quarta-feira, 31 de outubro de 2012

Conselhos da América Latina atuarão em rede

Guilherme Kolling
Carta Maior

Representantes de colegiados do Brasil, México, Panamá, Guatemala, República Dominicana e Honduras decidem, em Madri, criar um grupo de cooperação para troca de experiências em desenvolvimento e para incentivar a instalação desses órgãos de consulta à sociedade civil em outros países do continente.

A formação de uma Rede de Conselhos de Desenvolvimento Econômico e Social da América Latina e do Caribe será formalizada em março de 2013, em Brasília. A decisão foi acordada nesta terça-feira entre representantes de colegiados latino-americanos, durante reunião na Espanha.

Estiveram em Madri lideranças de Brasil, México, Panamá, Guatemala, República Dominicana e Honduras. No caso brasileiro e mexicano, há conselhos locais integrados ao projeto, casos de Pernambuco e do Distrito Federal do México.

A ideia de uma rede de cooperação foi lançada em dezembro de 2011 em Porto Alegre, durante o I Encontro Ibero-americano de Conselhões. Agora, na capital espanhola, a proposta inicial foi apresentada e aprovada pelos colegiados, que terão até janeiro do ano que vem para aperfeiçoar o texto.

“Podemos aproveitar esse novo ciclo democrático na América Latina e no Caribe, com esses vários exemplos de participação da sociedade civil através dos conselhos, para criar essa rede de cooperação sobre o desenvolvimento econômico. E debater caminhos para manter o crescimento e a inclusão social e nos proteger da crise”, exemplificou o secretário-executivo do Conselhão do Rio Grande do Sul, Marcelo Danéris, que fez uma exposição do anteprojeto.

Neste primeiro momento será criado um portal na internet para reunir os dados de todos os conselhos e as experiências exitosas que tenham tido. Além da troca de informações, será um meio de incentivar a criação de novos fóruns de consulta à sociedade em outras nações.

A rede terá uma secretaria rotativa entre os países e todos os integrantes, inclusive de fóruns locais, terão o mesmo peso no colegiado. “Alguns estados brasileiros, pelo tamanho do território e população, têm realidades que se assemelham a de alguns países. Por isso, é importante discutir questões comuns e visualizar soluções que estejam sendo postas em prática em áreas como inclusão da juventude, mobilidade urbana e meio ambiente, que são desafios para todos”, sugeriu Reinaldo Chaves Gomes, do Conselhão do Distrito Federal do Brasil.

Algumas delegações, caso de Honduras, manifestaram preocupação com os gastos desse novo órgão. Outras, como a do Panamá, lembraram que há colegiados em atuação na América Central que não puderam participar e que podem vir a se integrar. Inclusive de língua inglesa, idioma que será acrescentado ao português e espanhol, usados até aqui nos encontros.

Representantes do México defenderam o início imediato de atividades, ainda que de maneira informal e via internet. O Banco Interamericano de Desenvolvimento (BID) já ofereceu uma plataforma tecnológica para que o grupo mantenha contato e avance no projeto. E demonstrou interesse, inclusive, em financiar o trabalho mais adiante.

Apesar dos ajustes que devem ser feitos, a indicação do Brasil para liderar a rede nesta fase preparatória foi unânime. “É natural que existam diferenças entre os conselhos, até pelas características distintas de cada país. O Brasil é imenso e está muito presente em nosso território, inclusive com investimentos e a ajuda do BNDES. É uma nação-irmã, não é um colonizador. Por isso, vejo que tem autoridade moral para ter essa iniciativa”, avaliou o presidente do Conselho Econômico e Social da República Dominicana, Agripino Nuñez Collado.

Assim, Brasília sediará o lançamento formal da rede em março - Danéris coordenará os trabalhos até lá. Além da fundação do grupo, haverá um seminário durante as comemorações dos 10 anos do Conselhão, em Brasília. O ex-presidente Lula, que implantou o CDES na sua primeira gestão, deve estar no ato, informação que agradou aos representantes de outros países.

segunda-feira, 29 de outubro de 2012

La política exterior de Estados Unidos y su opinión pública interna

Immanuel Wallerstein
La Jornada

Conforme se aproximan las elecciones en Estados Unidos, con gran cautela se vuelve la política exterior uno de los puntos a debatir. No es secreto que durante los últimos 50 años ha existido cierta consistencia de largo plazo en la política exterior estadunidense. Las diferencias internas más agudas ocurrieron cuando George W. Bush asumió la presidencia y lanzó un intento supermacho, deliberadamente unilateral, por restaurar la dominación de Estados Unidos en el mundo mediante las invasiones de Afganistán e Irak.

Bush y los neoconservadores confiaban en intimidar a todos en el mundo utilizando la fuerza militar para cambiar los regímenes que el gobierno estadunidense juzgara poco amistosos. Como resulta claro hoy, la política neoconservadora falló en su propio objetivo. En vez de intimidar a todos, tal política transformó la lenta decadencia estadunidense en una precipitada caída. En 2008, Obama compitió con una plataforma que proponía revertir estas políticas, y en 2012 alega que ya cumplió su promesa y que, por tanto, deshizo el daño que ocasionaron los neoconservadores.

Pero, ¿acaso sí deshizo el daño? ¿Pudo haber deshecho el daño? Lo dudo. Pero mi intención aquí no es discutir qué tan exitosa es o no la política exterior estadunidense en este momento. Más bien quiero discutir lo que el pueblo de Estados Unidos piensa acerca de ésta.

En la opinión pública el elemento más importante relacionado con la política exterior estadunidense es la incertidumbre y la falta de claridad. Las encuestas recientes muestran que por vez primera una mayoría de estadunidenses piensa que las intervenciones militares que emprendió Bush en Medio Oriente fueron un error. Lo que todas estas personas parecen ver es que hubo un enorme derroche de vidas y dinero estadunidenses, con que se obtuvieron resultados que a la gente le parecen muy negativos.

Perciben que el gobierno iraquí está más cerca en sentimiento y en política al gobierno iraní que a Estados Unidos. Perciben que el gobierno afgano tiene bases muy endebles –con un ejército infiltrado por los suficientes simpatizantes talibanes que pueden disparar a los soldados estadunidenses con quienes trabajan. Quieren que las tropas de Estados Unidos abandonen Afganistán en 2014 como lo prometieron, pero no creen que, una vez que las tropas se retiren, vaya a haber un gobierno estable en el poder, uno que sea relativamente amistoso hacia Estados Unidos.

Es significativo que, en el debate entre los dos candidatos a la vicepresidencia, el demócrata Joe Biden haya afirmado con vigor que no enviarían tropas estadunidenses a Irán. Y que el republicano Paul Ryan dijera que nadie en su bando estaba pensando en enviar tropas. Ambos pueden o no estar diciendo la verdad acerca de sus posturas. Lo notable es que ambos piensen que cualquier amenaza de su parte relacionada con enviar tropas de tierra podría lastimar las posibilidades de su partido con los votantes.

Entonces, ¿qué? Ésa es precisamente la cuestión. La misma gente que dice que las intervenciones estadunidenses fueron un error todavía no está dispuesta a aceptar la idea de que Estados Unidos no debería continuar manteniendo o expandiendo el alcance de sus fuerzas militares. El Congreso estadunidense continúa votando en favor de presupuestos para el Pentágono que son mucho más vastos de lo que el propio Pentágono solicita. Esto es, en parte, resultado de que los legisladores quieren mantener empleos en distritos donde tales empleos se vinculan con las fuerzas armadas. Pero también es porque el mito de la superpotencia estadunidense sigue siendo un compromiso emocional muy fuerte para virtualmente todos en el país.

¿Hay en la perspectiva un aislacionismo oculto? Hasta cierto punto, no hay duda. Hay, sin duda, votantes más a la izquierda o más a la derecha que comienzan a afirmar con más contundencia lo deseable y necesario que es reducir el involucramiento militar estadunidense en el resto del mundo. Pero creo que al momento esto no representa una gran fuerza. No todavía.

En cambio, lo que podemos esperar es una lenta y callada revisión, no por eso menos importante, de cómo sienten los estadunidenses acerca de series particulares de aliados. El alejamiento de Europa, sea cual fuere la forma en que definamos Europa, lleva ya largo tiempo ocurriendo. A Europa se le considera un tanto ingrata, tomando en cuenta todo lo que Estados Unidos hizo por ella en los últimos 70 años militar y económicamente. Para muchos ciudadanos estadunidenses Europa parece muy poco deseosa de respaldar las políticas de Washington. Actualmente se están retirando tropas de Estados Unidos de Alemania y de otras partes.

Por supuesto, Europa es una categoría grande. ¿Acaso el estadunidense ordinario tiene diferentes puntos de vista acerca de Europa oriental (los satélites ex soviéticos)? ¿O acerca de Gran Bretaña, con quien se supone que Estados Unidos mantiene una relación especial? La relación especial es más un mantra de los británicos que de los estadunidenses. Estados Unidos recompensa a Gran Bretaña cuando se mantiene en la línea, pero no cuando se sale de ésta. Y el estadunidense ordinario apenas si es conciente de este compromiso geopolítico.

Europa oriental es diferente. Ha habido presiones reales de ambas partes para mantener una relación cercana. Por el lado estadunidense, ha habido un interés del gobierno por utilizar el vínculo con Europa oriental como forma de contrarrestar las tendencias de actuación independiente que mantiene Europa occidental. Y hay presiones por los descendientes de los migrantes de estos países para expandir los vínculos. Pero Europa oriental comienza a sentir que el compromiso militar estadunidense se adelgaza y se torna poco fiable. Comienza a sentir que los lazos económicos con Europa occidental, Alemania en particular, son más importantes para ellos.

El antagonismo hacia México debido a los migrantes indocumentados ha llegado a jugar un papel importante en la política estadunidense y ha estado socavando los supuestos lazos económicos cercanos con México. Y en cuanto al resto de América Latina, el crecimiento de su postura geopolítica independiente es fuente de frustración para el gobierno estadunidense y de impaciencia para el público en ese país.

En Asia, golpear a China es un juego que crece en popularidad, pese a los esfuerzos de los gobiernos estadunidenses (tanto republicanos como demócratas) de mantenerlo a raya. A las firmas chinas se les impiden algunos tipos de inversión en Estados Unidos que incluso Gran Bretaña permite.

Y finalmente está Medio Oriente, área central de preocupación estadunidense. Actualmente el foco está puesto sobre Irán. Y al igual que en América Latina, el gobierno parece frustrado con sus limitadas opciones. Está presionado constantemente por Israel para hacer más, aunque nadie está muy seguro de lo que significa ese "más".

El respaldo para Israel de todos los modos posibles ha sido una pieza central de la política exterior estadunidense desde por lo menos 1967, si no es que desde antes. Poca gente se atreve a cuestionarla. Pero esos pocos comienzan a tener el respaldo de figuras militares que sugieren que la política de Israel es peligrosa en términos de los intereses militares estadunidenses.

¿Continuará imbatible en los próximos 10 o 20 años el penetrante respaldo hacia Israel? Lo dudo. Israel puede ser el último de los compromisos emocionales de Estados Unidos que se desvanezca. Pero es casi seguro que habrá de esfumarse.

Es probable que para 2020 y para 2030 la política exterior comience a digerir la realidad de que Estados Unidos no es la única superpotencia todo poderosa, sino simplemente uno de los cuantos loci de poder geopolítico. El cambio en la perspectiva será impulsado por la evolución en los puntos de vista de los estadunidenses ordinarios, quienes continúan estando más preocupados por su bienestar económico que por los problemas que yacen más allá de las fronteras. Y conforme el "sueño americano" atrae a menos y menos no estadunidenses, se vuelve hacia dentro en Estados Unidos.

sábado, 27 de outubro de 2012

Néstor Kirchner: Me verás volver

Raúl Kollmann
Página 12

Según una encuesta de Ibarómetro, la mayoría de los argentinos recuerda a Kirchner como alguien auténtico que tuvo coraje y amor por el país. Reconocen que en varios temas marcó un antes y un después.

A dos años de su muerte, siete de cada diez argentinos tienen una imagen buena o muy buena de Néstor Kirchner. El ex presidente fallecido seguía muy de cerca las encuestas y quienes trabajaron con él recuerdan que hubo tiempos en que tuvo 70 por ciento de imagen positiva y 30 por ciento negativa, y también lo contrario, momentos en que sólo lo aprobaba el 30 por ciento. En los días previos a su muerte tenía sólo un 45 por ciento de adhesión, pero con su fallecimiento los ciudadanos lo revalorizaron bastante rápido, aunque nunca llegó al 72 por ciento de opiniones favorables de la actualidad. “La memoria colectiva ha metabolizado el recuerdo de Kirchner en forma muy positiva. Incluso nos asombraron los datos. El perfil que se ha ido delineando es que era auténtico, tuvo coraje y le reconocen amor por el país”, analiza Ignacio Ramírez, quien dirigió el estudio de Ibarómetro, la consultora que lo realizó a nivel nacional. Del total de la muestra, dos tercios calificaron a Kirchner como un presidente que enfrentó intereses poderosos y sólo un 23 por ciento se inclinó por decir que dividió al país.

Las conclusiones de Ibarómetro surgen de una encuesta hecha a nivel nacional y en la que fueron entrevistadas mil personas de Ciudad de Buenos Aires, el conurbano bonaerense, ciudades con más de 500.000 habitantes, ciudades de entre 40.000 y 100.000 habitantes y zonas rurales. El trabajo se hizo en forma telefónica, con procedimientos desarrollados bajo normas ISO 9001:2000. La titular de Ibarómetro es Doris Capurro.

Kirchner siempre tenía una encuesta sobre el escritorio, pero no era de los que seguía a la opinión pública. Por ejemplo, impulsó junto con su esposa la estatización de las AFJP pese a lo que decían los sondeos en ese momento. O resolvió ser candidato a primer diputado en 2009 aun cuando veía en las encuestas que no era nada fácil. De todas maneras, no era extraño que citara a un encuestador un domingo o que lo convocara a la una de la mañana en la Casa Rosada. Todos los encuestadores recuerdan la firmeza de los Kirchner cuando los números eran catastróficos, después de la derrota en la elección de 2009 o durante el debate de la 125. Se hablaba en aquel momento de poskirchnerismo y, sin embargo, en pocos meses Néstor recuperó 20 puntos de imagen positiva. En aquel entonces, Kirchner era el probable candidato presidencial de 2011.

“Hay varias aristas sobre las que se pronuncian los encuestados –señala Ramírez–. Desde ya lo ven como un apasionado. Y está bastante claro que tuvo influencia sobre la juventud porque la gente le adjudica que jugó un papel importante en incentivar la participación de los jóvenes. También está claro en la memoria colectiva que peleó por un país más independiente.” Ibarómetro buscó una definición sobre este tema y hubo un 64 por ciento de los consultados que dijo que “consiguió que Argentina sea un país independiente”, frente a un 22 por ciento –el núcleo duro anti K– que rechazó esa idea.

La encuesta también buscó contraponer dos conceptos: la lucha contra los poderosos, por un lado, y el conflicto y la división, por otro. La idea era poner en dos platillos distintos de la balanza algo parecido a una épica, un concepto de lucha positivo, frente a conceptos negativos de los mismos hechos, como división de la sociedad y peleas que la oposición le adjudica al kirchnerismo. En el sondeo claramente la memoria sobre Kirchner se ubica del lado positivo: un 63 por ciento lo ve como un presidente valiente que se enfrentó a los poderosos, mientras que el 23,7 estuvo del lado crítico, señalando que se lo recordará como un presidente que dividió al país.

“Desde ya que lo ven como un apasionado, poco aséptico, salpicado de peleas –evalúa Ramírez–. No lo perciben como un técnico descafeinado, sino un político y un protagonista de conflictos que no se ocultaron bajo la alfombra. Albert Hirshman escribió que las sociedades alternan períodos más replegados sobre lo privado, teñidos de valores individualistas, con otros donde lo que resurge es lo público, lo colectivo. Kirchner entroncó con esto último y con la noción de liderazgo. Sacó a flote temas y sensibilidades –la igualdad, el Estado, la Nación– que no estaban en los medios ni en la sociedad hasta ese momento.”

El impulso a la participación de los jóvenes aparece como una de las cosas más reconocidas. Ramírez considera que “Kirchner tenía su estilo: desacartonado, transgresor, rebelde. Antes ser rebelde era irse a 500 kilómetros para no votar y él fue un factor decisivo en cambiar hacia algo sorprendente: de golpe, ser rebelde era ser oficialista. Y ser rebelde dejó de ser ridiculizar la política. Fue una transformación cultural enorme”.

En su análisis, los sociólogos de Ibarómetro mencionan que hay numerosos temas en los que hubo un antes y un después de Néstor Kirchner:

- Los discursos privatistas parecen antiguos.

- Carlos Menem devaluó las banderas históricas del peronismo y la Alianza puso en crisis los valores del progresismo. Se percibe a Kirchner como alguien que rescató del naufragio buena parte de esos valores.

- Hay un nuevo reconocimiento al valor de la igualdad. Más del 60 por ciento coincide en que Kirchner peleó por un país más justo.

Para redondear, Ramírez, tomando conceptos del politólogo italiano Norberto Bobbio, sostiene que “con el presidente fallecido asomaron contrastes, diferencias en virtud de las cuales vale la pena involucrarse y elegir una postura. Se definen temas clave. Hoy sólo la minoría de la sociedad adhiere a lo que hace diez años era una verdad revelada: son todos iguales. Tal vez ése sea el principal legado de Néstor Kirchner: no es todo lo mismo”.

quarta-feira, 24 de outubro de 2012

Susan George: "Hay que unirse y no dejarse perder"

Paco Cerdà
El Mercantil Valenciano

Decir de Susan George que es una activista y pensadora es empequeñecer la figura de esta combativa estadounidense de 78 años afincada en Paris. Ejerce como presidenta de honor de ATTAC, la Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras y la Ayuda a la Ciudadanía. Y su ensayo El Informe Lugano, en el que imagina un terrorífico escenario ecológico, económico, laboral y social hacia el que abocaba el capitalismo del Siglo XXI constituye una Biblia para los movimientos sociales y el anticapitalismo. El día 15, George inauguró en Valencia el IV Master en Derechos Humanos, Democracia y Justicia Internacional de la Universidad de Valencia. Aquí comienza con una alerta: La democracia está en peligro ante el ataque de la clase de Davos: una clase transnacional desvinculada de la suerte del resto de la sociedad y compuesta por las altas finanzas, las empresas transnacionales y algunos gobiernos que consideran que la democracia es demasiado lenta.

Usted denuncia el "austericidio" de Europa.

Es que la actual política de austeridad, en particular en Grecia y España, es inaceptable. Es inaceptable que la mitad de jóvenes españoles no tenga trabajo. ¿Para quién se gobierna? Porque esa es la gran cuestión en democracia. Las constituciones -de Estados Unidos, Francia y me imagino que también la de España— subrayan que el pueblo es soberano. Pero con este principio de austeridad aprobado por Europa, ¿se gobierna para la gente o para los mercados financieros?

Cree entonces que el pueblo ya no es soberano…

El pueblo está deviniendo cada vez menos soberano. Y con el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la UE se está robando no solo el poder a los ciudadanos, sino también a los representantes de los ciudadanos. Por tanto, ni tenemos democracia directa, ni democracia representativa.

Pero apenas reaccionamos…

Está el frente de los indignados y algunos huelguistas. Pero la última huelga en España no ha tenido éxito. Y pienso que es porque la gente tiene miedo de perder su trabajo. Yo comprendo ese miedo, porque el miedo es la disciplina de una sociedad capitalista, que usa el miedo individual para disciplinar y calmar la población con el objetivo de que acepte lo que le digan. De hecho, creo que los griegos y los españoles son como ratas de laboratorio para ver que nivel de castigo y sufrimiento puede ser aceptado por esta sociedad sin que la gente se rebele. Eso puede alentar al fascismo.

¿Considera que la extrema derecha saldrá reforzada?

Es el paradigma clásico que ya vimos en los años 20 y 30: el poder de la extrema derecha. Pienso que es normal. ¿Hacia dende se volverán las personas sin formación? Mirarán al vecino, al inmigrante que tienen al lado… Desgraciadamente, es una reacción que ya hemos visto y para la que hemos de estar preparados.

Con la crisis, la población española ha redoblado sus críticas contra los sueldos y privilegios de los políticos. ¿Eso es desviar la atención de lo importante?

¡Pero si son los banqueros a los que deberían criticar! La actual crisis es la continuación de lo que ocurrió en 2007 y 2008 por culpa de los banqueros y, en España, de la burbuja inmobiliaria, que al final también era culpa de los bancos por dar prestamos imprudentes y alimentar esta burbuja. Sin embargo, cuando estalla. la burbuja, fue el Estado el que asumió. la deuda privada. La deuda publica de España era muy moderada cuando estalla la crisis. Sin déficit y con el 50% de deuda publica, cuando se permitía tener hasta el 60%. ¡Estabais perfectos, mejor que Alemania! Pero el Estado cargó con la deuda de los bancos. Y ha gastado muchísimo dinero para capitalizar y salvar los mismos bancos que habían causado el problema. Por eso la deuda publica aumentó muy rápidamente. Es una respuesta muy larga a la pregunta, pero no es el coche oficial de los políticos lo importante, sino que el Estado gobierna para los mercados financieros y no para el pueblo. Se ha castigado a los inocentes y los culpables han sido recompensados.

¿Y, ante ello, qué pueden hacer los ciudadanos españoles?

Unirse. Unirse los estudiantes, los parados, los jubilados, los trabajadores, los sindicalistas, los agricultores… Todo el mundo ha de unirse contra esta realidad. Porque la clase de Davos, que es la que gobierna por ellos, está muy unida.

En Pakistán, una niña que quería estudiar ha sido víctima de un atentado que casi le arranca la vida. ¿El mundo está loco?

No, el mundo no está loco. El mundo musulmán de los talibanes es sexista, machista y tiene un miedo terrible a la mujer, a la sexualidad de la mujer y al poder de la mujer. Y cuando ellos tienen el poder, lo utilizan para oprimir a las mujeres. Puede llamársele locura, pero responde al interés de los hombres por coartar la sexualidad femenina.

Si Karl Marx resucitara y viera esta Europa, ¿qué pensaría?

Él pensaría que la guerra de clases está acabando y que los ricos la están ganando. De eso trata mi próximo libro, que publicará Planeta en España en febrero y que se titulará El Informe Lugano 2: como ganar la guerra de clases. El subtitulo procede de una frase de Warren Buffet, la tercera fortuna del mundo, que escribió: "Hay una guerra de clases, pero es mi clase, la de los ricos, la que está haciendo la guerra, y la estamos ganando".

Es cierto.

¡Claro! Y por eso hay que unirse y no dejarse perder. Porque en juego está la democracia y todo lo que hemos hecho desde el siglo XVIII. Todo aquello que los europeos hemos hecho desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Todo lo que los españoles han hecho desde el final del franquismo.

domingo, 21 de outubro de 2012

Antonio Elizalde: América Latina está tendo pleno desenvolvimento por meio das lutas sociais

Natasha Pitts
ADITAL


Na tarde de quinta-feira (18), o professor chileno Antonio Elizalde, reitor da Universidade Bolivariana do Chile (1995 – 2006) e editor da revista Polis visitou a sede da Adital. De passagem por Fortaleza, Estado do Ceará (Nordeste do Brasil) para participar da 6ª edição do Seminário da Rede Universitária de Pesquisadores sobre a América Latina (Rupal), Antonio Elizalde aproveitou a oportunidade para conhecer a Agência de Informação Frei Tito e conversar sobre a conjuntura latino-americana.

Entre os temas levantados, o professor falou sobre ‘Contradições e dilemas da integração latino-americana no século XXI’, assunto discutido no Seminário da Rupal. Ao esclarecer quais são estas contradições e dilemas, destacou a questão indígena em países da América Latina, governados por presidentes "com inclinações progressistas”.

"Apesar da existência do direito constitucional em favor dos indígenas e em favor da natureza, no governo de Evo Morales tentam construir uma estrada que atravessa o Tipnis e em definitivo se vê claramente uma sorte de dilemas, de paradoxos, de contradições, que traz uma sorte de confrontações no interior do próprio povo indígena”, destaca.

Antonio Elizalde destaca que outros governos da América Latina também tiveram problemas semelhantes. "Algo parecido ocorreu com [Rafael] Correa e a comunidade indígena no Equador. Algo parecido também ocorreu com Chávez na zona do Orinoco. Ou seja, há uma violação permanente das populações mais desatendidas, no caso a população indígena. As políticas, inclusive as progressistas são de alguma maneira incertas e numa visão de mundo na qual se pensa que o crescimento é imprescindível. (...) Os países tem que produzir sua matéria-prima, industrializá-la, chegar ao mercado. Em definitivo o que ocorre é grave. No fundo, a lógica do capital tem sua natureza própria, é inerente a ela a condição do crescimento. O objetivo central do capitalismo é ter ganâncias, ter benefícios”, lembra.

"Este processo pode chegar mais longe do que se podia pensar”

Em virtude de suas experiências e vivências na Colômbia, o professor também falou com propriedade sobre o importante momento político em que este país vive. Após passar cinco anos visitando a Colômbia de três a quatro vezes por ano, como colaborador do movimento pacifista, Antonio Elizalde destacou que o país não pode viver uma guerra permanente e que crê na paz.

"A Colômbia não pode viver em uma guerra permanente. Não é possível, até fisicamente, se aposentar como guerrilheiro. A única forma de romper com isso é um incremento dos níveis de consciência humana. A Colômbia é um país marcado por uma tremenda tragédia. (...) Minha impressão é que se pode chegar ainda mais longe. Este processo pode chegar mais longe do que se podia pensar. Estamos às portas de um processo de avanço para a pacificação”, acredita.

O professor acrescenta ainda que para além do desarme material é necessário um ‘desarme espiritual’. "É muito complica alguém que viveu há 10 ou 20 anos sequestrando gente, depois que se firma um protocolo a pessoa deixe de exercer o que era sua função. O processo de desarme ainda vai durar muito tempo e ainda vai gerar muito sofrimento. Vai ser muito difícil aceitar que passe em frente à sua casa o responsável pela morte de seu pai, seu primo, sua mulher”, pontua.

"América Latina está tendo seu pleno desenvolvimento no momento presente”

Relembrando os golpes e as tentativas que se produziram no continente nos últimos anos – Honduras, Equador, Paraguai – Elizalde relembrou a situação de desigualdade em que vive e se desenvolve a população latino-americana.

"O que nós temos é um sistema que se consolida sobre a base de estruturas do tipo feudal, que se tem na Europa. (...) Na prática, estamos conseguindo agora, através das lutas sociais, ir progressivamente acabando com esse caráter tremendamente feudal. A América Latina está tendo seu pleno desenvolvimento no momento presente. Por meio das lutas sociais”.

Rumos da América Latina

Ao ser questionado sobre os rumos da América Latina neste momento de crise financeira e econômica na Europa e de ascensão de alguns países da América Latina, o editor da ‘Revista Polis’ respondeu de imediato que é visível que o continente está em seu melhor momento.

"Estamos no melhor momento da América Latina. Nós não estamos vivendo a crise que vive a Europa e estamos tentando avançar apesar de toda a influência do neoliberalismo. Muitos países até já começam a falar de renda básica cidadã. Temos taxas de crescimento positivas. Possivelmente poderemos ter avanços mais significativos em términos de progresso social. Minha impressão é que o contraste que a Europa está vivendo de alguma maneira acentua uma sorte de pressão popular por conseguir consolidar. Há aqui uma situação há qual se conseguiu manter-se imune da epidemia desta crise financeira”, encerrou.

terça-feira, 16 de outubro de 2012

Crónica desde Siria: La batalla de Alepo

Gabriele del Grande
Fortress Europe

De Abu Abed sólo queda una foto. Tiene en brazos a sus dos hijas, una de tres años y la otra de quince días. La sacó con su móvil la víspera de irse al frente. Ahora su cuerpo está tendido en una camilla en el centro de la mezquita de Sukkari. Cubierto con una sábana blanca manchada de sangre. Roja como las alfombras que hay en el suelo. Un grupo de hombres armados se acercan al muerto. Llevan uniformes de camuflaje, barbas largas y los pies descalzos. Con una mano, levantan la sábana de la cara para mirar por última vez a su amigo fallecido. A continuación, lo besan en la frente fría y amarillenta. Son sus compañeros de brigada. Algunos no consiguen contener las lágrimas. Pero son sollozos cortos y discretos. No hay tiempo para el duelo. Pocos minutos, una oración que es una promesa de venganza contra el régimen, y vuelta al combate. La guerra en la ciudad de Aleppo no concede descanso.

El eco de los disparos y las explosiones se suceden sin cesar día y noche. Los combatientes del Ejército libre se dan el relevo en camionetas y furgonetas destartaladas que van y vienen del frente. Son sobre todo chicos de los alrededores de Alepo. Mostafa era comerciante; Yusef, carpintero; Ahmed, informático; Abu Malek, vendedor de automóviles. Son casi exclusivamente árabes musulmanes, a excepción de algún caso raro de antiguos oficiales cristianos y drusos del ejército que desertaron para unirse a la revuelta.

Muchos de ellos en el año 2011 salieron a la calle durante los seis meses de protestas pacíficas. Hasta que, abandonados por la comunidad internacional y sometidos a diario a asesinatos, detenciones y torturas, se sumaron al Ejército libre formado por un grupo de desertores oficiales. Fue en agosto del año pasado. Al principio se limitaban a proteger las manifestaciones de los ataques de las fuerzas de seguridad y de los matones del régimen. Luego, una parte de la oposición siria - apoyada por Qatar, Arabia Saudí y los Estados Unidos – escogió la solución militar y comenzaron a atacar a las fuerzas del régimen en el campo y la ciudad.

Las armas entraron deprisa en el país. Las brigadas más cercanas a los Hermanos Musulmanes sirios y salafitas recibieron fondos de los países del Golfo. Otros suministros llegaron directamente de Libia o, simplemente, los saquearon de los cuarteles del régimen durante los enfrentamientos. La mayor parte de los combatientes, sin embargo, se compró las armas de su propio bolsillo, a menudo vendiendo su casa y propiedad porque ahora el costo en el mercado negro de la mafia turca se ha multiplicado por cinco. Hace un año se compraba un Kalashnikov por $ 300. Hoy en día no se encuentran por menos de $1.500 y las balas cuestan dos dólares cada una.

Los principales escenarios de batalla entre el ejército regular y el ejército libre son las ciudades de Alepo y los alrededores de Damasco, Idlib, Homs, Hama, Deraa, Dair El Zur y Rastan. En Aleppo, la situación es infernal. Los puntos de choque entre los dos ejércitos son una decena a lo largo de una línea que divide la ciudad en dos. El ejército libre controla la zona suroriental y todos los alrededores hasta la frontera con Turquia en Azaz y Bab Hawa. Mientras que el régimen controla el noroeste de la ciudad y el aeropuerto, de donde despegan los aviones que bombardean día y noche a los civiles que se han quedado en la ciudad.

Los heridos llegan ininterrumpidamente a la sala de urgencias del hospital de Sukkari en Alepo. Los cadáveres aún calientes se dejan en camillas, mientras la sangre gotea en el suelo. Los médicos y las enfermeras no tienen tiempo para limpiar. Hay que pensar en los ancianos, las mujeres, los niños pequeños. Llegan con los rostros blanqueados por los escombros que caen en las explosiones de obuses de mortero.

En la calle Tariq el Bab dos misiles han destruido las fachadas de dos edificios y los apartamentos del primer piso se han derrumbado. Al día siguiente, el Sr. Mohamed ya está trabajando para reconstruir la pared de la tienda. Cestos de cemento y un poco de cal. Una vida de sacrificio, dice, y de repente, ya no hay nada. Sin embargo, le fue mejor que a las familias del primer piso. Una masacre: 11 muertos, entre ellos cuatro niños, y 15 heridos.

No todos los ciudadanos de las zonas francas en Aleppo apoyan al ejército libre. En particular, los menos implicados en las manifestaciones, que consideran un error el haber apostado todo a la guerrilla urbana. Porque, al hacerlo, se han traído la guerra a la ciudad y al final - como en todas las guerras - el precio más alto en término de muertos lo están pagando los civiles.

Ahmed, sin embargo, piensa lo contrario. Es un chico de 25 años de Damasco. Tiene un kefya negra envuelta en la cabeza y pantalones de camuflaje militar. Dice que el ejército libre no tiene munición ni armas pesadas, y que la única manera de derrotar a las fuerzas armadas del régimen es la guerrilla urbana. Habla, tiene el rostro tenso. Es su primer día de guerra y todavía tiene que acostumbrarse a ver los cadáveres de sus amigos destrozados por las bombas, las cabezas estalladas de metralla de una granada, la ropa empapada de sangre por un tiro en todo el corazón de un francotirador.

Hasta el año pasado, Ahmed vivía en los Emiratos Árabes Unidos, donde tenía una empresa de informática. Volvió a Siria por las manifestaciones en Damasco, pero lo detuvieron y se pasó 45 días de cárcel. Apenas salió tomó el primer avión a Libia, donde hay campos de entrenamiento para los sirios en Misrata. Y de allí volvió fusil en mano, dice, para liberar al país de la dictadura. Hoy la brigada de Ahmed ha volado dos tanques y tres vehículos blindados del régimen. Pero la pérdida de vidas entre las filas de los combatientes es altísima. No existen estadísticas fiables, pero para tener una idea basta con las cifras de Abu Malek.

Abu Malek hace un año se dedicaba a la compraventa de automóviles. Tomó las armas cuando la policía mató a su hermano en una manifestación. Hoy es el jefe de la brigada de los mártires de Salah Ed Dine, formada enteramente por jóvenes del barrio popular homónimo de Alepo. De los 115 hombres que tenía a su disposición hace un mes, ya ha perdido a 40: doce murieron en batalla, y otros 28 están heridos de gravedad. No obstante, las víctimas de la guerra en Alepo son en su mayoría civiles.

Los heridos llegan ininterrumpidamente a la sala de urgencias del hospital de Sukkari en Alepo. Los cadáveres aún calientes se dejan en camillas, mientras la sangre gotea en el suelo. Los médicos y las enfermeras no tienen tiempo para limpiar. Hay que pensar en los ancianos, las mujeres, los niños pequeños. Llegan con los rostros blanqueados por los escombros que caen en las explosiones de obuses de mortero.

En la calle Tariq el Bab dos misiles han destruido las fachadas de dos edificios y los apartamentos del primer piso se han derrumbado. Al día siguiente, el Sr. Mohamed ya está trabajando para reconstruir la pared de la tienda. Cestos de cemento y un poco de cal. Una vida de sacrificio, dice, y de repente, ya no hay nada. Sin embargo, le fue mejor que a las familias del primer piso. Una masacre: 11 muertos, entre ellos cuatro niños, y 15 heridos.

No todos los ciudadanos de las zonas francas en Aleppo apoyan al ejército libre. En particular, los menos implicados en las manifestaciones, que consideran un error el haber apostado todo a la guerrilla urbana. Porque, al hacerlo, se han traído la guerra a la ciudad y al final - como en todas las guerras - el precio más alto en término de muertos lo están pagando los civiles.

El último mártir es un hombre de mediana edad herido en la cabeza por un francotirador del ejército de Assad. Lo están enterrando en lo que antes de la guerra era un parquecito de Sukkari. Dos chicos excavan deprisa un agujero con la pala. Tienen miedo de atraer la atención de los aviones militares que sobrevuelan la ciudad. Al lado de la fosa, tres niños están mirando, acostumbrados ya a ver la muerte viva en sus barrios.

De repente, una bandada de pájaros negros atraviesa el cielo. Esta vez la explosión es mucho más fuerte que las anteriores. Se trata de un bombardeo aéreo. Uno más. Una nube de humo se eleva de una calle no muy lejana. Se suceden más explosiones, estárán a un kilómetro de distancia, en medio de una zona residencial, lejos de todo objetivo militar.

A nuestro alrededor la gente hace como si nada. Nadie huye en busca de refugio. Levantan la mirada por un momento para ver el perfil de aviones militares, y luego vuelven a charlar. Es como si hubiesen aprendido a convivir con la guerra. O tal vez simplemente se rinden a la suerte. Porque la verdad es que es imposible predecir donde caerán las siguientes bombas. Bombardean al tuntún los barrios liberados con el único objetivo de aterrorizar y castigar a las personas que se quedaron en la ciudad.

Mientras tanto, miles de personas han huido de Alepo. No hay datos, pero basta con mirar las calles medio vacías y las persianas cerradas de las tiendas para hacerse una idea. Sin embargo, a pesar de todo, Alepo tiene poco de ciudad fantasma. Por supuesto, el agua y la electricidad van y vienen, los precios de los alimentos se han duplicado, la gasolina escasea y las plazas se han convertido en vertederos donde se quema la basura recogida en las calles. Pero para quien se queda la vida continúa.

Las tiendas comenzaron a abrir de nuevo, en los mercados se ve de nuevo fruta y verdura, y la gente hace cola delante de los pocos hornos abiertos para comprar pan. Lo que recuerda la guerra es sólo el estruendo de las continuas explosiones y los escombros de las casas derrumbadas en bombardeos aéreos.

Contra la fuerza aérea del régimen, el ejército libre no puede hacer nada. Harían falta misiles antiaéreos tierra-aire. Pero los contrabandistas sirios nos lo han dicho claramente: los estadounidenses los han prohibido absolutamente. Lo demuestra el hecho de el cargamento de misiles que partió de Libia a principios de septiembre fue capturado por las autoridades turcas en el puerto de Iskenderun. El miedo de todo el mundo es que esas armas caigan en las manos equivocadas. Por ejemplo, en las manos de ese millar de muyahidin islamistas que se vino a Siria para luchar junto al ejército libre sirio.

sexta-feira, 12 de outubro de 2012

Política y “antipolítica”

Fernando Vallespín
El País

Tras el revuelo organizado por el movimiento 25-S ha empezado a acusarse a sus defensores de practicar la antipolítica. Serían, según una versión que suele provenir de la “política institucional”, movimientos similares a los que en los años treinta del siglo pasado acabaron hiriendo de muerte a la democracia liberal. El eslogan que consiguió movilizarlos, Tomemos el Congreso, no fue, desde luego, nada afortunado, como bien sabemos quienes conocimos de primera mano las inmensas dificultades de instaurar al fin en España una democracia parlamentaria. Pero, como ya ocurriera con los seguidores del 15-M, reflejan un estado de ánimo de profundo malestar con la democracia realmente existente que no podemos descalificar sin más. Sobre todo, porque, como pudo verse en la encuesta de Metroscopia del pasado domingo, sintoniza bien con el sentir general de una importante mayoría de los ciudadanos. No es, pues, un movimiento aislado de un supuesto grupo antisistema, sino la expresión de un extendido hartazgo con nuestro funcionamiento institucional que ha de observarse con la máxima atención y respeto.

Podremos estar más o menos de acuerdo con lo que proponen, pero lo que sí que no son estos movimientos es “antipolíticos”, sino todo lo contrario. No hay nada más político y democrático que la divergencia, el cuestionamiento de todo, la contestación. Como decía Bernard Crick en su maravilloso libro En defensa de la política, “la política como actividad merece ser honrada como la clave de la libertad, por encima del comportamiento de los políticos”. Y, añadiríamos, más allá de lo que las instituciones formales de la democracia son capaces de atrapar, integrar o reflejar. Porque este es precisamente el problema, que el sistema ha dejado de conectar con voces y sensibilidades políticas que buscan su acomodo sin encontrar un medio institucional que se lo permita. Esto es lo grave y lo que nos debería hacer pensar. La carga de la prueba recae sobre el sistema de partidos, no sobre quienes se sienten defraudados por él.

El antipoliticismo residiría más bien en la actual reducción de la política a mera gestión tecnocrática, en la expresión de consignas vacías —las campañas electorales cada vez resultan más irritantes y ficticias—, en la falta de valentía para decir la verdad, en priorizar los intereses de partido sobre los intereses generales. Respecto a esto último basta un dato: el 90% de los ciudadanos desean un pacto de Estado para sacarnos de la crisis, como se veía en la encuesta antes mencionada. Silencio. Parece que esto, que expresa un claro interés general, no va con ellos. Luego, si estos políticos se sienten incomprendidos porque los ciudadanos les dan la espalda y se quejan, se arropan en la legitimidad derivada de su condición de ser cargos electos. De acuerdo, no conocemos otro criterio de legitimidad. Pero tan legítima es también la crítica sin paliativos.

El funcionamiento de la democracia institucional se ve desafiado hoy por dos importantes transformaciones que van a condicionar directamente su futuro. La primera es el uso creciente de las nuevas tecnologías, que introducen un ruido inmenso en los habituales canales de la comunicación política y crean un nuevo modelo de interacción política que se escapa a los controles tradicionales. El espacio público se escinde así en una pluralidad de percepciones de lo que ocurre que no puede ser vertebrado ya por los medios de comunicación de siempre. Su característica fundamental es la erosión de toda autoridad a la hora de definir la realidad, y su facilidad para poner en marcha formas de expresividad política que no se dejan reconducir con facilidad a través de las vías partidistas. Esto no las convierte en “antisistema”. Lo que sí hace es poner de manifiesto un nuevo tipo de crítica en los márgenes del sistema que este ya no sabe encauzar. De ahí la importancia de gozar de medios de comunicación sólidos e independientes que sepan conectarlos eficazmente dentro de lo que podríamos llamar una esfera pública unificada.

La segunda transformación, bien perceptible en países postsoberanos como España, es que podemos estar en presencia de la quiebra del pacto socialdemocrático, la asociación de la política formal a criterios de justicia social. Bajo las condiciones de la globalización, una de las partes de dicho pacto, “los ricos”, se han escapado ya del compromiso con el bienestar de todos. Y puede que sea aquí, en la frustración ante un ejercicio de la política incapaz de atender a los más necesitados, donde se exprese de forma más clara la voz de estos movimientos. Atención, porque esto sí que es mucho más difícil de encauzar, es el gran desafío del momento.

quarta-feira, 10 de outubro de 2012

México: Lucha antinarco, un mar de enredos

Editorial
La Jornada

Luego de que la Secretaría de Marina (Semar) confirmó la muerte del presunto líder de Los Zetas, Heriberto Lazcano, El Lazca, supuestamente abatido por elementos de la Armada el pasado domingo en Progreso, Coahuila, el procurador general de Justicia de esa entidad, Homero Ramos, informó que el cuerpo del presunto narcotraficante había sido sustraído de una funeraria en la ciudad de Sabinas por un grupo armado. Por su parte, el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, exaltó la labor de la Semar durante el referido operativo, y se congratuló por el hecho de que, durante su gobierno, "el Estado mexicano ha neutralizado a 25 de los 37 criminales más buscados".

El beneplácito del mandatario ante algo que en estricto sentido es un homicidio –independientemente de que la víctima sea un presunto delincuente presentado por las autoridades como sumamente peligroso y violento– resulta deplorable no sólo desde el punto de vista ético y político: tal actitud muestra el talante de una estrategia de combate a la delincuencia que parece preferir la eliminación física de los presuntos delincuentes que su presentación ante los tribunales correspondientes; que desacredita, en consecuencia, los mecanismos legales de procuración e impartición de justicia, y que exhibe el envilecimiento experimentado por la institucionalidad en el contexto de la actual estrategia de seguridad pública y combate a la delincuencia.

Más allá del deterioro referido y de los despropósitos discursivos, resultan alarmantes la opacidad y el desaseo con que se ha manejado la información oficial en torno al supuesto abatimiento del presunto narcotraficante. Resulta poco comprensible, por decir lo menos, que el operativo para capturar a Lazcano –uno de los dos capos más importantes del país, según las propias autoridades– haya concluido con la entrega inmediata de su cadáver al gobierno de Coahuila –para colmo, sin haber realizado análisis periciales y forenses exhaustivos– y con el posterior hurto del cuerpo por un comando armado. A lo anterior deben añadirse las contradicciones existentes entre las informaciones manejadas por la DEA y la Semar sobre datos tan elementales como la estatura de El Lazca y su fecha de nacimiento, así como la incertidumbre que privó ayer, durante varias horas, en torno a las causas de la "desaparición" del cadáver del presunto narcotraficante.

Tales inconsistencias resultan preocupantes por partida doble: porque al restar verosimilitud a la versión oficial, provocan que cualquier otra resulte creíble a ojos de la opinión pública, lo cual es sumamente peligroso, y porque alimenta las suspicacias de que en el operativo efectuado por la Marina el pasado domingo pudieron haberse cometido irregularidades graves a la legalidad y a la observancia de los derechos humanos.

Lo evanescente de los datos presentados por la autoridad en el caso, obliga a recordar el atropello cometido en junio pasado por el gobierno federal contra dos jóvenes residentes en Zapopan, Jalisco, uno de los cuales fue falsamente señalado como hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, y cuya captura fue ruidosamente celebrada, en los primeros momentos, por la administración de Felipe Calderón. La ligereza con que se actuó en ambos episodios lleva a preguntarse si el gobierno no está partiendo de la apreciación de que la credulidad social carece de límites y si con ello no está estrechando, en forma acaso irreparable, los márgenes de su propia credibilidad.

segunda-feira, 8 de outubro de 2012

El 25-N es un Barça-Madrid (y la izquierda ni saltará al campo)

Pere Rusiñol
El diario

Dicen que el 25-N se celebran elecciones cruciales en Catalunya. Pero lo que hay convocado se parece más bien a un Barça-Madrid de fútbol. Podrán discutirse los motivos de cómo y por qué se ha llegado a esta situación y sería fácil elaborar una lista con 20 hipótesis, aunque ninguna certeza. Pero empieza a dar igual: la fiebre independentista en Catalunya se ha situado en un estadio nuevo, en el que las razones, el debate y las cifras son secundarias. Es tarde para esgrimirlas.

La novedad del terreno de juego no es tanto la existencia muy probable de una mayoría dispuesta a ejercer de forma inmediata el “derecho a decidir”, sino que la acción se desarrolle en una cancha de fútbol bajo la excitación de una hinchada desatada. Y es cierto que en Catalunya hay también muchos aficionados del Real Madrid. Pero es obvio que la mayoría de catalanes son del Barça.

La izquierda, comparsa

Que unas elecciones supuestamente cruciales se parezcan a un partido de fútbol es ya en si mismo un desastre. Pero la izquierda se ha encontrado además con un drama particular: en este escenario, ni siquiera podrá saltar al campo. Los comicios tienen aires plebiscitarios y el polo del Barça lo encabeza la derecha (CiU), mientras que al frente del polo del Madrid está… también la derecha (el PP). Y todo esto justo en el momento en que las derechas están impulsando (en Barcelona, en Madrid y en Bruselas) los mayores recortes de la historia contra Estado del bienestar y su hoja de servicios en la gestión de la crisis es muy deficiente.

Cómo y por qué las izquierdas se han dejado emboscar de esta forma debería ser objeto de tesis doctorales. Pero no se necesita ninguna para percibir que el papel que tienen asignado ante el gran duelo Barça-Madrid del 25N es el de mera comparsa.

ERC, la izquierda y la derecha

Esquerra Republicana parece dedicar sus esfuerzos a consolidarse como el filial que aspira a colocar al menos a un par de buenos canteranos en el equipo titular. Pero ERC, al menos desde los tiempos de Heribert Barrera, siempre ha basculado sin demasiado problema a derecha e izquierda.

Hasta la década de 1990 era de hecho un partido federalista y su ‘conversión’ al independentismo llegó desde muy a la derecha, empujado por Àngel Colom, quizá el dirigente más genuinamente carlista que ha tenido Catalunya desde la II República. Pero paradójicamente, la actual hegemonía independentista no se explica sin la cúpula de ERC formada en el marxismo (del PSAN), que acabó arrinconando a Colom: fueron de los pocos ex marxistas que ‘mutaron’ sin tirar por la borda las herramientas de análisis más valiosas del marxismo y que no tuvieron que leer a Lakoff porque aún se acordaban de Gramsci.

El PSC busca un ‘tercer espacio’

Es muy probable que los dirigentes del PSC también leyeran a Gramsci en su juventud, pero debe de haber quedado sepultado como mucho en algún rincón del inconsciente después de tantos años enfrascados en tan enrevesadas y modernas lecturas y batallas. Su ‘partido hermano’ sigue siendo formalmente el PSOE, pero cada vez se parece más al PASOK griego, aderezado además con ingredientes propios surrealistas: ¿Cómo calificar una purga de la intensidad acometida por la nueva dirección –nada menos que descabezar al presidente del grupo parlamentario, el portavoz y un vicepresidente de la Cámara—cuando el tam-tam electoral ya es audible para todo el mundo salvo para la pequeña cúpula bunkerizada? Ahora el PSC busca abrir un “tercer espacio” y seguro que tiene toda la lógica. Pero es extemporáneo sacar la bandera del Valencia cuando está incluso fijada la fecha y la hora del Barça-Madrid.

ICV, entre los recortes y las banderas

Finalmente, las encuestas auguran ciertamente un avance de ICV-EUiA. Pero la coalición izquierdista ha visto cómo de repente se esfumaba una campaña centrada en los recortes y aparecían las banderas, la patria y el Barça-Madrid, con los medios de la órbita de CiU ofreciendo el ‘abrazo del oso’ a los que siempre calificaba de “comunistas”. Joan Herrera, que tiene todas las condiciones para ser el Alexis Tsipiras catalán e importar el éxito de Syriza en Grecia, corre ahora el peligro de empezar a parecerse a Javier Madrazo, quien empezó con pequeños éxitos electorales y acabó ahogado en su propia marea soberanista.

El gran drama de Catalunya y España es que el 25-N se disputa en realidad un partido de fútbol. Y la tragedia de la izquierda catalana es que, si se porta bien, le darán entradas para verlo todo mejor desde el palco.

sexta-feira, 5 de outubro de 2012

Canción del Movimiento Occupy Wall Street



“Somos el 99 por ciento/ lo queremos todo… El futuro está aquí/ el inicio está cerca”. Este es el estribillo de la canción que los roqueros que apoyan el movimiento 'Ocupa Wall Street' han creado con motivo de su aniversario. Aunque el movimiento ya ha generado varias canciones, Tom Morello sentía que 'Ocupa Wall Street' carecía un himno dinámico de estilo 'hard rock', según confesó a la revista 'Rolling Stone'. Aunque la idea de componer uno se apoderó de él hace meses, lo hizo en una semana, cuando la inspiración le llegó mientras preparaba el concierto del aniversario.

Morello, que ha dado muchos conciertos a favor de Ocupa, compuso la canción en colaboración con dos famosos colegas que también apoyan el movimiento: Serj Tankian, cantante, poeta y compositor, y Tim McIlrath, cantante y guitarrista, miembro del grupo de 'punk rock' Rise Against. Para el video de la canción se usaron grabaciones de los manifestantes en Zucotti Park y Liberty Square. La canción, que según Morello es "un regalo al movimiento", puede descargarse gratis desde Internet.

quarta-feira, 3 de outubro de 2012

A história do marxismo na América Latina


Recentemente foi lançada a 3ª edição de "O Marxismo na América Latina", obra organizada por Michael Löwy que traz ao leitor uma introdução crítica às situações que tornaram as missões de implantação do “marxismo prático” mais complexas e controversas em nosso continente. Com isso, o autor propõe imersão diante de algumas questões pontuais: submissão ou não às propostas das II e III Internacionais, embates entre partidos com tendências stalinistas, trotskistas e até sociais-democratas, além da dificuldade de se encontrar, de fato, um caráter para a revolução na América Latina. Dentro das próprias unidades nacionais, se resgatarmos a história, muitos movimentos organizados pró-marxismo deixaram de se fortalecer mutuamente em razão de discordâncias quanto ao modo de operacionalização.

Löwy descreve assim a metodologia de construção da obra: “O método desta antologia é decidamente historicista: trata-se de considerar a evolução do pensamento marxista no quadro das lutas políticas em cada período histórico da América Latina. Por outro lado, se baseia na suposição de que a história do marxismo na América Latina não pode ser considerada como um universo à parte, separado do contexto internacional; por isso, ressaltamos em cada etapa sua ligação com as transformações do movimento operário mundial.”

O livro distingue três períodos na história do Marxismo na América Latina: O primeiro é um período revolucionário, ocorrido desde a década de 1920 até meados dos anos 1930. O período stalinista, de meados da década de 1930 até 1959, compreende o segundo momento durante o qual a interpretação soviética de marxismo foi hegemônica. Por fim, o período após a Revolução Cubana, que vê a ascensão de correntes radicais. O traço comum neste último é a natureza socialista da revolução e a busca de legitimidade por meio da luta armada.

A aplicação do marxismo na América Latina sempre esteve diante de vasta pluralidade étnica e social, sendo estas cercadas por aspectos históricos que marcam a singularidade de cada país deste território. A partir deste entendimento, que diz respeito a um fenômeno ainda vigente, se faz necessária reflexão sobre a falta de compilações que reúnam textos políticos importantes para uma compreensão mais ampla do pensamento marxista local. A virtude central de “O Marxismo na América Latina”, em sua 3ª edição, é fornecer informações essenciais para pesquisadores e militantes, sobretudo em favor de suas ações nos dias atuais.

O trabalho desenvolvido por Michael Löwy é amplo e retorna ao final do século XIX para buscar os primeiros vestígios de intenções socialistas em nosso continente. Em primeira instância, nota-se influência trazida por imigrantes alemães, italianos e espanhóis embasados nas teorias de Marx. Em um segundo momento, autores nativos iniciaram a saga de publicações difusoras do marxismo. Neste contexto, “O Marxismo na América Latina” contempla escritos que vão desde Juan B. Justo, argentino que traduziu a obra “O Capital” para o espanhol, até Carlos Marighella, chegando aos dias atuais. Destaque para a importância dada a correntes minoritárias, que geralmente ficam às margens da história contada pelo universo acadêmico.

segunda-feira, 1 de outubro de 2012

“Que se vayan todos”, sin distinción

Anabel Díez
El País

Los parlamentarios escuchaban con el ánimo encogido en el patio del Congreso los gritos que llegaban contra ellos desde la calle. La barrera de protección policial, con mallas, vallas, tanquetas y agentes a pie, con perros, y a caballo, no podía impedir que les llegaran muestras de desapego rotundas y sin matices. Desde la simplicidad del “ladrones”, al coreo de “ahí está la cueva de Alí Babá”. Por escrito, cientos de manifestantes ondeaban carteles artesanales, rudimentarios: “Que se vayan todos”. Y, otros, un cartel pequeño con un “NO”, solo un “no” en dirección al Congreso de los Diputados. Como si los moradores del Parlamento fueran un todo unívoco y no elegidos hace 10 meses en las urnas entre opciones diferentes.

La primera conclusión que extraen los expertos de lo que ocurrió el martes 25 de septiembre tras el lema Rodear el Congreso es que “la crisis económica ha precipitado un fenómeno que viene de lejos, cual es la crisis de la democracia representativa”, señala Pere Vilanova, catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Barcelona. “Se ha producido una fractura muy profunda entre los ciudadanos y lo que llaman la clase política: ellos y nosotros”. En su análisis interpreta que los ciudadanos ven a la clase política como “una casta corporativa que tiende a autoperpetuarse sin tener en cuenta los intereses generales, solo los suyos propios”.

El juicio que los ciudadanos tienen de los partidos es de una extremada severidad, según señala José Juan Toharia, catedrático de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid. “Que los partidos solo piensan en sus intereses electorales cortoplacistas lo suscribe un 87% de los ciudadanos” y que “están desconectados de la realidad social”, lo dice el 88%, señala Toharia, basándose en estudios demoscópicos de la empresa Metroscopia, el centro que preside.

Ahora, en septiembre de 2012, la protesta se ha incrementado, aunque el descrédito de los políticos no ha hecho más que precipitarse al vacío en el último año y medio para coger la máxima velocidad en 2012. “Hay una sensación de estafa clara porque se está llevando a cabo una política que no figuraba en el programa electoral con el que se ganaron las elecciones”, afirma Antoni Segura, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Barcelona. A la estafa añade “impotencia” porque “no habrá elecciones generales hasta dentro de tres años largos”, añade el profesor Segura. Ese sentimiento de impotencia puede explicar que los manifestantes acudieran a “rodear” el Congreso, porque no sienten que los parlamentarios les representan, y de ahí su pretensión de provocar “la disolución de las Cortes” y el comienzo de un proceso “constituyente”.

Este momento ha llegado, “por fin”, ironiza José Antonio Pérez Tapias, profesor titular de Filosofía de la Universidad de Granada y exdiputado por el PSOE. “Ya ha habido alguien que ha salido con la temida pancarta de ‘que se vayan todos’. La crisis económica y el creciente drama social que genera están poniendo en evidencia la impotencia de la política, la parálisis de los partidos y la crisis de la representación política”. Le resulta “penoso” que se haya llegado a esta situación. “Aunque uno no esté de acuerdo con lo que dice ese lema literalmente, lo menos es tomárselo en serio como síntoma de malestar hondo, como aviso de rechazo que se irá acrecentando, como grito de rebeldía ante una situación más que indeseable”, recomienda el profesor Pérez Tapias.

Los expertos, politólogos, sociólogos e historiadores, son conscientes de que los ciudadanos no arremeten directamente contra el Gobierno, sino que la rebelión es contra una institución que no es homogénea, como el Parlamento. Sí reconocen como algo extraño que las manifestaciones y marchas no sean hacia La Moncloa, el Ministerio de Hacienda o el de Economía; y que el “enemigo sea el Parlamento”, en cuyo seno hay muchos diputados que rechazan enérgicamente que se les englobe en la llamada “clase política”.

¿El rechazo a los políticos se ha incrementado con la crisis económica? Los expertos no lo dudan. Los ciudadanos perciben “incapacidad en los políticos para afrontar con eficacia la crisis y, además, reprochan que no acuerden, consensúen las reformas”, indica el sociólogo José Juan Toharia. “Se echa de menos el espíritu de la Transición, que está mitificado”, añade Toharia. “Los ciudadanos quieren cambios profundos en el funcionamiento de los partidos para sentirlos más cercanos”.

Este cambio en el funcionamiento de los partidos lo invocan Pere Vilanova, Antoni Segura y Pérez Tapias. Será la única forma de parar la aparición de “populismos” ajenos a la democracia. Por eso, también piden —especialmente Pérez Tapias— que desde el poder no se aliente ese populismo. Así, ven preocupante la carrera por disminuir el número de parlamentarios en las asambleas regionales. Hay síntomas claros de preocupación, pero hay elementos que mitigan la alarma, a la vista de que los españoles acuden a votar en un porcentaje muy elevado. En las últimas elecciones, lo hizo el 71,7%. “De momento no falla el sistema, sino los que lo pilotan; está en crisis la forma de hacer política”, analiza Toharia.

Ese rechazo lo ha vivido directamente el profesor Pérez Tapias, que dejó la política, como diputado del PSOE, para reincorporarse a la vida universitaria el curso pasado. “Muchos amigos y conocidos me felicitaban por haber dejado de estar ‘con esa gente’. Lo decían de buena fe, pero para mí fue muy amargo”, relata. Los expertos reconocen que la crisis económica no ha derivado en una protesta contra el sector financiero, sino que la política ha sido el chivo expiatorio. Pero así es. “En Italia el político más popular es el único que no lo es, Mario Monti”, resalta Vilanova. Junto a la crisis económica, los políticos deben emprender de inmediato sus propios ajustes.