Argentina de ontem. Faz sentido?

Depende. A história ensinou muito à América Latina e por isso ela foi se afastando das políticas propugnadas no Consenso de Washington. Aumentando o peso dos governos nas decisões econômicas, alguns sul-americanos lidaram bem com a crise em 2008 e 2009. Os que sofreram nos anos 80 e 90 aprenderam. Mas, como dizem, os pais não conseguem transmitir suas experiências aos filhos adolescentes. Então, a Europa terá de aprender por conta própria. E está fazendo da pior maneira. Há uma política de pressão por reformas liberais, por privatizar o que ainda não foi privatizado, por reduzir salários e serviços sociais. São medidas conjunturais e estruturais que lembram o passado recente da América Latina, quando as políticas econômicas eram discutidas e decididas fora da região. Elas vinham de Washington, sede do Fundo Monetário Internacional, do Banco Mundial e eram avalizadas nos Departamentos de Estado e de Comércio dos Estados Unidos. Na Europa está acontecendo algo parecido. É o setor financeiro - bancos e agências de classificação de risco - que está decidindo o que os países devem fazer. As políticas de ajustes são parecidas e não são os Parlamentos, os governos ou os partidos que decidem, porque, afinal, socialistas ou conservadores têm feito mais ou menos o mesmo. As decisões vêm da "troika": Fundo Monetário Internacional, Banco Central Europeu e Comissão Europeia. De certo modo, passamos por um revival do Consenso de Washington. Isso nos dá a sensação de que, neste momento na Europa, a democracia se torna cada vez mais formal e menos real.

Mas a Europa desconhece os riscos embutidos nesse revival?

O continente está sendo guiado por teorias econômicas equivocadas, a meu ver. A crise não foi causada pelo déficit fiscal, mas pela bolha financeira, pela irresponsabilidade do setor financeiro. O déficit é uma consequência da crise, não a causa. E, no entanto, todos estão empenhados em reduzi-lo. E os bancos e os especuladores causadores da crise continuam atuando como árbitros do mercado. Então, tanto a causa quanto a resposta para a crise estão equivocadas. O que eles estão fazendo? Cortando gastos e aumentando o imposto sobre o consumo. Nessa situação, os cortes fiscais reduzem ainda mais o crescimento e agravam a recessão. A Europa está às portas de uma grande recessão neste fim de 2011, e 2012 será ainda pior. Quando se reduz o gasto fiscal também se reduzem os ingressos fiscais, mas o déficit continua, o crescimento é ainda menor e os impostos ainda maiores. Então, é uma espiral descendente. E para quê? Para dar confiança aos mercados, que vão continuar a apertar os governos. Portugal, Itália e Espanha estão com taxas de juros cada vez mais altas, apesar dos ajustes. A França também. E, na quarta-feira, a Alemanha tomou seu primeiro revés, porque afinal não é uma ilha, tampouco pode pretender não sofrer os custos do que está acontecendo na Europa. As medidas não estão funcionando, mas os governos insistem. É um problema ideológico.

Haverá perdas no âmbito social?

É um risco. As políticas de ajustes na Europa agora também apontam para o corte de gastos sociais: aposentadorias, saúde, educação. Há aí um custo social, sobretudo se for visto pela questão do desemprego e dos salários congelados. Então, essa é uma crise em que pagam os mais pobres, porque as saídas encontradas jogam as cargas mais pesadas sobre os setores mais vulneráveis.

O sr. concorda com a opinião do economista francês Daniel Cohen, que compara a situação europeia à Grande Depressão de 1929?

Sim, mas pelo fato de as dificuldades, tanto em 1929 como agora, atingirem tão duramente os países mais fortes. Estados Unidos, Japão e Europa, que representam dois terços da economia mundial, têm crescimento muito baixo. Se os três grandes focos da economia desenvolvida freiam, estarão freando a economia mundial. Eles seriam os primeiros afetados, mas existe o risco de afetarem os outros também.

Até quando os países emergentes poderão dormir relativamente tranquilos, sem ter pesadelos com a contaminação da crise?

Essa é a grande pergunta, para a qual ainda não tenho resposta. Não sei se os investidores e agentes financeiros dos países emergentes estão tão tranquilos assim. Mas o crescimento nas nações em desenvolvimento tem se mantido forte. O problema é que se as grandes economias não crescem - ou se entram em recessão - isso afetará os preços das matérias-primas e dos produtos dos emergentes. As políticas desses países precisam privilegiar o fortalecimento dos mercados internos, regionais e do comércio sul-sul. É possível não ser arrastado pela crise dos ricos na medida em que esses países emergentes possam continuar crescendo com os próprios mercados.

Entre a sociedade e os mercados há os governos, além de atores como FMI e BCE. Como equilibrar esse campo de tensões?

Eu insisto: qual foi a causa para a crise senão os mercados financeiros desregulados? Neste momento, são também os mercados financeiros que estão empurrando uma solução para a crise. Eles pensam que através da contração fiscal a crise vá se estancar. Eu acredito que isso vá agravá-la. Os governos, então, ficarão cada vez mais apertados entre a gente que sofre e protesta e os mercados. Ou os governos regulam os mercados ou os mercados regulam os governos. Os mercados deveriam estar submetidos a financiar o crescimento, não a especular e criar bolhas que depois arrebentam, obrigando os governos a colocar dinheiro na mesa. Os governos precisam regular e submeter os mercados ao bem comum. E não dá para simplesmente pedir: "Por gentileza, comportem-se de outro modo, sejam altruístas, pensem no bem comum". É ridículo. Não se pede a alguém que funcione contra sua natureza. E a natureza dos mercados é fazer o máximo de lucro com o mínimo de risco e o mais rápido possível. É a regulação pública que tem que dizer: "Isso pode, mas isso não pode".

Esse quadro ameaça a governabilidade política na Europa?

O problema é que o continente está muito integrado em alguns aspectos econômicos, como a moeda única, o euro, mas não em outras questões, como as políticas salarial e fiscal. Esse desequilíbrio se traduz em problemas de competitividade para os sócios periféricos como Grécia e Portugal diante de países como a Alemanha. Não só porque eles tiveram uma política mais frouxa com os preços e os salários, mas porque a Alemanha teve uma política excessivamente rigorosa nesses quesitos. Quer dizer, não só os países da periferia europeia não cumpriram as condições fixadas, como tampouco a Alemanha, mas no sentido inverso, pois durante anos ela fez uma espécie de competição desleal com o resto da Europa ao não subir seus salários junto com a produtividade. É um problema de falta de coerência econômica interna, revelado agora com a crise. Para piorar, o Banco Central Europeu não cumpre a função característica dos bancos centrais, que é a de garantir a estabilidade em última instância. Espanha, Grécia e Itália estão sem financiamento acessível porque os mercados estão muito assustados com os riscos excessivamente altos. Não se usa o centro de financiamento lógico que é o Banco Central. Para que o euro se mantenha e para evitar a saída de alguns países da União Europeia, precisaríamos de um Banco Central forte. Essa é uma grande diferença em relação aos Estados Unidos e o Japão.

O remédio imposto às nações periféricas da Europa está sendo amargo demais?

Tanto as formas de ajudar os países da periferia europeia quanto as formas de ajudar os países do centro estão equivocadas. Não é com mais recessão que se conseguirá algo. Como é possível fazer crescer esses países? Precisamos ver caso a caso. É um problema de insolvência, como na Grécia? Então, é preciso tratar a debilidade como um caso de insolvência. Não se pode pagar? Não se pague. E se não se paga, que se comece a redistribuir as perdas. A dívida impagável tem que deixar de ser um peso morto para a economia. Os bancos que especularam com a dívida grega que paguem, que tenham perdas, porque senão fica um jogo em que o centro sempre ganha. Na especulação se ganha e se perde, eles sabem disso. E se o problema é de liquidez, caso da Espanha e da Itália? Então é preciso dar crédito barato. Fora do mercado. E é aí que deveria entrar o Banco Central Europeu exercendo seu papel de banco central. É preciso dar as costas aos mercados quando os mercados só agravam a crise. É preciso buscar outros mecanismos. Os países latino-americanos não saíram da crise porque desdobraram seus capitais para que o mercado recuperasse a confiança. Primeiro saíram da crise, depois se voltaram ao mercado. A Europa não sairá da crise se continuar com os cortes. Mas se mudar as políticas ativas de crescimento e passar a tratar o problema das dívidas como um horizonte de vários anos, ela poderá se recuperar relativamente rápido. Tudo depende do tipo de política.

A chanceler alemã, Angela Merkel, rejeitou o plano da Comissão Europeia que prevê até uma revisão da ideia de soberania dos países em crise. Como podemos interpretar esse posicionamento?

Há duas razões pelas quais a Alemanha se opõe a um papel mais intenso do BCE no manejo da crise das dívidas públicas: primeiro, a monetização das dívidas poderia despertar a inflação; segundo, pensam que se os governos receberem financiamentos terão menos investimentos para ajustar suas contas fiscais. Acredito que não haja um risco de inflação neste momento nos países desenvolvidos e isso se vê claramente nos Estados Unidos. O outro argumento depende de como se estabeleça o acesso aos refinanciamentos dos governos, que pode ser condicionado a determinadas políticas macroeconômicas. Mas cada vez mais há vozes que defendem que o BCE deva mudar totalmente seu comportamento para se tornar um ingrediente essencial, porém não o único, para a solução da crise.

Ainda podemos dizer que a França e a Alemanha são o coração da UE?

Esses países são os motores da UE: pautam as discussões e têm maior poder político para levar tais pautas adiante. Mas não podemos esquecer que a UE é composta de 27 países e há muitas decisões que precisam ser tomadas por unanimidade. A resposta seria "sim", mas "não". Quer dizer, o protagonismo continua sendo desse duo, mas ele não pode subestimar as necessidades e os interesses dos outros 25 Estados-membros.

Na Espanha, mesmo depois da derrota dos socialistas, o mercado não deu a trégua pedida pelo vencedor, o conservador Mariano Rajoy. Investidores cobraram juros mais altos para os títulos da dívida e a Bolsa de Madri despencou. Qual é sua avaliação?

Os mercados financeiros podem até ter seus gostos políticos e ideológicos - e provavelmente pendiam mais para Rajoy do que para Zapatero -, mas o que eles querem é ganhar dinheiro. E se dão conta perfeitamente de que o ajuste feito por Zapatero não solucionou o problema deles e o ajuste "ao quadrado" que fará Rajoy tampouco o solucionará. Então, ainda estamos à espera de uma mudança de política. Seria até estranho alguém dizer: "Agora, com mais ajuste e recessão, nossa confiança é maior". Nada disso. Estamos mais perto da quebra do que antes. A única forma de evitá-la é se a Europa criar os instrumentos para dizer: "Não vamos deixar que nenhum país quebre, pois colocaremos todo o dinheiro necessário". E aí há um bloqueio político. A Europa ainda não está de acordo para fazer o que é necessário.

Santiago Iñiguez, reitor da IE University, de Madri, usou palavras duras para analisar a situação: disse que a crise curará a 'arrogância' europeia. O sr. concorda?

A Europa está perdendo espaço na economia mundial. Até agora ela teve um modelo de cooperação e de integração econômica. E também uma ideia de que a integração social é importante e nada pode ser deixado à própria sorte. Mas o risco de perder o euro é o que a deixa mais debilitada. E assim está perdendo também o caráter de exemplaridade para outras regiões, de como fazer uma união, uma integração econômica, social e política. O caso europeu até pode continuar sendo útil como modelo, mas evidentemente não com a instauração de uma moeda única e com um Banco Central neoliberal. Isso é preciso evitar.

Qual é o papel jogado pela Inglaterra?

O Reino Unido está menos interessado do que nunca no euro. Mas isso não quer dizer que considere sair da UE. E vale lembrar que a zona do euro conta com 17 dos 27 países membros da UE. Diante da crise, talvez certos setores britânicos tenham mencionado que queiram diminuir o compromisso com a UE, mas não abandoná-la. Mas, se por acaso o Reino Unido saísse da UE, mantendo porém os acordos existentes, a diferença econômica seria pequena, ao contrário da política. Seria estranho se o Reino Unido quisesse renunciar ao poder de decisão que tem hoje na UE, inclusive de opinar sobre os temas do euro, mesmo sem fazer parte da zona do euro. Não é provável que isso aconteça em um futuro próximo.

De 0 a 10, qual é o risco de desintegração econômica da Europa?

Não estamos diante dessa eventualidade. Estamos, sim, diante de um problema muito sério na administração da crise da zona do euro. Ou focamos na UE como uma instituição mais flexível, com um Banco Central Europeu com mais funções e mais instrumentos para conter uma crise, ou não vamos ajudar em nada e isso afetará ainda mais a zona euro. Então, é possível que alguns países particularmente afetados, como a Grécia, abandonem o euro. Mas seria algo marginal. E mesmo o colapso da zona do euro - e o retorno a 17 moedas nacionais - é pouco provável. O colapso da UE é ainda mais difícil, porque temos um processo bem-sucedido de integração de mais de 50 anos. Não me parece que esteja em questão a continuidade da UE. Estão em questão alguns aspectos importantes de seus rumos, como o papel do BCE, a harmonização de políticas estruturais e uma reforma coordenada dos países. É um tema político difícil.

Desde 2008, caíram oito governos na Europa. Só neste mês foram Grécia, Itália e Espanha. Qual pode ser o próximo?

A crise castiga o nível de vida dos europeus. E isso coloca questionamentos políticos: os governos estão perdendo a soberania, não ouvem o povo. Há mal-estar. O curioso é que tem importado pouco se a política vai para a direita ou para esquerda. As pessoas querem mudanças. Qual será o próximo governo a cair? Não sei. Haverá eleições na França em 2012 e na Alemanha em 2013. Ambos os governos sofreram reveses nas eleições regionais. Nas presidenciais, Sarkozy e Merkel terão que provar que podem conduzir a crise melhor que a oposição.

O sr. crê em equilíbrio entre o liberalismo econômico e o intervencionismo do Estado?

Não. E não quero dizer que estou contra uma economia de mercado, mas isso não quer dizer que sou a favor de um mercado livre e desregulado, com especulações e bolhas financeiras. Os mercados financeiros e os bancos são importantes, mas que tenham impacto positivo na economia real. E isso não se faz espontaneamente. A regulação é necessária.

sábado, 26 de novembro de 2011

Las letras del horror

Indagar sus orígenes, conocer sus métodos y estructuras, a sus miembros, establecer las circunstancias de las capturas y asesinatos de muchos compatriotas, ha sido la motivación del periodista Manuel Salazar para emprender una acuciosa investigación que culmina en “Las letras del horror”, libro que se publica en dos volúmenes.

Esta primera entrega, centrada en la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), pone de relieve algunas preguntas inquietantes: ¿Por qué los integrantes de la DINA se ensañaron con sus detenidos? ¿Dónde y de quiénes aprendieron las brutales técnicas de tortura que aplicaron con ellos? ¿Cuáles fueron los motivos para asesinar y hacer desaparecer? ¿Cómo operaron las redes secretas que el otrora poderoso coronel Manuel Contreras tejió en América y Europa?

Para intentar dilucidar estas y otras muchas interrogantes, el autor recoge los antecedentes acerca de la influencia que diversos grupos de la ultraderecha chilena ejercían en la oficialidad militar ya en los años 60. Señala, además, al Club de la Unión, las sedes partidarias y los círculos frecuentados por dirigentes políticos y empresariales de la derecha como lugares de los que luego saldrían colaboradores civiles de la DINA dispuestos a “dar caza” a sus adversarios políticos.

Las letras del horror” relata las primeras intervenciones de los aparatos de seguridad en el campo de prisioneros de Tejas Verdes y la aparición de los cuarteles secretos, donde a los detenidos se les sometía a torturas indecibles que frecuentemente terminaban con su muerte y eliminación de los cuerpos; recupera los nombres, las “chapas” y los apodos de las víctimas y de sus victimarios, partícipes estos últimos de las brigadas de detención y exterminio; recoge, del mismo modo, las confesiones y los testimonios que algunos de los agentes y colaboradores de la violencia institucionalizada entregaron años después ante los tribunales de justicia, además de sus nexos con el anticastrismo y el neofascismo italiano.

Se trata de un libro que ausculta en detalle al principal organismo represivo de aquellos años de zozobra y espanto y que da cuenta de los métodos usados, entre otros, por el brigadier (r) del Ejército Miguel Krassnoff Marchenko, quien permanece recluído en el penal Cordillera cumpliendo una pena que suma más de 140 años de prisión tras ser condenado por 23 casos de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar, y quien fue homenajeado la semana pasada en un polémico acto respaldado por el alcalde de Providencia, Cristián Labbé.

sexta-feira, 25 de novembro de 2011

Bussi, el siniestro



Osvaldo Bayer
Página 12


Murió Domingo Bussi, el general. Una de las más siniestras figuras de nuestra historia. Sí, no se cometería ninguna exageración si cuando se haga referencia a él se diga: “El general Bussi, el siniestro”. Sólo basta recorrer su biografía para constatarlo. La perfidia de sus crímenes llega a lo inimaginable. Y ahí está la pregunta que todavía no nos hemos contestado: ¿dónde aprendió Bussi su oficio de matar con total impunidad? ¿En el Colegio Militar, en la Escuela Superior de Guerra o en sus estadías en Kansas con el ejército yanki o en Vietnam durante su gira? Sea como fuere, fue un criminal de la mayor cobardía y crueldad. Sus crímenes comprobados y por eso condenado son todos de lesa humanidad. Su hazaña máxima como criminal es el haber exhibido el cadáver congelado de Santucho en el Museo de la Represión, en Campo de Mayo. Se le caía la saliva de la boca de puro placer. Pero, además, los mil casos de torturas, de “desaparición”, de asesinatos. El mismo ejecutaba a los presos políticos de un solo tiro. Está declarado por testigos. ¡Ah, general! La degradación. La absoluta validez de la ley del más fuerte.

Y ese episodio tan perverso, donde la vileza ya no tiene palabras para describirlo: cuando ordenó apresar a los vagabundos y los pordioseros de la capital tucumana y los transportó en camiones que los arrojaron por las sierras catamarqueñas, donde murieron de hambre y de frío. Occidental y cristiano el general. Eso ocurrió en tierras tucumanas donde en 1816, en aquel increíble 9 de julio, se cantó nuestro Himno Nacional con aquello tan sabio de “Ved en trono a la noble Igualdad, Libertad, Libertad, Libertad”.

Pero uno, como argentino, sintió aún mucho más vergüenza cuando el pueblo tucumano, ya en democracia, votó a ese abyecto personaje como gobernador de Tucumán. ¿Qué hubieran pensado los congresales de 1816 al saber que en esa misma tierra libertaria se había votado al abyecto supremo? Ahora, esos que lo votaron de los barrios bien y de los barrios que exigían “más seguridad” tendrían que tener el coraje civil de marchar frente a la Casa de Tucumán y pedir perdón por tamaña acción de burlar para siempre a la democracia.

Lo mismo que tendrían que hacer los diputados del radicalismo y de otros partidos conservadores que votaron el “Punto Final” de Alfonsín por el cual quedó en total libertad la jauría uniformada de la desaparición como método.

El “general” Bussi. Cuando trasladó el centro clandestino de detención de Famaillá al Ingenio Nueva Baviera, ahí sí que se sintió dueño de la vida y de la muerte. Dueño y señor de la picana y el submarino y de toda clase de torturas aprendidas en el General Staff College de Fort Leavenworth, en Kansas. Claro, siguieron las huellas de aquel general Julio Argentino Roca cuando mandó comprar diez mil remington, el invento estadounidense con que se había eliminado a los pieles rojas y a los sioux. Y con ellos Roca demostró que los argentinos somos los mejores europeos y americanos del norte. Videla, Menéndez, Bussi... la lista es larga. Pero por fin muchos de ellos ya están en cárceles comunes y retratados para siempre en el diccionario de la infamia.

Murió Bussi. El espectro de la infamia. General de la Nación. ¿De qué Nación? No aquella del 25 de Mayo ni de 1813 y del 9 de julio tucumano. No, la fiera sanguinaria salida de claustros castrenses argentinos y entidades “educadoras” norteamericanas. En su entierro, los argentinos que salieron a la calle para gritar “dónde están los desaparecidos” gritarán: “Nunca más”. Nunca más un general Bussi. El siniestro.

quinta-feira, 24 de novembro de 2011

La Plaza Tahrir mantiene el desafío al Ejército egipcio


Gara

El Ejército egipcio está siguiendo la misma táctica que aplicó el ex presidente Hosni Mubarak antes de ser derrocado: realizar concesiones tardías frente a las protestas de la plaza Tahrir cuando la revuelta exige ya el abandono del poder, a la vez que mantiene la represión que ha causado ya más de tres decenas de muertos. Los manifestantes identifican ya al mariscal Tantawi como «la copia calcada» de Mubarak.

«Ya está claro que el que escribía los discursos de Mubarak es el mismo que el que escribe los discursos del mariscal», ironiza el Movimiento de los Jóvenes del 6 de abril. Husein Tantawi sigue los pasos del ex presidente en sus últimos días.

Las cesiones de la Junta Militar que gobierna Egipto han llegado demasiado tarde para los manifestantes de la plaza Tahrir que ya exigen que el Ejército se vaya de inmediato como principal reivindicación, al igual que hicieron con el derrocado Hosni Mubarak. Y el Consejo General de las Fuerzas Armadas responde igual que lo hizo Mubarak.

La reacción de la plaza Tahrir ante el discurso del martes del mariscal Tantawi fue similar: «Fuera, fuera». Ya no es suficiente el compromiso de celebrar elecciones presidenciales antes del 30 de junio, a mantener los comicios legislativos en su fecha, a partir del próximo lunes 28, y a crear un Gobierno de salvación nacional. Ni la dimisión en bloque del Ejecutivo.

Incluso la vaga oferta de convocar un referéndum para abandonar inmediatamente el poder «si la situación así lo requiere» chocó con la desconfianza de los manifestantes, que llevaban nueve meses reclamando esas medidas.

Como Mubarak, el Ejército ha comenzado por la más dura represión, aún peor según Amnistía Internacional, causando ya 33 muertos. La persecución ha servido para que los manifestantes aumenten sus reclamaciones sobre elecciones y libertades, y exijan directamente que el Ejército ceda el poder de inmediato. El líder del Movimiento 6 de Abril, germen de las protestas que acabaron con la Presidencia de Mubarak, Ahmed Maher, consideró, en declaraciones al diario «Al-Masry al-Youm», que «las palabras de Tantawi no responden a las demandas; el discurso es igual a los de Mubarak en sus últimos días».

Antes de soltar las riendas, el «rais» dio tres discursos: en el primero, el 29 de enero, anunció un cambio de Gobierno y nombró al jefe de los servicios secretos, Omar Suleiman, como vicepresidente; el 1 de febrero dijo que no se presentaría a la reelección; y un día antes de renunciar delegó parte de sus poderes en Suleiman. Menos de 24 horas después, con su renuncia forzada por el Ejército, comprobó que ya era demasiado tarde.

Ayer un centenar de diplomáticos y funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, que rechazan la represión de las fuerzas de seguridad y la gestión del CSFA se sumó a la causa de los manifestantes. En cambio, el grupo islamista Hermanos Musulmanes, principal movimiento opositor, mantuvo su postura ambigua y dijo que no participa en las últimas protestas por el temor a que se produzca un caos que impida el traspaso de poder a los civiles.

La represión continúa pese al anuncio de cesiones

La Policía volvió ayer a cargar contra los manifestantes en el entorno del Ministerio del Interior en El Cairo. Los agentes se habían replegado de la zona, lo que se había interpretado como un gesto para calmar las tensiones después de la muerte de más de 30 personas y más de 2.000 heridos en los últimos seis días. Ayer al menos se produjeron tres muertos por balas reales. «Uno de ellos tenía el cráneo aplastado», precisó Chadi al-Naggar, médico en uno de los hospitales de campaña en la plaza. Sin embargo, los agentes volvieron a desplegarse en las inmediaciones del Ministerio y reanudaron las cargas y los disparos, mientras los manifestantes les respondían con el lanzamiento de piedras.

A primeras horas de la noche, los baltaguiya (matones) aparecieron en la calle comercial de Talaat Harb, que desemboca en Tahrir, y se enfrentaron con palos y armas blancas a los manifestantes. Los heridos no paraban de llegar en ambulancia, moto o incluso a pie hasta los improvisados hospitales de campaña de Tahrir, cada vez más llena de tiendas de campaña y de personas dispuestas a resistir los ataques de las fuerzas de seguridad. El ministro de Sanidad, Amro Helmy, reconoció que varios de los fallecidos murieron por heridas de bala, pero negó el uso de gases prohibidos o cancerígenos que han denunciado los manifestantes, aunque admitió que podía estar caducados. Además, manifestantes denunciaron que los policías dispararon deliberadamente a los ojos de los manifestantes. La alta comisaria de la ONU para los derechos humanos, Navi Pillay, exigió una «investigación rápida, imparcial e independiente» sobre las matanzas.

quarta-feira, 23 de novembro de 2011

Tahrir, la madre de todas las plazas



Miguel Angel Medina
El País


Si, como dicen los árabes, El Cairo es la madre de todas las ciudades, Tahrir es la madre de todas las plazas. La enorme glorieta que aparece ya en nuestro imaginario llena de tiendas de campaña y manifestantes es el punto neurálgico de la capital egipcia, una rotonda en la que confluyen las principales arterias de la ciudad, dos de las tres líneas de Metro y un trasiego de coches y gente que hacen imposible imaginársela vacía. Pero, sobre todo, es el símbolo de la revolución que en febrero consiguió deponer a Hosni Mubarak, un lugar al que acudir para reivindicar la libertad y que ahora han vuelto a tomar miles de personas para evitar que los vientos de cambio choquen con el férreo muro del ejército.

En Midan Tahrir -como la conocen los cairotas-, el simbolismo empieza por su propio nombre (liberación, en árabe) y continúa por las decenas de manifestaciones que se han realizado allí cada viernes, mes tras mes, desde finales de enero. En ellas es habitual ver tanto niños con la bandera de Egipto pintada en la cara como ancianos con barba y galabiya (una túnica tradicional), pasando por jóvenes con carteles reivindicativos en árabe o inglés. El vídeo de la canción Sout al Hurriya (La voz de la libertad), grabado en la plaza, ha contribuido a popularizarla como un lugar en el que todo parece posible. “En cada calle de mi país / la voz de la libertad nos llama”, cantan niños, jóvenes y mayores en las imágenes, que han visto cerca de dos millones de personas en Youtube.

Pero su encanto no sólo proviene del eterno bullicio que la adorna, sino también de la cantidad de edificios que la fortifican. De entrada, el Museo Egipcio, un mamotreto rosado y con un aire marchito que alberga auténticas joyas de la civilización faraónica. A su izquierda, a pocos metros, llama la atención una construcción carbonizada: la que fuera sede del partido de Mubarak, a la que prendieron fuego en los primeros momentos de la revolución y que se ha mantenido en el mismo estado. Todos los turistas que visitan el vecino museo contemplan una curiosa panorámica de los restos del incendio, situado justo frente a la salida de este.

Al otro lado, cruzando la enorme avenida, hay una mezquita y, unos pasos más allá, la Mugamma, un monstruoso edificio gris en el que se albergan dependencias gubernamentales y al que el visitante tal vez deba acudir para solicitar una ampliación del visado u otros papeleos. Y todavía hay más: en el otro lado de la rotonda se encuentran algunos comercios y varias teterías siempre a rebosar de cairotas y foráneos que quieren pararse a contemplar la plaza. En uno de estos establecimientos, según cuentan, solía sentarse durante horas Naguib Mahfuz, Premio Nobel de Literatura pero, sobre todo, uno de los escritores que mejor ha descrito la ciudad, es decir, a sus habitantes.

En Tahrir, además, confluyen varios mundos. De aquí parten la calle Talab Harb, una de las más comerciales de la capital, y Al Kasr Al Aini, llena de bancos y oficinas en su camino hacia el barrio noble de Garden City. Pero sale también la avenida Tahrir, que deja intuir, unos metros adelante, el Nilo, protagonista de las noches de la capital egipcia y en cuya orilla pasan las noches las clases menos pudientes.

El centro de la plaza, sin embargo, no es nada majestuoso: la preside una glorieta de tierra, enorme, con apenas unos matorrales como adorno. Un espacio que da la impresión de haber quedado como olvidado, como si alguien no se hubiera acordado de plantar flores en su interior. Sin embargo, todo el entorno se transforma cuando, como ahora, lo ocupan miles de personas y aparece en nuestras pantallas atestado de ciudadanos unidos en un grito de libertad.

El movimiento estudiantil en Colombia



Javier Flores
La Jornada


Estudia y desobedece, es una de las frases que aparecen hoy en los muros de las oficinas públicas en Bogotá, Colombia, ciudad imponente, hermosa y llena de contrastes sociales, cuyas calles se vieron colmadas de jóvenes el pasado 16 de noviembre, en una manifestación multitudinaria que obligó al gobierno a detener su iniciativa para modificar la ley que regula la educación en ese país.

Tuve la oportunidad de estar la semana pasada en Bogotá. Las paredes hablan (como es bien sabido) y narran los distintos episodios del conflicto. Los muros de los edificios, especialmente los de las dependencias públicas, lucen llenos de lunares multicolores. Pequeñas explosiones moradas, azules, amarillas, lilas, que aparecen también en los escudos de las fuerzas policiacas, ubicados el día de la concentración en cerrada valla, a espaldas de un joven orador con el torso desnudo y el puño levantado frente a la multitud de jóvenes provenientes no sólo de la capital, sino de diferentes regiones de ese país.

El movimiento de estudiantes en Colombia ha coincidido con la revuelta chilena, que es sin duda el mayor conflicto estudiantil que se vive hoy en América y en el mundo. Se justifica, por tanto, pensar en la existencia de una movilización juvenil que rebasa las fronteras, y que pudiera extenderse al resto del continente, incluyendo a México. Resulta importante examinar esta posibilidad.

En el centro del conflicto colombiano se encuentra una propuesta para la modificación de la Ley 40, iniciativa que –si bien ya se venía preparando algunos años atrás– fue impulsada decididamente por el actual gobierno de Colombia, que preside Juan Manuel Santos. La necesidad de la reforma no ha sido el motivo del actual conflicto, pues todos los sectores reconocen la necesidad de actualizar la mencionada ley, sino los términos de la propuesta del gobierno de ese país, pues involucra aspectos como los costos de la educación para los alumnos (basados en un sistema de créditos que deben pagar al término de sus estudios), la afectación de la autonomía universitaria y la participación privada en el financiamiento de la educación pública en Colombia.

Desde luego, en las protestas de los estudiantes colombianos, que incluyeron un paro de actividades en las universidades durante un mes, se aprecian grandes similitudes con el movimiento estudiantil chileno. Sin embargo, la manifestación del pasado miércoles en Bogotá hizo ceder al gobierno de Santos, quien decidió retirar su propuesta de reforma, lo que representa un gran triunfo de los estudiantes colombianos. El paro de actividades fue levantado y el movimiento ha entrado ahora en una etapa distinta.

La influencia chilena se nota no sólo en las demandas enarboladas por los estudiantes de Colombia, pues también ha tenido un efecto en el cambio de la actitud del gobierno de ese país, el cual no ha querido verse envuelto en una crisis como la que hoy viven los gobernantes chilenos. El presidente de Chile, Sebastián Piñera Echenique, ha tenido que hacer ajustes en su gabinete y vive una de sus mayores crisis políticas. Después de la gran popularidad que alcanzó por el rescate de los mineros atrapados en la mina San José, en octubre de 2010, tiene ahora uno de los índices de aprobación más bajos. Juan Manuel Santos no quiso seguir su ejemplo y retiró el proyecto de reforma.

Con los antecedentes de los años 60 y desde que el movimiento estudiantil en Chile adquirió relevancia internacional, algunos especialistas han querido ver en éste la señal de un gran levantamiento de los jóvenes en todo el continente. No obstante, los fenómenos sociales y su diseminación no dependen de los deseos o la voluntad de algunos intelectuales. En el caso de Colombia existen elementos comunes con el proceso chileno, pues en los dos países la educación pública tiene un costo para los estudiantes y sus familias, y en ambos se ha pretendido lesionar la autonomía universitaria e introducir un papel más relevante de la inversión privada. En los dos casos se trata de proyectos impulsados por gobiernos que ven a la educación como mercancía.

En países como México, sin embargo, la educación superior de carácter público es gratuita, las instituciones gozan de autonomía, y si bien han existido en distintos momentos intentos de cobrar cuotas y de introducir algunos enfoques privatizadores, éstos han sido, una y otra vez, inactivados por las luchas estudiantiles (en la actualidad son rechazados no sólo por los estudiantes, sino también por las propias autoridades universitarias).

Adicionalmente los gobiernos derechistas en nuestro país, como los encabezados por el Partido Acción Nacional, no han tenido la oportunidad de desplegar con eficiencia sus afanes privatizadores en la educación superior pública, pues se han enfrentado con la resistencia decidida de instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México… Aquí, se les acabó el tiempo. Por lo anterior, es difícil pensar que el descontento estudiantil sudamericano pueda extenderse a México, al menos por las mismas causas.

segunda-feira, 21 de novembro de 2011

Espanha: entre milagres esperados e tentações perigosas

Oscar Guisoni
Carta Maior


O Partido Popular (PP) impôs neste domingo ao Parido Socialista Operário Espanhol (PSOE) a pior derrota de sua história. Com um resultado ainda mais pobre que o obtido nas eleições à Assembleia Constituinte de 1977 e com apenas 28,79% dos votos, os socialistas pagam um alto preço por terem cedido às pressões dos mercados financeiros durante a atual crise econômica. Com 44,3% dos votos, um resultado similar ao obtido por Rodriguez Zapatero em 2008, o PP fica com uma clara maioria absoluta graças às vantagens de uma lei eleitoral que fraciona em províncias pequenas o território, favorecendo deste modo os partidos majoritários.

As eleições deste domingo deixaram mensagens muito claras para os partidos majoritários, despertaram expectativas na esquerda que se beneficiou da retumbante debacle socialista e confirmaram a saúde dos nacionalismos regionais, que obtiveram importantes vitórias na Catalunha e no País Basco. O PP obteve a maior vitória de sua história – Mariano Rajoy conseguiu melhorar a maioria absoluta obtida por José María Aznar em 2000 – no pior momento do país. Seja qual for o desenlace da crise econômica nos próximos anos, fica claro pela composição que emerge do novo parlamento que será sob responsabilidade única dos “populares”.

Grande parte dos que votaram na direita estão convencidos de que o PP voltará a repetir o “milagre de ‘1996”, quando assumiu o poder após 14 anos de governos socialistas, com um grande número de desempregados e alguns problemas econômicos crônicos que voltaram a aparecer. Mas é difícil que esse milagre volte a acontecer. A direita espanhola terá agora a dura responsabilidade de gerir a crise. E fará isso, previsivelmente, aplicando ajustes radicais no gasto público, com cortes estimados em mais de 18 bilhões de euros para o exercício de 2012.

Mariano Rajoy e seu futuro ministro da Economia já não tem em mãos o instrumento da desvalorização para dar um choque competitivo em uma economia à beira da recessão. E para sair do atoleiro só podem inventar outra bolha, como foi a imobiliária – gestada durante o governo de Aznar graças a uma Lei do Solo que permitiu a explosão da especulação imobiliária – ou realizar uma desvalorização indireta, reduzindo salários e cortando benefícios sociais, um caminho que levará diretamente ao enfrentamento social.

Mariano Rajoy parece ter muito claro esse cenário. Mas até agora não disse em que direção vai mover suas fichas. No PP há um certo temor de um “inverno quente”, com os sindicatos nas ruas e os “indignados” nas praças, dando as boas vindas a um governo que não tardará a lamentar a debilidade de seu principal opositor. Com o PSOE mergulhado em uma verdadeira travessia no deserto – há quem tema que estourem disputas internas incontroláveis que aumentem o dano na já avariada nave socialista -, os populares não terão interlocutores para administrar a crise.

Conhecido por ser um homem de decisões lentas, Rajoy deverá enfrentar uma realidade que muito provavelmente superará amplamente sua capacidade de reflexos e que poderá engolir o respaldo popular em poucos meses se o esperado “milagre” não se concretizar. O mito, fortemente arraigado, de que “a direita sabe como fazer negócios, hoje não tem sustentação”. Previdente, Rajoy já avisou que a situação é muito difícil e que não haverá nada para festejar até...2013. Uma data demasiadamente distante para os milhões de desempregados, para os quais estão acabando os benefícios e que veem mais sombrio seu futuro econômico.

Enquanto isso, Bruxelas, as agências de classificação de risco e o punhado de tecnocratas que governam a Europa já definiram as cifras dos próximos cortes e, previsivelmente, os mercados festejarão nesta segunda com alta nas bolsas os resultados eleitorais na Espanha. “Ganhe quem ganhe, Merkel é que governará”, asseguravam grande parte dos correspondentes estrangeiros, há uma semana, ao jornal El País. Mas as rédeas internas ficarão com Rajoy, que a partir de agora controla o PP com o maior poder territorial de toda sua história, com amplas maiorias em todas as regiões e com uma forte coesão interna, uma fortaleza que tornar-se frágil se a crise fizer irromper velhas rebeliões internas sufocadas com êxito pelo próprio Rajoy nos últimos anos.

Todos esses ingredientes podem resultar numa armadilha se a direita cair na tentação de impor medidas impopulares capazes de dissolver seus apoios ou convocar à mobilização de grande parte dessa esquerda social que decidiu ficar em casa neste domingo ou votar em partidos mais radicais que o PSOE e que tem sua expressão mais poderosa no chamado 15-M. É uma tentação que o PP já enfrentou antes, com sua primeira maioria absoluta durante o segundo governo de José María Aznar, e que culminou no desastre de 2004, que fez o PP pagar pelo pecado de lesa soberba e ficar sete anos fora do governo central. Só que agora não há o PSOE para recolher os restos de uma queda, e seus passos em falso podem levar o país a uma situação complexa, similar à que Grécia e Itália enfrentam hoje. Tudo isso, a partir de hoje, está nas mãos de Rajoy.

domingo, 20 de novembro de 2011

El cambio climático ya extrema las temperaturas



Ferran Balsells
El País

El cambio climático empieza a tomar cuerpo: el aumento de cerca de un grado centígrado de la temperatura media en el último medio siglo puede vincularse con una certeza de entre el 90% y el 100% a la actividad humana que favorece el calentamiento global, según los científicos expertos en cambio climático de la ONU (IPCC). Así lo advierte el informe que el IPCC presentó ayer en Uganda y que retrata la incidencia del aumento de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. Los científicos llevan varios años advirtiendo de estos efectos pero el documento estima por primera vez, con distintos porcentajes de probabilidad, el impacto del calentamiento global que está convirtiendo en cada vez más extremos los fenómenos climáticos.

"Puede afirmarse con un alto grado de certeza que las temperaturas máximas y mínimas aumentan debido al incremento de los gases invernadero", advirtió Qin Dahe, uno de los responsables del informe. El IPCC augura además que el cambio climático disparará la fuerza de las tormentas, intensificará el efecto de las sequías y de otros fenómenos naturales como tornados o inundaciones. La temperatura media global aumentará entre uno y tres grados centígrados a mediados de siglo y de dos a cinco grados a finales de siglo.

"Es una aviso serio que coincide con los informes de la Agencia Internacional de la Energía", señaló Dahe. Esta Agencia fijó que los países disponen de cinco años para contener el cambio climático a dos grados centígrados, umbral a partir del cual el IPCC considera que el aumento de temperatura provocará daños irreversibles.

El informe del IPCC concluye que el calentamiento disparará probablemente la frecuencia y la intensidad de las olas de calor y las sequías, especialmente en el área mediterránea, en la que se encuentra España. "Los gobiernos deben empezar a adaptarse para hacer frente a estos fenómenos climáticos mucho más extremos", recomienda el IPCC. Los científicos calculan que esta nueva situación generará pérdidas de miles de millones de euros y afectará a sectores económicos como el turismo y la agricultura.

"Es un informe especialmente relevante por la vulnerabilidad de España al aumento de las temperaturas y del nivel del mar", admitió el Ministerio de Medio Ambiente español tras conocer las conclusiones del documento. "Debemos realizar acciones urgentes en favor del clima", corroboró la comisaria de la UE de Acción por el Clima, Connie Hedegaard. La entidad ecologista Greenpeace, por su parte, reclamó a los gobiernos que asuman compromisos para reducir los efectos del calentamiento global.

sábado, 19 de novembro de 2011

A crise é a oportunidade de uma nova democracia



Ricken Patel
Valor

O canadense Ricken Patel é diretor executivo da ONG Avaaz, cuja forma de atuação mais conhecida são as campanhas on-line. A ONG conta com 50 pessoas ao redor do mundo e também coordena manifestações que já tiveram como alvo o barão da mídia Rupert Murdoch e a construção da usina de Belo Monte. Na Síria, a Avaaz organizou uma rede de repórteres-cidadãos para furar o bloqueio de Bashar Assad.

O lema de Avaaz é "diminuir o abismo entre o mundo que temos e o que a maioria das pessoas quer". A ideia de uma democracia direta foi muito discutida na história do pensamento político e a conclusão sempre foi que levava para o autoritarismo. Por que daria certo agora?

Esta é uma era muito excitante, que talvez assista à próxima evolução da democracia. Os saltos adiante da humanidade nascem de crises. Estamos em uma dessas, uma "crisetunidade", mistura de crise com oportunidade. Tentamos providenciar o catalisador, a força que vai levar o mundo na melhor direção possível. Hoje, o abismo entre as aspirações, esperanças e necessidades das populações e a habilidade dos sistemas e líderes políticos para responder a elas é gigantesco. Essas crises podem nos dividir como nunca antes ou nos aproximar como nunca antes. Para resolver nossos problemas, temos de criar uma nova forma de política que seja muito mas unificada e global.

Outro termo que vocês usam é "política 3.0". Como ela seria?

Vamos acompanhar uma evolução da democracia em direções múltiplas. A política 3.0 vai ser um mundo povoado com democracias de alta energia. Ainda teremos líderes representativos e eleitos, mas essas eleições vão ser muito mais participativas e vibrantes. Esses processos vão ser diferentes dos atuais em cultura e caráter. Também teremos uma evolução das instituições na direção de sistemas mais participativos e responsáveis. Em vez de votar a cada quatro anos e assistir ao show, os cidadãos terão um papel ativo e constante na vida pública. Isso vai reorganizar todas as instituições da sociedade. As forças descentralizadoras e democratizantes, que canalizam o poder dos indivíduos para contribuir com seu potencial para a sociedade, vão reorganizar as instituições e produzir essa democracia de alta energia.

Quais são as diferenças e semelhanças entre a crise de hoje e a do fim dos anos 1960?

As semelhanças são: um grande espírito de abertura e possibilidades no mundo; a sensação de que as coisas podem mudar profundamente; que os cidadãos podem exercer um papel poderoso. Trabalhamos em conjunto com as equipes do "Ocupe" em muitas cidades e o codinome desse trabalho é Projeto 1968. Dizemos: voltamos a 1968, mas, desta vez, vamos vencer. E a razão pela qual podemos vencer é que, naquela época, o mundo era refém de uma política radicalizada entre dois campos que não se pautavam pelo interesse da maioria da população. Hoje, temos um prospecto muito maior de uma política genuína dos 99%, aproximando a maioria da população.

Uma visão contrária ao seu trabalho usa as expressões "slacktivism" (ativismo preguiçoso) e "clicktivism" (clique-ativismo).

O ativismo preguiçoso é possível com internet ou sem, assim como o ativismo bastante ativo. A ideia de que a rede seja inerentemente uma ferramenta menos eficiente de mobilização é tolice. Ninguém discute que a internet mudou o comércio (eBay) ou a música (iTunes), onde se clica bastante, e ninguém vai negar que aqueles cliques têm um poder enorme. Isso também é verdade com a política, veja-se a campanha de Obama em 2008. Não há dúvida de que a internet está mudando a política. Ninguém diz que Gandhi fazia "andartivismo".

O que acontece com os partidos quando as decisões podem passar por cima deles?

Talvez estejamos caminhando para uma democracia deliberativa, em oposição à democracia de equilíbrio que temos. Esta é como ringue de boxe, em que os interesses ganham quando derrubam os outros. A deliberação é como sentar à mesa e formatar a noção de seus interesses no embate com outros cidadãos.

sexta-feira, 18 de novembro de 2011

La democracia está desapareciendo



Eduardo Febbro
Página 12


Afuera el primer ministro griego Giorgos Papandreu, reemplazado por un emisario del sistema bancario. Afuera el presidente del Consejo Italiano, Silvio Berlusconi, reemplazado por otro tecnócrata interlocutor del sistema financiero. La crisis de la deuda se cobró más que estas dos víctimas: en España se modificó la agenda electoral, en Portugal los partidos implementaron reformas dictadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, en Irlanda el desastre condujo al mismo callejón. La democracia europea se convirtió en una democracia bancaria. El diputado y economista alemán Michael Schlecht, responsable del grupo parlamentario del partido Die Linke, La Izquierda, analiza en esta entrevista el trastorno de las democracias europeas y denuncia el papel que ha desempeñado el capitalismo alemán en esta megacrisis. Para Michael Schlecht, la democracia se está esfumando del Viejo Continente.

La democracia europea la están construyendo los bancos, no los electores que deciden por una mayoría. Más allá de lo que pensemos de ellos, Papandreu y Berlusconi son las víctimas más recientes de esta nueva doctrina.

La respuesta es muy simple. La democracia está desapareciendo día tras día en Europa. Por ejemplo, cuando el pasado 5 de junio se organizaron las elecciones en Portugal, la Troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo, Unión Europea) pidió a los dos partidos políticos portugueses que podían ganar las elecciones que firmaran un acuerdo, mediante el cual se comprometían a implementar las condiciones impuestas por la Troika. Ahora eso ocurrió con Grecia y le toca el turno a Italia. Por consiguiente, se puede decir que los portugueses no tuvieron elecciones verdaderamente libres. Se usó un arma contra ellos. En realidad, con esta política europea, Alemania está defendiendo con uñas y dientes los intereses financieros, los intereses del mercado. El gobierno de Angela Merkel tiene una actitud muy agresiva en este punto. Es una agresión sin tanques. Pero el resultado es el mismo.

Ello equivale a decir que Alemania es hoy la gran policía financiera de Europa. Alemania, junto con Francia, ha sido la avanzada del reemplazo de poderes surgidos de las urnas por tecnócratas teledirigidos por los bancos.

Alemania dando su acuerdo a lo que está ocurriendo. Alemania está preparando el terreno porque tiene un excedente de exportaciones mucho más grande que sus importaciones. En los últimos diez años el excedente alemán alcanzó un trillón de euros. Por otra parte, este excedente gigantesco acarrea una contrapartida del otro lado: hace que la deuda crezca en los países importadores. El 50 o 60 por ciento de la deuda creada por esta política alemana aparece en las cuentas de los demás países de Europa. Todos hablan de la deuda en Europa, pero nadie dice nada sobre el país que gana mucho con esa deuda. Y ese país es Alemania. La deuda de los países europeos es el resultado de la política alemana en el Viejo Continente. El núcleo de esta política es el dumping de los salarios. En los últimos diez años tuvimos un dumping salarial que llega al 5 por ciento, y ello sin tener en cuenta la inflación. Ningún otro país de Europa conoce una situación semejante derivada del dumping salarial. Esta política de dumping equivale a poner una ametralladora en las manos de los capitalistas alemanes. Es un arma muy destructora. En el siglo pasado, Europa estaba arrasada por tanques alemanes. Ahora está arrasada por la política de Angela Merkel.

La desaparición de la democracia en Europa es un hecho considerable. El Viejo Continente es la cuna de la democracia. Es un ejemplo pésimo para el mundo. ¿Acaso no es el fin del poder y de los valores de Europa sobre el resto del planeta?

Veremos qué nos dice el futuro. Creo que el año próximo los pueblos de Europa pueden luchar y levantarse en defensa de los intereses de la democracia y contra los mercados financieros. Ahí tendremos una posibilidad de restablecer la democracia en Europa. Esa es la lucha de la izquierda alemana en ese momento.

¿Cree usted realmente que habrá un pueblo mayoritario dispuesto a plantear la lucha? ¿Acaso no es demasiado tarde, acaso la ideología del consumo no adormeció las conciencias?

Creo que bajo las condiciones que existen hoy podemos ver el surgimiento de movimientos sociales fuertes, como ocurrió en Grecia. La situación que encontramos en Alemania incita a ello. La historia está abierta para que la escriban los pueblos.

¿Qué le ha ocurrido a la socialdemocracia europea? Pese a que su enemigo ideológico, el liberalismo a ultranza, cometió todos los errores posibles y hundió al planeta, el discurso de la socialdemocracia no cuaja, no genera confianza. ¿Es una crisis de la socialdemocracia o una crisis del electorado?

Las dos cosas. Estoy convencido de que dentro de un futuro inmediato tendremos una explosión en la Eurozona. Tenemos que escribir en los libros de historia que los socialdemócratas alemanes, junto al Partido Verde, fueron el poder político que generó las medidas que conducen al fin del euro. Los socialdemócratas y los verdes iniciaron el dumping salarial. Esa política es la responsable de lo que ocurre hoy. Reconozco el drama total que hay en este momento en Europa por culpa de esta situación. Durante muchos, muchos años, fue necesario que en Europa central hubiese guerras y muerte. Después de 1945 y por primera vez en la historia tuvimos 70 años de paz, lo que es totalmente anormal. La paz en este continente es una anomalía. Si recorremos la historia de Europa veremos que nunca antes tuvimos 70 años de paz seguidos. Ahora bien, esta paz es el resultado de los intercambios de ideas y de mercaderías que se llevaron a cabo bajo el techo de la construcción europea. Pero si este techo se rompe y se cae sobre la cabeza de los pueblos la situación se vuelve muy inquietante, peligrosa. Tal vez volvamos a lo mismo. Vamos a tratar de mejorar el movimiento de izquierda bajo estas nuevas condiciones, vamos a explicar mejor nuestra política para ganar la batalla.

domingo, 13 de novembro de 2011

O transbordo do copo de cólera



Juliana Sayuri
O Estado de São Paulo


Quando era um jovem de 18 anos, estudante de ciências sociais na Faculdade de Filosofia, Letras e Ciências Humanas da Universidade de São Paulo (FFLCH-USP), ainda nos tempos da Rua Maria Antônia, ele assistia às conferências de Florestan Fernandes, Fernando Henrique Cardoso, José Arthur Giannotti, Otávio Ianni e Paul Singer, mentores que o convidaram a participar do prestigiado núcleo de estudos de O Capital. Aos 26, pupilo de Lucien Goldmann e laureado sociólogo pela Sorbonne, em Paris, foi estudar hebraico num kibutz e lecionar história na Universidade de Tel-Aviv, em Israel. Aos 30, com o Maio de 68 sacudindo a França, recebeu (e aceitou) um convite para lecionar na Universidade de Manchester, na Inglaterra. Em 1970, ainda longe dos 40, descobriu-se persona non grata no Brasil do general Médici, tornou-se um judeu paulistano sem passaporte brasileiro e se estabeleceu definitivamente em Paris para estudar Marx, Lukács e Guevara.

Agora, rejuvenescido aos 73, o sociólogo Michael Löwy anda entusiasmado com a volta dos estudantes às ruas brandindo livros de Marx e Walter Benjamin. "Não pode haver um movimento que não se refira às lutas, às vítimas, aos mártires e aos pensadores do passado porque nós nunca partimos do zero", diz. Objeto de estudo em As Utopias de Michael Löwy: Reflexões sobre um Marxista Insubordinado, de Ivana Jinkings e João Alexandre Peschanski (Boitempo, 2007), organizador de Revoluções (da mesma editora) e atualmente pesquisador do Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) de Paris, nas últimas semanas Löwy acompanhou o noticiário da ocupação (e a posterior desocupação) da reitoria da USP. Interpretou como "faíscas" o clamor dos estudantes contra a presença policial e os berros por liberdade para se fumar maconha no câmpus. "O que se passa é muito maior que isso. Há uma indignação com a ordem das coisas no mundo. Um sentimento de cólera. E, diante dessa percepção de injustiça, os estudantes têm um papel essencial, começando movimentos de protesto. Não podemos subestimá-los." A seguir, a entrevista que Löwy concedeu ao Aliás, por telefone, de sua residência na capital francesa.

Estudantes ocupando praças em Nova York, Madri, ruas em Santiago, a reitoria na USP. Estamos diante de um arrastão de rebeldia ou são episódios isolados?

Não são episódios isolados. São parte de um processo internacional que lembra os anos 1960. Quando há um sentimento de injustiça e insatisfação na sociedade, os estudantes são os primeiros a se organizar e a protestar. Agora, na maioria dos casos, seja na Europa, no Chile ou nos Estados Unidos, não são apenas estudantes. É a juventude em geral. Os estudantes naturalmente têm um papel importante, mas é um movimento bem mais amplo, ao qual vão se agregando outros grupos - desempregados, trabalhadores, sindicalistas. Torna-se algo muito plural. O que há de comum é a indignação. Essa palavra está servindo como um sinal de identidade dos protestos. Há uma indignação muito grande que pode estourar por com um pretexto mínimo. No caso de São Paulo foi uma intervenção policial na USP. Mas poderia ter sido outra faísca.

Indignação com o quê? No caso da USP, pode-se ter a impressão de que é com a impossibilidade de fumar maconha no câmpus.

É muito maior que isso. Há uma indignação com a ordem das coisas no mundo. Um sentimento de cólera - e cólera com alta qualidade ética e política. O começo de qualquer movimento ou mudança social sempre se dá com um estado de espírito indignado, a começar na juventude. E fácil de entender o porquê de tanta indignação. Estamos numa situação em que a ordem social parece cada vez mais irracional, promovendo desigualdades gritantes, promovendo os excessos do mercado financeiro, a destruição do meio ambiente. As razões para a indignação são evidentes. Têm a ver com o sistema. Por mais que comece com uma história de maconha e confronto com a polícia, acaba se transformando em um protesto antissistêmico. Em última análise, o objeto de indignação é o poder exorbitante do capital mostrando a sua irracionalidade e desumanidade. Muitas vezes, isso é formulado explicitamente nesses termos. Outras, não. Mas a questão está subjacente em todos os protestos recentes. Nós, sociólogos, precisamos tentar entender por que isso não começou mais cedo. Porque as razões para a indignação já existiam. Pelo jeito, foi necessário uma acumulação de descontentamento e um sentimento de que não é mais possível tolerar tal situação. E de que é preciso se revoltar, sabendo ou não se se conseguirá impor alguma mudança. Há um imperativo categórico de revolta, no sentido kantiano. Há coisas que você precisa fazer, mesmo sem ter certeza de em que vai dar. E quanto maior a participação ativa dos jovens, dos estudantes e de outros setores, cria-se uma relação de forças que pode pelo menos impor limites ao sistema e, sobretudo, criar uma tomada de consciência. Isso talvez seja o mais importante: a tomada de consciência. O Ocupe Wall Street não conseguiu arranhar o capital financeiro, mas despertou consciência crítica em grandes setores. Eis um evento importante. Histórico até.

Ocupações, greves e passeatas ainda são formas eficazes de protesto?

São as formas clássicas de protesto, que reaparecem sempre. Mas também há formas novas surgindo. Por exemplo, a comunicação através dos meios eletrônicos, como o Facebook e o Twitter, que permitem uma mobilização muito rápida. E as mobilizações de agora têm um caráter festivo, lúdico, com música, dança, festa, o que é próprio da expressão da juventude. O Facebook e o Twitter têm lugar importante, mas não é o caso de mitificá-los. Eles não bastam. Para que alguma coisa aconteça, você tem que sair de sua casa, descer à rua, reunir-se com outras pessoas, ir lá, brigar, protestar, talvez enfrentar a polícia. Então, o Facebook é um suporte, não vai substituir a ação direta das pessoas.

A juventude tem voz além do Facebook? Ela se sente representada politicamente?

Pouco, porque a representação política está nas mãos de setores sociais mais acomodados e de "mais idade". Os jovens não se sentem representados. Há uma grande desconfiança em relação aos partidos e às instituições políticas existentes. Há certo rechaço a isso, muitas vezes com razão. Uma atitude cética diante da política institucional. Mas isso não quer dizer que haja desinteresse por eventos políticos. No meu tempo de aluno da FFLCH, nos anos 50, poucos estudantes achavam necessário ou sentiam vontade de se engajar em organizações políticas. Havia politização, mobilização em torno de determinadas causas, mas atividade política organizada era para uma minoria. Tenho a impressão de que atualmente a politização e a militância política são maiores do que nos anos 50, mas menores do que nos 60 e 70, durante a ditadura militar.

E podemos interpretar os protestos como um grito por participação política?

Analisemos o caso do Chile, que teve o movimento mais amplo até agora. Não é só um grito, é um protesto em cima de uma questão concreta: a privatização do ensino público desenvolvida no governo Pinochet, que não foi mudada pelos governos de centro-direita ou centro-esquerda que o sucederam. Trata-se de uma questão que concerne a todos os estudantes: o quase desaparecimento do ensino público gratuito, os preços exorbitantes da educação. E isso se coloca também no Brasil, na Inglaterra. Por toda a parte há essa tendência de transformar a educação em mercadoria, em indústria que deve dar lucro. E assim vai desaparecendo a educação pública gratuita, que era uma conquista de muitos anos de luta. O protesto dos estudantes chilenos começou criticando a privatização do ensino e depois tomou um caráter mais amplo, porque eles perceberam que os problemas na educação são parte de uma orientação geral de um sistema neoliberal. Notaram que esse modelo de educação é inseparável de questões maiores e, assim, o movimento ganha apoio de outros setores da sociedade.

A ideia de autonomia universitária está sendo colocada em xeque?

Autonomia universitária significa que o papel da universidade é transmitir conhecimento, cultura, ciência - e não mercadorias. Quando o papel do ensino se resume a permitir que estudantes adquiram um diploma, ou a prepará-los para encontrar um posto a serviço do management, do marketing, perde-se a qualidade humana, cultural e pedagógica da universidade. As universidades estão se tornando meras empresas voltadas para a produtividade, a racionalidade instrumental mercantil. E, obviamente, boa parte dos estudantes e professores resiste a isso, defende o estatuto da universidade como lugar de produção de cultura e conhecimento, com autonomia em relação ao mercado, à economia e às empresas.

No caso da USP, os estudantes se tornaram massa de manobra de partidos e sindicatos?

Não, pelo contrário. Há uma relação de desconfiança dos estudantes em relação aos sindicatos e sobretudo aos partidos. Uma parte do movimento sindical, geralmente a parte mais radical, se aproxima do movimento estudantil em busca de aliança. Mesmo que haja certo interesse dos jovens nessa aliança, ela não se dá com facilidade, porque os objetivos dos sindicatos são mais limitados. Os ritmos não são os mesmos, a cultura política não é a mesma. Então, há uma diferença que dificulta essa aliança. Mas, para os estudantes, é importante conseguir criar uma situação em que os sindicatos resolvam participar da mobilização. Isso tem acontecido no Chile, na Espanha, na Grécia, nos EUA. Longe de serem manipulados pelos sindicatos, esses movimentos de protesto têm grande autonomia. Eles buscam estabelecer a aliança, mas não no sentido de se tornarem apêndice dos sindicatos. Com os partidos políticos é mais complicado, porque a desconfiança é maior. Não há um único partido que controle ou manipule esses movimentos mundo afora.

Ao serem presos, estudantes da USP brandiam livros de Marx, Foucault e Walter Benjamin, imagens de Mao e Che Guevara. Essas referências continuam atuais?

É normal que cada vez que apareça um movimento de crítica antissistêmica as pessoas se refiram a personagens e pensadores que já exprimiram essa crítica. Então, Marx aparece como referência importante, porque ele foi o primeiro a elaborar uma crítica radical do sistema capitalista. Em muitos pontos, essa crítica é até mais atual hoje do que na época em que ele a escreveu. Fico feliz de saber que há estudantes que se referem ao pensamento desses autores. Benjamin tem uma reflexão profunda sobre o que é a modernidade capitalista, a ideologia do progresso. Ele dá elementos que Marx não dava. Guevara também é importante, sobretudo, como homem de ação e símbolo do compromisso ético com os ideais de libertação e emancipação. Tudo isso é necessário. Não pode haver um movimento, qualquer que seja, que não se refira às lutas, às vítimas, aos mártires e aos pensadores do passado, porque nós nunca partimos do zero. Mas, evidentemente, isso não basta. Precisamos também pensar com novos instrumentos teóricos para dar conta das questões que estão aparecendo neste começo do século 21. Por exemplo, a catástrofe ecológica que está se perfilando. Ela precisa de uma reflexão atual, utilizando elementos teóricos mais atualizados.

O sr. é um estudioso das revoluções dos séculos 19 e 20. Qual foi o papel dos jovens e estudantes nelas?

Depende, porque as revoluções são diferentes entre si. Em geral se pode dizer que a juventude sempre jogou um papel importante em qualquer movimento revolucionário. É uma constante. Movimentos revolucionários são levados por jovens, muitas vezes. Agora, se são estudantes ou não, isso depende da época, do país. Na Revolução Russa os estudantes não tiveram muito espaço. Na Revolução Cubana, sim. O Maio de 1968 em Paris foi um movimento totalmente estudantil. E um dos gatilhos foi a invasão da Sorbonne pela polícia. Na França, ainda hoje, a polícia entra raramente na universidade. Justamente porque se sabe que há o estatuto de autonomia das universidades e intervenções policiais provocam a reação dos estudantes. A polícia simboliza o autoritarismo do Estado contra a juventude, contra os estudantes. Esse choque com a polícia é frequente e, em certas circunstâncias, se transforma na faísca que mencionei antes, a que faz um protesto eclodir. Não podemos subestimar o papel dos estudantes nas revoluções.

Os da USP foram chamados de bichos grilos de grife, filhinhos de papai, rebeldes sem causa, maconheiros mimados... Como o sr. avalia esse tipo de tratamento?

Qualquer questionamento da ordem sempre é ridicularizado. Agora, sobre os estudantes serem meninos ricos... É uma mitificação, porque a maioria deles é de origem popular. Não são filhos de latifundiários, como eram os estudantes de antes da 2ª Guerra Mundial. Hoje em dia, a educação se tornou mais popular. Sobre a maconha: na minha opinião, não há razão para transformar o consumo de maconha em assunto de polícia. A maconha não é nem melhor nem pior do que o tabaco e a cerveja e tem um caráter bem diferente das drogas mais perigosas, como cocaína e crack. Então, essa reivindicação de descriminalizar o consumo da maconha me parece bastante razoável. Mas isso foi só um pretexto, porque em cima do tema se armou uma briga e, quando se manifestou o autoritarismo da polícia e do governo, aí sim o protesto cresceu. Muitos estudantes que aderiram à manifestação não o fizeram devido à questão da maconha e sim devido à repressão indiscriminada e arbitrária sobre alunos.

A sociedade brasileira clama por ordem?

Não é a sociedade em seu conjunto que se volta contra os estudantes com esse discurso de ordem e repressão. É a imprensa e os representantes da ordem e do governo. Eu me pergunto se parte da população não simpatiza com esses protestos da USP. Pelo menos foi o caso em outros países onde protestos dos jovens e estudantes se tornaram a expressão de um grande movimento popular. Não estou dizendo que isso vá acontecer já no Brasil, mas não há essa dicotomia entre jovens e estudantes de um lado e o restante da sociedade do outro. Essa separação é do interesse da classe dominante, dos governantes mais reacionários, como tentativa de mobilizar a população contra os estudantes.

O governador Geraldo Alckmin disse que os estudantes da USP precisavam de uma aula de democracia...

Nós sabemos que no Brasil não há nada mais democrático do que a Polícia Militar (risos). Ela tem uma tradição de várias dezenas de anos de democracia, não é? Democracia do cassetete - que não acho que deva ser a forma mais avançada de democracia. Não deve ser muito sério o argumento do sr. Alckmin. Uma intervenção policial brutal não tem nada de democrático.

Alguns autores contemporâneos, como o irlandês John Holloway, valorizam a articulação dos novos movimentos. Ao contrário do que dizia Marx, agora é possível mudar o mundo sem tomar o poder?

Holloway me deu o livro dele e pediu para que eu fizesse uma resenha, sabendo que eu iria criticá-lo. O livro Mudar o Mundo sem Tomar o Poder tem muitas ideias interessantes e toda a crítica que ele faz ao sistema me parece muito profunda. Mas acho que a proposta dele não faz sentido, porque qualquer ação social e política inevitavelmente implica uma forma de poder ou de contrapoder. O que se coloca é garantir que esse poder seja efetivamente democrático. O movimento, ele mesmo, tem formas de poder, de organização e de gestão democrática. Protesto, revolta e revolução, tudo isso não pode existir se não houver uma organização de uma forma de poder. Não podemos contornar a questão do poder, porque na política não existe vazio. A necessidade é que esse poder seja democrático. Essa é a resposta.

No livro Revoluções, o sr. destaca como os revolucionários muitas vezes são vencidos pela história. Os estudantes de hoje serão vencidos?

Não posso dizer. Mas podemos já constatar, nos países árabes concretamente, que esses movimentos de protestos da juventude não foram vencidos. Eles derrubaram duas ditaduras sinistras, na Tunísia e no Egito, com uma mobilização desarmada. Não estou dizendo que isso será uma regra, mas mostra que não há nenhuma fatalidade. As revoluções são sempre imprevisíveis, acontecem onde ninguém espera.