quarta-feira, 29 de abril de 2009

Epidemia de lucro

Silvia Ribeiro
La Jornada

La nueva epidemia de influenza porcina que día a día amenaza con expandirse a más regiones del mundo, no es un fenómeno aislado. Es parte de la crisis generalizada, y tiene sus raíces en el sistema de cría industrial de animales, dominado por grandes empresas trasnacionales.

En México, las grandes empresas avícolas y porcícolas han proliferado ampliamente en las aguas (sucias) del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Un ejemplo es Granjas Carroll, en Veracruz, propiedad de Smithfield Foods, la mayor empresa de cría de cerdos y procesamiento de productos porcinos en el mundo, con filiales en Norteamérica, Europa y China. En su sede de Perote comenzó hace algunas semanas una virulenta epidemia de enfermedades respiratorias que afectó a 60 por ciento de la población de La Gloria, hecho informado por La Jornada en varias oportunidades, a partir de las denuncias de los habitantes del lugar. Desde hace años llevan una dura lucha contra la contaminación de la empresa y han sufrido incluso represión de las autoridades por sus denuncias. Granjas Carroll declaró que no está relacionada ni es el origen de la actual epidemia, alegando que la población tenía una gripe común. Por las dudas, no hicieron análisis para saber exactamente de qué virus se trataba.

En contraste, las conclusiones del panel Pew Commission on Industrial Farm Animal Production (Comisión Pew sobre producción animal industrial), publicadas en 2008, afirman que las condiciones de cría y confinamiento de la producción industrial, sobre todo en cerdos, crean un ambiente perfecto para la recombinación de virus de distintas cepas. Incluso mencionan el peligro de recombinación de la gripe aviar y la porcina y cómo finalmente puede llegar a recombinar en virus que afecten y sean trasmitidos entre humanos. Mencionan también que por muchas vías, incluyendo la contaminación de aguas, puede llegar a localidades lejanas, sin aparente contacto directo. Un ejemplo del que debemos aprender es el surgimiento de la gripe aviar. Ver por ejemplo el informe de GRAIN que ilustra cómo la industria avícola creó la gripe aviar (http://www.grain.org/).

Pero las respuestas oficiales ante la crisis actual, además de ser tardías (esperaron que Estados Unidos anunciara primero el surgimiento del nuevo virus, perdiendo días valiosos para combatir la epidemia), parecen ignorar las causas reales y más contundentes.

Más que enviar cepas del virus para su secuenciación genómica a científicos como Craig Venter, que se ha enriquecido con la privatización de la investigación y sus resultados (secuenciación que, por cierto, ya fue hecha por investigadores públicos del Centro de Prevención de Enfermedades en Atlanta, Estados Unidos), lo que se necesita es entender que este fenómeno se va a seguir repitiendo mientras prosigan los criaderos de estas enfermedades.

Ya en la epidemia, son también trasnacionales las que más lucran: las empresas biotecnológicas y farmacéuticas que monopolizan las vacunas y los antivirales. El gobierno anunció que tenía un millón de dosis de antígenos para atacar la nueva cepa de influenza porcina, pero nunca informó a qué costo.

Los únicos antivirales que aún tienen acción contra el nuevo virus están patentados en la mayor parte del mundo y son propiedad de dos grandes empresas farmacéuticas: zanamivir, con nombre comercial Relenza, comercializado por GlaxoSmithKline, y oseltamivir, cuya marca comercial es Tamiflu, patentado por Gilead Sciences, licenciado en forma exclusiva a Roche. Glaxo y Roche son la segunda y cuarta empresas farmacéuticas a escala mundial y, al igual que con el resto de sus fármacos, las epidemias son sus mejores oportunidades de negocio.

Con la gripe aviar, todas ellas obtuvieron cientos o miles de millones de dólares de ganancias. Con el anuncio de la nueva epidemia en México, las acciones de Gilead subieron 3 por ciento, las de Roche 4 y las de Glaxo 6 por ciento, y esto es sólo el comienzo.

Otra empresa que persigue este jugoso negocio es Baxter, que solicitó muestras del nuevo virus y anunció que podría tener la vacuna en 13 semanas. Baxter, otra farmacéutica global (en el lugar 22), tuvo un accidente en su fábrica en Austria en febrero de este año. Le envió un producto contra la gripe a Alemania, Eslovenia y la República Checa, contaminado con virus de gripe aviar. Según la empresa, fueron errores humanos y problemas en el proceso, del cual no puede dar detalles, porque tendría que revelar procesos patentados.

No sólo necesitamos enfrentar la epidemia de la influenza: también la del lucro.

Presidenciable de la izquierda chilena: “Queremos ensanchar el surco de la generosidad...”

Hugo Guzmán
La Nación

Anuncia campaña no marketera, “de construcción social” y visitando región por región. Ante segunda vuelta Frei-Piñera, asegura que expresará la voluntad de las fuerzas políticas que lo apoyan actualmente. Advierte que “los socialistas votan por los socialistas”.

En su primera entrevista como candidato de la izquierda, Jorge Arrate hizo un trazado de sus planes y objetivos de campaña.

-Los primeros pasos como candidato.

-Vamos a constituir comando de campaña, vamos a definir los estilos y contenidos de campaña, vamos a comenzar a juntar dinero porque tenemos muy poco.

-¿El perfil del comando?

-Habrá una mezcla de todos los segmentos de izquierda y sectores desde el punto de vista de género, de edad, gente joven, aunque es bueno que tengamos gente de experiencia.

-Adelanto de cómo será su campaña.

-Yo no quiero una campaña de marketing, lo que no quiere decir que no hagamos propaganda, pero sí decir que hay que hacer una campaña de construcción social. Eso quiere decir una campaña pegadita a la tierra. Debemos tener metas como cuántos nuevos sindicatos logramos que se formen; cuántos comités de vigilancia de la venta de medicamentos en las farmacias; cuántas revistas somos capaces de hacer florecer entre la gente. La idea es visitar región por región y llegar al mayor número de lugares, personalmente.

-Alguien dijo que usted es candidato de oficina.

-No me voy a trenzar en esa discusión. No creo que valga la pena.

-¿Quieren llegar a los dos dígitos en la votación presidencial?

-Nosotros vamos a esta campaña con el objetivo de pasar a segunda vuelta. Es muy difícil, pero no imposible.

-De no lograrlo, ¿qué objetivo se consigue?

-Ensanchar el surco. Esta campaña es un episodio, el punto es qué queda. Queremos que quede más unidad, más amplitud, más generosidad, para seguir construyendo. De repente ese surco crece de una manera que no esperamos ni nosotros mismos. Somos la única fuerza política que está creciendo. La derecha no crece, está en un techo, con un candidato que tiene que hacer piruetas para no ser lo que es. Y la Concertación está haciendo trote fijo. Los únicos que crecemos somos nosotros.

-¿Volvió la alianza comunista-socialista?

-La unidad comunista-socialista está en el ADN de la izquierda. Es un elemento importante, pero no excluyente. La izquierda no es sólo eso. Hay una izquierda libertaria, sectores de izquierda revolucionaria, hay una izquierda en la juventud, hay un fuerte movimiento que responde a ecos latinoamericanos, hay cristianos de izquierda. Tenemos que unir a toda la izquierda. Queremos al pueblo del No, a esos millones de personas que votaron por esperanzas que no se han cumplido.

-En segunda vuelta, ¿los votos de Arrate van a Eduardo Frei?

-Los votos de Arrate irán a donde cada elector decida. No tengo propiedad sobre esos votos. Hay ciudadanos que han delegado en sus partidos su conducta, me parece legítimo. Si nosotros no estamos en la segunda vuelta, Jorge Arrate va a expresar la opinión de quienes lo apoyaron, no la opinión de Jorge Arrate. Yo voy a plantear lo que las fuerzas políticas y sociales me apoyaron estén pensando en ese momento.

-Es un compromiso.

-Absolutamente.

-La Concertación dice que les dieron el 90% de lo que ustedes pedían para sellar el acuerdo parlamentario.

-La medición es otra. Hay que ver el esfuerzo que hace la Concertación sin perder parlamentarios. Yo demando que no se aprovechen del binominal y de esta negociación para tratar de sacar más parlamentarios y con eso reducir el número de parlamentarios que puedan tener las fuerzas excluidas. El tema es cómo perforamos la exclusión, no cómo la Concertación saca más diputados.

-¿Hará un llamado para que Alejandro Navarro y Marco Enríquez-Ominami se sumen a este proyecto?

-Para ser sincero, sería un acto de arrogancia de mi parte. No me gusta hacer las cosas de ese modo. Nosotros no tenemos enemigos en la izquierda. Cualquier persona que levanta una opción de izquierda, para mí es respetable. En un país donde la derecha domina y se apropia de todo. Yo quisiera que estuviéramos todos juntos.

-¿Sentarse a conversar con Navarro y Enríquez-Ominami?

-Sí.

-¿Negociar otra fórmula de candidatura presidencial?

-Eso es absurdo. Es volver atrás. Demos vuelta esa página. No resultó como queríamos, donde estaban Teillier, Hirsch, Navarro y yo, pero Navarro no quiso participar en lo que hicimos.

-¿Captará votos del PS?

-Los socialistas votan por los socialistas.

terça-feira, 28 de abril de 2009

Mala información


La gripe porcina y el monstruoso poder de la gran industria pecuaria

Mike Davis
The Guardian

La gripe porcina mexicana, una quimera genética probablemente concebida en el cieno fecal de una gorrinera industrial, amenaza subitáneamente con una fiebre al mundo entero. Los brotes en la América del Norte revelan una infección que está viajando ya a mayor velocidad de la que viajó con la última cepa pandémica oficial, la gripe de Hong Kong en 1968.

Robándole protagonismo a nuestro último asesino oficial, el virus H5N1, este virus porcino representa una amenaza de ignota magnitud. Parece menos letal que el SARS [Síndrome Respiratorio Agudo, por sus siglas en inglés] en 2003, pero, como gripe, podría resultar más duradera que el SARS. Dado que las domesticadas gripes estacionales de tipo A matan nada menos que a un millón de personas al año, incluso un modesto incremento de virulencia, especialmente si va combinada con una elevada incidencia, podría producir una carnicería equivalente a una guerra importante.

Ello es que una de sus primeras víctimas ha sido la consoladora fe, inveteradamente predicada por la Organización Mundial de Salud (OMS), en la posibilidad de contener las pandemias con respuestas inmediatas de las burocracias sanitarias e independientemente de la calidad de la sanidad pública local. Desde las primeras muertes por H5N1 en 1997, en Hong Kong, la OMS, con el apoyo de la mayoría de administraciones nacionales de sanidad, ha promovido una estrategia centrada en la identificación y el aislamiento de una cepa pandémica en su radio local de brote, seguidos de una masiva administración de antivirales y –si disponibles— vacunas a la población.

Una legión de escépticos ha criticado ese enfoque de contrainsurgencia viral, señalando que los microbios pueden ahora volar alrededor del mundo –casi literalmente en el caso de la gripe aviar— mucho más rápidamente de lo que la OMS o los funcionarios locales puedan llegar a reaccionar al brote original. Esos expertos han observado también el carácter primitivo, y a menudo inexistente, de la vigilancia de la interfaz entre las enfermedades humanas y las animales. Pero el mito de una intervención audaz, preventiva (y barata) contra la gripe aviar ha resultado valiosísimo para la causa de los países ricos que, como los EEUU y el Reino Unido, prefieren invertir en sus propias líneas Maginot biológicas, antes que incrementar drásticamente la ayuda a los frentes epidémicos avanzados de ultramar. Tampoco ha tenido precio este mito para las grandes transnacionales farmacéuticas, enfrentadas en una guerra sin cuartel con las exigencias de los países en vía de desarrollo empeñados en exigir la producción pública de antivíricos genéricos clave como el Tamiflu patentado por Roche.

La versión de la OMS y de los centros de control de enfermedades, de acuerdo con a cual ya se está preparado para una pandemia, sin mayor necesidad de nuevas inversiones masivas en vigilancia, infraestructura científica y regulatoria, salud pública básica y acceso global a fármacos vitales, será ahora decisivamente puesta a prueba por la gripe porcina, y tal vez averigüemos que pertenece a la misma categoría de gestión "ponzificada" del riesgo que los títulos y obligaciones de Madoff. No es tan difícil que falle el sistema de alertas, habida cuenta de que, sencillamente, no existe. Ni siquiera en la América del Norte y en la Unión Europea.

Tal vez no sea sorprendente que México carezca tanto de capacidad como de voluntad política para gestionar enfermedades avícolas y ganaderas, pero ocurre que la situación apenas es mejor al norte de la frontera, en donde la vigilancia se deshace en un desdichado mosaico de jurisdicciones estatales y las grandes empresas pecuarias se enfrentan a las regulaciones sanitarias con el mismo desprecio con que suelen tratar a los trabajadores y a los animales. Análogamente, una década entera de advertencias de los científicos fracasó en punto a garantizar transferencias de sofisticada tecnología viral experimental a los países situados en las rutas pandémicas más probables. México cuenta con expertos sanitarios de reputación mundial, pero tiene que enviar las muestras a un laboratorio de Winnipeg para descifrar el genoma de la cepa. Así se ha perdido toda una semana.

Pero nadie menos alerta que las autoridades de control de enfermedades en Atlanta. De acuerdo con el Washington Post, el CDC [siglas en inglés del Centro de Control de Enfermedades, radicado en Atlanta; T.] no se percató del brote hasta seis días después de que México hubiera empezado a imponer medidas de urgencia. No hay excusa que valga. Lo paradójico de esta gripe porcina es que, aun si totalmente inesperada, había sido ya pronosticada con gran precisión. Hace seis años, la revista Science consagró un artículo importante a poner en evidencia que, "tras años de estabilidad, el virus de la gripe porcina de la América del Norte ha dado un salto evolutivo vertiginoso".

Desde su identificación durante la Gran Depresión, el virus H1N1 de la gripe porcina sólo había experimentado una ligera deriva desde su genoma original. Luego, en 1998, una cepa muy patógena comenzó a diezmar puercas en una granja de Carolina del Norte, y empezaron a surgir nuevas y más virulentas versiones año tras año, incluida una variante del H1N1 que contenía los genes internos del H3N2 (causante de la otra gripe de tipo A que se contagia entre humanos).

Los investigadores entrevistados por Science se mostraban preocupados por la posibilidad de que uno de esos híbridos pudiera llegar a convertirse en un virus de gripe humana –se cree que las pandemias de 1957 y de 1968 fueron causadas por una mezcla de genes aviares y humanos fraguada en el interior de organismos porcinos—, y urgían a la creación de un sistema oficial de vigilancia para la gripe porcina: admonición, huelga decirlo, a la que prestó oídos sordos un Washington dispuesto entonces a tirar miles de millones de dólares por el sumidero de las fantasías bioterroristas.

¿Qué provocó tal aceleración en la evolución de la gripe porcina? Hace mucho que los virólogos están convencidos de que el sistema de agricultura intensiva de la China meridional es el principal vector de la mutación gripal: tanto de la "deriva" estacional como del episódico "intercambio" genómico. Pero la industrialización granempresarial de la producción pecuaria ha roto el monopolio natural de China en la evolución de la gripe. El sector pecuario se ha visto transformado en estas últimas décadas en algo que se parece más a la industria petroquímica que a la feliz granja familiar que pintan los libros de texto en la escuela.

En 1965, por ejemplo, había en los EEUU 53 millones de cerdos repartidos entre más de un millón de granjas; hoy, 65 millones de cerdos se concentran en 65.000 instalaciones. Eso ha significado pasar de las anticuadas pocilgas a ciclópeos infiernos fecales en los que, entre estiércol y bajo un calor sofocante, prestos a intercambiar agentes patógenos a la velocidad del rayo, se hacinan decenas de millares de animales con más que debilitados sistemas inmunitarios.

El año pasado, una comisión convocada por el Pew Research Center publicó un informe sobre la "producción animal en granjas industriales", en donde se destacaba el agudo peligro de que "la continua circulación de virus (…) característica de enormes piaras, rebaños o hatos incremente las oportunidades de aparición de nuevos virus por episodios de mutación o de recombinación que podrían generar virus más eficientes en la transmisión entre humanos". La comisión alertó también de que el promiscuo uso de antibióticos en las factorías porcinas –más barato que en ambientes humanos— estaba propiciando el auge de infecciones estafílocóquicas resistentes, mientras que los vertidos residuales generaban brotes de escherichia coli y de pfiesteria (el protozoo que mató a mil millones de peces en los estuarios de Carolina y contagió a docenas de pescadores).

Cualquier mejora en la ecología de este nuevo agente patógeno tendría que enfrentarse con el monstruoso poder de los grandes conglomerados empresariales avícolas y ganaderos, como Smithfield Farms (porcino y vacuno) y Tyson (pollos). La comisión habló de una obstrucción sistemática de sus investigaciones por parte de las grandes empresas, incluidas unas nada recatadas amenazas de suprimir la financiación de los investigadores que cooperaran con la comisión.

Se trata de una industria muy globalizada y con influencias políticas. Así como el gigante avícola Charoen Pokphand, radicado en Bangkok, fue capaz de desbaratar las investigaciones sobre su papel en la propagación de la gripe aviar en el sureste asiático, es lo más probable que la epidemiología forense del brote de gripe porcina se dé de bruces contra la pétrea muralla de la industria del cerdo.

Eso no quiere decir que no vaya a encontrarse nunca una acusadora pistola humeante: ya corre el rumor en la prensa mexicana de un epicentro de la gripe situado en torno a una gigantesca filial de Smithfield en el estado de Veracruz. Pero lo más importante –sobre todo por la persistente amenaza del virus H5N1— es el bosque, no los árboles: la fracasada estrategia antipandémica de la OMS, el progresivo deterioro de la salud pública mundial, la mordaza aplicada por las grandes transnacionales farmacéuticas a medicamentos vitales y la catástrofe planetaria que es una producción pecuaria industrializada y ecológicamente desquiciada.

segunda-feira, 27 de abril de 2009

Maldad

Paul Krugman
Sin permiso

Jonathan Landay, uno de los pocos periodistas que contó bien la historia de la marcha hacia la Guerra, ha dejado esto dicho en McClatchy:

“La administración Bush presionó implacablemente a los interrogadores para que emplearan métodos expeditivos con los detenidos, en parte para encontrar pruebas de la cooperación entre al Qaida y el régimen del dictador iraquí Saddam Hussein, de acuerdo con un veterano funcionario de los servicios estadounidenses de inteligencia y antiguo psiquiatra del Ejército.

“Tal información daría fundamento a uno de los principales argumentos utilizados por el antiguo presidente George W. Bush para invadir Irak en 2003. No se halló prueba alguna de vínculos operativos entre la red terrorista de Osama Bin Laden y el régimen de Saddam.

“El uso de interrogatorios abusivos –comúnmente considerados como tortura— como parte de la búsqueda por parte de Bush de una justificación para invadir Irak en 2003 salió a la luz cuando el Senado publicó un informe importante que revelaba el origen de los abusos y el presidente Obama abrió las puertas para perseguir a antiguos funcionarios estadounidenses por haberlos autorizado.”

Digámoslo suavemente: la administración Bush quería servirse del 11/9 como pretexto para invadir Irak, aun cuando Irak no tenía nada que ver con el 11/9. Así que torturó a gente para que confesara un vínculo inexistente.

Hay una palabra para eso: maldad.

sábado, 25 de abril de 2009

Ecuador: Rafael Correa consolida su favoritismo

Agencias

Las encuestas de intención de voto para los comicios generales de mañana domingo en Ecuador indican que el presidente Rafael Correa sería reelecto en primera vuelta. Los datos de los últimos sondeos señalan que Correa obtendría cerca de 50% de los sufragios, con una distancia de 20 puntos porcentuales de su más cercano adversario, el ex presidente Lucio Gutiérrez (2003-2005). El actual mandatario, de Alianza País, ha reiterado que de ser reelecto profundizará la Revolución Ciudadana que emprendió desde que asumió el poder. En los comicios se elegirán unos 6 000 cargos públicos.

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó hoy que nadie detendrá la revolución que encabeza, al cierre de la campaña para su reelección en los comicios generales del domingo, en que según los sondeos es favorito con una amplia ventaja para ganar y captar una mayoría de escaños en la Asamblea Nacional sin necesidad de alianzas.

¡Esta revolución ciudadana está en marcha y nada ni nadie la detiene!, expresó casi sin voz el mandatario de 46 años en los actos previos al término de la contienda proselitista, de cara a la elección de nuevas autoridades nacionales y seccionales para adecuar los cargos a la nueva Constitución aprobada en referendo en septiembre del año pasado.

"Hemos manejado bastante bien esta crisis (internacional) que nosotros no hemos provocado. Sin embargo, algunos están enojadísimos porque les hubiera gustado que fracasara el gobierno nacional, apuntó el gobernante con poco más de dos años en el poder, apuntó el gobernante con poco más de dos años en el poder."

Agregó que seguirá enfrentando la crisis global sin renunciar a su modelo económico de inspiración socialista, privilegiando la atención a los pobres antes que el pago de la deuda externa. Además, rechazó un tratado de libre comercio con Estados Unidos.

Sus dos principales adversarios, el ex presidente Lucio Gutiérrez –derrocado en 2005 por una revuelta popular– y el magnate bananero Álvaro Noboa –el hombre más rico del país– marchan en el segundo y tercer puestos, respectivamente, con una desventaja de hasta 34 puntos respecto de Correa, primer lugar con 50 por ciento de las preferencias, según la encuestadora Santiago Pérez.

quinta-feira, 23 de abril de 2009

Discriminação racial profunda na União Europeia

Agencias

Um inquérito promovido pela Agência da União Europeia para os Direitos Fundamentais mostra que a discriminação, a perseguição e as violências de carácter racista estão muito mais espalhadas do que as estatísticas oficiais indicam. Os ciganos e os imigrantes dos países da África subsariana são os que mais sentem na pela a discriminação. Em Portugal o acesso ao crédito bancário ou à compra/aluguer de habitação é o que motiva mais queixas, de ciganos, brasileiros e ucranianos.

O racismo e as discriminações são muito reais na União Europeia, mas as vítimas não apresentam queixa por resignação ou medo. "Existe um problema de racismo em toda a UE e nós apresentamos provas àqueles países que o negam", afirmou Joanna Goodey, da Agência da União Europeia para os Direitos Fundamentais, criada em 2007.

O inquérito foi realizado nos 27 Estados membros junto de 23.500 pessoas imigrantes ou pertencentes a minorias étnicas. 55 por cento dos inquiridos considera ser muito vasta a discriminação no seu país de residência e 37 por cento diz ter sido alvo de um acto de discriminação nos últimos 12 meses, enquanto 12 por cento sofreu um crime racista no último ano.

Só que o número de queixas não reflecte estes dados precisamente porque, de acordo com a maioria dos inquiridos, existe receio de denunciar as discriminações ou a percepção de que de nada serve fazê-lo. Ciganos (47%) e imigrantes da África subsariana (41%) são os que mais sentem na pele a discriminação.

Em Portugal, 74% dos brasileiros considera que existe discriminação baseada na etnia ou na origem, tendo a mesma opinião 60 por cento de africanos subsarianos. Ciganos e ucranianos também denunciam a discriminação de que são vítimas, principalmente no acesso à habitação e ao crédito bancário.

Mas são as questões laborais que motivam mais queixas em Portugal. Uma discriminação que no relatório é apresentada sobretudo por guineenses, que protestam por serem recusados num emprego devido à etnia. Já os ucranianos sentem-se preteridos em favor dos portugueses quando se trata de uma promoção, e os brasileiros denunciam insultos no trabalho.

Como no resto da Europa, os ciganos são a etnia mais discriminada em Portugal, especialmente quando se trata de alugar e comprar casa, bem como no impedimento de entrada em restaurantes, lojas ou espaços de diversão nocturna.

quarta-feira, 22 de abril de 2009

Consecuente




V Cumbre de las Américas: el fin del Ministerio de colonias

Juan Carlos Monedero
Centro Miranda

Cambios en la foto de familia

Acostumbrado a encontrar la posibilidad de la transformación social en tiempos difíciles, y siempre confrontado, por su formación marxista, con la necesidad de encontrar una estrategia política que aunara las potencialidades de los nuevos actores y las limitaciones de las estructuras tradicionales, Antonio Gramsci pidió enfrentar al “pesimismo de la inteligencia, el optimismo de la voluntad”. El análisis, en tiempos oscuros, siempre tiende a la decepción. La decepción, cuando se ancla en las conciencias, genera conservadurismo y, en breve, desemboca en posiciones reaccionarias. El buenismo (o, como diría Atilio Borón, el budismo político) no suele llevar a ningún puerto emancipador. Nada más estructuralmente violento, por sus logros, que la no violencia de Gandhi.

Enfrente, el optimismo hueco, el creer que vivimos, como ya dijo Voltaire cuestionando una idea lineal de progreso, en “el mejor de los mundos posibles”, deja el campo libre a los seguidores de la mera violencia. En ningún sitio es más cierto que en las relaciones internacionales actuales, signadas por la expansión del capitalismo, aquello que dijo Hobbes de que la ley sin la espada no tiene ningún efecto. Pero esto no hace cierto lo contrario. La confrontación por la confrontación sólo desemboca en el agotamiento de las fuerzas y el desentendimiento de las masas. Una mentalidad de guerra termina creando una sociedad de guerra. Y el ser humano, por naturaleza, quiere la tranquilidad cuando puede escogerla. Valga todo esto para celebrar que el mensaje que la V Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago ha lanzado al mundo haya sido la foto de Hugo Chávez y Barack Obama mirándose, primero de reojo, luego de frente, y apretando sus manos hasta que sus pieles oscuras se confundieron.

Pero, a ambos extremos del escenario, había gente haciendo votos para que en la Cumbre hubiera más calor que luz. La derecha ha sido la gran decepcionada. Pasado el encuentro, sólo a la derecha clásica del Norte y del Sur les ha molestado el saludo sincero de los Presidentes Chávez y Obama. Saludo sincero, como sólo podía ocurrir en personas que no están donde están por casualidad. Sincero en la posibilidad de estrechar sus manos llevando cada uno en su mochila sus credenciales: la primera presidencia negra de un país racista y el discurso remozado que necesita superar la era Bush; el rescate de su presidencia por el pueblo un 13 de abril y la primera integración regional alternativa y llena de propuestas que recuerda la historia. Saludo sincero, en ese instante –pronto vendrán las obligaciones, limitaciones o compromisos de cada cual- en el convencimiento de que pertenecen a momentos y lugares diferentes. Ambos de piel oscura, cruzando en sus ojos en ese instante tanta historia, cada cual en su solapa la bandera de los países que representan, símbolos, a su vez, de tantas otras cosas en el concierto y el desconcierto mundial. Del puño de hierro de Bush al apretón de manos de Obama hay un gran salto.

E igualmente fue impresionante ver al Presidente de los Estados Unidos escuchando la lista de la infamia gringa tras un siglo de inmoralidades (Bush se marchó en la anterior Cumbre negándose a escuchar tantas verdades). Un siglo de invasiones, humillaciones, presencia militar, pago de una deuda odiosa e inmoral, transferencia neta de capital del Sur al Norte, financiamiento y asesoría de guerras, chantajes, masacres en Chile, en Argentina, en Brasil, en Guatemala, en El Salvador, en Colombia, en Perú, en Paraguay ¡Cien años de responsabilidad! Y Obama, con la piel de esclavitud pegada al cuerpo y el traje de Washington tapando la memoria, escuchando el cuaderno de quejas del continente sólo para sus oídos.

Durante la campaña electoral norteamericana se repitieron argumentos que decían que un negro nunca podría ganar la Presidencia de los Estados Unidos, que los medios iban a impedir su victoria, que si ganaba iban a matarlo…Pero ganó. Decir ahora que es igual que hubiera ganado McCain es frívolo. Obama no es McCain, aunque los Estados Unidos sigan siendo los Estados Unidos. Será el tiempo el que los empate. Hacerlo ahora es querer enturbiar las aguas para que parezcan más profundas. Han hecho falta 500 años para que esa foto sea posible. Lo correcto era el saludo. Hugo Chávez ha salido triunfador de la Cumbre por la humildad de saludar al representante del Imperio. Que sea ahora él quien eche por tierra las promesas. América Latina, una vez más, ha sido amable. Pero no hay espacio para el engaño: ahora tiene la memoria activada.

Lo que no difícilmente puede cambiar: un juego de suma cero

Sabemos que la política norteamericana está signada, en el discurso teórico, por la mano invisible, y en la práctica por la promesa de un apretón de manos siempre y cuando no se perjudiquen los intereses del poder. En ese momento, entrará en escena el puño de hierro.

La hostilidad de las diferentes administraciones norteamericanas con los países de la izquierda latinoamericana no se debe a que Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Honduras o Paraguay –por citar los vinculados al ALBA- caigan fuera de los parámetros oficiales que le permiten señalar a un país como “canalla”. No hay allí bombas nucleares, no se apoya al terrorismo y son profundamente eficaces en la lucha contra el narcotráfico (Todo lo contrario de los Estados Unidos, que tendría que condenarse, en buena ley, a sí mismo; pero ya sabemos que si en Norteamérica no ha habido nunca un golpe de Estado es porque allí no hay embajada de los Estados Unidos).

La hostilidad es ideológica, y lo que ha buscado siempre ha sido evitar el fenómeno “contagio” que impidiera cualquier forma neocolonial o paleocolonial en su patio trasero. Pero no hay “cordones sanitarios” para el virus de la soberanía. Tensaron mucho la cuerda y se rompió. América Latina fue el continente que mejor hizo los deberes del FMI. A la receta neoliberal se la llamó Consenso de Washington porque, después de acabar con el Chile de Allende y tras Plan Cóndor, todo fueron buenas maneras por parte de los equipos económicos latinoamericanos para con las exigencias del Norte. Cuba aguantó el tipo. Venezuela se echó a la calle en febrero de 1989, al tiempo que en Europa se caía el Muro de Berlín. Hoy la izquierda es hegemónica en los gobiernos latinoamericanos. Es muy difícil que la OEA siga siendo, como denunció el Che, el Ministerio de colonias norteamericano. De hecho, la OEA, que era un zombie desde la Cumbre del Mar del Plata, hoy es un cadáver. Y es mejor concebir nuevas criaturas antes que andar resucitando muertos.

Entonces ¿un “nuevo comienzo”?

Eso es lo que reclamó el Presidente Obama antes de la Cumbre y lo reiteró en su primera intervención. De entrada ¿quién puede estar en contra? Pero ni la palabra perro muerde ni la palabra fuego quema. Y tampoco la palabra amabilidad cura. América Latina –el mundo gracias a la globalización- es un juego de suma cero. Lo que se ponga en un lado hay que quitarlo en otro. De ahí que arreglar el mundo no permita augurar escenarios tranquilos.

El Presidente Obama ha sido votado por el pueblo que más se beneficia en el planeta de la desigualdad –en consumo, contaminación, tráfico de drogas, presencia militar, etc.-, ayudado en ese esfuerzo por las principales empresas de ese país. Nadie nunca en la historia ha cedido un privilegio que no haya sido arrancado. La pregunta correcta no es cómo va a cambiar América Latina con la elección de Obama, sino cómo tiene que cambiar Estados Unidos con la nueva realidad de América Latina. La reunión del ALBA (como ayer ocurrió con la puesta en marcha del euro) que habilitó el SUCRE, lleva a que cada unidad de compensación (cada sucre) sea un dólar que va a dejar de obrar esa magia de cambiar bienes por un papelito verde sin ningún respaldo detrás. La recuperación de América Latina perjudica en el corto plazo a los Estados Unidos. Repetimos: se trata de un juego de suma cero. Y no hay que perder de vista cómo ha obrado ese país cada vez que se le han tocado sus privilegios.

“Tenemos que aprender de la historia, pero no dejar que nos atrape”, ha dicho Obama en la Cumbre de las Américas. Kennedy dijo lo contrario. Los pueblos que no aprenden de la historia están condenados a repetirla. Una mirada rápida al siglo XX nos demuestra que los pueblos que se han liberado son los que no han creído a la administración norteamericana de turno. Vale para Francia y vale para Sudáfrica. También lo tuvo bien claro Jomeini después de tantas traiciones inglesas y norteamericanas durante el siglo XX. Por eso en Irán no han podido hacer lo que han hecho en Irak. Carter también era un buen tipo. Al menos, mejor que Nixon y Ford. Daniel Ortega dice que le dio la mano, antes que a Obama, a tres Presidentes norteamericanos. Hoy sabemos que hizo mal en confiar en ellos.

Siempre es saludable sospechar del poder. Obama es simpático y elegante, y después del nefasto Bush, parece un baño de aire fresco. Pero, cuando llega el momento de la estrategia, la recomendación es clara: no nos engañemos. Obama es lo más funcional para el papel dominante de unos Estados Unidos que estaban ya en la frontera de la rebelión mundial contra su hegemonía. Como decíamos, no se trata de hacer un análisis a posteriori. Todos pudimos leer críticas que decían que Obama estaba sólo ahí para legitimar las elecciones, que un negro no podía estar sentado en el despacho oval si no era para limpiarlo, que iba a durar muy poco… Obama ganó y fue una sorpresa bienvenida. Bien podía haber ganado McCain –sólo los diferenció un 7% de los votos- y Estados Unidos hubiera ahondado en la dirección suicida de Bush. De ahí que, bienvenida la elección de Obama. Pero sigue siendo el Presidente de los Estados Unidos. El poder imperial del mundo. El país emisor de la moneda de reserva mundial. El país responsable de la crisis económica que afecta a todo el planeta.

Bajar la guardia porque Obama es negro, intelectual, buena gente o nuevo demócrata (esa es la ideología que él ha dicho profesar, bien lejos de cualquier asomo de socialismo), no es un análisis político. Es el Presidente del país que sigue pretendiendo tener la hegemonía mundial y la influencia propia de los gendarmes planetarios. Ni Obamafobia ni Obamafilia. Se ha visto en la Cumbre que no son pocos los que padecen el síndrome de Estocolmo que lleva a amar a quien te domina. Pero los pueblos que no crecen, como las personas que no crecen, están siempre tutelados. Pero no entreguemos victorias al enemigo que aún no ha ganado. Acertemos el análisis y confrontemos la realidad con ellos. Nada, de entrada, contra Obama. Todo, de entrada, contra lo que representa. ¿Acaso es que ya se acabó el capitalismo? Cuidado. El imperialismo, como el neoliberalismo, es más peligro muerto que vivo: vivo por lo menos se le ve venir.

Buenas palabras, menos hechos y algunos preocupantes: Cuba como cortina de humo

Obama ha traído muchas buenas palabras por el continente latinoamericano. Menos gestos. Esa fue la crítica general de la prensa mexicana tras la visita previa al Presidente Calderón, el penúltimo bastión de la derecha en el continente. Otro tanto ocurre con las medidas hacia Cuba aprobadas antes de la Cumbre –facilitar el envío de reservas y permitir los viajes a la isla-. Gestos baratos, pero poco más. Estaría bueno. La OEA ya no es la de años atrás. ¿Qué credibilidad tendría Obama frente a Chávez, Kirchner, Lugo, Ortega, Zelaya, Morales, Da Silva, Correa o, incluso, Bachelet, si pretendiera seguir repartiendo en el continente las etiquetas de quién es o deja de ser demócrata? ¿Qué sentido mantener la exclusión de Cuba de la OEA cuando de facto ya pertenece gracias a las relaciones con todos los países latinoamericanos? El verdadero gesto hubiera sido ir a Trinidad con el levantamiento del bloqueo. Muy al contrario, Obama se atreve a pedir “gestos” a un país soberano para que Estados Unidos termine con una política criminal. Guantánamo, recordemos, sigue sin solventarse.

Los cubanos de Miami ya no tienen tanta influencia en Washington. Tienen más los que están pensando en negocios turísticos y de telecomunicaciones en este rincón del Caribe. Ahora, piensan, se trata de tumbar a la isla con la contaminación ideológica capitalista. Quizá alguno ha pensado desde los Estados Unidos en la cínica frase de Deng Xiao Ping (en China, quien practica bien el capitalismo se enriquece y quien habla bien de él es fusilado). Cuba le dirá al mundo, después de varios decenios de ejemplo de solidaridad, cómo es su participación en el socialismo del siglo XXI.

El abuso del discurso: cuando se ve la intención, la lágrima ya no es fácil

En esta Cumbre se ha visto demasiado a su equipo redactor de discursos. Y, al igual que ocurre en el cine, cuando se ve la cámara o el micrófono, la emoción decae y la lágrima se resiste. Cansan los fuegos de artificio de los discursos de Obama. Y preocupan porque narcotizan. Y retira de la pelea a gente cansada de tanta pugna. Una pulsión ideológica de muerte. Además, el análisis de fondo deja muchos flecos sueltos.

El objetivo central del discurso era: miremos para adelante, que en el pasado no hay lecciones que valgan ahora. Un exceso. ¿Qué justificación es esa usada por Obama afirmando que también Estados Unidos viene de ser colonia? ¡Como si España hubiera justificado la conquista de América diciendo que también ella fue ocupada por los árabes desde el siglo VIII! Igual de intolerable que cuando trazó puntos equidistantes entre la tarea de los paramilitares y la insurgencia de izquierda, entre los logros sociales y el cumplimiento de la democracia formal. No ha entendido nada. Cuando se han levantado guerrillas en América Latina ha sido en nombre de la democracia ausente; los paramilitares lo hacen en nombre del privilegio. No los ponga en la misma balanza. Y no compare falsas democracias donde se compra el voto (¿cuándo seremos honrados los politólogos y diremos que si el voto se compra no se puede hablar de democracia?) con el esfuerzo social que ha hecho Cuba desde que la revolución habitó en la isla. Estos deslices son una señal clara de que las posiciones sobre Cuba eran mera táctica. Richard Lugar, senador republicano del Comité de asuntos internacionales, le ha recordado recientemente a Obama que la cuestión cubana puede entorpecer objetivos mayores y a más largo plazo en el hemisferio. El bloque a Cuba no ha fracasado porque en la isla “no haya libertad”, como ha afirmado Obama, sino porque nunca Cuba ha tenido tanto apoyo en América Latina. El fracaso de unos es el éxito de otros. Obama puede creer sinceramente que tiene mucho que aprender, que quiere cambiar las relaciones con América Latina, pero, al tiempo, leer este discurso contradictorio y vacío. El Presidente Chávez exageró al regalarle Las venas abiertas de América Latina en español. Obama, no tiene toda la culpa, sigue hablando inglés.

La verdadera discusión sobre la integración americana

La V Cumbre de las Américas ha firmado la defunción de un tipo de Cumbre que, al igual que ha ocurrido con otras –recordemos las Cumbres Iberoamericanas- estaban diseñadas para otras cosas y con otros actores. La verdadera discusión sobre la integración americana es la que tuvo lugar en la Cumbre extraordinaria del Alba, y no el remedo de reinvención de una suerte de keynesianismo global que se pretende desde los últimos bastiones del sistema. En la Cumbre del ALBA en Cumaná no hubo ni fuegos artificiales ni necesidad alguna de impostar la voz para que pareciera menos discordante. Su lectura es clara: la actual crisis no es una crisis en el capitalismo sino del capitalismo.

Cuatro han sido las posibles respuestas por parte del Estado a la crisis económica que empezó a golpear al mundo a partir de 2007. En primer lugar, no hacer nada, esperando que el tiempo decantase las respuestas. El creciente número de desempleados, las quiebras de empresas y los gritos afectados del mundo financiero no parecían aconsejar esa salida, aunque fue la que primó en 2007 y 2008. La elección de Obama necesitaba también dar la sensación de que algo nuevo iba a suceder. En segundo lugar, pauta rápidamente esgrimida por el establishment económico superada la parálisis inicial, consistía en insistir de manera desnuda en las soluciones neoliberales, a lo sumo acompañada de momentáneas socializaciones de las pérdidas. El reflotamiento del FMI aprobado por el G-20 está afincado en esta opción. La tercera posibilidad traía de regreso a casa la regulación keynesiana, aunque al operar desde un suelo fuertemente neoliberal, tenía necesariamente que coexistir con aquello que la había convocado. Era la salida más mentirosa y es la representada en la reunión de Londres del G-20 y la ofertada por Obama para la región en la V Cumbre de las Américas. La cuarta opción pasaba por inventar nuevas soluciones que superasen los callejones sin salida del capitalismo y rompieran con la dictadura de la alianza Estado-finanzas-complejo militar-industrial. Que diera una respuesta radical a la destrucción de la naturaleza impulsada por el capitalismo. Que finalizara el intercambio desigual, la dominación financiera del Sur por el Norte, la liberalización para unos y la protección para otros. Es la propuesta que ya presentó Evo Morales en la Cumbre de la UNASUR en 2006. Es la propuesta que lleva ofreciendo Venezuela al hemisferio desde 2005. Es la propuesta de la Cumbre extraordinaria del ALBA. Es el futuro. Es el socialismo.

Más de lo mismo con otro formato: la sonrisa del Joker

La opción preferida por Obama –al igual que la socialdemocracia europea, con Zapatero o Gordon Brown coincidiendo con Sarkozy, Merkel o Berlusconi- ha sido una mezcla de ahondamiento neoliberal –concentración en los aspectos bancarios tradicionales, reforzamiento del FMI y confianza en que el mercado se encargaría de reubicar los buenos y malos activos financieros- y de falso regreso a la edad de oro de la regulación estatal, bajo la igualmente falsa suposición de que el colapso del keynesianismo en los años setenta se debió a algún tipo de locura cometida por malas personas y no a la implosión de un sistema que creó sus propios sepultureros.

Las épocas de crisis generan turbación, y es muy fácil mirar al pasado con indulgencia y nostalgia. El keynesianismo no se hundió porque llegaron los terribles neoliberales con su carga de maldad en la mochila de Harward, sino debido a que el capitalismo necesitó exceder el ámbito nacional para mantener su tasa de ganancia –la lógica que anima todo su funcionamiento-. Los Estados nacionales, cargados de referencias de izquierda tras la derrota de la derecha en la Segunda Guerra Mundial, se habían convertido, desaparecido el peligro soviético, en un rígido corsé que molestaba para el logro de ese fin. La respuesta política a las presiones del capital fue permitir que la pasta dentífrica se saliera del tubo. Después, nada más inútil que intentar meterla de nuevo dentro. Mera distracción mediática para aparentar decisión política. Para una tarea tan titánica hacía falta el concurso de mucha ciudadanía en muchos países, algo que, de momento, no estaba en el recibidor. Sin olvidar que el incremento constante del déficit para solventar los recurrentes problemas del capitalismo generaba una igualmente creciente dependencia del principal financiador del mismo, esto es, China, que con un silencioso estruendo ya estaba cambiando el eje de la geopolítica mundial. El intento desesperado de Obama de recuperar la influencia en América Latina es la contracara de la pérdida de influencia mundial motivada por la estabilidad del euro, el poderío chino y el nuevo multilateralismo latinoamericano. El joker sonriendo desde los tejados de Ciudad Gótica.

Bienvenidas sean las buenas palabras del Presidente Obama, que van a permitir rebajar las energías puestas en discutir la anterior hostilidad, que quitan argumentos a las diferentes derechas nacionales que se han apoyado en Estados Unidos para intentar desestabilizar a los gobiernos de izquierda (¡Cuidado con seguir hostigando a Bolivia, Presidente Obama! ¿O también tiene que enseñarle los dientes con más fuerza para que la dejen en paz?). Bienvenidos los gestos de distensión y las promesas de abrir un escenario futuro en pie de igualdad. Pero América Latina ha hecho, por vez primera, sus propios deberes como continente. Se llama la propuesta del ALBA. Quizá pueda empezar el Presidente Obama a discutirla. Si para unos la solución es el capitalismo y para otros el socialismo, difícil va a ser el entendimiento. Conocemos las propuestas capitalistas. Falta que los capitalistas nos demuestren que han entendido las nuestras. Vísteme despacio que tengo prisa: nos encontraremos solamente en la fase de transición. Seguiremos empujando en la dirección correcta: la que presenta ese programa de máximos que se llama socialismo.

terça-feira, 21 de abril de 2009

El “orden público” y los dilemas de la izquierda

Jaume Asens · Gerardo Pisarello
Sin permiso

El uso institucional de la fuerza, en un Estado de derecho, se presenta como la última opción una vez agotadas las vías de solución pacífica de los conflictos. Con ese fin, precisamente, numerosas normas internacionales y estatales lo supeditan a la observancia de estrictos criterios de congruencia, oportunidad o proporcionalidad. La lógica de estos principios es simple: los poderes públicos sólo pueden disponer del aparato coactivo si es absolutamente imprescindible y deben asegurarse, en todo caso, de que no se provoque un mal mayor.

Contemplados desde esta perspectiva, los hechos que se vivieron en las calles de Barcelona el pasado 18 de marzo son un claro ejemplo de la distancia que suele mediar entre el deber ser y el ser de la actuación policial. Casi doscientas personas resultaron heridas, entre ellos una treintena de periodistas, y una protesta social –el rechazo al llamado "Plan Bolonia"- que hasta entonces había transcurrido sin mayores incidentes, pasó a convertirse en una cuestión de "orden público". La irrupción de la policía en el edificio histórico de la Universidad y el desprecio exhibido hacia estudiantes, peatones y reporteros gráficos visiblemente identificados, generó el abierto rechazo de amplios sectores de la sociedad.

En un gesto atípico en este tipo de situaciones, la cúpula de Interior reaccionó admitiendo errores y pidiendo disculpas a los afectados. La mayoría de la clase política, no obstante, cerró filas en defensa de la actuación policial y centró sus críticas en el consejero Joan Saura. Desde el Partido de los Socialistas de Catalunya hasta Convergencia i Unió, desde Esquerra Republicana hasta el Partido Popular, no faltaron voces que calificaron la intervención como “normal”, ya que entre los manifestantes había “elementos antisistema” que habían “provocado” los enfrentamientos. La ex consejera de Interior, Montserrat Tura, llegó a reclamar más mano dura, alegando que “un acto de protesta que no cumple con todos los requisitos, no es una manifestación, sino un acto de desorden público”. Además de los evidentes intereses partidistas, en esas afirmaciones late una peligrosa concepción de la seguridad que parece convertir cualquier forma de protesta no convencional en una cuestión de orden público, antes que político. Desde esa óptica, los manifestantes a menudo pasan a ser considerados “violentos en potencia” y el camino a la militarización del espacio público queda expedito.

A pesar de su supuesto realismo, este sentido de la razón de Estado es, en rigor, bastante irrealista. Otorgar una especie de carta blanca a las fuerzas policiales, además de exponerlas a una constante deslegitimación, las convierte en fuente de nuevos y más graves enfrentamientos. Con frecuencia la saturación policial del espacio público, lejos de disuadir el conflicto, lo espolea. Para el día 26 de marzo, Interior exhortó a la ciudadanía a no acercarse al centro de la ciudad ni participar en una manifestación calificada de “alto riesgo”. Más inteligentes, los estudiantes cambiaron el recorrido, burlaron el férreo cerco policial y protagonizaron una marcha nutrida y totalmente pacífica.

Esta concepción del orden público, defendida por muchos de los que la combatían hace años, refleja a la postre una pobre concepción de la democracia. El conflicto, en efecto, es fundamental para su profundización, sobre todo cuando da voz a grupos injustamente marginados del espacio público. De lo que se trata es de evitar que se resuelva a través del recurso indiscriminado a la violencia. Y aquí los poderes públicos, que aspiran al monopolio de su uso legítimo, son los principales obligados. Por eso, medidas como las cámaras de vigilancia en las comisarías, las insignias de identificación de los agentes, la prohibición de armas no reglamentadas, la creación de unidades de mediación en conflictos o el establecimiento de estrictos protocolos de actuación de los antidisturbios, son fundamentales para construir un modelo de seguridad basado, precisamente, en la apertura de nuevos espacios de discusión democrática y en la minimización del uso arbitrario de la fuerza.

Otra cosa diferente es que estos objetivos puedan ser alcanzados desde una consejería dirigida por el máximo líder de un partido de izquierdas integrado como socio menor en un gobierno de coalición. A lo largo de estos años, y pese a las bravatas conservadoras, no han sido pocos los intentos de democratización de los cuerpos de seguridad. Lo cierto, sin embargo, es que por cada progreso registrado se han producido retrocesos que oscurecen el balance de conjunto. Más allá de sus declaraciones de intenciones, la consejería de Interior no ha podido, no ha sabido o no ha tenido la valentía suficiente para afrontar las resistencias externas y, sobre todo, las provenientes del interior del cuerpo policial. Resulta difícil, por tanto, que la crisis desatada por los hechos de las semanas pasadas pueda zanjarse con la dimisión de un cargo intermedio, sin abrir ningún expediente y otorgando amplios poderes de mando a un conspicuo representante de las inercias corporativas del pasado como es el actual Secretario General de Seguridad Pública. Tampoco ayuda a ello la pretensión del consejero Saura de culpabilizar a los medios de comunicación por lo ocurrido. Es evidente que otra política de seguridad más democrática y garantista sigue siendo necesaria. Lo discutible son las condiciones y alianzas idóneas para hacerla posible.

segunda-feira, 20 de abril de 2009

A grande tomada de poder

Matt Taibbi
Resistir

Está acabado — nos Estados Unidos estamos oficialmente e realmente enrolados. Nenhum império pode sobreviver tornando-se objeto de riso permanente, como aconteceu há poucas semanas, quando os bufões que dirigem as coisas neste país finalmente deram um passo demasiado grande.

Aconteceu quando o secretário do Tesouro Timothy Geithner foi forçado a admitir que ele ia mais uma vez ter de encher com bilhões de dólares do contribuinte a gigante moribunda dos seguros chamada AIG, ela própria um símbolo profundo do nosso declínio nacional — uma corporação que ficou rica segurando o betume e o aço da indústria americana no auge do país, só para destruir-se atrás de fortunas fantasmas nas mesas de jogo da Wall Street, tal como a nobreza dissoluta dissipava a fortuna da família na decadência do Império Britânico.

O salvamento mais recente chegou quando a AIG admitiu ter acabado de registrar a maior perda trimestral na história corporativa da América — uns US$ 61,7 bilhões. Nos três meses finais do ano passado, a companhia perdeu mais do que US$ 27 milhões por hora. Isto significa US$ 465 mil por minuto, um rendimento médio anual de uma família média dos EUA a cada seis segundos, ou seja, cerca de US$ 7.750 por segundo.

E tudo isto aconteceu no fim dos oito anos em que a América se dedicou freneticamente a perseguir em vão a sombra de uma ameaça terrorista, oito anos gastos a deter todo cidadão em todo aeroporto para revistar toda bolsa, mala, cueca e pasta à procura de pasta de dentes.

Mas no fim, o nosso governo não teve qualquer mecanismo para revistar os balanços das companhias que mantiveram poder de vida ou morte sobre a nossa sociedade e foram incapazes de reconhecer buracos na economia nacional do tamanho da Líbia (cujo PIB total no ano passado foi menor do que as perdas da AIG em 2008).

Assim, chegou a hora de admitir: nós somos tolos, protagonistas numa espécie de comédia pavorosa acerca do casamento da cobiça com a estupidez. E a pior parte quanto a isto é que ainda nos recusamos a admitir — ainda pensamos que isto é alguma espécie de acidente infeliz, não algo que foi criado pelo grupo de psicopatas de Wall Street a quem foi permitida a pilhagem contínua do Sonho Americano.

Quando Geithner anunciou o novo salvamento de US$ 30 bilhões, o ponto de partida era que a pobre AIG era apenas uma vítima de um bocado de azar — mau ano de negócios, você sabe, com a crise financeira e tudo o mais.

Edwar Liddy, o presidente da companhia, realmente comparou a coisa a pegar um resfriado: "O mercado é um lugar ruim para estar agora", disse ele. "Quando o mundo pega pneumonia, nós também pegamos". Numa patética tentativa de se limpar com outros, ele choramingou mesmo que a AIG era "consumida pelas mesmas questões que derrubam os preços das casas, as declarações 401K (planos de aposentadoria) e a carteira de investimento de Warren Buffet".

Liddy fez a AIG parecer um órfão mendigando numa fila da sopa, famélico e doente por ter sido abandonado na tempestade financeira. Ele convenientemente esqueceu de mencionar que a AIG passou mais de uma década maquinando a evasão aos reguladores dos EUA e internacionais, ou que uma das causas da sua "pneumonia" foi fazer apostas colossais, afundando no mundo US$ 500 bilhões, com dinheiro que ele não tinha, num tóxico e completamente não regulado mercado de derivativos.

Nem ninguém mencionou que quando a AIG finalmente levantou da sua cadeira no casino da Wall Street, quebrada e arrebentada à luz da alvorada, devia dinheiro em toda a parte da cidade — e que um enorme bloco dos seus dólares do contribuinte neste salvamento-fraude seria para pagar os outros grandes parceiros na sua mesa. Ou que isto era um casino único entre todos os casinos, um em que contribuintes da classe média cobrem as apostas dos bilionários.

O povo está irritado com esta crise financeira, e com este salvamento, mas não está irritado o suficiente. A realidade é que o colapso econômico mundial e o salvamento que se seguiu foram ao mesmo tempo uma espécie de revolução, um golpe de Estado. Eles cimentaram e formalizaram uma tendência política que tem sido uma bola de neve durante décadas: a tomada gradual do governo por uma pequena classe de iniciados em conluio, os quais utilizam dinheiro para controlar eleições, comprar influência e enfraquecer sistematicamente as regulações financeiras.

A crise foi o golpe de misericórdia: dando virtualmente rédea solta à economia, estes mesmos iniciados primeiro arruinaram o mundo financeiro, a seguir maliciosamente garantiram para si próprios poderes de emergência quase ilimitados para limpar a sua própria confusão.

E assim os líderes viciados no jogo de companhias como a AIG acabaram sem um tostão e na cadeia, mas com uma morte em estilo exótico agarrada ao Tesouro e à Reserva Federal — "nossos parceiros no governo", como disse Liddy de um modo displicentemente chocante, após o salvamento mais recente.

O erro que a maior parte das pessoas comete ao olhar a crise financeira é pensar dela em termos de dinheiro, um hábito que pode levar a olhar a confusão que agora se desdobra como um enorme prêmio-assassino deprimente para a classe da Wall Street.

Mas se se olhar em termos puramente maquiavélicos, o que se vê é uma colossal tomada de poder que ameaça transformar o governo federal numa espécie de Enron gigante — uma enorme e impenetrável caixa negra recheada de iniciados em transações para si próprios cujo esquema é conseguir lucros individuais às custas de um oceano de acionistas involuntários, anteriormente conhecidos como contribuintes.

domingo, 19 de abril de 2009

Esse era o cara !!


Unasur y Obama dan vuelta a la página Bush

Agencias

La Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) y presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sostuvieron este sábado una reunión en la V Cumbre de las Américas en la que comenzaron a cerrar heridas.

La cordialidad que marcó la reunión generó un fuerte contraste con las tumultuosas relaciones que hubo durante la presidencia de George W. Bush, predecesor de Obama. "Estamos haciendo progresos en la cumbre", dijo el presidente estadunidense tras la reunión, que se desarrolló en un ambiente cordial, según relatos de jefes de Estado que participaron.

Los mandatarios sudamericanos también se mostraron satisfechos de haber podido reiterar su pedido para que Cuba sea reincorporada incondicionalmente a los grupos regionales y de pedir a Washington que levante el embargo comercial que le aplica desde hace 47 años.

Luego de la reunión, la presidenta argentina, Cristina Fernández, aseguró a la prensa que se convocó a Obama a recuperar la confianza y a evitar injerencias en asuntos domésticos. "Hablamos muy bien, como a mí me gusta, sin estridencias, planteando cada uno su posición".

Reveló que cada uno de los países que acudieron a la cita pudo expresar su posición respecto a la relación con Estados Unidos, por lo que se espera que "ahora todas estas cosas que hemos charlado se plasmen en realidad".

En general, dijo, "le hemos planteado a Obama la injerencia de algunos funcionarios estadunidenses en las políticas de los países latinoamericanos, porque nosotros no tenemos funcionarios que opinen cuando Estados Unidos toma tal o cual decisión". Fernández aseguró que Obama convocó a los mandatarios sudamericanos a "mirar hacia el futuro y comenzar a construir el camino entre todos".

En respuesta, agregó, "le reconocimos que hace sólo tres meses que asumió la Presidencia y que todavía tenemos mucho por hacer". Uno de los puntos de la reunión, señaló, fue la necesidad de terminar el bloqueo a Cuba porque "es momento de cambiar la historia" y ya no existe el mundo bipolar que justificó una medida de ese tipo con la isla caribeña.

Asimismo, Michelle Bachelet, presidenta de Chile y también de Unasur, calificó a la reunión como "muy positiva" y llamó a no repetir errores para "buscar ese cambio en la historia que queremos tener de que todos los países de nuestro continente podamos construir un mejor destino para todos nuestros ciudadanos".

Caso Bolivia

Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, pidió a su homólogo de EU que condene el atentado contra su gobierno, como una forma de demostrar su nueva actitud hacia sus vecinos. "Le pedí que se pronuncie sobre este grave atentado" desbaratado el jueves en la ciudad de Santa Cruz, dijo Morales en una conferencia de prensa tras la reunión de Unasur con Obama.

"Está en manos del gobierno de Estados Unidos mejorar las relaciones" con Bolivia y los demás países de la región, añadió el mandatario, quien aseguró tener pruebas de que detrás de las conspiraciones contra su gobierno está la mano de diplomáticos estadunidenses.

Además de las nuevas urgencias económicas de una región ya afectada por la pobreza, y de la situación cubana, los líderes de los países nucleados en la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) trataron en la reunión asuntos de pobreza, asistencia financiera, narcotráfico y energía.

sábado, 18 de abril de 2009

Obama trabaja para que olviden a Bush

Gerardo Albarrán de Alba
Página 12

Superada la era Bush, quien, obsesionado por “el eje del mal”, hizo caso omiso de América latina, su sucesor apuesta a reencauzar las relaciones. La cumbre de Trinidad y Tobago, escenario del encuentro.

Barack Obama no las tendrá todas consigo en la V Cumbre de las Américas que se inició en Trinidad y Tobago. Arrastra ocho años de menosprecios por parte de su antecesor, George W. Bush, quien simplemente se de-sentendió de Latinoamérica, lo que fue aprovechado por varios países para sacudirse la influencia de los Estados Unidos y construir mecanismos propios de integración que excluyen a Washington.

Así, mientras Bush se ocupaba de inventarse nuevos enemigos al otro lado del mundo, en la región fueron llegando al poder fuerzas de centroizquierda: Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua), Cristina Fernández (Argentina) y Fernando Lugo (Paraguay) ganaron las elecciones presidenciales. Estados Unidos respiró aliviado cuando en México se impidió el arribo de Andrés Manuel López Obrador, entre acusaciones de fraude electoral, a quien la derecha quiso comparar con el venezolano Hugo Chávez y hasta con el cubano Fidel Castro.

Ya con Obama en la presidencia de los Estados Unidos, el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional ganó las elecciones de El Salvador, apenas hace un mes, con lo que Washington perdió al aliado que apoyó durante dos décadas, la derechista Alianza Republicana Nacionalista. Otro revés fue el ingreso de Honduras en agosto pasado a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), bloque político y económico impulsado por Venezuela como una alternativa al Area de Libre Comercio de las Américas, promovido por Washington.

Ante su desconocimiento sobre Latinoamérica, Obama parece haber encontrado a su interlocutor en el brasileño Lula, que ha consolidado su liderazgo desde la Cumbre de Latinoamérica y el Caribe de diciembre pasado que reunió a los gobernantes de los 34 países de la región y excluyó a los Estados Unidos; en cambio, incluyó a Cuba y lo integró al Grupo de Río.

Lula fue el primer presidente latinoamericano recibido por Obama en la Casa Blanca el pasado 14 de marzo y ambos se mostraron juntos en la pasada cumbre del G-20. La Cumbre de las Américas que se inicia hoy será su tercer encuentro en apenas un mes.

Sin embargo, Lula no se muestra como un incondicional de Estados Unidos: por iniciativa de Brasil, doce gobiernos crearon la Unión Sudamericana de Naciones el 23 de mayo de 2008, que no sólo merma la influencia política y económica de Estados Unidos en la región, sino también el impacto de su presencia militar a través del Consejo Sudamericano de Defensa.

Obama la tendrá más difícil con Venezuela y su presidente, Hugo Chávez, quien no sólo mantiene un tono beligerante hacia la Casa Blanca, sino que alienta organismos de integración regional sin Estados Unidos, como el Banco del Sur, Telesur, Petrocaribe, Petrosur y el ALBA, además de prestar asistencia militar, política y económica a Argentina, Nicaragua y Bolivia.

En preparación de su primera gira latinoamericana, que inició en México, Obama envió a Santiago al vicepresidente Joe Biden, quien se reunió el 27 de marzo con los presidentes de Chile, Argentina, Brasil y Uruguay, Michelle Bachelet, Cristina Kirchner, Lula da Silva y Tabaré Vázquez, respectivamente.

Antes, la secretaria de Estado Hillary Clinton viajó a México y se entrevistó con el presidente Felipe Calderón y la canciller Patricia Espinoza. Hasta ahora, Clinton ha recibido en Washington a sus colegas de Argentina, Brasil, Colombia, Panamá, Perú y Uruguay, así como al presidente de Haití, René Préval.

En cualquier caso, Estados Unidos ya no está solo en Latinoamérica: China se ha convertido en el cuarto inversor en la región e incursiona en el petróleo, la producción agrícola y la industria aeroespacial.

Rusia tampoco quiere quedarse atrás y ha firmado acuerdos petroleros y militares con Cuba y Venezuela. “América latina se está convirtiendo en un eslabón claro en la cadena que lleva a un mundo multipolar”, declaró en Moscú el primer ministro Vladimir Putin, apenas el pasado 25 de septiembre.

Obama lo sabe: Estados Unidos ya no pesa lo mismo en Latinoamérica. Su presencia en la V Cumbre de las Américas genera más expectativas por el contraste que representa con la política de sometimiento aplicada por Bush que por lo que pueda efectivamente ofrecer en el momento de mayor debilidad de la superpotencia. En parte por todo esto, el presidente de Estados Unidos publicó ayer un artículo en periódicos de once países latinoamericanos en el que reconoce su pérdida de influencia y apela a una relación pragmática que rebase la lucha más que ideológica que marcó toda la mitad del siglo XX entre un capitalismo desenfrenado y subordinado a Estados Unidos y el modelo socializante y nacionalista que lo enfrentó.

sexta-feira, 17 de abril de 2009

Obama hace suya la guerra contra el narcotráfico

Antonio Caño
El País

Entre medidas de seguridad que no se diferencian mucho de las que le protegieron hace una semana en Irak, Barack Obama cruzó este jueves la frontera sur para expresar su voluntad de ganar una guerra más cercana, más violenta y de aún más inciertas perspectivas. En la capital de México, un lugar inusual para un presidente de Estados Unidos, Obama se comprometió a hacer todo lo posible para derrotar a las mafias del narcotráfico, excepto prohibir la venta de armas de asalto dentro de su propio país.

"No se puede pelear esta guerra con una sola mano. Los dos países tenemos que estar coordinados y comprometidos. Nosotros tenemos también nuestras responsabilidades y tenemos que esforzarnos por cortar el flujo de dinero y de armas hacia México", dijo el presidente norteamericano en una conferencia de prensa conjunta con su homólogo mexicano, Felipe Calderón, en la residencia oficial de Los Pinos, a la que no accede un invitado del norte desde hace 12 años.

Gran parte del objetivo de este viaje, el primero de Obama a América Latina, era precisamente el de poner todo el peso de la popularidad y el prestigio del nuevo líder norteamericano en respaldo de Calderón, cuya labor Obama calificó ayer de "valiente".

Calderón, que ganó por un puñado de votos unas elecciones discutidas e involucró después al ejército en una ofensiva contra el narcotráfico que se ha cobrado ya más de 10.000 muertos, está necesitado, por supuesto, de todo el apoyo que Obama sea capaz de ofrecer para sobrevivir con éxito a esa guerra.

Pero, aparte de eso, los progresos ostensibles son pocos y lentos. Obama no parece aún en condiciones de satisfacer las principales demandas mexicanas, mientras que tampoco México es un aliado exento de complicaciones para el presidente norteamericano de cara a su política doméstica.

Las relaciones entre México y Estados Unidos son un territorio complejo en el que se acumulan asuntos como la inmigración, el comercio, los derechos humanos y la seguridad, todo ello aderezado por una larga historia de recelos y desavenencias mutuas. En estos momentos, esa agenda parece relegada a un segundo plano por la urgencia del combate al narcotráfico, que está siendo ya una amenaza también para muchas ciudades fronterizas del lado norteamericano.

Acuciado por esa presión, Obama ha tomado ya algunas medidas. La última, horas antes de llegar a México, fue la de incluir a tres carteles mexicanos en la lista negra de organizaciones mafiosas contra las que las autoridades norteamericanas pueden actuar congelando sus bienes y persiguiendo sus negocios dentro de Estados Unidos.

Pocos días antes, la Administración norteamericana había reforzado la presencia de agentes de seguridad en la frontera, incrementado los sistemas de control y había nombrado a Alan Bersin como nuevo responsable de todos los problemas derivados del narcotráfico mexicano, una especie de zar de la frontera. Y, ayer mismo, Obama anunció que solicitará al Senado la ratificación de un tratado interamericano contra el tráfico de armas, que Bill Clinton firmó en 1997, pero que nunca confirmó el Congreso norteamericano.

Todo eso puede ayudar a incrementar algo la impermeabilidad fronteriza. Pero México quisiera acciones más enérgicas en las dos áreas en las que la responsabilidad norteamericana es más clara: el comercio de drogas y la venta de armas.

Se calcula que los carteles del narcotráfico obtienen cerca de 40.000 millones de dólares al año por la venta de sus productos en Estados Unidos. Ese dinero es lavado allí o trasladado impunemente de vuelta a México.

Aún más sangrante resulta el caso de las armas. En Estados Unidos existen cerca de 80.000 puntos legales de venta de armas, muchos de ellos en ciudades próximas a la frontera donde las leyes para su compra y exportación son extraordinariamente permisivas. Sólo en Houston (Texas) los narcotraficantes pueden elegir entre cerca de 1.500 diferentes establecimientos en los que comprar legalmente fusiles AK-47, cargarlos en el maletero y cruzar la frontera, casi siempre libre de inspecciones en dirección sur.

El Gobierno mexicano ha aprehendido en los dos últimos años y medio más de 35.000 armas compradas en Estados Unidos. Las autoridades de este país calculan, sin que lo discutan en el norte, que el 90% del armamento en poder de los carteles es adquirido al otro lado de la frontera.

La medida más obvia para evitar ese tráfico sería la de imponer mayores controles a la venta de armas de asalto, al menos en los Estados fronterizos. Pero eso cuenta con una fuerte oposición de parte de la población de esos estados -por tradición y por negocio- y del principal lobby de ese sector, la Asociación Nacional del Rifle, que considera que, si se restringe la venta de armas, los narcotraficantes encontrarían otros medios para abastecerse mientras que los ciudadanos quedarían más indefensos.

Obama se pronunció en la campaña electoral a favor de volver a implantar una prohibición de venta de armas de asalto que fue levantada por George Bush en 2004. Pero ayer reconoció que por ahora "no va a ser fácil" cumplir con su palabra durante la campaña.

quinta-feira, 16 de abril de 2009

Lula apuesta por nuevo orden económico

Alejandra Clavería
AméricaEconomía

Tras inaugurar el Foro Económico Mundial para América Latina, que se realiza en Rio de Janeiro, el presidente brasileño llamó a construir un sistema basado en la distribución de la riqueza.

“Mucho dinero en pocas manos es concentrar la riqueza. Poco dinero en muchas manos es distribución de riqueza y es así que queremos construir un nuevo orden mundial para superar la crisis financiera”, expresó el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, al inaugurar el Foro Económico Mundial para América Latina (WEF, por sus siglas en inglés), que hasta este jueves se realizará en Rio de Janeiro.

En un extenso discurso, el mandatario abordó “Las consecuencias de la crisis económica global en América Latina”, tema principal del encuentro, y profundizó en las conclusiones obtenidas en la Cumbre del G-20, celebrada en Londres a principios de abril. En ese sentido, Lula expresó que el grupo de los 20 países más industrializados tienen la responsabilidad de crear un nuevo orden económico mundial “más justo y humano”.

“El mundo espera mucho de nosotros. Nuestro principal error sería no actuar en forma audaz y reformadora para enfrentar la crisis (…) A los pobres les decimos que ustedes comerán con nosotros: cuando la torta crezca, aunque sea un poquito, será distribuida”, manifestó el Jefe de Estado.

El mandatario brasileño urgió a las mayores economías del mundo a responder en forma coordinada a la crisis financiera y enfatizó que las naciones emergentes “no creamos el problema, pero somos la parte fundamental para solucionarlo, porque llegamos a estas circunstancias con las economías ordenadas y en crecimiento”.

Lula hizo, asimismo, un llamado al Fondo Monetario Internacional (FMI) a colaborar con los países en desarrollo que entraron en crisis. “El FMI tiene que crear mecanismos de previsión (de crisis) para todos los países, incluidos los desarrollados. No tendría ningún sentido para nuestros países si no pudieran participar de las decisiones de los organismos”, señaló. Por último, el presidente sostuvo que los gobiernos latinoamericanos no deben descartar la nacionalización de los bancos que estén con problemas, como otra medida para paliar los efectos del adverso panorama económico.

No al proteccionismo. Durante su discurso, el mandatario brasileño manifestó una vez más su rechazo a las medidas proteccionistas que algunos países han adoptado en el último tiempo, como es el caso de México que ha elevado los impuestos sobre una larga lista de importaciones estadounidenses y Argentina que impuso a Brasil restricciones adicionales a las importaciones.

“El proteccionismo es como una droga, que ofrece alivio inmediato pero luego pone a su víctima en una depresión prolongada”, dijo. En ese sentido, expresó que concluir la Ronda Doha sería una medida fundamental para demostrar que el mundo no está cayendo en el proteccionismo como respuesta a la crisis.
Los empresarios asistentes al WEF coincidieron con el Jefe de Estado y alertaron que la región tiene condiciones favorables para salir fortalecida de la turbulencia financiera, pero que se requiere aumentar la disponibilidad de crédito para la producción y el consumo. “Lo mejor que puede hacer América Latina es reducir sus barreras comerciales”, sostuvo el ejecutivo de la empresa de programas de cómputo SAS, Jim Goodnight.

Por su parte, el director del banco Itaú-Unibanco, Ricardo Villela Marino, manifestó que “independientemente de la ideología, cada Gobierno debería centrarse en medidas anticíclicas (…) Además, los países deberían enfocarse en el comercio con sus vecinos. Hay margen para nuevas iniciativas en América Latina, particularmente en el comercio intraregional”.

El ejecutivo destacó que las instituciones financieras latinoamericanas están libres del contagio de la crisis y están bien capitalizadas, por lo que serán fundamentales para emerger de la turbulencia. “Latinoamérica y sus instituciones financieras son parte de la solución de la crisis, no parte del problema”, aseveró.

La vicepresidenta del Banco Mundial para Latinoamérica y el Caribe, Pamela Cox, en tanto, expresó su preocupación por las recientes medidas proteccionistas, pero indicó que no veía un alza “general” en las barreras comerciales de la región. “Le estamos diciendo a la gente que esto no es una buena idea (…) Si se revisa la experiencia de la depresión en los años 1930, está claro que esas políticas de empobrecer al vecino llevaron a un menor crecimiento y un período más largo de recesión para el mundo”, afirmó.

Consejos de Davos. En la cita realizada en Davos realizada a principios de año, los líderes del mundo analizaron alternativas para el mundo post crisis. En la ocasión, llegaron a la conclusión de que los países latinoamericanos, aunque golpeados en menor medida que Estados Unidos, Europa y Japón por la turbulencia internacional, debían analizar sus estrategias económicas frente a factores como la caída de los precios de los commodities y la reducción del consumo. Las recomendaciones de Davos incluyeron la adopción de tácticas agresivas para atraer inversiones extrajeras y la negociación con el Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama para evitar políticas proteccionistas restrictivas, temas que los asistentes al foro de Rio de Janeiro buscarán resolver.

En ese contexto, el analista financiero Álvaro Andrade, explicó a AmericaEconomia.com que si bien no existen soluciones rápidas a la crisis global en la región, será necesario que los líderes “centren sus discusiones en temas como la defensa de la liquidez de sus cuentas, la concertación con los distintos sectores de la producción, para aliviar un poco los efectos en el empleo e inversión, y a concentrar en los nichos de mercado los productos que pueden exportarse con ventaja competitiva”.

Expectativas de la V Cumbre de las Américas

Tom Loudon
Centro Quixote

Hay mucha expectativa en relación a la próxima Cumbre de la Américas, que tendrá lugar entre el 17 y el 19 de abril en Trinidad y Tobago. Será la primera oportunidad para el Presidente Obama poder dialogar con los presidentes de América Latina y el Caribe. Muchos mantienen la esperanza de un redireccionamiento de las políticas de EEUU hacia sus vecinos en el hemisferio.

Nosotros continuamos esperando las señales que tiene en mente la nueva administración. Durante un evento la semana pasada, Jeffrey Davidow, coordinador de la Cumbre por parte de la administración de Obama, ofreció algunas pistas. Davidow dijo que EEUU "se concentraría más en el diálogo y la cooperación, siendo pragmática y buscando resultados concretos, inclusión social y buscando como reducir la pobreza extrema". No está claro aún como esas palabras se traducirán en acciones y si éstas significan nuevas directivas de políticas. Davidow también dijo que en lugar de tratados internacionales, los EEUU buscarán agrupamientos "ad-hoc", con gobiernos, ONGs y empresas así como una variedad de formas de colaboración, dependiendo de los intereses de cada país.

En una conferencia de prensa posterior, Davidow respondió a la pregunta sobre los tratados de libre comercio (TLCs) diciendo que la Cumbre no será el mejor lugar para discutir cuestiones bilaterales, pero que ellos quieren "moverse rápidamente en relación a Panamá y obtener la aprobación del tratado comercial para éste país a través del congreso" y "continuarán moviéndose con el tratado comercial de Colombia también, sin embargo esto se hará probablemente mas lentamente porque existen algunas metas referenciales que aún deben alcanzarse".

Estas afirmaciones confirman lo que sospechábamos previamente; esta administración avanzará hacia los TLCs. En otras palabras, ha cambiado muy poco al respecto con relación a la época de la administración Bush. Antes que cuestionar el modelo, el cual claramente servía para incrementar las inequidades, esta administración propone "reparaciones" menores. Debemos continuar insistiendo en el cambio al modelo.

Cuando se le preguntó acerca del restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Bolivia, Davidow respondió: "Nosotros tenemos relaciones diplomáticas, solamente no tenemos Embajadores"; continuó diciendo: "Pienso que necesitamos tener mayor comunicación, y ciertamente como una meta, nos gustaría ver restauradas el tipo de relaciones que hemos tenido por mucho tiempo con Bolivia y Venezuela". Nuevamente, palabras motivadoras, pero la constatación será evidente en poco tiempo. Actualmente las señales indican que las acciones de la administración no se corresponden con las palabras.

El reciente viaje del Vicepresidente Biden a Chile y Costa Rica revela una preferencia por una estrategia de "divide-y-vencerás", una táctica histórica de EEUU. El gobierno de Chile es el más inclinado a la derecha de todos los gobiernos de tendencia izquierdista en elecciones (relativamente) recientes. La decisión de Biden de visitar Costa Rica, con la intención de convocar a todos los países centroamericanos, constituyó una afrenta diplomática al Sistema de Integración Centroamericana (SICA), establecida en 1991. Debido al hecho de que actualmente la presidencia pro-tempore del SICA es ocupada por Nicaragua, un curso apropiado de acción por parte de Biden hubiera sido tener al SICA como anfitrión del encuentro. Como resultado, los Presidentes Ortega de Nicaragua y Zelaya de Honduras boicotearon el encuentro en Costa Rica.

Otra señal perturbadora: El Presidente Obama escogió pasar dos días antes de la cumbre en México, con uno de los pocos Presidentes conservadores que aún hay en Latinoamérica. Actualmente Hugo Chávez ha convocado a un encuentro de los países del ALBA, donde será acompañado por líderes de Nicaragua, Honduras, República Dominicana, Paraguay y representantes del gobierno de Cuba. Ellos han confirmado que trabajarán para desarrollar posiciones comunes para presentarlas en la Cumbre.

El Presidente Obama probablemente será sorprendido por lo que el enfrente en Puerto España. Los cambios dramáticos que tienen lugar en la región en los últimos años no han sido "internalizados" todavía por el Departamento de Estado. Las fórmulas del pasado están predestinadas al fracaso. A menos que Obama acepte esta realidad, las relaciones de EEUU (con el Hemisferio) continuarán fuera de foco.

quarta-feira, 15 de abril de 2009

Dólar en la mira de Naciones Unidas

Reuters

Naciones Unidas discutiría en una cumbre que se celebrará en junio sobre si el mundo debe abandonar al dólar estadounidense como la principal moneda de reserva, dijo el martes un alto funcionario de la ONU.

El presidente de la Asamblea General, el ex ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua Miguel D'Escoto Brockmann, ha invitado a los líderes de los 192 miembros de la ONU a participar en la conferencia sobre la crisis financiera mundial, que tendrá lugar entre el 1 y el 3 de junio.

"Está todo el problema de la creación de los Derechos Especiales de Giro (DEG) y quizás eliminar al dólar como la divisa de reserva internacional", dijo D'Escoto a los reporteros. "Estoy seguro de que esta será una de las cosas que los líderes de Estado van a querer discutir (en la cumbre)", afirmó, añadiendo que muchos países habían perdido su confianza en el dólar.

China y Rusia han pedido una revisión general del sistema monetario global que podría aumentar el uso de los DEG, un activo de reserva internacional creado por el Fondo Monetario Internacional en 1969 y que tiene el potencial de actuar como divisa de reserva global. Las propuestas de las potencias económicas emergentes reflejan las dudas sobre la supremacía del dólar como la principal divisa de reserva.

El FMI ha dicho que el estatus del dólar como unidad de reserva dominante no está bajo amenaza. Rusia ha sugerido que introducir una moneda de reserva internacional para desplazar al dólar podría frenar la volatilidad en el mercado cambiario.

D'Escoto dijo que el martes estaba enviando cartas a los líderes de los 192 países miembros de la ONU, instándolos a asistir a la reunión. Según declaró, enviaría una carta personal al presidente estadounidenses, Barack Obama, solicitándole que participe de la cita.

No quedó inmediatamente claro cuántos líderes van a asistir. La reunión tiene un fuerte respaldo del denominado Grupo de los 77 países en desarrollo, incluyendo a China, dijo D'Escoto.

Funcionarios de la ONU dijeron que la cumbre es también una respuesta a la reciente reunión del Grupo de los 20 países desarrollados y en vías de desarrollo en Londres.

terça-feira, 14 de abril de 2009

¿Es tan malo ser antisistema?


Francisco Fernández Buey y Jordi Mir
Público

Venimos observando que, en los últimos tiempos, los medios de comunicación de todo tipo han puesto de moda el término antisistema. Lo usan por lo general en una acepción negativa, peyorativa, y casi siempre con intención despectiva o insultante. Y aplican o endosan el término, también por lo general, para calificar a personas, preferentemente jóvenes, que critican de forma radical el modo de producir, consumir y vivir que impera en nuestras sociedades, sean estos okupas, altermundialistas, independentistas, desobedientes, objetores al Proceso de Bolonia o gentes que alzan su voz y se manifiestan contra las reuniones de los que mandan en el mundo.

Aunque no lo parezca, porque enseguida nos acostumbramos a las palabrejas que se ponen de moda, la cosa es nueva o relativamente nueva. Así que habrá que decir algo para refrescar la memoria del personal. Hasta comienzos de la década de los ochenta la palabra antisistema sólo se empleaba en los medios de comunicación para calificar a grupos o personas de extrema derecha. Vino a sustituir, por así decirlo, a otra palabra muy socorrida en el lenguaje periodístico: ultra. Pero ya en esa década la noción se empleaba principalmente para hacer referencia a las posiciones del mundo de Herri Batasuna en el País Vasco. En la década siguiente, algunos periódicos a los que no les gustaba la orientación que estaba tomando Izquierda Unida ampliaron el uso de la palabra antisistema para calificar a los partidarios de Julio Anguita y la mantuvieron para referirse a la extrema derecha, a los partidarios de Le Pen, principalmente, y a la llamada izquierda abertzale. Así se mataba de un solo tiro no dos pájaros (de muy diferente plumaje, por cierto) sino tres.

Esa práctica se ha seguido manteniendo en la prensa aproximadamente hasta principios del nuevo siglo, cuando surgió el movimiento antiglobalización o altermundialista. A partir de entonces se empieza a calificar a los críticos que se manifiestan de grupos antisistema y de jóvenes antisistema. Pero la calificación no era todavía demasiado habitual en la prensa, pues el periodista de guardia de la época, Eduardo Haro Teglen, en un artículo que publicaba en El País, en 2001, aún podía escribir: “Las doctrinas policiales que engendra esta globalización que se hace interna hablan de los grupos antisistema. No parece que el intento de utilizar ese nombre haya cundido: se utilizan los de anarquismo, desarraigo, extremismo, agitadores profesionales. Pero el propio sistema tendría que segregar sus modificaciones para salvarse él si fuera realmente un sistema y no sólo una jungla, una explosión de cúmulos”.

En cualquier caso, ya ahí se estaba indicando el origen de la generalización del término: las doctrinas policiales que engendra la globalización. Desde entonces ya no ha habido manifestación en la que, después de sacudir convenientemente a una parte de los manifestantes, la policía no haya denunciado la participación en ellas de grupos antisistema para justificar su acción. Pasó en Génova y pasó en Barcelona. Y también desde entonces los medios de comunicación vienen haciéndose habitualmente eco de este vocabulario.

El reiterado uso del término antisistema empieza a ser ahora paradójico. Pues son muchas las personas, economistas, sociólogos, ecólogos y ecologistas, defensores de los derechos humanos y humanistas en general que, viendo los efectos devastadores de la crisis actual, están declarando, uno tras otro, que este sistema es malo, e incluso rematadamente malo. Académicos de prestigio, premios Nobel, algunos presidentes en sus países y no pocos altos cargos de instituciones económicas internacionales hasta hace poco tiempo han declarado recientemente que el sistema está en crisis, que no sirve, que está provocando un desastre ético o que se ha hecho insoportable. Evidentemente, también estas personas son antisistema, si por sistema se entiende, como digo, el modo actualmente predominante de producir, consumir y vivir. Algunas de estas personas han evitado mentar la bicha, incluso al hablar de sistema, pero otras lo han dicho muy claro y con todas las letras para que nadie se equivoque: se están refiriendo a que el sistema capitalista que conocemos y en el que vivimos unos y otros, los más moran o sobreviven, es malo, muy malo.

Resulta por tanto difícil de entender que, en estas condiciones y en la situación en que estamos, antisistema siga empleándose como término peyorativo. Si analizando la crisis se llega a la conclusión de que el sistema es malo y hay que cambiarlo, no se ve el motivo por el cual ser antisistema tenga que ser malo. El primer principio de la lógica elemental dice que ahí hay una incoherencia, una contradicción. Si el sistema es malo, y hasta rematadamente malo, lo lógico sería concluir que hay que ser antisistema o estar contra el sistema. Tanto desde el punto de vista de la lógica elemental como desde el punto de vista de la práctica, es indiferente que el antisistema sea premio Nobel, economista de prestigio, okupa, altermundista o estudiante crítico del Proceso de Bolonia.

Si lo que se quiere decir cuando se emplea la palabreja es que en tal acción o manifestación ha habido o hay personas que se comportan violentamente, no respetan el derecho a opinar de sus conciudadanos, impiden la libertad de expresión de los demás o atentan contra cosas que todos o casi todos consideramos valiosas, entonces hay en el diccionario otras palabras adecuadas para definir o calificar tales desmanes, sean éstos colectivos o individuales. La variedad de las palabras al respecto es grande. Y eligiendo entre ellas no sólo se haría un favor a la lengua y a la lógica sino que ganaríamos todos en precisión. Y se evitaría, de paso, tomar la parte por el todo, que es lo peor que se puede hacer cuando analizamos movimientos de protesta.