tag:blogger.com,1999:blog-50599129087542465502024-03-18T15:29:16.027-03:00Socialismo y DemocraciaSocialismo y Democracia representan la síntesis de un camino hacia la transformación política, económica, social y cultural inspirada en los principios de dignidad, justicia, libertad, equidad y solidaridad que caracterizaron la vía chilena al socialismo, de la cual me siento tributario.Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.comBlogger1951125tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-12631922879504244032024-03-18T15:28:00.004-03:002024-03-18T15:28:27.686-03:00Nuestra condición ecosistémica<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiheU4tOVy45SCZMXUDjlrTFSo2B_SHshc3wlgfqzglybad1eyUcVPnZko3utTYFxuJBUkTvLGlhpqFQUpKy5z1sQi7bQKmzn6V55dfHAGQVEYxoiLlc1xbqXYnffKDCtQ_OtmwZPEk9qWfEj6m4iih-ANV-DgR-H-DiiBGHlTwVTK2ioixhGqmSCBjWRks/s1024/Ecosistema.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="1024" height="336" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiheU4tOVy45SCZMXUDjlrTFSo2B_SHshc3wlgfqzglybad1eyUcVPnZko3utTYFxuJBUkTvLGlhpqFQUpKy5z1sQi7bQKmzn6V55dfHAGQVEYxoiLlc1xbqXYnffKDCtQ_OtmwZPEk9qWfEj6m4iih-ANV-DgR-H-DiiBGHlTwVTK2ioixhGqmSCBjWRks/w505-h336/Ecosistema.png" width="505" /></a></div><p></p><div><b>Adolfo Estrella</b></div><div><b>El Desconcierto</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">La arrogancia y la ignorancia acerca de nuestra condición ecosistémica ha causado mucho daño. Nuestros espacios de vida están mal diseñados, no respetan las leyes de la naturaleza. Los mega incendios se producen por un déficit de consideración ecológica en general y ecosistémica en particular y constituyen un desastre total no sólo urbano y humano.</span></b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Los mega incendios recientes, desaparecidos ya de la débil y manipulada memoria colectiva, han puesto en evidencia -una vez más- nuestra fragilidad ecosistémica, coincidente con la precaria y desregulada expansión urbana de las ciudades chilenas. No cabe duda que los incendios tienen un componente intencional en su ignición concreta, pero este origen no es el mayoritario en relación al conjunto de sus causas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las probabilidades de combustión y propagación dependen de muchos factores, entre las que se encuentran las condiciones climáticas, junto con la existencia de abundantes interfaces urbano-rurales degradadas. En estos espacios se han producido en Chile el 60% de los mega incendios de las últimas décadas. Y no hay ningún programa nacional ni de precaución ni de reparación de daños adecuado a la magnitud de lo que se avecina.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Insistir en la intencionalidad como causa de los incendios sirve para liberar tensiones y hacer declaraciones enfáticas buscando efectos mediáticos, pero, como señala Jaime Hurtubia, funciona “como un escudo” para evitar señalar causas y responsabilidades mayores, haciendo perder un tiempo social y político del que no disponemos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Diariamente se producen docenas de incendios de origen humano, accidentales e intencionales, pero unos pocos se transforman en incendios mayores y de esos muy pocos en mega incendios. Sin embargo, estos últimos son los que producen los daños más importantes. Los mega incendios han aumentado de manera exponencial en todo el mundo, no sólo en Chile. Es imprescindible salir de un localismo con anteojeras incapaz de ver los contextos mayores en los cuales se desenvuelve lo particular.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dadas las urgencias y las dimensiones de las cadenas causales de estos y otros muchos desastres, el enfoque debe ser ecosistémico, es decir, precisando las condiciones estructurales que posibilitan la generación y propagación de incendios y, a la vez, las soluciones estatales y comunitarias de precaución, resiliencia y resistencia frente a un fenómeno que reúne todas las condiciones para ir en aumento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por definición, un enfoque ecosistémico requiere de una mirada de conjunto, es decir, necesita aquello que rutinariamente se afirma, pero nunca se cumple: la famosa perspectiva sistémica. En este caso en su dimensión socio ecológica. Mirada imposible si los espacios quemados no se corresponden con unas divisiones administrativas ajenas a las diferencias bioclimáticas y geomorfológicas que tanto influyen en la propagación de los incendios y su posterior reparación. Nuestros municipios han sido diseñados sin tomar en cuenta las características de los biomas y las ecorregiones donde se instalan. Las divisiones administrativas no coinciden con las divisiones de la naturaleza y eso es grave.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una expansión urbana caótica, salvaje y clasista combinada con sequías prologadas, altas temperaturas, poca humedad y abundantes monocultivos forestales entretejidos con viviendas precarias, junto con conductas, individuales y colectivas, irresponsables por parte de las propias comunidades afectadas, constituyen los factores propiciadores de tormentas de fuego perfectas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estos eventos seguirán repitiéndose a menos que se reoriente el diseño y rediseño de nuestras ciudades con una visión ecosistémica, seria, vinculante, propositiva y no meramente declarativa. Como siempre, en las cuestiones que afectan a las crisis ecológicas que tenemos ante nuestros ojos, los diagnósticos están hechos, las causas y responsabilidades están inventariadas y las posibles vías de acción están claras. El déficit es de proyectos y voluntades políticas que se propongan cambiar lo que el diagnóstico define como negativo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La interacción, la con-vivencia y la codependencia de componentes bióticos y abióticos en un lugar determinado, es el rasgo común a las múltiples definiciones de ecosistema, a partir de la proposición fundacional que hizo Arthur Tansley en 1935. Como muchos conceptos en esta época de exceso informativo y banalización del saber, el de ecosistema se ha gastado, por uso y abuso, perdiendo la consistencia y la radicalidad que tuvo cuando nació y señaló la ineludible interacción de la vida consigo misma y con lo no viviente y, al mismo tiempo, la fragilidad de ambas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde hace tiempo se habla de “gestión de los ecosistemas” o de “provisión de servicios ecosistémicos” como parte de la ideología y estrategias del “desarrollo sostenible”, es decir, se ha convertido en un concepto inocuo y “técnico”, algo administrable de acuerdo a lógicas de eficiencia y eficacia. La naturaleza y los ecosistemas se han convertido en algo a tener en cuenta, algo “a cuidar”, “a conservar” del mismo modo que el “medioambiente” y el “paisaje”, en tanto son los escenarios para la acción de los actores económicos guiados por una razón utilitarista y cortoplacista.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero “ecosistema” es una categoría que excede el campo de la disciplina ecológica y de la economía, y se abre a un espacio empírico y existencial de amplio alcance. Los ecosistemas son la premisa o condición de la vida, natural y social, es decir, incluye a las células y a las ciudades, a los protozoos y a las empresas, a los hongos y las escuelas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando el concepto de ecosistema incorpora a los sistemas sociales nos habla del intercambio de energía, materiales e información, pero también nos habla de identidad, de pertenencias, de cultura, de política, de ética, de historia, de memoria, de cogniciones, de significados, de interpretaciones, de afectos, de deseos… actuando en la compleja malla de la vida natural y social. Los ecosistemas tejen la trama de la vida y en ella estamos imbricados. Los seres humanos somos parte de ella. No ocupamos ninguna meta posición privilegiada y éticamente superior. La visión ecosistémica nos ayuda a salir del estrecho punto de vista antropocéntrico, arrogante y banal, que tanto perjuicio ha causado a todos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desgraciadamente, vivimos en ecosistemas muy <i>antropizados</i>: los hábitats humanos dominan sobre los hábitats de otras especies a las que he hemos desplazado o simplemente exterminado. Los lugares que ocupamos son muy poco atractivos para la mayoría de las otras formas de vida. Somos los únicos seres sobre la Tierra que producimos basura, es decir, residuos, frente a los cuales la naturaleza no sabe qué hacer. Somos un ruido incómodo en la sinfonía de la vida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La arrogancia y la ignorancia acerca de nuestra condición ecosistémica ha causado mucho daño. Nuestros espacios de vida están mal diseñados, no respetan las leyes de la naturaleza. Los mega incendios se producen por un déficit de consideración ecológica en general y ecosistémica en particular y constituyen un desastre total no sólo urbano y humano.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero, lo sepamos o no, lo aceptemos o no, somos, como humanos, seres ecosistémicos, a la vez históricos y biológicos. Nuestra coexistencia, implica una co-pertenencia y una co-dependencia ineludible en relación a todos los otros entes del mundo. “Existir es coexistir”, dice Timothy Morton. Nuestra condición ecosistémica nos brinda posibilidades y, a la vez, nos impone límites. La conciencia de posibilidades y constricciones para la acción debería haber hecho de nosotros seres razonables, ponderados y precavidos. No obstante, estamos destruyendo, mediante un productivismo y un consumismo desbordado, las propias condiciones de posibilidad de vida en la Tierra, no sólo la nuestra. Llevamos décadas de advertencias, pero seguimos jugando al aprendiz de hechicero. Las consecuencias están a la vista, para quien quiera verlas.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-56055730656199676552024-03-15T20:20:00.004-03:002024-03-15T20:20:58.370-03:00Se ensancha la brecha dentro del MAS<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoLnw-HlgH-1Hm72FUvqsR83AwBZbSoWq88cAvPXWb5mq1hHqYEJcMm_jYV6DDoByFKAGafr6ZK4rj8HPPbXcY1G-jtY20htsiXpwTHT0zGnaOZ3N8XbgP8fj99IYTNYlQlWeK3nYUebxYmwJqyJZqqQkC0Mak-VIgTcOxdXNzBYntUAB3Sw2abBmUZ1vd/s1024/Bolivia.jpg.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="1024" height="348" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoLnw-HlgH-1Hm72FUvqsR83AwBZbSoWq88cAvPXWb5mq1hHqYEJcMm_jYV6DDoByFKAGafr6ZK4rj8HPPbXcY1G-jtY20htsiXpwTHT0zGnaOZ3N8XbgP8fj99IYTNYlQlWeK3nYUebxYmwJqyJZqqQkC0Mak-VIgTcOxdXNzBYntUAB3Sw2abBmUZ1vd/w523-h348/Bolivia.jpg.webp" width="523" /></a></div><br /><b>Olivia Arigho-Stiles</b><div><b>Jacobin América Latina</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #660000; font-size: medium;">El conflicto entre Evo Morales y Luis Arce por la presidencia de Bolivia en 2025 no solo divide al Movimiento Al Socialismo, sino también a los movimientos sociales y sindicatos que forman su base.</span></b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Junto a las bulliciosas fiestas callejeras del carnaval, a finales de febrero se celebraron en toda Bolivia las tradicionales ceremonias de <i>ch’alla</i>. Durante las mismas se quema incienso y se ofrecen bendiciones de hojas de coca y alcohol a la Pachamama en rituales que afirman los lazos de reciprocidad entre la gente y la Madre Tierra. Pero hoy, además del inoportuno <i>chaki </i>(resaca) festivo, la profundización de la fractura política y social se suma al dolor de cabeza de la izquierda y los movimientos progresistas de Bolivia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde que en 2020 el Movimiento al Socialismo (MAS) volvió al poder de la mano de Luis Arce, el expresidente Evo Morales estuvo alineando a su base de apoyo con la esperanza de volver a ser presidente. Pero en diciembre del año pasado, el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia dictaminó que los presidentes solo pueden mantenerse en el poder un máximo de dos mandatos y que la reelección indefinida «no es un derecho humano». La sentencia asestó un golpe catastrófico a las ambiciones presidenciales de Evo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde entonces, Morales viene acusando a Arce, su exministro de Economía y estrecho aliado, de orquestar un intento de ilegalizar su posible nuevo acceso a la presidencia, declarando en X (antes Twitter) que está en marcha un «golpe judicial».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Lucha electoral</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para forzar elecciones en el Poder Judicial (que de acuerdo con la Constitución plurinacional deberían haberse celebrado en diciembre), a finales de enero Evo Morales movilizó a sus bases en el corazón cocalero de Cochabamba, impulsando bloqueos a lo largo de las carreteras que conectan esa ciudad con el centro de negocios de Santa Cruz. Los bloqueos, que combinan la exigencia de elecciones judiciales con otras reivindicaciones locales, provocaron escasez de alimentos y combustible y fueron reprimidos por las fuerzas de seguridad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Huáscar Salazar, economista y miembro del Centro de Estudios Populares de Bolivia, afirma que hay pocas esperanzas de conciliación entre los dos bandos. «Lo que estamos viviendo en este momento es esa pulseada, en la que Evo y Arce se disputan la sigla del Movimiento al Socialismo y, sobre todo, la candidatura a la presidencia de ese partido para 2025».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y agrega: «El problema es que esta pulseada está teniendo tremendas consecuencias para las organizaciones de base, cada vez más divididas en sus estructuras internas; pero también es un problema que esta disputa está sucediendo en medio de una crisis económica cada vez más palpable de la que nadie quiere hacerse cargo». El dramático aumento de los bloqueos este mes, así como su distribución geográfica, puede verse en una infografía elaborada por Mauricio Fonda, activista de datos abiertos residente en Bolivia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la Asamblea Legislativa Plurinacional, los cargos electos del MAS se reparten entre las líneas <i>arcista </i>y <i>evista</i>. Las elecciones al Poder Judicial que debían celebrarse el año pasado se han estancado debido al desacuerdo sobre los candidatos preseleccionados acordados por la Asamblea Legislativa, dominada por el MAS. En Bolivia, los magistrados del Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional, el Tribunal Agroambiental y el Consejo de la Magistratura se eligen por sufragio directo cada seis años.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con este estado de cosas, quienes salen ganando son los <i>arcistas</i>, porque la actual composición del Tribunal Constitucional Plurinacional viene favoreciendo sus intereses, como ocurrió con el reciente fallo sobre la elección de Morales. Y la condición de mandatario de Arce le da mucha más influencia sobre las instituciones del Estado, que utilizó en su beneficio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La reelección de Morales es una cuestión irresuelta desde 2017 y estuvo en el centro del golpe de 2019. La Constitución prohíbe que alguien ocupe la presidencia durante más de dos mandatos consecutivos. En 2016, Morales perdió por poco un referéndum que habría anulado la Constitución y le habría permitido presentarse de nuevo. Entonces llevó la decisión ante el Tribunal Constitucional Plurinacional, que le era favorable, que dictaminó que la reelección era un derecho humano y anuló el referéndum.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Muchos bolivianos consideraron esto como una farsa legal y antidemocrática, lo que fue un factor importante en la movilización contra Evo de las clases medias urbanas y los movimientos sociales opositores en octubre de 2019, cuando un golpe de Estado permitió a la evangélica de extrema derecha Jeanine Áñez hacerse con la presidencia de facto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con el respaldo de Morales, Arce fue elegido presidente en octubre de 2020, después de que finalmente se celebraran elecciones, un año después del golpe. El actual conflicto entre <i>arcistas </i>y <i>evistas </i>se centra en el control del propio MAS, que en las últimas dos décadas se consolidó como un partido de gobierno duradero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Los antagonismos sociales y el MAS</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los recientes bloqueos son un indicador de que Evo Morales aún puede movilizar a una base amplia y motivada. Los bloqueos tienen una larga y eficaz historia en Bolivia y son una característica de la mayoría de los conflictos sociales. En 1999, durante la Guerra del Agua de Cochabamba, una coalición de campesinos, trabajadores de fábricas y activistas comunitarios se unieron para bloquear las carreteras en respuesta a una nueva ley neoliberal que habría privatizado el agua.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Del mismo modo, después del violento golpe de Estado de Luis García Meza en 1980, los campesinos bloquearon las carreteras para impedir que los militares avanzaran por el campo expandiendo una grave represión. Más recientemente, en 2019, mineros y movimientos campesinos bloquearon las carreteras fuera de las ciudades para obligar a Áñez a convocar elecciones tras casi un año de un gobierno golpista caracterizado por el fraude, la corrupción y las masacres.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los bloqueos surgen de una facción del MAS. Es importante señalar que el MAS no es tanto un partido político ortodoxo como una coalición cambiante de fuerzas sociales diferentes y a veces antagónicas en la base. La refundación de Bolivia como Estado «plurinacional» en 2009 se vio como un reflejo de sus elementos sociales plurales, un remedio para lo que el intelectual marxista boliviano René Zavaleta Mercado denominó una «sociedad abigarrada», compuesta por diferentes modos de producción, temporalidades históricas y formas de gobierno dentro de los confines de un Estado-nación (colonial).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero, en la última década, las divisiones en el MAS jugaron un papel destructivo en los movimientos de mineros cooperativistas, cocaleros, campesinos y trabajadores urbanos, que están fragmentados y a menudo tienen liderazgos paralelos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Una crisis económica inminente</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Uno de esos movimientos es la poderosa confederación sindical campesina, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), cuyas lealtades están repartidas. Los simpatizantes de Morales, como el actual líder Ponciano Santos, prometieron reanudar los bloqueos si no se atiende su demanda de elecciones judiciales. Santos fue elegido el año pasado en medio de un congreso nacional de la CSUTCB que acabó en reyertas y sillazos entre <i>evistas </i>y <i>arcistas</i>, y muchos elementos de la confederación no reconocen su autoridad.
El año pasado, durante el congreso del MAS, Arce y su vicepresidente, David Choquehuanca, fueron expulsados del partido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y a los problemas políticos de Arce se suma el sombrío panorama económico de Bolivia. Desde el año pasado hay una aguda escasez de dólares y el peso boliviano se ha devaluado. Como señala el economista Stasiek Czaplicki Cabezas, la devaluación representa una caída del 20% del valor de los ahorros en moneda local, lo que plantea un futuro de inseguridad financiera para muchos bolivianos, en particular para las clases medias. Todo ello suma presiones contra Arce, el economista formado en la Universidad de Warwick que se vio obligado a defender sus credenciales económicas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los candidatos presidenciales para las elecciones de 2025 deben decidirse este año, por lo que ambas partes intensifican la presión para dirigir de forma integral el aparato del MAS. Pero el prolongado conflicto está extendiendo su toxicidad a través de los movimientos sociales de Bolivia, dividiendo a las bases. Mientras tanto, las disputas en torno a las elecciones judiciales erosionan la fe pública en los órganos democráticos del Estado, mermando la legitimidad de cualquiera de los bandos que finalmente se alce con la victoria. En 2024, la política boliviana está más polarizada que nunca.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-74109788763581952072024-03-09T09:01:00.004-03:002024-03-09T09:08:37.901-03:00Milei y los 11 principios del nazismo<p></p><p></p><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG9J6aCtoEZ9x6UZK8rIZ3wlrhfwjiTdNycm9bOlvB_q55lNnrIfgKXw8gWCy58eCgeRspov2uHOIoBNWxVvznsX8R9iyF8r6GdlsyuRZa-BXY3RgCiKhZUy0p2mE5G4PBwCs_bj86fM8bwNTfkjHFjBo-COO2t_FIdvMWL7irksZkBDiqH82ClE6st6hp/s1080/Milei%20y%20Hitler.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="561" data-original-width="1080" height="282" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG9J6aCtoEZ9x6UZK8rIZ3wlrhfwjiTdNycm9bOlvB_q55lNnrIfgKXw8gWCy58eCgeRspov2uHOIoBNWxVvznsX8R9iyF8r6GdlsyuRZa-BXY3RgCiKhZUy0p2mE5G4PBwCs_bj86fM8bwNTfkjHFjBo-COO2t_FIdvMWL7irksZkBDiqH82ClE6st6hp/w541-h282/Milei%20y%20Hitler.jpg" width="541" /></a></div><br /></div><div><b>Sandra Russo</b></div><div><b>Página 12</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta semana circularon profusamente por las redes los 11 principios de la propaganda de Josef Goebbels. Ya habían hecho su regreso en tiempos de Macri. Por aquel entonces, Durán Barba había dicho que Hitler era “un genio”, pero al consultor el que le dio de comer fue Goebbels y su fórmula.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No obstante, en 2016, ser nazi tenía costo social. Era otro país, y los derechos ganados en un modelo de país igualador y vanguardia en derechos humanos estaba muy fresca. Hablamos de derechos humanos tal como se entienden en todo el mundo. En 2016 no cayó bien en el establishment político y mediático aquel elogio a Hitler. Era “demasiado”. El mundo y esta sociedad en particular gozaban todavía de los anticuerpos históricos, que la pandemia y todo lo que sucedió después deshizo. Ya no hay anticuerpos, Hay, más bien, estímulos y estimuladores.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo se alteró entre la llegada de Macri al poder y hoy, que Milei entre otras cosas parece el inconsciente de Macri.
Vuelven a circular como explicativos los 11 principios de Goebbels, pegándonos el latigazo de reconocer paso a paso lo que se ha puesto en marcha hace veinte años y hoy supura. Regímenes como el que asoma en la Argentina, ya muy lejos del Estado de Derecho, en una retirada consentida de los valores que nos hicieron Nación. Nadie votó la desintegración, pero a esta altura seguimos sin saber qué se votó.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El movimiento disolvente al que Milei desde que asumió quiere empujar a los gobernadores, ese convite a asistir a su monólogo, corre paralelo a una concepción goebbelsiana en términos de estrategias de manipulación masiva para generar un clima de guerra interno contra un enemigo generado artificialmente. La extorsión es material y simbólica: si no firman, serán narrativamente los responsables del inevitable fracaso de Milei. La psicopateada perfecta para un chico de primaria.</div><div style="text-align: justify;"><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgORmFwucthq1UzCzR5qRedv6r85o1rBGS-3l_mB-UHtFubDQlSux68Hih-_aQuHVHKYaDaGG8qaV_xFuZU2B8CvS0Eczauc3kGZ6GRGOtNOU2cQBOXH061APOA3Vmei9c4FNSA4rgJfOHWtxdBX9Mc9EqUwj5yX3EE_TbThO91xCAaShur8lsEK20hxntj/s960/Goebbels.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="329" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgORmFwucthq1UzCzR5qRedv6r85o1rBGS-3l_mB-UHtFubDQlSux68Hih-_aQuHVHKYaDaGG8qaV_xFuZU2B8CvS0Eczauc3kGZ6GRGOtNOU2cQBOXH061APOA3Vmei9c4FNSA4rgJfOHWtxdBX9Mc9EqUwj5yX3EE_TbThO91xCAaShur8lsEK20hxntj/w494-h329/Goebbels.jpg" width="494" /></a></div></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esos 11 principios, ahora, en perspectiva, con las nuevas herramientas tecnológicas disponibles y el estado del mundo en una etapa renazificada pero con objetivos muy diferentes a los de los regímenes totalitarios del siglo XX, son algo más. Son un manual al que es más que obvio que se ha recurrido en los tanques de pensamiento de la ultraderecha, y cuyo funcionamiento uno puede comprobar cualquier día y sobre cualquier tema, en boca de miles de comunicadores, dirigentes políticos, activistas o personas comunes. Los apretamos mucho para enumerarlos, así sabemos de qué estamos hablando:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Principio 1, <i>de simplificación y de enemigo único</i>: adoptar una única idea, un único símbolo, individualizar a un enemigo único; principio 2, <i>del método de contagio</i>: reunir a muchos enemigos en un enemigo único; principio 3, <i>de la trasposición</i>: cargar sobre el enemigo los propios errores o defectos; principio 4, <i>de la exageración y desfiguración</i>: convertir cualquier anécdota en una amenaza grave; principio 5, <i>de vulgarización</i>: la propaganda debe ser popular, partir del nivel menos inteligente de sus destinatarios; principio 6, <i>de orquestación</i>: propaganda de pocas ideas que se repetirán mucho; principio 7, <i>de renovación</i>: emitir constantemente información y argumentos a un ritmo que cuando el enemigo esté contestando a uno, el público ya esté interesado en otra cosa; principio 8, <i>de verosimilitud</i>: construir argumentos a través de los llamados globos sondas o informaciones fragmentarias; principio 9, <i>de silenciamiento</i>: acallar los temas en los que no se tiene argumentos y disimular las noticias que favorecen al enemigo; principio 10, <i>de transfusión</i>: la propaganda siempre parte de algo preexistente ya instalado, odios o prejuicios tradicionales; principio 11, <i>de unanimidad</i>: convencer a mucha gente de que “piensa como todo el mundo”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Un párrafo largo, pero vale la pena. No todo se puede comprimir, no todo se puede mandar a un <i>link</i>. El listado produce escalofríos porque reconocemos muchas de las cosas que venimos padeciendo desde hace veinte años y que nos han arrastrado hasta este disparate trágico. Veinte años tienen muchos pibes que lo votaron.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para esta región, el imperio se vale hasta del prototipo del realismo mágico: las explicaciones sobre la realidad en estos lugares siempre ha exhibido un plus distorsionado para dar cuenta, precisamente, de la distorsión del poder, de su inmovilidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El único cambio que vale la pena y que expresa la necesidad latinoamericana de los de abajo es que el poder cambie de caras y de nombres, pero sobre todo de beneficiarios. Lo que decía Milei y no hizo. Su farsa. El único cambio que vale la pena es el que va hacia un escenario en el que haya muchas más legisladoras como Natalia Zaracho, luchadores, aspirantes al poder popular, en condiciones de igualdad con representantes de otros sectores. Mondino, Lula tampoco terminó el secundario.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo demás es propaganda iletrada y repetitiva ofrecida a cobayos sin defensas. Y todos somos cobayos sin defensas cuando no entendemos el mundo en el vivimos, ni el mundo en el que viven los otros.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-68606393776091395172024-03-05T09:04:00.004-03:002024-03-05T09:05:27.666-03:00Las luchas de Marielle Franco permanecen más vigentes que nunca<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8GnEAQr1zYM0JQq0PFYMbrzkT5Ypw0fMnJcVyn06sDdoy7c6oC_2OPaPCHuQwXD2kASlJ1QpMGdw0VzRKjjyazJsjf0y3WDFPw9IWRtH5O3OsM0EDKXxXrqdhsOtxa8FDqVTvQCoMiWUZtkv6WiWAZ1KZjioRDjn-zzwbJzx4lhsRfOlpjXivRcKVM1-b/s750/Marielle%20presente.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="731" data-original-width="750" height="468" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8GnEAQr1zYM0JQq0PFYMbrzkT5Ypw0fMnJcVyn06sDdoy7c6oC_2OPaPCHuQwXD2kASlJ1QpMGdw0VzRKjjyazJsjf0y3WDFPw9IWRtH5O3OsM0EDKXxXrqdhsOtxa8FDqVTvQCoMiWUZtkv6WiWAZ1KZjioRDjn-zzwbJzx4lhsRfOlpjXivRcKVM1-b/w480-h468/Marielle%20presente.jpg" width="480" /></a></div><div><b><br /></b></div><div><b>Fernando de la Cuadra</b></div><div><b>Socialismo y Democracia</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">El próximo 14 de marzo se cumple un año más (6 años) desde que Marielle Franco y Anderson Gomes fueron alevosamente asesinados en una calle del barrio de Estácio, región central de Rio de Janeiro. Los dos matadores, Ronnie Lessa, Élcio Vieira de Queiroz y el ex bombero Maxwell Simões Corrêa, continúan presos a la espera del juicio que será realizado con la participación de un jurado popular. A ellos se agregó en esta última semana, el nombre de Edilson Barbosa dos Santos, denunciado por haber desmontado y destruido el auto Cobalt blanco utilizado por los homicidas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Qué se sabe hasta ahora con relación a la pregunta que desde hace mucho tiempo viene incomodando a la justicia, los investigadores policiales, la prensa y la opinión pública: ¿Quién mandó matar a Marielle Franco y por qué? A partir de la delación premiada efectuada en noviembre del año pasado por el autor de los disparos a la concejala y su chofer, el ex policial militar Ronnie Lessa, se espera que en los próximos días sea difundido oficialmente – por el Director de la Policía Federal – el nombre del o los mandantes del asesinato y las razones que tuvo o tuvieron para encomendar este atentado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El nombre de quien ordenó esta acción criminal que se ha filtrado extraoficialmente es el del Consejero del Tribunal de Cuentas del Estado de Rio de Janeiro (TCE-RJ), Domingos Brazão, quien viene desmintiendo categóricamente las acusaciones que pesan en su contra. La expectativa en torno a los vínculos del Clan Bolsonaro con el o los mandantes del crimen sigue siendo alta, considerando que quien ejecutó a Marielle y Anderson era vecino y amigo del ex presidente y un conspicuo miembro de las milicias vinculadas a la familia del ex capitán.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El otro sospechoso de ser un mandante de ambas muertes es Marcelo Siciliano, un ex concejal del Partido Progresista, estrecho aliado del Coronel Mauro Cid, ex ayudante de órdenes del entonces presidente Bolsonaro. Cid ahora se encuentra en libertad condicional, después de llegar a un acuerdo con la justicia a través de la delación premiada, en donde asumió y comprobó su participación en muchas de las acciones ilícitas realizadas por el Ejecutivo durante el gobierno anterior (Preparación de la minuta de Golpe de Estado, conspiración junto a otros militares contra el Estado Democrático de Derecho, retención de joyas y venta ilegal de relojes de lujo obsequiados al Estado brasileño por otros países, falsificación de certificados de vacuna contra el Covid, difusión de fake news sobre la urnas electrónicas para cuestionar las elecciones de 2022, participación en las llamadas milicias digitales y un largo etcétera).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También aparece como un posible mandante de las ejecuciones, el ex policial militar y luego miliciano, Orlando Oliveira de Araújo, más conocido como Orlando da Curicica. Este personaje ha sido apuntado por un testigo como el verdadero autor intelectual de los delitos, pero hasta el momento no existe la confirmación oficial de su participación en dichas acciones</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> La elucidación de los asesinatos de Marielle y Anderson se tornan cada vez más apremiantes en la medida que la actual administración se ha comprometido a esclarecer todas las dimensiones de este crimen bárbaro y dado que, además envuelven a poderosos personajes políticos de la sociedad fluminense y de las milicias que controlan una parte importante del territorio del Estado de Rio de Janeiro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por otra parte, las luchas desplegadas por la concejala Marielle Franco continúan totalmente vigentes en el Brasil actual. Como hemos señalado en una columna anterior, Marielle no solamente realizaba una labor extraordinaria entre sus electores, sino que también se fue transformando en una referencia nacional entre todos aquellos que eran y siguen siendo objeto de discriminación y violencia desmedida por parte de las fuerzas policiales y las milicias (<i>El asesinato de Marielle Franco continúa en la impunidad</i>).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En lo que va corrido del año, las fuerzas policiales ya han matado a un número considerable de habitantes en territorios dominados por el tráfico, muchas de las cuales han sido ultimadas en falsos enfrentamientos con las fuerzas de represión. Según los datos recabados por el Grupo de Actuación Especial en Seguridad Pública del Ministerio Público de São Paulo, solamente en el primer bimestre de este año 134 personas ya fueron ejecutadas. Esto significa que el número de muertes cometidas por policías militares en ese Estado aumentó en un 94 por ciento con relación al mismo periodo de 2023. Valga destacar que el gobernador de São Paulo, Tarsicio de Freitas, es hasta el día de hoy un fuerte aliado del ex presidente Bolsonaro y mantiene entre sus equipos administrativos a muchos adherentes de las huestes de extrema derecha que apoyaron la intentona golpista del 8 de enero de 2023.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otro tema sobre el que seguramente Marielle estaría comprometida en su denuncia dice relación con el feminicidio, un problema endémico en Brasil. En efecto, la violencia contra la mujeres adultas, jóvenes, adolescentes y niñas se encuentra presente ya hace varias décadas. Desde el asedio moral y sexual hasta el feminicidio, diferentes dimensiones de estas violencias marcan la experiencia de vida de miles de mujeres en todo el país. En el último informe del Foro Brasileño de Seguridad Pública se constata que durante el primer semestre de 2023 el número de estupros y feminicidios registraron un aumento de 14.9% y 3.0% respectivamente, con relación a igual periodo de 2022. Ello a pesar de que desde el año 2015 existe una Ley del Feminicidio que reconoce y penaliza la especificidad de esta violencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La violencia ejercida contra miembros de la comunidad LGBTQIA+ era otro fenómeno sobre el cual actuaba con enorme dedicación Marielle. Con relación a esta temática, según la información levantada por el Grupo Gay Bahía (GGB), la organización LGBT más antigua de América Latina, la cifra de muertes violentas de esta población fue de 257 vidas segadas durante el año pasado. Este preocupante índice mantiene a Brasil en la cúspide como la nación más letal por causa de la homotransfobia en el mundo. Según la organización GGB, estos números podrían ser aún mayores, debido a que trabajan con cifras extraoficiales colectadas en sitios de Internet o denuncias directas y también porque en muchas oportunidades es omitida la orientación sexual o identidad de género relacionada con estas muertes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhG9RCsh_BwSqMiFd1mPa9J2gbMIW8XNLgRDn36hZOKvl3ODUkKREX4JVcYgfMZMeGqviLxGhyphenhyphenNhyphenhyphenyEPpWLc_kCnHGMol6wSSGPbOZE-SeZObbLgFXNa6XYePnpO5nm0o4jm8piB9BMfmNPfJ3njD1g7qWsxTCNBaSOiC_rOGdAsv4iFee8k0JgAYsaJsD8/s1080/marielle-franco.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="840" data-original-width="1080" height="406" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhG9RCsh_BwSqMiFd1mPa9J2gbMIW8XNLgRDn36hZOKvl3ODUkKREX4JVcYgfMZMeGqviLxGhyphenhyphenNhyphenhyphenyEPpWLc_kCnHGMol6wSSGPbOZE-SeZObbLgFXNa6XYePnpO5nm0o4jm8piB9BMfmNPfJ3njD1g7qWsxTCNBaSOiC_rOGdAsv4iFee8k0JgAYsaJsD8/w523-h406/marielle-franco.webp" width="523" /></a></div><div style="text-align: justify;"><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;"><span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12.0pt;">Diseñadores: Roberta Baroni y Mauro Soh</span></p></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">El legado de Marielle Franco</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;"><br /></span></b></div><div style="text-align: justify;">Estas y otras cuestiones formaban parte de las preocupaciones y del trabajo parlamentario de Marielle. De acuerdo con un levantamiento realizado por la Cámara Municipal de Rio, en solo 13 meses de ocupar el cargo de concejala, Marielle elaboró 118 propuestas, entre proyectos, requerimientos, mociones, oficios y enmiendas. De ellos se destacan 17 proyectos de ley, especialmente en defensa de los Derechos de la Mujer (Comisión de la cual era presidenta), por el fin de la violencia policial y miliciana en las comunidades, en proyectos de inclusión de los grupos LGBTQIAP+ y en programas de inserción de los pobladores de las comunidades más carentes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por lo mismo, las batallas interminables emprendidas de Marielle dejan un legado enorme. Primero, la creación del Instituto Marielle Franco en 2019 que ha asumido los compromisos de vida y las banderas que ella enarboló durante su mandato. Para eso el Instituto viene desplegando una serie de actividades, primero, para dilucidar la verdad sobre los crímenes cometidos contra Marielle y Anderson y, simultáneamente, se ha propuesto la “misión de inspirar, conectar y potencializar a las mujeres negras, personas LGBTQIA+ y periféricas para seguir moviendo las estructuras de la sociedad por un mundo más justo e igualitario” (<i>Instituto Marielle Franco</i>).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Posteriormente, en el año 2020 fueron ratificados un conjunto de compromisos por parte de actores políticos y de la sociedad civil que recogen el legado dejado por la concejala del PSOL (Partido Socialismo y Libertad). Estos compromisos incluyen la lucha antirracista, la reivindicación de los derechos de las mujeres, los grupos LGBTQIAP+, las mejorías en los servicios de educación, salud y vivienda, la justicia ambiental y climática, además de una constelación de demandas de los pobladores de comunidades pobres (<i>favelas</i>) y de los habitantes de las periferias.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como señaló apropiadamente la diputada estadual Renata Sousa, también del PSOL, “Marielle era demasiado grande para que una sola persona representase toda su lucha. La grandeza de Marielle representa la lucha por una nueva sociedad. Y el principal recado dejado por ella es que la humanidad no se deshumanice. Marielle está presente en todas las luchas contra las desigualdades sociales, en especial contra las desigualdades de género, raza y clase”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El día 14 de marzo también se ha transformado en el “Día Marielle Franco – Día de lucha contra el genocidio de la Mujer Negra”, que ya se ha instalado en el calendario oficial de actividades del Estado de Rio de Janeiro. Esta fecha también puede adquirir un carácter nacional en caso de que el Congreso Nacional apruebe el proyecto de ley enviado por el Presidente Lula da Silva en marzo del año pasado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En estos seis años desde su martirio, el rostro de la concejala aparece en millares de camisetas, murales y grafitis no solo en Brasil, sino que por todo el planeta. Homenajes a su vida y a su obra se vienen realizando en diversos países y a la demanda por justicia se suman todas las luchas que Marielle asumió durante su corta y fecunda vida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por eso repetimos junto con todos quienes se inspiran en el trabajo realizado por Marielle Franco, que las semillas sembradas por ella permanecerán en el pensamiento y en la acción de miles de ciudadanos que claman al unísono: Que la lucha continué aproximando a los luchadores. Marielle presente!!
</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-68916264856249483402024-02-26T09:49:00.003-03:002024-02-26T09:56:37.892-03:00Neonazis: el impacto de Milei en nuestra sociedad<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNODZespORUfbToJVDq5TQDYjKsmegSCG2y5obstoiNrS8PBDxiaNhdR0s-ELz-SboLQwLR__xlaiGNwud-sA6Z4waCq2qztMDIwS_qh7oHkgahiTBeFc8p82lS90sH7pDb9koKdmOv6oV_TmESyCqooasRJ12Ic8jvnKl4_wtE4butcfeeQv0jNU89CFW/s960/Neonazis%20chantas.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="317" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNODZespORUfbToJVDq5TQDYjKsmegSCG2y5obstoiNrS8PBDxiaNhdR0s-ELz-SboLQwLR__xlaiGNwud-sA6Z4waCq2qztMDIwS_qh7oHkgahiTBeFc8p82lS90sH7pDb9koKdmOv6oV_TmESyCqooasRJ12Ic8jvnKl4_wtE4butcfeeQv0jNU89CFW/w477-h317/Neonazis%20chantas.jpeg" width="477" /></a></div><br /><b>Sandra Russo</b><div><b>Página 12</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #660000;">El otro día me topé con una noticia suelta que me interesó, pero no pude terminar de leerla porque me angustiaba. Como les debe pasar a muchos de ustedes, últimamente me angustia –y me eriza- el mundo bastante en general. Ando con náusea.</span></b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">De pronto nos cayó en la cabeza un balde de desgracias colectivas y personales, pero no por un huracán o un maremoto. Por política. Por las políticas esperables de la ultraderecha, que en este caso tiene rasgos místicos y sádicos. Pero lo que agrava todo es que no hay vías de comunicación con los que causan nuestros problemas. Están todos los puentes cortados. Y no por los dos demonios. Esta gente solamente se escucha a sí misma. Tenemos presidente encriptado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La noticia en cuestión hablaba de una tribu de jóvenes de no sé dónde, que para expresar que algo era “<i>cool</i>”, o lo que se entienda por eso –copado, interesante, atractivo- decía que es “re nazi”.
Esos detalles, ¿no? Esas pavadas. Esas banalidades. Lo que leí era un sueltito casi diría informativo, un glosario de expresiones juveniles. Esa es la parte más tóxica de la manipulación. “Muchos jóvenes en la actualidad se inclinan por la estética nazi”. Ajá.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No son solo los medios, ya lo sé. Ni las redes. Es al servicio de qué están, como la energía nuclear o la inteligencia artificial. Hay algo terriblemente tanático en el aire de este mundo en guerra imposible.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> ¿Está más loco Milei que Biden financiando y fogoneando desde hace dos años una guerra que se perderá y que renazificó el imaginario de “Occidente”? ¿Y Gaza? ¿Qué locura asesina han desatado que provoca un efecto dominó en millones de mentes que asimilan eso “como lo que pasa”?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A poco de comenzada la guerra en Ucrania, escribí una nota titulada “Desnazificación”, que como no coincidía con la narrativa de la OTAN, despertó una oleada de comentarios elogiosos y otros escandalizados y plagados de insultos. En aquel momento yo tampoco podía imaginar los alcances del dispositivo cultural que se estaba poniendo en marcha para demonizar no a Putin, que era casi inevitable por la lógica periodística occidental de siempre, sino a todo lo ruso, a la cultura rusa, a los deportistas rusos, a la ensalada rusa. Cancelaron a Tchaikovsky, a Tolstoi. Un desquicio, ¿o no era un desquicio? ¿Qué tenía que ver Chejov con Putin? ¿Y por qué no vinculamos nunca ese fenómeno de guerra no contra un país, sino también contra su cultura, con la ultraderecha que estamos conociendo, y que quiere empezar igual?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La ultraderecha del siglo XXI es esencialmente un fenómeno cultural. Un artefacto. Los objetivos los sabemos y me ahorro la enumeración. Hello, Blinken. Pero el tipo de penetración estratégica para generar un nuevo tipo de ciudadano que no se sienta ciudadano, que esté tan quebrado que crea que “es así, con éste o con otro yo tengo que trabajar”. Ese cliché prendió con resignación neoevangelista, es cultural. Por más que Milei sea fascista – en el sentido de que está convencido y sobre todo porque gobierna como si su opinión fuera la única verdadera, la palabra santa –, está muy lejos de Mussolini, que se inspiró en el Manifiesto Futurista, escrito por el poeta Marinetti. El futurismo amaba las máquinas más que a los seres humanos. Milei odia la cultura porque solamente puede venderle su plan a quien cree en milagros. La mística reemplaza a la racionalidad política.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Apenas comenzada la guerra, Zelensky empezó a llevar a los Parlamentos de los países europeos a ucronazis. El caso más escandaloso fue en Canadá, donde el primer ministro Trudeau estaba con Zelensky cuando el jefe de la Cámara de los comunes presentó a Yaroslav Hunka, de 98 años, como “un héroe ucraniano y canadiense” que luchó en la división Galicia en Ucrania, contra los rusos. Casi inmediatamente se enteraron que esa división estaba integrada por ex oficiales de las SS de Hitler. El gobierno canadiense presentó excusas, pero un SS ya había sido ovacionado en el Parlamento canadiense.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Podría decirse que en este mundo tanático en el que vivimos, al que curiosamente este país se integró con la revolución de la alegría de Macri, es un mundo de imágenes. Pero podría agregarse a eso que ya se ha dicho mil veces, que en este mundo distorsionado, distópico, en este mundo de delirios siniestros, en el que se bajan umbrales en una dirección espeluznante, las palabras también han quedado reducidas a imágenes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las palabras de las ultraderechas globales no tienen profundidad. No tienen contenido ni contexto ni etimología ni campo semántico. Las palabras de la ultraderecha son imágenes que se fijan como tales. ¿Alguien del exterior podrá creer que en toda la campaña ningún periodista mascota, que son los únicos con los que habla Milei, pero ninguno, le preguntó qué carajo era la “casta”?
¿Y la motosierra? ¿Y la licuadora? ¿Qué son? ¿Qué estamos, en preescolar que nos tienen que orientar con dibujitos? ¿Podría el señor presidente especificar alguna vez lo que tiene en mente?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“<i>Deutchland uber alles</i>”, la frase nazi que hizo que en el US Open el alemán Zverev detuviera un partido para que se expulsara al espectador que había gritado “lo inaceptable”. Quizá ese gesto de Zverev haya sido el hecho público y de masas más revulsivo y audaz para el nuevo establishment en estos dos años. Si no hubiese sido por la reacción más cultural que política de Zverev, la frase nazi hubiese pasado inadvertida, como pasan inadvertidos muchos tatuajes nazis que se volvieron códigos juveniles en las napas de esta parte del mundo. No importa el tatuaje. Lo que importa es que al estetizar el nazismo, en los cimientos del gran aparato cultural, se habilitan sus crímenes. No es necesario que el portador del tatuaje lo sepa. Funciona solo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También Hitler usó ese tipo de lenguaje que nunca termina de explicarse. Alemania sobre todo. Una frase de doble sentido. Alemania por encima de todo puede ser un llamado a dar la vida por la patria, pero el otro sentido es que Alemania estará por encima de todos los demás. El sentido nazi.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Milei está muy lejos que pretender decirnos Argentina sobre todo. Milei es él, la Argentina es una mierda y los argentinos no valen tres carajos. No nos dice que somos superiores, nos dice que él es superior. Usa su criptolenguaje como su armadura: le funcionó. Pero con la garrafa a diez lucas y los comedores sin comida, muy pronto la tela de araña que lo separa de la realidad se va a rasgar, y deberá escuchar amplificado y lacerante el grito de dolor de tantos y tantas a las que les está arruinando la vida, o a los que está matando, privándolos de sus tratamientos médicos o de sus medicamentos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esto que está pasando solo es posible cuando la humanidad de algunos grupos que pueden ser mayoritarios es negada desde un poder obsesionado con el exterminio. Cuando las personas son cosas, kukas, bultos, estorbos, y claro que como categoría histórica lo que padecemos no es ni fascismo ni nazismo, sino alianzas de lúmpenes con multimillonarios para llevar adelante algo que puede ser lo peor que nos ha pasado en nuestras vidas, y no me estoy olvidando de la dictadura.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estos totalitarismo del siglo XXI pueden llegar a ser incluso, no farsas, sino superaciones de crueldad en la desaparición del otro. En dos meses, Milei convirtió a tres millones y medio de personas de clase media en personas pobres.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde hace dos años, y con un clímax ahora en la Argentina, el imaginario nazi de encerrar al enemigo artificial en jaulas, en campos de concentración, en su propia mente habilitada para lo atroz, se ha desparramado como una lluvia tóxica de disvalores.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tenemos muchas razones para seguir creyendo en lo que creímos siempre, Milei no hace más que reconfirmarlo a cada instante. Y no será la mafia ni el fascismo los que nos saquen de eje. Le debemos la persistencia y la terquedad a nuestra memoria, porque ataques generalizados como éste no pueden ser tomados como posibles en democracia. Milei es imposible. </div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-85547612960226305372024-01-25T13:06:00.003-03:002024-01-25T13:07:13.946-03:00Paul Sweezy, un gran pensador económico del siglo XX<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1CcwQ4-aFCE89IeUi7fC1CTNGqn1AyHmCmAMP0xLy1g6GgPfYFty8-ydvsDkOTsN6nCPV2Ca2Fuoii9ZuYIIkaQBrDEU-9-n3liKEmGRkchyphenhyphendB0Yii7-biGvDX9JOJ4zGzB9sJTqM6WeiAXWEB7abqe1BLelb6irDJHLcJLR0gnuP0x7I7ejatO8Hsg9D/s1024/sweezy.jpg.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="791" data-original-width="1024" height="352" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1CcwQ4-aFCE89IeUi7fC1CTNGqn1AyHmCmAMP0xLy1g6GgPfYFty8-ydvsDkOTsN6nCPV2Ca2Fuoii9ZuYIIkaQBrDEU-9-n3liKEmGRkchyphenhyphendB0Yii7-biGvDX9JOJ4zGzB9sJTqM6WeiAXWEB7abqe1BLelb6irDJHLcJLR0gnuP0x7I7ejatO8Hsg9D/w456-h352/sweezy.jpg.webp" width="456" /></a></div><b><div><b><br /></b></div>John E. King</b><div><b>Socialismo y Democracia</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #660000; font-size: medium;">El economista marxista Paul Sweezy dedicó su vida a entender cómo funciona el capitalismo y cómo ha cambiado desde la época de Karl Marx. Los temas que abordó siguen siendo fundamentales para los socialistas de hoy.</span></b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Paul Sweezy fue uno de los economistas marxianos más distinguidos y controvertidos del siglo XX. Sweezy se ocupó de algunas de las cuestiones más vitales a las que se enfrentaban quienes querían comprender el capitalismo para superarlo. Aunque desempeñó un papel importante en la popularización de las ideas de Karl Marx, no se contentó con quedarse ahí y desarrolló su propio marco conceptual para explicar la forma en que evolucionaban las economías capitalistas durante las décadas de posguerra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sus dos libros más importantes, <i>La teoría del desarrollo capitalista</i> (1942) y <i>El capital monopolista</i> (1966), este último en coautoría con Paul Baran, provocaron una enorme literatura crítica y fueron traducidos a muchos idiomas. Los problemas a los que se enfrentó Sweezy para dar sentido al capitalismo de los últimos tiempos siguen siendo los mismos que la izquierda necesita resolver hoy en día, y su influencia sigue dejándose sentir en el mundo intelectual de la economía política radical.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">El camino de Sweezy hacia el marxismo</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Paul Marlor Sweezy nació en Nueva York el 10 de abril de 1910, hijo de un banquero de <i>Wall Street</i>. Se educó en la <i>Phillips Exeter Academy</i> y en la Universidad de Harvard, donde se graduó en 1931, sin haber recibido absolutamente ninguna enseñanza sobre Marx. En 1932-33, fue estudiante de posgrado en la <i>London School of Economics</i>, donde estudió economía liberal con Friedrich von Hayek y Lionel Robbins, pero también aprendió ideas políticas socialistas de Harold Laski.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando regresó a Estados Unidos en 1933, Sweezy se consideraba marxista, aunque, como veremos, esto no era en absoluto evidente en sus primeras publicaciones académicas. De vuelta a Harvard, Sweezy impartió un curso sobre socialismo con Edward S. Mason, y trabajó en su tesis doctoral bajo la supervisión de Joseph Schumpeter. Schumpeter sabía mucho de marxismo, aunque siempre fue profundamente crítico con él.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En 1938, <i>Harvard University Press</i> publicó la tesis doctoral de Sweezy sobre un antiguo cártel en la industria británica del carbón. Entre 1934 y 1942, Sweezy también trabajó para varias agencias del gobierno federal, ayudando a implantar el <i>New Deal</i> de Franklin Roosevelt, antes de incorporarse a la Oficina de Servicios Estratégicos (precursora de la CIA) para trabajar como investigador de oficina mientras duró la participación estadounidense en la Segunda Guerra Mundial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al final de la guerra, el péndulo político de Estados Unidos ya se inclinaba rápidamente hacia la derecha y Sweezy se dio cuenta de que no le concederían la titularidad si volvía a su puesto académico en Harvard. En este caso, su privilegiado entorno familiar le resultó útil y le permitió dimitir de Harvard, trasladarse a la granja familiar de New Hampshire y trabajar como académico y periodista radical independiente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Junto con su amigo Leo Huberman, fundó la revista socialista independiente <i>Monthly Review</i>, que dirigió desde su primer número en mayo de 1949 hasta su jubilación efectiva en marzo de 1997. Sweezy nunca volvió a ocupar un puesto universitario a tiempo completo, aunque a menudo fue contratado como profesor invitado. Murió a la edad de noventa y tres años el 27 de febrero de 2004.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Primeras contribuciones</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las primeras publicaciones académicas de Sweezy tuvieron poco o nada que ver con el marxismo, pero en cambio hicieron importantes contribuciones intelectuales a la literatura sobre la economía dominante. Su primer artículo en una revista fue una extensa y muy crítica revisión de la Teoría del Desempleo de A. C. Pigou, que explicaba el desempleo en términos pre-keynesianos, como resultado de las excesivas demandas de salarios reales por parte de los trabajadores.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sweezy no tardó en revelarse como un keynesiano entusiasta, abogando por un aumento del gasto público financiado mediante déficits presupuestarios en respuesta a la «segunda depresión» de 1937-38. También estableció un caso microeconómico para la teoría del desempleo de John Maynard Keynes en un breve pero original artículo de 1939 publicado en el <i>Journal of Political Economy</i>. Una empresa oligopolística, sostenía Sweezy, se enfrentaba generalmente a una curva de demanda curvada y, por tanto, también a una discontinuidad vertical en su curva de ingresos marginales. Lo mismo ocurriría con su curva de producto marginal (demanda de mano de obra).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se trataba de una pieza impresionante de la teoría económica neoclásica original, basada en la idea de que las ventas del producto del oligopolista caerían mucho más rápido si el precio subiera de lo que aumentarían si el precio se redujera. Lo mismo ocurriría, sugería, con los niveles de empleo de la empresa si los salarios subían o bajaban. En estas condiciones, los recortes de los salarios reales no tendrían ningún efecto sobre el empleo. El aumento del empleo sólo se produciría si la curva de demanda de productos se desplazara hacia arriba, lo que a finales de los años treinta requería la aplicación de políticas macroeconómicas keynesianas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">La teoría del desarrollo capitalista</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las implicaciones del declive de la competencia en las economías capitalistas avanzadas ocupan un lugar destacado en La teoría del desarrollo capitalista, publicada en 1942. Se convirtió en una exposición enormemente influyente de la teoría económica marxiana. El libro consta de cuatro partes, las tres primeras dedicadas a la exposición de las ideas de Marx y la última al análisis del propio Sweezy de la fase monopolista del desarrollo capitalista.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la Parte I, «Valor y plusvalía», Sweezy comienza exponiendo la metodología subyacente de Marx. A continuación, ofrece una explicación sutil y original de los problemas de valor «cualitativo» y «cuantitativo» que Marx distinguía, siendo el primero el de las relaciones entre productores y el segundo el de las relaciones entre sus productos. Las cuestiones del trabajo abstracto y del fetichismo de las mercancías se plantean en el primer caso, y la determinación de los valores de cambio relativos de las mercancías en el segundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La Parte II, «El proceso de acumulación», trata del análisis de Marx de la reproducción simple y ampliada, centrándose en la creación y constante reposición de un «ejército de reserva» de desempleados, la tendencia a la caída de la tasa de ganancia y la transformación de los valores del trabajo en precios de producción. Sweezy critica el tratamiento que da Marx tanto a la caída de la tasa de ganancia como al problema de la transformación. Aunque la cuestión cualitativa del valor sigue siendo fundamentalmente importante, sugiere, no puede decirse lo mismo de la cuestión cuantitativa: «El mundo real es un mundo de cálculos de precios; ¿por qué no tratar en términos de precios desde el principio?».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la Parte III, «Crisis y depresiones», Sweezy comienza apoyando el rechazo de Marx a la Ley de Say, según la cual la oferta agregada crea su propia demanda agregada y, por tanto, una tendencia intrínseca al pleno empleo. Esto le lleva a enfatizar los problemas que tienen los capitalistas para «realizar» la plusvalía contenida en sus mercancías en forma de beneficios monetarios, debido a la deficiente demanda agregada efectiva.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pone gran énfasis en el análisis de Marx de las crisis de subconsumo, que son causadas (como el propio Marx dijo), por «la pobreza y el consumo restringido de las masas». Sweezy hace un análisis detallado de los modelos de reproducción que Marx expuso en el volumen II de El Capital y adorna un modelo matemático formal del subconsumo tomado de la obra del teórico austriaco Otto Bauer.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Concluye, en la Parte IV, «El imperialismo», evaluando las perspectivas de prosperidad capitalista en la última etapa de su desarrollo. Según Sweezy, el capitalismo monopolista se caracteriza por la creciente concentración y centralización del capital, el surgimiento de corporaciones gigantescas y el crecimiento de cárteles, trusts y fusiones. La demanda efectiva se ve sometida a una gran presión, sostiene, ya que las nuevas inversiones se limitan a defender la tasa de beneficio y el crecimiento de los salarios reales disminuye, lo que refuerza la tendencia al subconsumo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, también hay una fuerte tendencia al aumento de diversas formas de consumo improductivo, debido al enorme incremento de los costes de venta, y al aumento del gasto público. Aquí Sweezy se basa en la obra de Vladimir Lenin para explicar el auge del nacionalismo, el militarismo y el racismo en lo que el líder soviético consideraba la etapa final e imperialista del capitalismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Sweezy y Baran</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sweezy siguió reflexionando y publicando sobre estas cuestiones hasta el final de su vida. En el proceso, fue responsable de una importante aportación a la literatura en lengua inglesa sobre economía política marxiana. Se trata de su edición de 1949 de los textos clásicos sobre el problema de la transformación de Eugen von-Böhm-Bawerk, Rudolf Hilferding y Ladislaus von Bortkiewicz. La crítica de este último a los marxistas resultó ser extremadamente influyente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sweezy también publicó una cuidadosa y comprensiva descripción de los puntos de vista subconsumistas de Rosa Luxemburg. Mientras tanto, sus propias ideas seguían evolucionando, bajo la influencia de dos importantes keynesianos de izquierda, el polaco Michał Kalecki y el economista austriaco Josef Steindl. Tanto Kalecki como Steindl analizaron las conexiones entre el creciente poder de los monopolios y el aumento de la inestabilidad económica.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, la principal contribución del propio Sweezy se produjo casi un cuarto de siglo después de la aparición de La teoría del desarrollo capitalista, con la publicación de la que fue, con diferencia, su obra más vendida, El capital monopolista, en 1966. Su coautor fue un refugiado de la Rusia de Stalin, Paul Alexander Baran, que llegó a Harvard en 1939 con una carta de recomendación del economista polaco Oskar Lange.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la URSS, Baran había estudiado en el Instituto Plejánov y, casi con toda seguridad, adquirió de su director, Yevgeny Preobrazhensky, su interés de toda la vida por la etapa monopolista del capitalismo. Además de las ideas de Preobrazhensky, Baran aportó algo propio al proyecto del Capital Monopolista. Lo más importante es que el concepto de excedente económico —«la diferencia entre lo que produce una sociedad y el coste de producirlo»— era suyo y no de Sweezy.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También lo era la distinción entre el excedente real y el potencial, que señalaba claramente la naturaleza despilfarradora del capitalismo avanzado a medida que el excedente realmente producido se quedaba cada vez más lejos del máximo posible. Este elemento crítico, que probablemente debía algo al tiempo que Baran pasó en Alemania estudiando en la Escuela de Frankfurt, le permitió hacer hincapié en las dimensiones culturales e ideológicas del capitalismo, que se analizan en las ochenta páginas finales de <i>El capital monopolista</i>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El enfoque de Baran sobre la explotación del Tercer Mundo era también más agudo que el de Sweezy. Argumentaba que la extracción del excedente de las zonas atrasadas del mundo ayudaba tanto a explicar la pasividad de la clase obrera occidental, que había sido comprada con una pequeña parte de los beneficios, como a demostrar el potencial revolucionario del campesinado en los territorios coloniales y excoloniales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">El capital monopolista</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sweezy publicó El capital monopolista dos años después de la muerte de Baran. Como su título indica, se basó en gran medida en la literatura sobre la corporación gigante contemporánea, capaz de eliminar la competencia de precios y ampliar los márgenes de beneficio. La consecuencia fue una fuerte tendencia al aumento del excedente como proporción de la producción total, intensificando el problema del subconsumo en el que Sweezy se había centrado desde 1942.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el libro sigue un extenso debate sobre las formas en que podría absorberse el aumento del excedente, que incluyen el aumento del consumo y del gasto en inversión por parte de los capitalistas, el aumento del gasto militar, el crecimiento del gasto civil por parte del Estado y una mayor actividad militar e imperialista en general. El modelo macroeconómico implícito en El Capital Monopolista es esencialmente keynesiano y se basa en gran medida en el papel económico de lo que llegó a conocerse como «keynesianismo militar».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para Sweezy y Baran, las consecuencias políticas de este análisis eran tajantes: cualquier esperanza para el mundo, concluían, dependía en gran medida de los «pueblos revolucionarios» de países como Vietnam, China, Cuba y Argelia, es decir, de las perspectivas de revolución fuera de las naciones capitalistas avanzadas. Las opiniones de Sweezy sobre el socialismo habían cambiado significativamente desde 1942, cuando todavía era un decidido partidario del comunismo soviético y esperaba que se estableciera algo muy similar en Estados Unidos, aunque nunca se afilió al Partido Comunista de Estados Unidos, que consideraba excesivamente dogmático en su postura ideológica.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las simpatías de Sweezy estaban ahora más con la China maoísta que con la URSS, ya que creía que Mao había conservado el fervor revolucionario que habían abandonado Nikita Jruschov y sus socios soviéticos. Sin embargo, con la muerte de Mao y la victoria de los «capitalistas de la carretera», primero en China y luego de forma más generalizada tras la desintegración de la Unión Soviética a principios de la década de 1980, renunció a su oposición casi de por vida al reformismo y terminó su vida como la había empezado, como socialdemócrata de izquierdas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Durante las tres décadas posteriores a la publicación de El capital monopolista, Sweezy se dio cuenta de que su tratamiento del sector financiero había sido inadecuado. Mientras que él y Baran habían asumido que la gestión empresarial era en gran medida inmune a las presiones del mercado financiero, el sistema capitalista se había movido desde entonces en una dirección muy diferente, con adquisiciones y la amenaza de adquisiciones ejerciendo una profunda influencia en el pensamiento y el comportamiento empresarial.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En sus últimos escritos, Sweezy admitió que su anterior análisis de la acumulación de capital había sido unilateral e incompleto, prestando muy poca atención a la interacción de sus aspectos reales y financieros. Pero no se comprometió con otras corrientes de la teoría macroeconómica —por ejemplo, con la «hipótesis de la inestabilidad financiera» postkeynesiana expuesta por Hyman Minsky— ni consideró seriamente la posibilidad de que en la década de 1970 hubiera comenzado una nueva etapa competitiva y neoliberal del desarrollo capitalista, que socavó el poder monopolista y puso en duda la ley del excedente creciente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una evaluación comprensiva de la notable carrera intelectual de Sweezy, que se extendió a lo largo de más de seis décadas, tendría que concluir, por tanto, que puso de relieve muchos de los dilemas a los que se enfrentaron los economistas políticos marxianos del siglo XX. En un ensayo de 2004 del que fui coautor con Mike Howard, terminamos nuestra valoración de la obra de Sweezy enumerando cinco de ellos:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Cuál era la causa principal de las crisis económicas: la producción de plusvalía o su realización? ¿El sistema capitalista se enfrentaba a un crecimiento cíclico vigoroso pero inestable o a un estancamiento? ¿Debía analizarse en términos de valores laborales o de precios de mercado? ¿Podría la planificación central sustituir por completo al mercado en el socialismo? ¿Era el Estado capitalista un adversario de clase o un agente potencial de reforma social?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estas exigentes preguntas siguen acechando a la izquierda hoy en día, y el fracaso de Paul Sweezy a la hora de dar respuestas convincentes a algunas de ellas no es de extrañar. Sin embargo, ello no debería desacreditar la obra de un pensador socialista verdaderamente notable.
</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-58163995694697373812024-01-14T12:38:00.005-03:002024-01-14T12:42:34.708-03:00Jean-Luc Mélenchon: "Todos deberíamos darle las gracias a Sudáfrica"<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhegEQMIiHhq_bYtjbpzDuO14u-QCa3F1RI7AvCJCKTUthKQ28bwaifW5g_EOuaX1oJmdllxNiDhEO7tf7bZ9qb4py-nOX1rhBJQcPggbD0Im-Xy299n2D0yB9R6ocYZdpHYOZRqLjieyWnyrYLaztbFPCKE1rxv2LTCaJZ8pxxikOvAvKiniHkxhKFe6zB/s960/Genocidio%20sionista.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="314" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhegEQMIiHhq_bYtjbpzDuO14u-QCa3F1RI7AvCJCKTUthKQ28bwaifW5g_EOuaX1oJmdllxNiDhEO7tf7bZ9qb4py-nOX1rhBJQcPggbD0Im-Xy299n2D0yB9R6ocYZdpHYOZRqLjieyWnyrYLaztbFPCKE1rxv2LTCaJZ8pxxikOvAvKiniHkxhKFe6zB/w471-h314/Genocidio%20sionista.jpg" width="471" /></a></div><p></p><div><b>Jean-Luc Mélenchon</b></div><div><b>Socialismo y Democracia</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras los abogados de Sudáfrica presentaban este jueves 11 de enero sus argumentos contra el genocidio israelí, sólo un puñado de personas fueron admitidas en la tribuna del público de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), entre ellas el tres veces candidato a la presidencia de Francia, Jean-Luc Mélenchon.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mélenchon, crítico de izquierdas con el apoyo de París a Israel, promueve lo que denomina una política exterior «no alineada», basada en la defensa del derecho internacional. Tras hacer cola desde primera hora de la mañana para presenciar los procedimientos, Mélenchon compartió su opinión sobre lo que presenció en la sala.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Acabamos de terminar la primera sesión del recurso ante la Corte Internacional de Justicia. Hoy era el día en que los demandantes, por así decirlo, presentaban su caso ante el tribunal. Sudáfrica es el actor del momento, antes de que el gobierno de Benjamin Netanyahu tenga que responder al caso mañana.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esto por sí solo es un gran momento. ¿Por qué? Porque estamos tan inmersos en la espantosa y vergonzosa situación que todos conocemos ya. Digo que es vergonzosa porque el grupo de grandes países que sermonea al mundo entero en cada oportunidad, pidiendo sanciones contra tal o cual Estado, ahora se ha callado y está permitiendo lo que es, como mínimo, un número creciente de crímenes de guerra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que Sudáfrica está diciendo es que, más que una serie de crímenes de guerra, estamos ante algo cualitativamente diferente. Como firmante de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, está diciendo que se trata de genocidio. Dejaré de lado por el momento las consideraciones puramente jurídicas y me ceñiré a eso. Entonces, ¿por qué es un gran momento? Porque es el retorno de la humanidad. Sólo vemos a este pueblo humano a través del derecho internacional, a través de la acción colectiva.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El derecho internacional puede ser imperfecto. Pero al menos existe y aquí estamos en un lugar para tener un argumento, un contraargumento y un juicio, que luego debe ser respetado. Todo el mundo sabe que si este tribunal concluye que, efectivamente, hay actos que presentan el riesgo de genocidio, entonces obviamente esto cambiaría completamente la situación política y legal para todos aquellos que de alguna manera están ayudando al gobierno de Israel en su operación militar en Gaza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay un punto que hay que entender, de cuyas sutilezas no era consciente antes de llegar aquí. La pregunta esencial ante el tribunal es, básicamente, ¿se trata de un genocidio o no? Pero eso no es lo que el tribunal tiene que decidir ahora. Esa cuestión más amplia será juzgada por sus méritos, y llevará tiempo. Pero en este momento, el tribunal se está pronunciando sobre la solicitud de «medidas provisionales» [para prevenir el genocidio, lo que requeriría una acción inmediata, tal vez incluyendo un alto el fuego].</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por eso, en primer lugar, debemos dar un millón de gracias al gobierno sudafricano por tomar esta iniciativa. Como uno de los representantes de un país que no ha hecho esta petición, puedo asegurarles que no me siento muy orgulloso de ello en estos momentos. La convención sobre el genocidio también fue firmada por Francia: la forma en que funciona es que los firmantes pueden tomar medidas y pedir a otro firmante de la convención que rinda cuentas de sus actos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así pues, lo que el tribunal tiene que decidir es si toma las medidas provisionales solicitadas por Sudáfrica en beneficio de los palestinos y de la población de Gaza. Si hay factores que sugieren que esto va a acabar en genocidio, entonces el tribunal tiene competencia para decir «alto» y tomar una decisión. No sería la primera vez, y éste no es un caso especial. El tribunal ya se ha pronunciado sobre casos similares en los que existía la misma acusación de genocidio, por ejemplo contra los pueblos rohingya. En el magnífico caso que Sudáfrica ha presentado esta mañana se citaban varios antecedentes de este tipo. La decisión se tomará rápidamente, ya que se trata de medidas provisionales contra una masacre de consecuencias irreparables.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Se han añadido muchos documentos al expediente, y los expertos y activistas aquí presentes, son conscientes del número de muertos, de la implacabilidad del asalto israelí. Lo que me ha sorprendido especialmente es hasta qué punto las propias autoridades israelíes han utilizado el lenguaje del genocidio. Se puede ver la violencia de sus comentarios. Los hizo en particular Netanyahu, pero también su ministro de Justicia, su ministro de las Fuerzas Armadas y el jefe de las Fuerzas Armadas. No se trata sólo de que una persona, en un momento de emoción, hiciera comentarios de naturaleza genocida. Si yo fuera un hombre religioso, me escandalizaría oír a Netanyahu utilizar la Biblia para recomendar masacrar a todo el mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así que hubo muchas citas, muchos ejemplos que demostraban que, sobre la base de estas incitaciones en la cúpula del Estado, incluso entre las tropas, individualmente, la gente se sentía investida de una misión genocida, diciendo que debemos matarlos a todos, que no hay inocentes, incluidas las mujeres y los niños. Fue un momento muy fuerte.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para mí, después de haber visto esta violencia desenfrenada durante tanto tiempo, cuando entras en un entorno legal es casi un momento de reconciliación con la humanidad. De repente, vuelves a tratar con un pueblo humano cuyos derechos están garantizados. Tal vez ese no vaya a ser el resultado inmediato, pero significa mucho. Y no tenemos otra opción. Si no queremos la ley del más fuerte, entonces necesitamos la ley internacional. Por eso se ha defendido tan brillantemente la causa palestina esta mañana, porque partimos de hechos probados y documentados. Después, el tribunal juzgará hasta qué punto están probados, pero eran hechos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No se trataba de discursos ideológicos, aunque había un cierto compromiso por parte de Sudáfrica, que remontaba la historia de este momento no al 7 de octubre, sino al principio, al final de la Segunda Guerra Mundial. Aquí, en el tribunal, todo el mundo hablaba en los términos del derecho internacional, de las Naciones Unidas, de las posiciones adoptadas por el secretario General. En resumen, estábamos en un camino trillado. Creo que para nosotros es un verdadero punto fuerte en el que basarnos, porque nos permite establecer la coherencia de ciertos principios políticos. No es que un día seamos de tal o cual punto de vista y al día siguiente, ante una situación similar, nos neguemos a ver nada. Eso es el «campismo», la lógica según la cual, por estar alineado con tal o cual bando, simplemente te pones detrás del líder correspondiente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mi posición, y la de <i>La France Insoumise</i>, es la no alineación. Eso no significa replegarse en una cómoda posición de equidistancia o neutralidad. Se trata más bien de comprometerse con principios que siguen siendo coherentes, sean quienes sean los actores implicados. Así pues, todos los crímenes de guerra deben ser condenados. Como dijo muy rotundamente uno de los abogados: sea cual sea el motivo, sea cual sea la acusación del bando contrario, sea cual sea la situación, y estemos en paz o en guerra, nada justifica el genocidio. Nunca, bajo ninguna circunstancia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El papel de un país civilizado, especialmente de uno que ha firmado convenciones, es respetar su propia palabra y los compromisos que ha contraído. Creo que lo que se está diciendo aquí, si se difunde ampliamente, animará a mucha gente a tomar partido. Porque uno de los argumentos más brillantes que oí en la sala fue el de unos médicos que, antes de abandonar un hospital, escribieron en una pizarra: «Hicimos lo que pudimos. Recuérdennos». Y el abogado dijo: «¿Quién va a poder mirarse al espejo mañana? Porque sean cuales sean los acontecimientos del día, los altibajos, todos sabemos a qué atenernos y sabemos que se trata de una masacre. No una masacre ‘desproporcionada’: esa palabra no encaja. Porque ninguna masacre es proporcionada, ningún genocidio es proporcionado».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así pues, creo que la condena moral que encierra esta situación tiene verdadera fuerza. Pido a todos los que comparten mis convicciones, mi compromiso, que se impliquen. Participen en manifestaciones, firmen peticiones, sigan a los líderes históricos de este movimiento, entre los que no me encuentro. Hay gente como Salah Hamouri, como otros que siempre han militado en esta causa. Y escuchen. Todo lo que dicen es importante, porque os ayuda a formaros vuestras propias convicciones y a educaros. Nunca se educará lo suficiente sobre el derecho internacional y el respeto de la paz entre las naciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En este momento, sabemos que este juicio ya ha tenido un primer resultado, en las declaraciones de los portavoces israelíes y estadounidenses. Aunque no creamos en su sinceridad, se han visto obligados a dejar de decir las cosas que decían al principio de esta historia.
Así que creo que ese ya es un primer resultado. Pero más allá de eso, esta vista judicial tuvo lugar. Eso en sí es una victoria de la humanidad, contra la ley del más fuerte.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-32235343861801046982024-01-06T10:39:00.003-03:002024-01-06T10:39:56.013-03:00Horror absoluto: Guernica, el gueto de Varsovia y ahora Gaza<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiueQHwY25nHq9CZtzGsUdjgYnMyvPv91k1rn7-aYNgEBfuKL6B6ILfuDvhgjDzLUneoJKIpQLuDVk9git3a-CAe4Y5ogzJePPbragDHHOfR5tcqf1oh4P-bU3bomUNHUWukEsNUY9dPRV8CzmEQcEEldNMufT7BxwaVYlfh9cbl8DZMT0WOhtP3kVWrk2S/s680/Gaza.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="399" data-original-width="680" height="323" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiueQHwY25nHq9CZtzGsUdjgYnMyvPv91k1rn7-aYNgEBfuKL6B6ILfuDvhgjDzLUneoJKIpQLuDVk9git3a-CAe4Y5ogzJePPbragDHHOfR5tcqf1oh4P-bU3bomUNHUWukEsNUY9dPRV8CzmEQcEEldNMufT7BxwaVYlfh9cbl8DZMT0WOhtP3kVWrk2S/w550-h323/Gaza.jpg" width="550" /></a></div><p></p><div><b>Melvin Goodman</b></div><div><b>CounterPunch</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">El bombardeo nazi de Guernica, ciudad vasca del norte de España, tuvo lugar en 1937, durante la Guerra Civil española. Los alemanes estaban probando su nueva fuerza aérea y sus bombas mataron o hirieron a un tercio de los 5.000 habitantes de aquella localidad. Pablo Picasso captó la agonía de Guernica en un cuadro que se considera la más emotiva y poderosa expresión antibelicista. El cuadro muestra el sufrimiento causado por la guerra moderna y trasmitió las atrocidades de la Guerra Civil española a un público internacional.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el caso de Palestina, probablemente Picasso habría utilizado la destrucción de los hospitales de Gaza para representar el terror y el horror del uso de artillería pesada por parte de Israel. Al igual que el bombardeo nazi de Guernica tenía un objetivo perverso, el uso que Israel hace de su fuerza aérea es perverso en su destrucción de la infraestructura de Gaza, de hecho de la propia Gaza. El uso de bombas de media y una tonelada suministradas por Estados Unidos desmiente la afirmación de Israel de que el objetivo principal de la guerra es destruir a Hamás.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El objetivo principal de la guerra de Israel es destruir la propia Gaza; es el último paso de los constantes esfuerzos realizados por Israel durante 75 años para desplazar a los palestinos que habitan desde el río hasta el mar. El gabinete de guerra derechista y el ejército de Israel y no están apuntando a Cisjordania, donde el número de muertos va en aumento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El gueto de Varsovia albergaba a 350.000 judíos que, como los habitantes de Gaza, sobrevivían al hambre y la enfermedad cuando los nazis iniciaron su campaña de liquidación. Tras concentrar allí a los judíos, los nazis desplegaron tanques y artillería pesada para destruir a los 50.000 supervivientes y arrasar todos los edificios, hasta que el gueto de Varsovia dejó de existir. La destrucción israelí de Gaza está diseñada para garantizar que los palestinos no tengan un lugar donde vivir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El <i>New York Times</i> y el <i>Washington Post</i> han desmentido la afirmación de Israel de que el hospital al-Shifa de Gaza estaba directamente implicado en las actividades de Hamás y que los edificios del complejo al-Shifa estaban situados sobre túneles subterráneos que se utilizaban para dirigir ataques con cohetes y dirigir a los combatientes. El análisis del <i>Post </i>demostró que «las habitaciones conectadas a la red de túneles… no mostraban indicios inmediatos de uso militar por parte de Hamás»; «ninguno de los cinco hospitales parecía estar conectado a la red de túneles»; y que no había «ninguna prueba de que se pudiera acceder a los túneles desde el interior de las salas del hospital». Los israelíes mintieron y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) corroboró sus mentiras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En general, los principales medios de comunicación siguen ayudando a los propagandistas israelíes a presentar sus argumentos a la audiencia internacional. Los medios estadounidenses se refieren constantemente al asesinato el mes pasado de tres rehenes israelíes por el ejército israelí como «accidental». No hubo nada «accidental» en su muerte; fue intencionada, ya que los rehenes iban sin camiseta, llevaban una bandera blanca, levantaban las manos, hablaban hebreo y colocaban avisos de SOS, además de garabatear «¡Socorro! 3 rehenes» en hebreo en las paredes cercanas. Puede que el tiroteo fuera «erróneo», pero no fue «accidental». Los soldados israelíes pretendían matar a los tres hombres; simplemente no sabían que eran israelíes. El padre de una de las víctimas preguntó conmovido por qué los soldados no se limitaron a dispara a su hijo en la pierna.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La matanza apunta a un incumplimiento ético de las tropas, según Ron Ben-Yishal, columnista jefe de seguridad nacional del periódico Yediot Ahronot, que ha informado sobre todas las guerras de Israel desde la Guerra de los Seis Días de 1967. Estos incumplimientos son previsibles a la vista del racismo israelí hacia los palestinos. La ex primera ministra Golda Meir los calificó de «cucarachas» antes de la guerra de octubre de 1973. El ministro de Defensa Yoav Gallant ha descrito a los palestinos como «animales humanos» y ha dicho que «actuamos en consecuencia». De este modo, Gallant justifica el crimen de guerra israelí que supone cortar los alimentos y el agua a los residentes de Gaza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los medios de comunicación estadounidenses han apoyado la versión de Israel de que los disparos contra los rehenes se debieron al «miedo y la confusión» causados por la «guerra de trampas y engaños» de Hamás, lo que hizo que las «tropas israelíes se asustaran y no se lo pensaran a la hora de disparar» (<i>The Washington Post</i>, 24 de diciembre de 2023). Al menos, los israelíes están investigando la matanza y contarán con la ayuda de un perro de combate con una cámara GoPro que grabó las voces de las tres víctimas. Por supuesto, si estas hubieran sido palestinas no habría habido publicidad, y mucho menos una investigación. Nunca sabremos cuántos palestinos inocentes han sido asesinados de forma similar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El propio Estados Unidos apoya a Israel vetando o absteniéndose en todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que critican a Israel. Desde la Guerra de Octubre de 1973, Estados Unidos ha vetado más de 50 medidas. Cuando el Gobierno de Obama se abstuvo [sin oponerse] de una resolución de 2017 que declaraba ilegales los asentamientos israelíes en Cisjordania, hubo considerables críticas en el Congreso. El mes pasado Estados Unidos incluso se abstuvo en una resolución de la ONU que simplemente apoyaba ayuda humanitaria adicional para Gaza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras tanto, Estados Unidos no ha criticado el asesinato por parte de Israel de más de 70 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, en su mayoría palestinos, lo que supone el conflicto más letal para los periodistas jamás registrado por el Comité para la Protección de los Periodistas. Los israelíes también han matado a más de una docena de escritores y poetas palestinos, así como a más de cien cooperantes internacionales, algunos de ellos junto a sus familiares.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El Secretario de Estado Antony Blinken, uno de los principales apologistas de Israel, se ha limitado a afirmar que «queremos asegurarnos de que se investiga, de que entendemos lo que ha ocurrido y hay rendición de cuentas». El asesinato de periodistas es un intento israelí de asegurarse de que el resultado de la guerra de Israel no se registra con exactitud. Incluso el <i>Post </i>se refirió a las declaraciones de Blinken como «una respuesta nada honesta».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El legado de Netanyahu está asegurado. Cuando en el futuro se hable y analice Guernica, el gueto de Varsovia y Gaza, los nazis y Benjamin Netanyahu serán condenados de modo similar.
Mientras tanto, todos los estadounidenses tienen mucho que aprender. El presidente Biden debería pensar en la derrota del vicepresidente Hubert Humphrey ante Richard Nixon en las elecciones presidenciales de 1968 por su tardía oposición a la guerra de Vietnam. Y para comprender mejor el apartheid israelí y la miserable vida de los palestinos en Cisjordania, lea «<i>Un día en la vida de Abed Salama: Autonomía de una tragedia de Jerusalén</i>», de Nathan Thrall.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-49789111112602573932023-12-30T10:51:00.004-03:002023-12-30T10:54:18.806-03:00Feliz año 2024 !!<p> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAcAK6p-KEdTf_gVvZe13UFMG1FEPSn2Cb8qrTz9vRtI__qEPzSfOXHRiPSLXgh6tkr8xUtkvyJdKRP8EBYL8aPDmefZjN_vGqrY_htzCDmfCyswxMSclq-bD-Y7ga_I4vCSsSdGOEvh0LHY6lxJb9gGFSIySD2TTxBChfmnYqZ0f7JPuFqw1IlTOgQqft/s1200/FELIZ-A%C3%91O-NUEVO-2024-.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="675" data-original-width="1200" height="318" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAcAK6p-KEdTf_gVvZe13UFMG1FEPSn2Cb8qrTz9vRtI__qEPzSfOXHRiPSLXgh6tkr8xUtkvyJdKRP8EBYL8aPDmefZjN_vGqrY_htzCDmfCyswxMSclq-bD-Y7ga_I4vCSsSdGOEvh0LHY6lxJb9gGFSIySD2TTxBChfmnYqZ0f7JPuFqw1IlTOgQqft/w566-h318/FELIZ-A%C3%91O-NUEVO-2024-.jpg" width="566" /></a></p><p style="text-align: left;"><b style="background-color: white; color: #660000; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: large; text-align: justify;">A pesar de los nubarrones que amenazan en el horizonte de nuestra región y del planeta, con el nuevo año siempre renovamos la esperanza en mejores días, con mucha salud, paz, amor y felicidad. Les deseo a todas mis amigas y amigos lectores un 2024 lleno de alegrías, triunfos y realizaciones !! </b></p>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-4317841742721047832023-12-26T12:21:00.004-03:002023-12-28T18:15:55.745-03:00El gobierno de Lula navega sobre aguas turbulentas<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheZoTfh86LxdZlJHR9kfBt9YdIiy6_D359VPrxbuBh4GRg5BhBBg0eu_Qus0pOLTKqtsgDHoLSODlLT0sVcrzGBdUp1KTu5_C0OtZMUu2nKaK_9kKyhrRj6GFs34jA9WaCi_9DwDfreqlb8VPqf6ZtNNSvKLPID7jYO9Y9cifE7Pzqw6YOEfIqtyF-IebY/s960/Lula.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="960" height="292" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheZoTfh86LxdZlJHR9kfBt9YdIiy6_D359VPrxbuBh4GRg5BhBBg0eu_Qus0pOLTKqtsgDHoLSODlLT0sVcrzGBdUp1KTu5_C0OtZMUu2nKaK_9kKyhrRj6GFs34jA9WaCi_9DwDfreqlb8VPqf6ZtNNSvKLPID7jYO9Y9cifE7Pzqw6YOEfIqtyF-IebY/w519-h292/Lula.jpg" width="519" /></a></div><br /><b>Fernando de la Cuadra</b><div><b>Socialismo y Democracia</b></div><div><br /></div><div style="text-align: right;"><i>Tentei te entender. Você não soube explicar</i></div><div style="text-align: right;"><i>Fiz questão de ir lá ver. Não consegui enxergar</i></div><div style="text-align: right;"><i>Desempregado, despejado, sem ter onde cair morto</i></div><div style="text-align: right;"><i>Endividado sem ter mais com que pagar</i></div><div style="text-align: right;"><i>Nesse país, nesse país, nesse país</i></div><div style="text-align: right;"><i>Que alguém te disse que era nosso...</i></div><div style="text-align: right;"><i><br /></i></div><div style="text-align: right;"><b>Perplexo, Os Paralamas do Sucesso</b></div><div><br /></div><div><b><span style="font-size: medium;">Un año sin mucho para celebrar</span></b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">El próximo 1 de enero se cumple el primer año desde que asumió el presidente Lula da Silva. En este periodo el gobernante brasileño pudo cumplir con algunas de sus propuestas de campaña, pero para ello ha tenido que renunciar a la construcción de un gobierno efectivamente progresista en el ámbito económico, político, social, cultural y ambiental.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El llamado “presidencialismo de coalición” le ha implicado a Lula sufrir algunas derrotas que resultan de la cada vez más amplia plataforma de apoyo entre los partidos que componen su actual administración. Con el objetivo de asegurar la estabilidad institucional y la sacrosanta gobernabilidad, el mandatario fue incorporando hasta a los más tradicionales partidos de la derecha brasileña, como Unión Brasil, Partido Social Democrático (PSD), Partido Progresista (PP), Republicanos o Partido Laborista Brasileño (PTB).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Inconsistente con el electorado y la base social que le dio sustento en octubre de 2022, el gobierno tuvo que renunciar a las expectativas que existían en torno a su programa original para iniciar -desde antes de asumir su mandato- una rueda interminable de negociaciones con los sectores de derecha que amenazan permanentemente con boicotear su gestión de no obtener los beneficios que creen “merecer” por parte del Ejecutivo. (<i>Los principales escollos del gobierno Lula</i>).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Electo a partir de la construcción de una concertación con partidos de izquierda y centro izquierda, los correligionarios del presidente representan solamente a un cuarto de los asientos en el Congreso, es decir, el gobierno posee una correlación de fuerzas bastante desfavorable para impulsar su agenda programática en el campo político.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Solo para ayudar a la memoria, es bueno recordar que, en el segundo turno de las elecciones del 30 de octubre de 2022, el candidato Lula da Silva triunfó solamente con el 50.9 por ciento de los votos válidos que representaron poco más de 60 millones de sufragios, ganando por una margen muy estrecha con relación a su contendor de la extrema derecha.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No deja de ser intrigante saber que 58 millones de brasileños votaron por Jair Bolsonaro, que ha sido el presidente con peor desempeño desde la redemocratización en 1985. No solo su administración dejó un legado de casi 700 mil muertes a causa de la pésima gestión de la pandemia del Covid19, como también su mandato será reconocido en la historia brasileña como aquel que provocó la mayor destrucción de los sistemas de protección social, el exterminio de los pueblos originarios, la devastación ambiental, el apoyo incondicional a las milicias o el ataque violento a las minorías y la diversidad sexual.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A pesar de su triunfo – con un desempeño que frustró las expectativas en torno a su candidatura- las alianzas que consiguió construir el pacto democrático no han sido suficientes para proporcionarle a Lula las articulaciones necesarias para implementar su programa con tranquilidad y fluidez. Eso se debe en gran medida al hecho de que, en las elecciones de gobernadores, senadores y diputados, la derecha y la extrema derecha obtuvieron una significativa representación a lo largo y ancho del país.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Varios ministros de Bolsonaro consiguieron escaños en la Cámara y el Senado y los cuatro estados más importantes de la República (Sao Paulo, Rio de Janeiro, Minas Gerais y Rio Grande do Sul) poseen gobernadores cercanos o militantes de la extrema derecha. Eso sin contar con las presiones que sufre constantemente de parte de unas Fuerzas Armadas con vocación golpista, de los empresarios retrógrados, de los sectores del agronegocio, de los conglomerados extractivistas, de los especuladores financieros, de las iglesias pentecostales o de las milicias que controlan parte del territorio de las grandes capitales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En este escenario de presiones y chantajes, el Parlamento acaba de aprobar el presupuesto del próximo año el que incluye la escandalosa cifra de 53 mil millones de reales (algo así como 11 mil millones de dólares) para obras propuestas y elegidas por sus diputados y senadores. Esta descomunal cifra de enmiendas parlamentarias es similar a aquella que el gobierno debería invertir en todos los proyectos diseñados para el próximo año.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dichos recursos son la moneda de cambio que poseen los congresistas para reproducirse en sus reductos electorales, ignorando casi siempre las prioridades del gobierno. Este último desdoblamiento sobre la pérdida de control con respecto a la planificación presupuestaria se inscribe en aquello que puede ser considerada como una nueva modalidad de “parlamentarismo disfrazado”, la cual le resta aún más capacidad decisoria al ejecutivo, restricciones que ya se presentan en el marco del presidencialismo de coalición al que aludimos anteriormente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDx-0UR9id7yGg36gc4bB3TKMBIchcP6qRKMsYhicao4qeYA1FGHUUMt_RK5xEaLGLh6ID2dR90L85ZMXIGHOEv12NaiJTxd-ndQiopEepXApKYMHOaJpeH-DGaadF4M_ERQEWDrtNO9KE8Is7927jE4FXg-4GO0aF-2jNYEqbiV6mx7LOa3cAfcEmSkEO/s768/Lula1.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="768" height="327" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDx-0UR9id7yGg36gc4bB3TKMBIchcP6qRKMsYhicao4qeYA1FGHUUMt_RK5xEaLGLh6ID2dR90L85ZMXIGHOEv12NaiJTxd-ndQiopEepXApKYMHOaJpeH-DGaadF4M_ERQEWDrtNO9KE8Is7927jE4FXg-4GO0aF-2jNYEqbiV6mx7LOa3cAfcEmSkEO/w491-h327/Lula1.webp" width="491" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Las tareas pendientes de un gobierno acorralado</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Resumiendo, desde que fue ungido como primer mandatario, Lula ha debido gobernar en un tipo de régimen hibrido o transformista que se mueve entre un tipo de presidencialismo incompleto y un parlamentarismo enmascarado, siempre amenazado por el Presidente de la Cámara, Arthur Lira, que exige mayores poderes a cambio del apoyo de los partidos del Centrao, operando casi como un primer ministro que administra las tareas de un Estado que no tiene nada de republicano. Lira es una figura que se encuentra más interesada en fortalecer los privilegios personales y de sus seguidores, valiéndose para ello del usufructo del tesoro público y en contra de cualquier iniciativa que ayude a superar los problemas que enfrentan los brasileños.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entonces, desde la conformación de su gabinete, Lula ha tenido que ir cediendo a los intereses de los partidos que fueron incorporándose a la base del gobierno, descartando a ministros –y especialmente ministras- que eran de su confianza. El caso más emblemático fue la salida de la Ministra del Deporte, Ana Moser, una destacada deportista que era de plena confianza para el mandatario. Ella que tuvo que dejar el cargo para entregárselo a un cuestionado André Fufuca, miembro del Partido Progresista, un conglomerado de derecha que ni siquiera apoya al gobierno en las votaciones más relevantes y en que la mayoría de sus integrantes siguen fuertemente ligados a las huestes bolsonaristas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Este partido, junto con Republicanos y Unión Brasil van negociando ministerios con el gobierno Lula, mientras siguen manteniendo puentes con el bolsonarismo. La estrategia consiste en dejar las puertas abiertas con ambos campos políticos para evaluar con cuál de ellos vincularse, según las configuraciones que se presentan en el Congreso y de acuerdo con el termómetro electoral.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O sea, dado el conjunto de limitaciones políticas y económicas que le ha ido imponiendo un Congreso fisiologista, corrupto y oportunista, el presidente Lula se encuentra prácticamente incapacitado incluso para realizar un gobierno reformista con un perfil moderado de transformaciones, como lo fueron sus dos administraciones anteriores entre 2003 y 2010. Aun siendo parte de un ciclo socialdemócrata imperfecto, estos gobiernos por lo menos consiguieron – a través del asistencialismo y de transferencias directas del Estado a los grupos más carentes- sacar a miles de familias del mapa de la pobreza. En estos momentos, el hambre de millones de brasileños heredada de la gestión de Bolsonaro, persiste todavía como un monumental e ineludible desafío a ser superado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La permanencia de una ideología ultra conservadora y de la extrema derecha política no se discute como dato de realidad, ella posee basamentos firmes en la propia historia brasileña, con su herencia esclavista, racista y clasista, sus raíces religiosas atávicas, su cultura <i>country </i>y su elite colonizada. Dicha impronta reaccionaria se apoya durante siglos –con escasas excepciones- en una fuerza militar que siempre está amenazando los avances democráticos de la sociedad, con un empresariado atrasado que vela solamente por sus intereses y subordinado a las directrices de las corporaciones transnacionales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En ese contexto, el gobierno Lula no ha conseguido ni siquiera mejorar el <i>Programa Bolsa Familia</i> ni aumentar el salario mínimo a niveles que permitan recuperar la capacidad de compra perdida por las familias brasileñas durante la administración de Bolsonaro. Otros programas emblemáticos de las anteriores administraciones del Partido de los Trabajadores (Programa de Aceleración del Crecimiento, Sistema Único de Salud, <i>Minha Casa-Minha Vida</i>, Farmacia Popular), se arrastran lánguidamente y sobreviven gracias al esfuerzo de los profesionales comprometidos con la mejoría de vida de la población más vulnerable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el ámbito de la participación popular, la tarea se encuentra aún pendiente y no existe una política efectiva de formación política para los ciudadanos. Por su parte, las organizaciones y movimientos sociales se han restado a la realización de manifestaciones durante el presente año bajo el argumento de que es necesario apoyar incondicionalmente al gobierno que debe maniobrar entre adversarios declarados y agresivos. Parece que existe una abdicación absoluta sobre la necesidad de complementar las políticas públicas con la participación popular, precisamente desde un gobierno que dice promover la inclusión social con los procesos pedagógicos que aseguren la organización y movilización de la población en torno a sus derechos postergados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En síntesis, nos encontramos ante un gobierno de manos atadas que es amenazado y extorsionado por un Legislativo y por diversas fuerzas retrógradas que se han dedicado a desmontar la carta de navegación progresista que se presentaba en la campaña electoral. Sin convocar el apoyo de los sindicatos, las organizaciones sociales y de la ciudadanía en general, será muy difícil para el actual gobierno alterar la actual correlación de fuerzas desfavorable y salir de las trampas que le tienden cotidianamente sus enemigos. En esa gran encrucijada se encuentra el actual mandatario y su proyecto de reformas, si pretende mejorar positivamente la vida de los habitantes de un país que no debería renunciar a la esperanza.
</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-45486062379088521242023-12-22T09:16:00.005-03:002023-12-22T09:17:26.958-03:00Cuando civilización es barbarie<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzCW-Xi_1K5lQ4xyccgCQnvEFQt21xc-Pp_shQXolIZMnNkmZjDf3wXGxyXw1gc5ARmMwMnIhxLnkIKabxe7-LXH_-XBn5t8CP5YpVrRGZ5PhrPIzQPkXdQovFpC_qt2EU4dVCUnK0tFAFLhjH6WGTE3WMOQ_b3QpHu9oJn_q_gd-o5P0dOXsZ1-hxbGQY/s640/Gaza.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="375" data-original-width="640" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzCW-Xi_1K5lQ4xyccgCQnvEFQt21xc-Pp_shQXolIZMnNkmZjDf3wXGxyXw1gc5ARmMwMnIhxLnkIKabxe7-LXH_-XBn5t8CP5YpVrRGZ5PhrPIzQPkXdQovFpC_qt2EU4dVCUnK0tFAFLhjH6WGTE3WMOQ_b3QpHu9oJn_q_gd-o5P0dOXsZ1-hxbGQY/w509-h299/Gaza.png" width="509" /></a></div><br /><b>Rosa Miriam Elizalde</b><div><b>La Jornada</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Un sistema de inteligencia artificial (IA) desarrollado por Israel le permite localizar y aniquilar 100 objetivos por día en Gaza, pero 2023 quedará en la historia como el año en que aproximadamente 180 millones de terrícolas se comunicaron, crearon e hicieron trampas con robots.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En apenas 12 meses, <i>OpenAI</i> se ha convertido en la empresa de inteligencia artificial más popular del mundo, al diseñar una aplicación (<i>ChatGPT</i>) capaz de mantener un diálogo razonablemente coherente con cualquier usuario en Internet. Con esta tecnología, Los Beatles estrenaron su última canción y Kuwait News presentó a Fedha, la futura conductora de su principal canal de noticias. Nvidia, que se ha posicionado como proveedor del <i>hardware </i>requerido para la inteligencia artificial, subió su valor en la bolsa 190 por ciento. Tesla sigue liderando el mercado de la conducción autónoma. Apple ha destinado millones para mejorar sus asistentes virtuales y Microsoft se alzó como el principal inversor de <i>ChatGPT</i> (para luego absorber a la mayor parte de su plantilla y su CEO Sam Altman).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin mencionar a Israel, los expertos nos abruman con tremendismos como 2023 será recordado como el año en que se produjo la mayor disrupción tecnológica desde la creación del buscador de Google. Otros, siguiendo una suerte de escatología apocalíptica, creen que marcará el inicio de la rebelión de las máquinas y de los intentos de regularlas a tiempo. Y todos ellos buscan implantarnos la idea de una nueva hipermodernidad que acabará con el mundo tal como lo conocemos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La realidad es bastante más simple. No son las máquinas las que adquieren inteligencia y valores humanos; son las élites tecnológicas las que reproducen la lógica de las máquinas. El dilema sobre ChatGPT –o cualquier otra tecnología basada en sistemas de redes neuronales– lo hemos visto ya muchas veces desde la generalización del uso y acceso a Internet, con plataformas que aparecen abiertas, gratis y disruptivas, pero que en realidad vienen acopladas a la idea de que siempre hay una solución tecnológica o de mercado para los grandes problemas sociales y medioambientales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En <i>La supervivencia de los más ricos</i>, Douglas Rushkoff estudia la forma de pensar y actuar de la superélite tecnológica y llega a la conclusión de que ésta lleva las riendas de la revolución digital desde una visión de la tecnología despojada de cualquier tipo de reflexión o contenido humanista: se centra en forzar los límites y escapar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los que controlan la industria tecnológica, volcada ahora hacia la inteligencia artificial, no sólo son inmensamente ricos: saben que lo que han construido puede destruir al mundo y tienen un plan B para salvar el pellejo. Jeff Bezos (Amazon) viajará al espacio; Elon Musk (X, Tesla), colonizará a Marte. Peter Thiel (Palantir) está empeñado en revertir el proceso del envejecimiento. Sam Altman (OpenAI) y Ray Kurzweil (Google) viven convencidos de que llegará el día en que podrán hacer una copia de seguridad de sus cerebros y subirla a la nube. El búnker de Mark Zuckerberg es el metaverso. Todos se han inventado una forma de alejarse de los problemas que con entusiasmo y alevosía han contribuido a crear.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Para ellos –dice Rushkoff– sus algoritmos, sus inteligencias artificiales, los robots o los humanos aumentados que un día colonizarán los cielos son más importantes que la gente. Creen que la experiencia de trillones de inteligencias artificiales esparcidas por la galaxia dentro de mil años importa más que la de estos 8 mil millones de pequeños gusanos de carne que se arrastran ahora por el planeta. Y estos señores son lo suficientemente inteligentes y lúcidos para verlo. No están atrapados en la emocionalidad humana; no son capaces de retroceder y ver la ecuación desde un lugar mucho más racional.”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mientras corremos el riesgo de un estallido atómico y en Gaza muere un niño asesinado cada diez minutos, el <i>marketing </i>intenta convencernos de que 2023 es la puerta de entrada a una civilización en que los androides soñarán con ovejas eléctricas. Pero éste sólo ha sido un año más del siglo XXI y de la era de las cavernas. Todo al mismo tiempo.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-49018427544505878442023-12-15T15:28:00.004-03:002023-12-15T15:28:33.903-03:00De la Cumbre del Clima y del tiempo perdido<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2HODdErzIF-VYs9cYnfHaYLRJ4WkcgkU8oj6dzKIAFkFRQAIqAB7HBxNT0Je02MMiDqGsUS3Hfz_HxJm_0JyxjaIHSN_YKf0zyueWUSoDLs2UMkG1saF8kLnuO0qkJjSY32jGaFZKFM3Sa81bunxEH0Udc3XIpaCH7WPxl-hqarKPg-P-wKHj5IcZkJem/s600/Cambio-climatico1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="600" height="344" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2HODdErzIF-VYs9cYnfHaYLRJ4WkcgkU8oj6dzKIAFkFRQAIqAB7HBxNT0Je02MMiDqGsUS3Hfz_HxJm_0JyxjaIHSN_YKf0zyueWUSoDLs2UMkG1saF8kLnuO0qkJjSY32jGaFZKFM3Sa81bunxEH0Udc3XIpaCH7WPxl-hqarKPg-P-wKHj5IcZkJem/w517-h344/Cambio-climatico1.jpg" width="517" /></a></div><p></p><div><b>Alberto Garzón</b></div><div><b>El Diario</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #20124d; font-size: medium;">No podemos permitirnos perder tanto tiempo al abordar todas las implicaciones, no sólo las climáticas, de habernos dotado de un sistema económico incompatible con la sostenibilidad del planeta</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La última Cumbre del Clima (COP28) acaba de finalizar con otro acuerdo celebrado entre aplausos y abrazos. Las expectativas previas no eran buenas, pues la cumbre ha tenido lugar en Emiratos Árabes Unidos, un Estado que es el séptimo productor mundial de petróleo. No obstante, por primera vez en casi treinta años una cumbre del clima ha terminado con una declaración que insta a reducir gradualmente los combustibles fósiles. En todas las ocasiones anteriores, veintisiete para ser exactos, los intentos de introducir una referencia tan directa habían fracasado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay quien define este acuerdo como histórico. Sin duda, la novedad es sustantiva. Los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) son la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y, por ello, son también los principales causantes del cambio climático. Igualmente son importantes los compromisos alcanzados para triplicar la capacidad de producción de energías renovables, la mejora sustancial de la eficiencia energética y la supresión de subvenciones a las energías contaminantes. Todos estos avances, aunque aún en la esfera declarativa y probablemente sin que sean suficientes para no rebasar los 1,5º C respecto a la era preindustrial, son positivos y necesarios.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La cuestión es que, si lo ponemos en perspectiva, el panorama es más lúgubre. La concentración de moléculas de dióxido de carbono en el aire fue medida por primera vez en 1958 por Charles Keeling. Unos años más tarde quedó claro que se estaba dando un crecimiento continuado de dicho gas en la atmósfera, y el propio Keeling sospechaba que la causa era la quema de combustibles fósiles. No obstante, las primeras alarmas en el foro público llegaron a finales de los ochenta, cuando el científico James Hansen informó al Congreso de los Estados Unidos acerca de las consecuencias que estas emisiones tenían sobre el clima.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con todo, la primera cumbre del clima tuvo lugar en 1995, el protocolo de Kioto en 1997 y los Acuerdos de París en 2015. Y ahora, gracias a este último acuerdo, la primera mención a reducir los combustibles fósiles ha tenido lugar en 2023. A todas luces hemos perdido un tiempo precioso. ¿Por qué?
Me parece que el retraso hay que explicarlo partiendo de dos elementos interrelacionados pero distintos: la lucha económica que tiene lugar en el tablero de la geopolítica internacional y la estructura cultural propia de un mundo constituido sobre el capital fósil.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En primer lugar, los principales países productores de petróleo, organizados actualmente en la OPEP, han acumulado grandes cuotas de poder e influencia desde hace más de un siglo. Alrededor del capital fósil se han tejido negocios sumamente lucrativos, especialmente en momentos de crisis internacional como la sucedida en los años setenta. Y aunque se sabe desde hace mucho tiempo que la escasez de combustibles fósiles aboca al sector a una inevitable desaparición, son muchos y muy poderosos los actores que se resisten a acelerar ese final. De hecho, el bloque de la OPEP, encabezado por Arabia Saudí, ha sido el más reacio a los compromisos más ambiciosos también en esta cumbre.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La Unión Europea, presidida justo ahora por España, y sumamente dependiente de la importación de combustibles fósiles, se ha situado en una posición antagónica a la de la OPEP. Por otro lado, el papel de Estados Unidos, desde hace unos años también un gigante exportador de gas natural, ha sido mucho más ambiguo. La oferta, esto es, el negocio económico vinculado a la extracción, distribución, comercialización y venta de combustibles fósiles nos da un mapa muy útil para entender cuáles son los frenos que existen a la aceptación total de las recomendaciones científicas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ahora bien, si el asunto fuera simplemente sustituir las fuentes de energía procedentes de combustibles fósiles por fuentes de energía renovables o limpias, la cuestión adquiriría una dimensión básicamente técnica. En el proceso habría dificultades, como las comentadas respecto a los poderosos intereses que atraviesan la geopolítica, la falta de financiación o en algunos casos incluso la disponibilidad de tecnología adecuada, pero el problema tendría una solución sencilla: una de esas soluciones que pueden alcanzarse sobre el papel. Sin embargo, me temo que si ampliamos el foco encontramos algo más que convierte al problema en algo bastante más complejo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWiCmS5-t1xGSB59iESKeEmnpvnYfr6gyfdt80bUhUyPVUInzETiBBJOcdFKorTPP5m1CruygEAdDWOZMz39_drZfomfnakVfr-mSNnzV752_7CcdRSMpEFaZ9pWJWPrvWjtqFkvubUnOjHPl2Ry9CWapC_6xvYBOz3_08Xt9Rd2vD65J6TMclrLbhq3sc/s1000/cambio%20clim%C3%A1tico.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="667" data-original-width="1000" height="343" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWiCmS5-t1xGSB59iESKeEmnpvnYfr6gyfdt80bUhUyPVUInzETiBBJOcdFKorTPP5m1CruygEAdDWOZMz39_drZfomfnakVfr-mSNnzV752_7CcdRSMpEFaZ9pWJWPrvWjtqFkvubUnOjHPl2Ry9CWapC_6xvYBOz3_08Xt9Rd2vD65J6TMclrLbhq3sc/w515-h343/cambio%20clim%C3%A1tico.png" width="515" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">Ese algo más tiene que ver con el hecho de que poner en tela de juicio los combustibles fósiles es también poner en tela de juicio las sociedades que hemos construido durante los últimos doscientos años. Al fin y al cabo, vivimos en un sistema económico caracterizado no sólo por la propiedad privada de los medios de producción sino también, y muy especialmente, por fundarse sobre una legión invisible de esclavos energéticos. Todo lo que hemos levantado a nuestro alrededor en los dos últimos siglos, desde las redes de transportes y comunicaciones hasta los edificios y otras infraestructuras físicas, se ha conseguido utilizando las reservas de energías acumuladas en el subsuelo durante millones de años.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La inmensa mayoría de los bienes y servicios que hemos naturalizado, como que calentemos nuestro hogar o que tengamos electricidad en casa, dependen todavía hoy de manera abrumadora de esa energía para nosotros invisible. El espectacular incremento de la productividad económica durante los últimos dos siglos no es sólo debido a la conflictiva contribución del capital y el trabajo, sino también a esta dotación brutal de energía extraída esencialmente de los combustibles fósiles. Somos una civilización construida, física y culturalmente, sobre energía fosilizada por las fuerzas geológicas. De ahí que imaginar y construir una sociedad avanzada de alto consumo de energía –y sostenible al mismo tiempo– sea un ejercicio tan inmenso. Sobre todo, si el tiempo corre en nuestra contra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero es que tal sistema económico no sólo produce impactos sobre el clima sino sobre el conjunto del Sistema-Tierra, lo cual afecta de manera mucho más compleja a los delicados equilibrios que hacen la vida posible. Y esto nos lleva a un terreno distinto del de la simple transición energética. Hasta donde sabemos, la Tierra es el único planeta que puede albergar la vida, y desestabilizar esos equilibrios es una muy mala idea. Sin embargo, esa es precisamente una de las descripciones posibles del Antropoceno: la del desequilibrio de las condiciones climáticas que hicieron del Holoceno una etapa fértil para el desarrollo de la civilización.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La emergencia de la ciencia del Sistema Tierra –una herramienta transdisciplinar para las enseñanzas de la química, la biología, la física, la geología y tantas otras ciencias consideradas naturales– ha sido fundamental para comprender cómo funciona realmente nuestro mundo, lo que nos ha permitido conocer mejor también sus vulnerabilidades. Ello ha dado lugar a un marco conceptual como el de los límites planetarios, que ha identificado una serie de límites biofísicos que en caso de traspasarse ponen en peligro las condiciones para la vida en el planeta. La mala noticia es que muchos de esos límites se han traspasado ampliamente. La buena noticia es que se trata de trayectorias que pueden ser corregidas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El problema es que la política y la ciencia económica son la mayor parte del tiempo totalmente ajenas a este avance científico. La ciencia económica es el principal sostén ideológico de las sociedades de mercado, pero al constituirse antes incluso de que tuvieran lugar los descubrimientos científicos centrales de la física y la química, como las leyes de la termodinámica, nació desconectada de las leyes naturales. De acuerdo con el esquema economicista básico, el bienestar humano depende de la producción, y la producción depende de los factores capital y trabajo. Toda nuestra sociedad –y toda nuestra política– se ha inspirado en este sistema de ideas que descarta cualquier papel para la energía y los recursos naturales. Como consecuencia, la cultura constituida en nuestras sociedades de mercado –nuestra forma de ver el mundo– es generalmente ciega ante los impactos ecológicos y los desequilibrios generados en el Sistema Tierra. Eso es lo que cada uno de nosotros hemos interiorizado durante siglos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tenemos mucho camino aún que recorrer para que nuestras sociedades asuman realmente la verdadera transición pendiente. No se trata sólo de una sustitución energética que cambie los combustibles fósiles por energías limpias. Esto es una parte necesaria de un conjunto mucho más amplio de tareas. Se trata, más en general, de acometer una transición ecológica que además de reducir también muchos otros impactos ecológicos –como la pérdida de biodiversidad, la acidificación de los océanos o la contaminación del aire, entre otros–, asuma para nuestras sociedades el único rol que es viable en el medio y largo plazo. Durante siglos el pensamiento occidental ha asumido la idea de que la naturaleza es el objeto, a controlar y explotar, y la sociedad humana el sujeto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hoy sabemos que la única trayectoria posible es aquella que culmina con una sociedad humana plenamente integrada dentro de los límites del planeta.
Y si bien las cumbres del clima han necesitado casi treinta años para señalar al principal vector del cambio climático, no podemos permitirnos perder tanto tiempo al abordar todas las implicaciones, no sólo las climáticas, de habernos dotado de un sistema económico incompatible con la sostenibilidad del planeta. Por eso es hora de cumplir los acuerdos alcanzados y de ser, al mismo tiempo, más ambiciosos en las tareas pendientes. El tiempo corre.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-82892463404890662302023-12-08T10:20:00.000-03:002023-12-08T10:20:38.300-03:00Napoleón: Una película mediocre al servicio de la política centrista<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZnO2d80i8g2m_6Xf0dBWHmq2xP6CEhrpSgafE2U9VU8UQ0ZsmEtfiLrQFHC7qjdZgaqioh7lThHZjY1NX0WH7YLjbv2bmN_7lS1czy38pBgUMNN1ljvX_FzMCyvq9SUSJfR2rcjCdWS51d5Rk4q-TSX2eK4ll-ntJ1z-gWr4lj1_SihWfAAK07q0BeDjz/s1024/Napole%C3%B3n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="1024" height="342" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZnO2d80i8g2m_6Xf0dBWHmq2xP6CEhrpSgafE2U9VU8UQ0ZsmEtfiLrQFHC7qjdZgaqioh7lThHZjY1NX0WH7YLjbv2bmN_7lS1czy38pBgUMNN1ljvX_FzMCyvq9SUSJfR2rcjCdWS51d5Rk4q-TSX2eK4ll-ntJ1z-gWr4lj1_SihWfAAK07q0BeDjz/w514-h342/Napole%C3%B3n.jpg" width="514" /></a></div><p></p><div><b>Luke Savage</b></div><div><b>Jacobin América Latina</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #660000; font-size: medium;"><i>Napoleón</i>, de Ridley Scott, toma una de las épocas más interesantes y complejas de la historia moderna —la Revolución Francesa y sus prolongadas secuelas— y la convierte en una moralina conservadora sobre los peligros de la turba. Y lo que es peor, ni siquiera es convincente.</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde sus primeros fotogramas, la nueva epopeya del director Ridley Scott, <i>Napoleón</i>, deja claro tanto su subtexto político como su actitud hacia la historia. «1789, Revolución en Francia», anuncian los títulos iniciales. «Los franceses se han desilusionado por la escasez de alimentos y la depresión económica generalizada. Los antirrealistas no tardarán en acabar violentamente con el rey Luis XVI y 11.000 de sus partidarios, y luego pondrán sus miras en la última reina de Francia, María Antonieta. Mientras tanto, un ambicioso oficial de artillería corso llamado Napoleón Bonaparte busca un ascenso…».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una aterrorizada María Antonieta es conducida a su destino en la guillotina ante la mirada de una turba parisina que la increpa lanzándole insultos y verduras podridas. Mientras el verdugo alza su cabeza cortada ante los vítores de la multitud, el Napoleón Bonaparte de Joaquin Phoenix observa la escena con una expresión de enigmática ambivalencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las superproducciones de gran presupuesto, especialmente las dedicadas a personajes y acontecimientos históricos muy conocidos, a menudo apuestan por la generalidad. Pero, desde el principio, <i>Napoleón </i>exhibe con orgullo su conservadurismo. Su Revolución Francesa no es ni una posibilidad radical en medio de la efervescencia intelectual ni una ruptura histórica moralmente compleja en la que las quiebras económicas e institucionales del <i>Ancien Régime</i> —por no mencionar la implacable invasión de las monarquías de la vieja Europa— dieron lugar a un violento conflicto civil. En su lugar, operando dentro de una tradición que se remonta a intelectuales como Thomas Carlyle y Edmund Burke, y más recientemente al historiador centrista François Furet, Scott nos muestra una revolución cuyo idealismo igualitario solo puede conducir a la oscuridad, el despotismo y la violencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En cuanto a la exactitud histórica, cualquiera que conozca mínimamente este periodo encontrará chocante la rapidez de la secuencia inicial de Scott. La ejecución de Antonieta tuvo lugar en 1793, pero Napoleón pasa del periodo de monarquía constitucional de 1789-1792 al republicanismo de la fase radical de la revolución sin perder un segundo, poniendo en marcha un ritmo absolutamente vertiginoso que nos lleva desde estos comienzos hasta el exilio final de Napoleón Bonaparte en Santa Helena en menos de tres horas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En todo momento, Scott parece tan profundamente desinteresado por los detalles de la historia napoleónica como movido por un impulso ligeramente obsesivo de estructurar su película en torno a varios incidentes bien conocidos, aunque no sirvan a un propósito narrativo superior. Tras la ejecución de María Antonieta, Paul Barras (Tahar Rahim) pide a Bonaparte que dirija el asalto francés al bastión realista de Tolón. Gracias a su astucia estratégica, la acción tiene éxito y el joven capitán Bonaparte —veinticuatro años en la época real, pero interpretado por Phoenix, de cuarenta y nueve— es ascendido a general de brigada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En los aproximadamente 120 minutos que siguen se nos ofrece un popurrí de episodios de la vida y la carrera de Bonaparte: su noviazgo y matrimonio con Joséphine de Beauharnais (Vanessa Kirby); su expedición a Egipto (1798); el derrocamiento del Directorio el 18 de Brumario y su ascenso a primer cónsul —y más tarde emperador— de Francia; las batallas de Austerlitz (1805), Borodino (1812) y Waterloo (1815).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No sería razonable esperar que una película como la de Scott transmitiera la historia con estricta precisión, y probablemente era inevitable tomarse ciertas libertades con los hechos establecidos. Kirby y Phoenix, por ejemplo, son actores de talento, y no tiene sentido quejarse de que su diferencia de edad sea tan grande (Kirby tiene treinta y cinco años, y Beauharnais era, en realidad, seis años mayor que Bonaparte). Del mismo modo, sería pedante criticar demasiado a Scott por omitir ciertos acontecimientos, aunque algunas de esas omisiones —como la campaña en Italia que ayudó a establecer la reputación de Napoleón como genio militar— son realmente desconcertantes. Las secuencias de batalla de la película también son espectáculos grandiosos y entretenidos, incluso cuando lo que se muestra se parece poco a la realidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, es más que extraño hacer una película sobre uno de los periodos más estudiados de la historia de la humanidad y estar tan poco interesado en lo que realmente ocurrió. Scott ha dicho abiertamente que «no necesitaba historiadores» y ha sido tan descarado sobre su desprecio por todo este campo que su descaro resulta casi admirable: «Cuando tengo problemas con los historiadores, les pregunto: “Perdona, colega, ¿estuviste allí? ¿No? Pues cállate la boca”». Las réplicas a esto son obvias, pero el verdadero problema con la actitud del director es que, en última instancia, convierte una de las épocas más interesantes y complejas de la historia moderna en una anodina moralina conservadora (y decididamente británica) con una vaga tesis sobre el exceso revolucionario y los peligros de la turba.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una de las mejores ilustraciones de ello es la forma en que Scott elige retratar el levantamiento realista del 5 de octubre de 1795, más conocido por su fecha en el calendario revolucionario francés, 13 <i>Vendémiaire</i>. En la película vemos a un joven Bonaparte disparar su cañón contra una multitud de indefensos civiles, que son rápidamente mutilados por la salva. Cuando, en realidad, la Guardia Nacional francesa repelía lo que era un violento asalto por parte de una fuerza mucho mayor de monárquicos armados, cuyo único objetivo era reinstaurar la monarquía.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta secuencia es una unión de mala historia con mala política, pero también es un ejemplo de lo poco que le interesa a la película desarrollar a su personaje principal. Podría decirse que Joaquin Phoenix es uno de los actores más dinámicos en actividad, pero, de principio a fin, la idea que Scott tiene de Bonaparte rara vez se aleja del mismo monolito estático de fría brutalidad y estoica resolución. Básicamente, el Napoleón de Scott es un hombre sin personalidad, sin ni siquiera carisma: ni un antiguo revolucionario envenenado gradualmente por el cinismo, ni un idealista de antaño cuya ambición sin límites le inspira finalmente a enterrar el republicanismo e intentar ungirse dictador de Europa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desde la ejecución de María Antonieta, pasando por numerosos episodios que tienen el mismo tenor que la escena del 13 <i>Vendémiaire</i>, hasta su muerte en la remota isla de Santa Elena, el personaje central de Napoleón prácticamente no tiene arco narrativo. La relación de Bonaparte con Josefina es en muchos sentidos el núcleo emocional y argumental de la película, pero resulta un tanto desagradable gracias a una serie de escenas de sexo extrañas y a veces desgarradoras que sugieren poca ternura o afecto y se ven socavadas —como la mayor parte de lo que las rodea— por un ritmo frenéticamente entrecortado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En última instancia, el mayor defecto de la película no es tanto su inexactitud histórica o su insípida política centrista como su incapacidad para ofrecer un drama épico convincente. El matiz y la complejidad son parte integrante de la historia, pero también mejoran y hacen más entretenida la narración. Una película con la misma concepción reaccionaria de la Revolución Francesa, la misma actitud displicente hacia el pasado e incluso la misma representación monocorde de Bonaparte podría haber sido mejor ejecutada. Pero, dado el calibre esencialmente mediocre de <i>Napoleón </i>como drama o entretenimiento (a pesar de los hermosos trajes y algunas secuencias de batalla realmente entretenidas), su columna vertebral es en última instancia política.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En <i>Napoleón </i>nos encontramos con una historia familiar sobre cómo la política de masas y el idealismo democrático conducen inexorablemente a la tiranía, una historia que exuda no solo la influencia ambiental de Burke, Carlyle y el liberalismo estéril de la Guerra Fría, sino también la de varios desvaríos posteriores a 2016 que en los Estados Unidos y buena parte del mundo han intentado culpar a la democracia de la continua disfunción de nuestro propio <i>Ancien Régime</i> en ruinas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué decir? Con un poco de suerte, la inminente adaptación de la abortada epopeya sobre Napoleón de Stanley Kubrick dejará el intento de Scott en el olvido.
</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-51732320267874474212023-10-22T08:52:00.008-03:002023-10-22T08:52:43.711-03:00Oriente Medio: otra guerra imposible de ganar<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJVXq9H_avKxR0aZTyb0PePO9GCrBZnnNDLUL5RNCBs962K-7ct8mpuVN8PsjghCJmTlN1k9fvCpLvwJaFC1OrQtcPXczpuR7fjcG23HE4lmd12CzWDhchWaUUjtH2FrWSzVGC732W_Qrsqs2RUMZWtqlol2G0hwxp2QG51GdOtmtHxMF2EhQAPfRTNn2F/s1024/Palestina.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="676" data-original-width="1024" height="333" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJVXq9H_avKxR0aZTyb0PePO9GCrBZnnNDLUL5RNCBs962K-7ct8mpuVN8PsjghCJmTlN1k9fvCpLvwJaFC1OrQtcPXczpuR7fjcG23HE4lmd12CzWDhchWaUUjtH2FrWSzVGC732W_Qrsqs2RUMZWtqlol2G0hwxp2QG51GdOtmtHxMF2EhQAPfRTNn2F/w506-h333/Palestina.webp" width="506" /></a></div><p></p><div><b>Enrique Gomáriz Moraga</b></div><div><b>Latinoamérica 21</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Toda guerra es una derrota humana, significa que los seres humanos no han logrado encontrar una vía pacífica para resolver sus diferencias. Pero hay un tipo de guerra que lleva esta derrota moral al paroxismo. Se trata de las <i>unwinnable wars</i>, es decir, las guerras imposibles de ganar. A menos, claro está, que se logre la liquidación física total del antagonista.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Este tipo de guerras tienden a enquistarse y quedar listas para una nueva explosión de destrucción y muerte. Y si no encuentran alguna salida estable del conflicto, la idea de que será posible encontrar una solución definitiva en el campo de batalla no es otra cosa que un espejismo. Algunos conflictos armados lograron encontrar esa vía de solución, después de muchas muertes y sufrimiento, como fue el caso de la guerra de Irlanda. Pero otros, incluso los más actuales, como el de Ucrania, son del tipo <i>unwinnable war</i>. Algo que se asocia bien con su vocación de durabilidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El conflicto armado entre palestinos e israelíes constituye el paradigma de este tipo de guerras. Una vez establecidas las bases constitutivas del enfrentamiento, solo existen dos opciones prácticas: la destrucción completa de una de las partes contendientes o bien un acuerdo negociado, aunque no resulte completamente satisfactorio para nadie. En realidad, a esa primera opción se referían los judíos ortodoxos cuando pedían a Nethanyahu que “entrara en Gaza para resolver de una vez por todas el problema”. No se puede pretender que sea posible distinguir a los militantes de Hamás de la población palestina que vive en Gaza.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La única forma de evitar que el niño de ocho años que vive en ese territorio ocupado sea mañana un militante de Hamás es borrándolo del mapa. Esta narrativa radical es la que conduce a golpear tan fuerte a la población palestina para que nunca olvide el costo de una agresión a Israel. En este contexto, la completa destrucción de un hospital, colmado de enfermos y heridos, encaja bien en esa lógica implacable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero, desde el lado opuesto, hacer que tu vida solo tenga sentido si la dedicas a la destrucción de Israel también forma parte de la misma lógica, dentro de la cual cabe perfectamente el uso de armas de última generación, especialmente los drones, para provocar la elevación del enfrentamiento histórico. La destrucción de Israel es tan ilusoria como la negación de aceptar el establecimiento de un Estado palestino.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como participante de una misión mediadora en los años ochenta, tuve la oportunidad de escuchar a Yasir Arafat contarnos dónde estaba su casa en Belén, antes de que fuera requisada por colonos israelíes. Y pude comprobar que el intercambio de ideas con las generaciones de judíos que habían vivido los campos de concentración se hacía eterno, hasta que el interlocutor acudía a su ultimo argumento, recogiéndose la manga de la camisa para mostrarme el número grabado en su antebrazo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La solución al conflicto ya ha sido establecida por la comunidad internacional, mediante la resolución de Naciones Unidas que plantea el establecimiento de dos estados. Pero ninguna de las partes está dispuesta a aceptarla por entero. Israel aduce que con ello empeoraría su seguridad, algo que Estados Unidos apoya por razones geopolíticas y también domésticas. Y la parte palestina se mantiene completamente dividida al respecto. Hamás nunca superará la vieja demanda del regreso a la situación antes de la creación del Estado de Israel.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hace tiempo que mi conclusión sobre este conflicto es que el hecho de haber sufrido una terrible persecución o discriminación no otorga a nadie una carta blanca moral para relacionarse con el mundo. No hay justificación ética para utilizar el terror como instrumento político o usar contra otros la espantosa experiencia adquirida en los campos de concentración. Los aterrorizados pueden convertirse en maestros del terror y los perseguidos pueden ser los perseguidores más atroces.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La comunidad internacional debe ayudar a los contendientes a encontrar una vía de negociación, comenzando por romper con la retórica victimista de ambos. Tomar distancia de esa retórica facilita la libertad de condenar cualquier acción condenable de cualquiera de las dos partes. Hoy, cuando Brasil preside por este mes el Consejo de Seguridad de la ONU, parece oportuno que impulse acciones de carácter humanitario y que se apeguen a los acuerdos y resoluciones ya establecidos entre las partes. Incluso si Estados Unidos ejerce su veto en el Consejo, colocando la defensa de Israel por encima de cualquier otro criterio.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-55419396828461126712023-10-13T15:45:00.008-03:002023-10-13T15:45:55.433-03:00¿Cómo actuar moralmente ante el cambio climático?<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZd2pHgGXbMtSd2SbwIlEGJjdzKIfqtiLMK6sthvHpvRAipMPpG34XODYTKTleTDAgQjOFg0rVuvQAqc_lFSL24KeIVs2juqRkxqI40iY3U41RR_aaLnS2d2kqYWC1ujd5CLFzyqoBtZzLGe1_986PMAeOqvMwntsVSMiGJO_c30ag_abIc2ReeXd-8-OI/s1000/cambio%20clim%C3%A1tico.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="667" data-original-width="1000" height="324" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZd2pHgGXbMtSd2SbwIlEGJjdzKIfqtiLMK6sthvHpvRAipMPpG34XODYTKTleTDAgQjOFg0rVuvQAqc_lFSL24KeIVs2juqRkxqI40iY3U41RR_aaLnS2d2kqYWC1ujd5CLFzyqoBtZzLGe1_986PMAeOqvMwntsVSMiGJO_c30ag_abIc2ReeXd-8-OI/w487-h324/cambio%20clim%C3%A1tico.png" width="487" /></a></div><p></p><div><b>Chuck Collins</b></div><div><b>Jacobin América Latina</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #20124d; font-size: medium;">A medida que el cambio climático produzca más miseria y los capitalistas que defienden los combustibles fósiles se nieguen a reducir las emisiones de carbono, nos enfrentaremos cada vez más claramente a la pregunta planteada por Chuck Collins en su nueva novela: ¿Cómo actuar moralmente contra un statu quo tan inmoral?</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Chuck Collins, autor de numerosos libros, entre ellos <i>Los acumuladores de riqueza: Cómo los multimillonarios pagan millones para ocultar billones </i>(2022), es conocido desde hace tiempo por sus estudios detallados y basados en hechos sobre la desigualdad económica. Pero el último trabajo de Collins es una obra de ficción. <i>Altar to an Erupting Sun</i> nos plantea la cuestión de qué estaría moralmente justificado ante el desastre ecológico que se avecina.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En las primeras páginas, la protagonista Rae Kelliher, una activista moribunda en las últimas semanas de su vida, decide violar su antiguo compromiso con la no violencia para matar a un director general de una empresa de combustibles fósiles, ante la desaprobación de quienes la rodean. El resto del libro de Collins consiste en un recorrido por la vida de Rae, explorando su formación como activista, sus relaciones e influencias, y las raíces de su polémico acto final.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Luke Savage, de Jacobin, se sentó con Collins para hablar de <i>Altar to an Erupting Sun</i>, las provocaciones que ofrece su protagonista y la decisión que tomó a los veintiún años de regalar su propia y cuantiosa herencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Por hablar un poco de sus antecedentes, usted es bisnieto de Oscar Mayer y cuando era adolescente recibió una cuantiosa herencia, pero la regaló a los veinte años. ¿Puede hablarnos de ello?</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todo es verdad. Oscar Mayer era una persona real y era mi bisabuelo. El negocio familiar estaba en Madison, donde yo nací. Cuando yo nací, mi padre estaba trabajando en el taller y pensó que yo tenía que ir a la escuela de negocios y ponerme las pilas. Era una empresa familiar fundada en la década de 1880, pero fue comprada por el gigante corporativo <i>General Foods</i>, luego por Kraft y Philip Morris, y ahora de nuevo por Kraft. Cuando cumplí veintiún años, la empresa se vendió y las acciones quedaron en manos de los miembros de la familia, así que básicamente a todos nos tocó la lotería.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo ya tenía la sensación de que los grandes extremos de riqueza concentrada no eran algo bueno. Realmente no quería beneficiarme de ese sistema e intenté no ser desagradecido con mis padres, que intentaron darme una educación universitaria sin deudas, algo que todo el mundo debería tener. Pero doné el dinero a un montón de fundaciones para el cambio social y no me arrepiento de nada. Entre otras cosas, la experiencia me ayudó a darme cuenta de cuántas otras ventajas multigeneracionales fluyen aparte de la riqueza y el dinero en efectivo. Hay todo tipo de beneficios. Eso ha influido mucho en quién soy y en mi forma de pensar sobre la desigualdad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Se le conoce sobre todo por su trabajo sobre la desigualdad. Esta es su primera novela. ¿Por qué una ficción? ¿Qué lo llevó a la historia de su protagonista, Rae Kelliher?</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Personalmente, he aprendido mucho de la ficción histórica. Puede ser una puerta de entrada a la historia o a una región o cultura en particular. En este caso, tengo varios objetivos. Pero uno de ellos era sacar a relucir la historia de los movimientos sociales para hablar de la formación política.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hay muchas novelas de aprendizaje que se ocupan de las influencias sobre las personas, pero no veo que la formación de movimientos sociales se trate realmente como un género. Por eso quise contar una historia en la que estuvieran implicadas personas reales —Juanita Nelson, la que se opuso a los impuestos de guerra; Sam Lovejoy, el que se subió a una torre; o Brian Willson, veterano de Vietnam— y espero que cuando la gente lea esas historias quiera saber más sobre quién era alguien como Willson y por qué puso su cuerpo delante de un tren.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También intentaba hacer ficción futurista, pensar en los próximos siete o diez años. La ficción es una oportunidad para articular una visión que no sea sólo apocalíptica. El libro es un intento de mostrar cómo sería si una comunidad se uniera para prepararse para un futuro perturbado, sabiendo que hay sistemas más amplios a los que debemos hacer frente y, al mismo tiempo, encontrar la manera de cuidarnos unos a otros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Vivo en una región [Nueva Inglaterra] donde hay todo tipo de innovaciones interesantes en torno a los sistemas alimentarios y la economía localizada, la ayuda mutua y una forma diferente de concebir la muerte y la agonía. ¿Qué pasaría si actuáramos de conjunto? Y eso se prestaba a la ficción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>Pasamos mucho tiempo con Rae, aunque también hay otros personajes importantes. Está Reggie, su compañera. Me gustó especialmente la descripción de su hermano Toby, que durante un tiempo se aleja y tiene el cerebro podrido por la radio. Pero <i>Altar to an Erupting Sun</i> gira en torno a una decisión que ella toma hacia el final de su vida, cuando padece una enfermedad terminal, de acabar con la vida de un director ejecutivo de una empresa de combustibles fósiles. Así comienza la novela, y la mayor parte de ella transcurre viajando en el tiempo con Rae a medida que alcanza la mayoría de edad y desarrolla su perspectiva del mundo.</b></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Antes de hablar de la decisión que constituye el eje narrativo de su libro, quizá podamos hablar de Rae. Es una persona que no tiene tiempo para la universidad o la educación formal, sino que es en gran medida una autodidacta. Se sumerge en las cosas y vive la vida con una urgencia y un compromiso tremendos con la gente que la rodea y con todo lo que hace. ¿Cómo caracterizaría a Rae como persona? ¿De dónde viene exactamente?</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es el alma de la fiesta. Es la persona que se acuerda de tu cumpleaños. Es la que se viste con disfraces tontos. No fue a la universidad, pero es una gran intelectual. Piensa en ideas y en historia. Es curiosa. En cierto sentido, es una historia de formación. Su pensamiento está moldeado por el de algunos mayores y otras personas muy impregnados de la práctica no violenta y la acción directa. Eso es lo que la forma. Y parte de la tensión es, ¿por qué hace lo que hace?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">He oído a mucha gente decir cosas parecidas a las que dice Rae: «Si me pongo enferma terminal, no me voy a ir sin hacer ruido». Ayer mismo estaba de excursión en el bosque con un grupo de primos: una docena de niños pequeños y dos mujeres mayores. Una de ellas me preguntó qué haríamos si nos encontráramos con un oso. Yo respondí que intentaríamos poner a salvo a los niños, pero la otra mujer dijo, sin pestañear, que ella iría directamente a por el oso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me conmovió oírla decir eso, porque tiene más de sesenta años y entiende que su trabajo es defender a la próxima generación. Existe un grupo, <i>Third Act</i>, creado por Bill McKibben, Akaya Windwood y otros muchos que creen que no deberíamos depender de los jóvenes para dar un paso adelante en la lucha contra el cambio climático y que nosotros, los mayores, que hemos estado quemando combustibles fósiles y beneficiándonos de una sociedad dependiente de los combustibles fósiles, tenemos que dar un paso adelante y asumir los riesgos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Rae es así. Está en la etapa generativa de su vida. Y hay gente que se siente así: «Si me llaman para hacer esto, esto es lo que haré». Así que no era del todo descabellado imaginar que Rae llegaría a la misma conclusión. He oído a muchos expresar un sentimiento similar sobre la necesidad de una escalada de tácticas en este momento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIJFqSBhPVJli2-5y4qASZcGC5ykv4hafKcLbU4SYNn3o6hBMohNt8bMt1SrIgUXhyphenhyphenJVWK4TVzYweU21POEHbP1fZ_xXVLlFyka-Et_AA-fIF6HUe75xheprloazPLqzDysoeTjRSuzVrGwuKqclJwNpA5MLMbuSXroGmSdsIuRBMkaXI_xzMxZK0JPCPa/s1773/cambio-climatico.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1182" data-original-width="1773" height="316" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIJFqSBhPVJli2-5y4qASZcGC5ykv4hafKcLbU4SYNn3o6hBMohNt8bMt1SrIgUXhyphenhyphenJVWK4TVzYweU21POEHbP1fZ_xXVLlFyka-Et_AA-fIF6HUe75xheprloazPLqzDysoeTjRSuzVrGwuKqclJwNpA5MLMbuSXroGmSdsIuRBMkaXI_xzMxZK0JPCPa/w475-h316/cambio-climatico.jpg" width="475" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><b>La decisión que finalmente toma Rae no sólo transgrede lo que por otra parte ha sido su compromiso de toda la vida con la no violencia, sino que también se ve fuertemente perturbada por la gente que la rodea, aunque nadie está muy seguro de lo que va a hacer exactamente. Hacia el final del libro, cuando los amigos y familiares de Rae se reúnen para celebrar su vida siete años después de su muerte, queda claro que siguen sin estar de acuerdo con lo que hizo. También tiene una serie de consecuencias imprevistas: mueren tres personas en total y un querido amigo suyo es utilizado como chivo expiatorio y pasa varios años en la cárcel.</b></div><div style="text-align: justify;"><b><br /></b></div><div style="text-align: justify;"><b>Así pues, Altar to an Erupting Sun no tiene una relación sencilla con su personaje central ni con la forma en que decide poner fin a su vida. ¿Cómo situarías la decisión de Rae? ¿Qué significado piensas que tiene?</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Puesto que he oído a gente decir este tipo de cosas, era interesante — de una manera ficticia— tratar de hilar fino sobre cuáles serían las implicaciones: un tremendo retroceso político, la criminalización de la disidencia, la represión de la protesta legítima, una aceleración de las cosas que ya estamos viendo como reacción a tácticas incluso ligeramente escaladas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mi opinión personal es que lo que Rae decide hacer es tanto táctica como moralmente erróneo y que tendría tremendas consecuencias negativas, tanto políticas como para la gente que la rodea. Sabemos que eso no es lo que alguien como Rae habría querido, a pesar de haber apuntado sobre la responsabilidad de la industria de los combustibles fósiles y de que en los años posteriores a su muerte también suceden algunas cosas menos negativas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si hay algo de lo que espero que la gente hable en relación con el libro, es de cómo es la acción audaz cuando tienes una industria canalla tan poderosa políticamente como la de los combustibles fósiles, que ha hecho tanto por generar sólo charlas banales sobre quién es el responsable. «¿No somos todos responsables del cambio climático, especialmente los que pertenecemos a la clase media acomodada?», «¡Caramba, debería haber comprado ese vehículo eléctrico!», o «Debería haber ido en bicicleta y andando en vez de en coche a la tienda». La industria de los combustibles fósiles está encantada de que todos nos sintamos responsables de este dilema.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y al final, cuando se enfrenta a estas realidades, Rae llega a la conclusión muy personal, mientras agoniza, de que quiere dejar una huella al final de su vida. Para mí, su acto es una invitación a que todo el mundo se pregunte, independientemente de lo que piense sobre lo que hace Rae, cómo sería una respuesta valiente al cambio climático y cómo sería enfrentarse a la industria de los combustibles fósiles y al poder que han utilizado para negar el cambio climático y bloquear las alternativas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b>El altar aparece mucho en este libro. ¿Qué significa el altar para usted? ¿Qué significa en el libro?</b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En cierto sentido, el libro es un altar. Es un altar en la tradición global de recordar y honrar a los antepasados. Es un altar a los movimientos sociales y a la gente que nos ha precedido como activistas de toda la vida. No se trata de personas que acudieron a una manifestación, sino de los que llevan toda la vida dedicados a la justicia económica y racial, a la lucha contra la desigualdad y a los problemas medioambientales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">También está el papel de los altares que Rae conoce: Brian Willson entra en una cabaña en Vietnam y encuentra a Norman, un cuáquero estadounidense, en un altar. O Norman Morrison, que se autoinmoló. Hay una parte espiritual de Rae que está interesada en honrar y sacar fuerzas de los antepasados. A través de sus experiencias también llega a la conclusión de que debemos replantearnos nuestra actitud ante la muerte, la agonía y lo que queremos decir con nuestras vidas.
</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-78670138168535921372023-09-12T11:20:00.002-03:002023-09-12T11:27:25.570-03:00Salvador Allende nos enseñó que socialismo y democracia van de la mano<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAlKE49rS4s74yWIw_YW41CkWCTaIkf5Gy7KAvT45KB_8QxMNAdQcUYNleI3qF2PQHG1MFDGBH1eLaJcnLYsEPC9pilN55c-9ALiaWVrsSH6SBKSrpuMSvdL9GDLZe2_ESs1tTDXk_LAeW6VkkCFMzjPFg2wmQ0uFaMbhDI3fH9BUbWiGPfNOubjCCnnpg/s1024/Allende.jpg.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="685" data-original-width="1024" height="369" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAlKE49rS4s74yWIw_YW41CkWCTaIkf5Gy7KAvT45KB_8QxMNAdQcUYNleI3qF2PQHG1MFDGBH1eLaJcnLYsEPC9pilN55c-9ALiaWVrsSH6SBKSrpuMSvdL9GDLZe2_ESs1tTDXk_LAeW6VkkCFMzjPFg2wmQ0uFaMbhDI3fH9BUbWiGPfNOubjCCnnpg/w552-h369/Allende.jpg.webp" width="552" /></a></div><p></p><b>Fernando de la Cuadra</b><div><b>Jacobin América Latina</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #990000; font-size: medium;">A 50 años del sangriento golpe de Estado que puso fin al gobierno de la Unidad Popular, el pensamiento de Allende y su idea de una «vía democrática al socialismo» resurgen para pensar nuestro presente. Nos recuerdan que sin democracia no hay socialismo, y sin socialismo no hay democracia.</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El pasado 4 de septiembre se cumplieron 53 años desde que el candidato socialista, Dr. Salvador Allende, venciera las elecciones presidenciales en Chile, liderando una coalición de partidos y movimientos de izquierda y centroizquierda denominada Unidad Popular. El triunfo de Allende fue apretado —obtuvo solamente el 36,2% de los votos válidos— y representó la cuarta tentativa de elegirse presidente (se había presentado también en 1952, 1958 y 1964).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Allende venció las elecciones con un programa de gobierno que incluía transformaciones importantes en la estructura económica, política y social en un marco de respeto a las instituciones democráticas vigentes en el país, sin apelar a la violencia revolucionaria (vía armada) y sin rupturas dramáticas de la convivencia nacional. Este proyecto de transformación de la sociedad por un camino legal-institucional y democrático llegó a ser conocido como la «vía chilena al socialismo».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La ratificación de Allende como presidente en el Congreso Nacional tampoco estuvo libre de conflictos y tensiones. Pocos días antes de la votación en el parlamento, el Comandante en Jefe del Ejército, General René Schneider, fue asesinado por un grupo de civiles y exmilitares de ultraderecha, como una forma de presionar a los sectores de la Democracia Cristiana para dar su apoyo al candidato que consiguió la segunda mayoría, Jorge Alessandri, representante de la derecha tradicional que había obtenido el 34,9% de los sufragios.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El proceso de cambios emprendido por Allende y los partidos de la Unidad Popular fue, como es ampliamente conocido, interrumpido abrupta y dramáticamente después de casi 1000 días de gobierno, con el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Hoy se cumplen cinco décadas de esa cruenta jornada. Ese mismo 11 de septiembre varios partidarios del gobierno que defendían el Palacio presidencial La Moneda murieron en combate, y el propio Salvador Allende inmoló su vida cuando los militares golpistas irrumpieron en su despacho.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El revanchismo sangriento desatado después de ese día fue de una ferocidad inusitada en la historia política chilena. La represión dejó una secuela de ejecutados, detenidos desaparecidos, torturados, prisioneros en campos de concentración, exiliados y desterrados que aún hoy ronda como una sombra tenebrosa sobre la memoria de millones de chilenos (para no olvidar estos funestos acontecimientos, un importante acervo de documentos, testimonios y estudios de ese período tenebroso se encuentra actualmente expuesto en el Museo da Memoria y los Derechos Humanos, inaugurado por la presidenta Michelle Bachelet en enero de 2010, poco antes de concluir su primer mandato).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El carácter del proyecto socialista iniciado por el gobierno de Unidad Popular es un tema que sigue dividiendo a gran parte del país, principalmente a aquellos que vivieron esa experiencia pionera. La historiografía se pregunta hasta nuestros días respecto a las condiciones que hubieran hecho posible —o no— la continuidad del gobierno popular. Una tesis postula que dicha permanencia se habría consolidado a través de una gran coalición entre la izquierda y los sectores progresistas del centro, conformando aquello que, precisamente a partir de la tragedia chilena, Enrico Berlinguer definió como la necesaria construcción de un «bloque histórico», refiriendo con ello a la formación de una amplia alianza entre el conjunto de fuerzas que impulsaban las transformaciones requeridas para obtener una mayor justicia social. Este pacto se produciría —de acuerdo con Berlinguer— por medio de un compromiso histórico que preparase el tejido unitario de la gran mayoría del pueblo en torno a un programa de lucha por el saneamiento y la renovación democrática de toda la sociedad y también del Estado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero la «vía chilena», en gran medida, fue siendo diseñada en el propio camino, alimentada por diversas lecturas respecto al curso que debía tomar la revolución chilena. Es que se trataba de un proceso inédito, con características nacionales y, tal como el propio Allende afirmaba, una revolución «con sabor a empanada y vino tinto». Sin embargo—y precisamente debido al carácter inédito de la experiencia—, existían importantes discusiones sobre el rumbo que debía adoptar el proyecto de la Unidad Popular. El principal embate se encontraba entre aquellos grupos que tenían una plataforma de inspiración republicana e iluminista del proceso de transformaciones, subordinando a un segundo plano el ideario revolucionario marxista-leninista. Estos sectores políticos consideraban que era necesario mantener las garantías democráticas y respetar las instituciones de la república, negociando y ejecutando paulatinamente las primeras 40 medidas y otras mudanzas que constaban en el programa de la coalición.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entre estas acciones, en su gran mayoría de carácter moderado, se destacaban la entrega de medio litro de leche diario para todas los niños, la instalación de consultorios materno infantiles en todos los barrios, medicina gratuita en los hospitales públicos con entrega libre de medicamentos, supresión de los altos salarios de los funcionarios de confianza, becas para los estudiantes de la enseñanza básica, media y universitaria, creación de un sistema previsional universal solidario con fondos estatales, la creación del Ministerio de Protección de la Familia y la continuación de la Reforma Agraria.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La nacionalización del cobre y de otros minerales no figuraba entre estas primeras 40 medidas, a pesar de que ya existía un amplio consenso sobre su imperiosa necesidad para aumentar los recursos fiscales destinados a financiar la política social del Estado. Como afirmaba siempre el mismo Allende, el cobre era «el salario de Chile».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Contradicciones al interior de la vía chilena</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Allende era un buen negociador y, al inicio de su gobierno, consiguió contar con el apoyo del principal partido de centro, la Democracia Cristiana, con la cual había pactado un «Estatuto de Garantías Constitucionales», en el que el gobierno se comprometía a realizar las transformaciones anunciadas dentro del total respeto a la Constitución y a las instituciones democráticas. Por lo mismo, los partidarios del gobierno insistían en caracterizar a la vía chilena como un «proceso de reformas graduales» que arribarían finalmente al socialismo a través de una senda democrática. Para ello era fundamental planificar correctamente la aplicación de cada medida del programa, lo que requería de equipos muy competentes y preparados técnicamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el cronograma de gobierno, la expropiación de las industrias, las fábricas y de las haciendas improductivas con una superficie superior a 80 hectáreas de riego básico (HRB) tenía que ser realizada de forma gradual, controlada y planificada, bajo el supuesto de que la incorporación de tales empresas al área de propiedad social solamente debería ser puesta en práctica después de que la adquisición y expropiación de los bancos y de las empresas de capital extranjero estuviesen concluidas, «para de esa forma dividir, aislar y neutralizar a los estamentos más privilegiados de la burguesía nacional durante la transición para el socialismo».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La reforma agraria que fue planificada desde la Corporación de la Reforma Agraria (CORA) tuvo que dar cuenta de las presiones de los sindicatos de trabajadores rurales e «inquilinos» y experimentó una aceleración y profundización de tal magnitud en el proceso expropiatorio que, ya a mediados de 1972, se encontraba prácticamente concluida. Efectivamente, a esa fecha, más del 70% de las expropiaciones programadas por el gobierno ya se habían realizado, siendo que el propio presidente Allende pensaba en concluir dicho proceso solamente al final de su mandato de seis años. Aquello contradecía la idea inicial de Allende, para quien los procesos revolucionarios exitosos transcurrían bajo una dirección férrea, consciente, y nunca podían ser dejados al azar o a la improvisación. Los dirigentes tenían la obligación de dirigir, y no dejarse dirigir por las masas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por otra parte, se encontraban aquellos sectores políticos que visualizaban con pesimismo la realización de las transformaciones socialistas en el marco de la «institucionalidad burguesa» y reprochaban el modelo instaurado por burocrático, instalado «desde arriba», sin movilización de un poder popular real. Para estos segmentos y agrupaciones, lo fundamental era avanzar sin negociar («avanzar sin transar») con las entidades representativas de la clase dominante —enquistadas en el parlamento, en el poder judicial, en las empresas y en los gremios profesionales— para dar carnadura real a formas concretas de propiedad social radicalizando y acelerar, así, la expropiación de industrias, haciendas y otras formas de propiedad privada existentes en el país.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al contrario de lo que pretendía Allende, en el fragor de la lucha cotidiana por el socialismo las directrices del gobierno y la intención de conducir los cambios en forma paulatina y progresiva fueron totalmente sobrepasadas por la acción directa de los trabajadores más radicalizados y sus sindicatos, de los campesinos y obreros rurales, de los estudiantes, de los pobladores y de los pueblos originarios. Cuestionando frontalmente el apelo de Allende —y de un sector de sus seguidores— a los principios democráticos, esta vertiente revolucionaria postulaba que la democracia poseía un valor estrictamente táctico, instrumental, y que representaba solo una base desde donde instaurar la lucha por el socialismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Según esta visión, la democracia política, a pesar de ser útil a la causa de las masas populares, no sería más útil como forma de organización social debido a su propia naturaleza de clase, esto es, como modalidad de dominación de la burguesía para continuar obteniendo las granjerías y privilegios generados por la explotación capitalista. Esta perspectiva enfatizaba el protagonismo popular y la inevitabilidad del enfrentamiento con las facciones reaccionarias, razón por la cual los embates con estos elementos «contrarrevolucionarios» eran ineludibles y deseables para permitir que Chile pusiera rumbo firme y consistente hacia el socialismo: la revolución tenía que ser realizada por el pueblo, «desde abajo».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la tercera parte de la trilogía «La batalla de Chile» realizada por el documentalista Patricio Guzmán —y que se llama, justamente, El Poder Popular— existe una escena emblemática en la que se aprecia a un funcionario del gobierno intentando dar explicaciones en una reunión con dirigentes y operarios de un cordón industrial respecto de la necesidad de realizar las reformas acatando los convenios internacionales suscritos por el gobierno, desacelerando de esa manera el ritmo de las transformaciones emprendidas por las autoridades. Frente a dicha explicación del representante oficial, un dirigente le responde: «En este momento estamos cuestionado la institucionalidad y legitimidad del gobierno, ahora estamos entrando en una etapa de toma del poder por parte de las clases trabajadoras, porque el poder legal ha sido superado y debemos luchar hasta aplastar a la clase enemiga, la clase de los explotadores y de los terratenientes».</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La naturaleza y convicción de este discurso revelan el grado de consciencia al que habían llegado los conglomerados más radicalizados con respecto a la tarea irrenunciable de emprender el combate contra las clases contrarias al proyecto allendista. Sin embargo, esta conciencia no incluía ninguna estrategia efectiva de defensa ante la reacción conservadora y un eventual golpe de Estado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVSkn4IgU2mn40vNL3NMXLOX-ND7Zmuxeq-4u3o3K9ftYVu1BXKTid19FDnyB9_t24_vG1osCR0EIPIJ8IzKfeNrqK-vL3sTXsMngQ3P3NyH4sTxI8ujfCeK5w3ZMAwL01Bi4DRH8HawMKj-zfv3uGnz7foEfyCJZodB1TVn9odj6yVGjZrfHFDvuwiy9S/s696/La%20Moneda.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="522" data-original-width="696" height="372" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVSkn4IgU2mn40vNL3NMXLOX-ND7Zmuxeq-4u3o3K9ftYVu1BXKTid19FDnyB9_t24_vG1osCR0EIPIJ8IzKfeNrqK-vL3sTXsMngQ3P3NyH4sTxI8ujfCeK5w3ZMAwL01Bi4DRH8HawMKj-zfv3uGnz7foEfyCJZodB1TVn9odj6yVGjZrfHFDvuwiy9S/w496-h372/La%20Moneda.jpg" width="496" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Desenlace trágico de una experiencia socialista inédita</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Durante muchos años, la experiencia chilena ha continuado suscitando innumerables debates sobre cuáles eran los caminos más pertinentes para conquistar el socialismo en Chile. Con la derrota del gobierno popular por medio del golpe de Pinochet, la tesis de que Allende fue ingenuo al confiar en los militares ganó mucho aliento y fue predominante entre importantes sectores de la izquierda. Tal interpretación fortaleció la idea de que el gobierno debió haber armado al conjunto de la población para resistir a la agresión militar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No obstante, con el paso del tiempo, fue ganando un espacio más destacado para el balance de la experiencia aquella interpretación que insistía en la importancia de la conformación de un bloque o alianza histórica entre todos los sectores políticos empeñados en realizar cambios en las estructuras económicas, políticas y sociales imperantes en el país, utilizando para ello los instrumentos y las medidas «permitidos» en el marco de acuerdos que aseguraban la convivencia democrática.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El proyecto de Allende y la vía chilena era una experiencia pionera, inédita; no existía ningún modelo histórico que pudiera proveer insumos sobre el camino a ser recorrido en una transición pacífica, institucional y democrática hacia el socialismo. El sistema presidencialista imperante en Chile le permitía a Allende poseer un cierto grado de libertad para comandar el proceso de transformaciones estructurales. Pero durante el transcurso de su breve e interrumpido mandato se fue haciendo cada vez más evidente que, tanto en la división interna de la coalición gobernante como en las embestidas cada vez más violentas e intransigentes de los grupos contrarios a tales mudanzas, el programa de la Unidad Popular tambaleaba y comenzaba a descomponerse. A fin de cuentas, el Ejecutivo solo consiguió administrar una crisis que crecía diariamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A pesar de ello, el Presidente Allende intentó encontrar las salidas y los acuerdos que le permitiesen seguir impulsando su programa de gobierno sobre bases democráticas. De esta forma, buscaba interpelar a todos los partidos en la manutención del diálogo y evitar los enfrentamientos que pudieran significar el fin de la vida republicana. El día del golpe, «colocado en un tránsito histórico», Allende fue convidado para unirse a los combatientes que resistían la embestida militar en uno de los cordones industriales de Santiago. El presidente electo, coherente con su trayectoria democrática, declinó el ofrecimiento y decidió morir en el Palacio de La Moneda, tal como lo había prometido en sus diversos mensajes y discursos al pueblo chileno:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">Yo les digo a ustedes, compañeros, compañeras de tantos años, se los digo con calma, con absoluta tranquilidad: yo no tengo pasta de apóstol ni tengo pasta de mesías, no tengo condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea, la tarea que el pueblo me ha dado. Pero que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer a la voluntad mayoritaria de Chile: sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás y que lo sepan, dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera (…) no tengo otra alternativa, solo acribillándome a balazos podrán impedir mi voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo.</div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Independiente del dramatismo de las circunstancias en las cuales fue derrocado el gobierno, el gesto de Allende de morir en el Palacio presidencial remarca su férrea convicción de concluir el mandato para el que había sido electo, en el lugar que simbolizaba el centro del poder político, en el local que representaba la síntesis de los valores democráticos y republicanos abrigados durante tantos años en la historia política chilena. Allende tenía claro que su gestión concluía en noviembre de 1976 y, aun cuando seis años de gobierno parecía poco para la magnitud de la obra a realizar, el presidente confiaba en que el entusiasmo del conjunto de las fuerzas progresistas le permitiría extender en el tiempo el proceso de transformaciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El proyecto que Allende anhelaba para el país no era una utopía surgida de una mente ilusa o ingenua. Por el contrario, se sustentaba en una lectura consciente de la realidad, en la certeza de que era posible utilizar las instituciones y las leyes del país para emprender transformaciones profundas y concretar el conjunto de medidas incluidas en su programa de gobierno, cuyas aristas más radicalizadas eran la reforma agraria, la nacionalización de los recursos naturales y la estatización de la banca y el sistema financiero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Trágicamente, el proyecto allendista no fue compartido por el conjunto de sectores que formaban la Unidad Popular. La «soledad intelectual» de Allende fue siendo cada vez más patente en un escenario donde la polarización de la sociedad era vertiginosa y su final funesto se anunciaba como el epílogo inevitable de un país dividido por el odio y la intolerancia. Este será en parte el drama de la experiencia chilena: el distanciamiento in crescendo entre las visiones y las estrategias políticas contrapuestas, en donde la capacidad de Allende para arbitrar estas disputas fue disminuyendo progresivamente hasta quedar virtualmente aislado en su ideario de construir un socialismo por la vía democrática.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hoy, cuando recordamos con tristeza y recogimiento los 50 años del fatídico fin de ese sueño original que fue abortado en la ferocidad de las armas y el crimen, el pensamiento de Allende y su camino al socialismo por la vía democrática y por medio de un gran pacto social y político resurge con renovada vigencia para nuestro presente. Y por eso mismo se transforma en un gran legado para las futuras generaciones. Socialismo y democracia no solamente son posibles y deseables, sino que además ambas dimensiones son recíprocamente imprescindibles. Y no lo son en un sentido meramente retórico, lo son sobre todo en una praxis política de un modo dialécticamente nuevo de concebir esa relación. Tal como ha sido definido en la perfecta síntesis de Carlos Nelson Coutinho: «Sin democracia no hay socialismo, y sin socialismo no hay democracia».
</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-91039285281527723602023-09-04T08:40:00.000-03:002023-09-05T21:23:21.099-03:00Herencia de Allende a 53 años de su triunfo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikXytv4m4LE7kZWay87JR3tOZUYEDjYv3zmjxjjrDnnwzqe8XYICSo2EhxBtkIa6h6V9eJopndY204I4AvnVqLl_-O5Ge68xBsfhDzgeJcYzvNt9c81pqdGnYxpWjIs45pr2614Im-D9oUrWLO3YcjSjRCqcZQXN8zWruOg9ZqQIf-s_4OW8_fVfyi8k0D/s900/allende.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="900" height="324" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikXytv4m4LE7kZWay87JR3tOZUYEDjYv3zmjxjjrDnnwzqe8XYICSo2EhxBtkIa6h6V9eJopndY204I4AvnVqLl_-O5Ge68xBsfhDzgeJcYzvNt9c81pqdGnYxpWjIs45pr2614Im-D9oUrWLO3YcjSjRCqcZQXN8zWruOg9ZqQIf-s_4OW8_fVfyi8k0D/w487-h324/allende.jpg" width="487" /></a></div><p></p><div><b>Talía Llanos Chacón</b></div><div><b>El Desconcierto</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #660000; font-size: medium;">El programa de la Unidad Popular consistía en 40 medidas a materializarse durante la gestión del médico socialista, y en efecto muchas lograron concretarse, pese a la férrea resistencia de la oposición de la época.</span></b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">53 años han pasado desde que Salvador Allende Gossens fue electo Presidente de la República, al obtener el 36,6% de los votos en una reñida contienda electoral entre el socialista, Jorge Alessandri (PN) y Radomiro Tomic (DC).
Bajo el liderazgo de Allende Gossens, la Unidad Popular llegó al poder en 1970. Así Chile pasó a la historia al ser la primera nación en instaurar el socialismo por la vía democrática, proceso interrumpido por el sangriento golpe de Estado que dio paso a la dictadura cívico-militar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El programa básico de la UP consistía en 40 medidas a materializarse durante la gestión del médico socialista, pasando por temas como salud, vivienda, crecimiento de las industrias y una continuación de la reforma agraria. Varios aspectos lograron ser concretados, pese a la resistencia de una firme oposición, que buscó todas las formas posibles de bloquear las propuestas del gobierno.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Salud</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una de las problemáticas más graves de salud pública era la mortalidad infantil, para lo que el presidente Allende impulsó un programa social universal, a nivel nacional, de asistencia alimentaria en Chile, llamado “Medio Litro de Leche”.
El objetivo de la iniciativa era brindar una ración diaria de leche o su equivalente a todas las personas sin distinción social, y así combatir la desnutrición.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Años después, la idea fue replicada en otros países como Argentina, Perú y Panamá.
La idea de la Unidad Popular obtuvo frutos. De acuerdo con una investigación de Tarsicio Castañeda, “Contexto socioeconómico del descenso de la mortalidad infantil en Chile”, entre 1970 y 1980, la tasa de mortalidad infantil se redujo en 60%, la mortalidad neonatal en 48% y la mortalidad general en 23%.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Vivienda</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En los tres años de gobierno de la Unidad Popular se construyeron más de 200 mil viviendas, que en total sumaron cerca de 5 millones de metros cuadrados construidos. Esto fue destacado por el arquitecto Hiram Quiroga, ex-vicepresidente de la Corporación de la Vivienda.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Previo a esto, en 1970 Chile contaba con una población de 9 millones 600 mil habitantes y se estimaba que el país tenía un déficit habitacional de 600 mil viviendas. De esta cifra, 85 mil familias vivían en campamentos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Reforma agraria</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Eduardo Frei Montalva promulgó en los sesenta una nueva Ley de Reforma Agraria y otra ley que permitió la sindicalización campesina. Así se expropiaron alrededor de 1.400 predios agrícolas, 3,5 millones de hectáreas, y se organizaron más de 400 sindicatos que sumaron más de 100 mil campesinos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Allende continuó el proceso y buscó expropiar todos los latifundios y traspasarlos a la administración estatal, cooperativas agrícolas o asentamientos campesinos. A fines de la UP, había expropiado cerca de 4.400 predios agrícolas, que sumaban más de 6,4 millones de hectáreas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Industria y minería</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El 11 de julio de 1971, el Congreso Nacional aprobó con pocas modificaciones, y de forma unánime, la enmienda que hizo posible la nacionalización total del cobre, caratulada como Ley Nº 17.450.
Todo fue posible gracias al gobierno saliente de Eduardo Frei Montalva y su programa reformista de la “revolución en libertad”. Esto, basado en ideas relacionadas con la recuperación de las riquezas básicas que comenzaron a instalarse en 1960 en Latinoamérica.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Se constituyó la Corporación del Cobre (Codelco), que logró ser la principal empresa productora en el mundo por su volumen de exportaciones y una de las más eficientes”, destaca el académico José Luis Cademártori. Hasta el día de hoy, las sumas obtenidas por el cobre son imprescindibles para el presupuesto del país. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Mejoras para los trabajadores</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En 1971, la cesantía alcanzó al 9% de la fuerza laboral. Gracias a la política reactivadora de la Unidad Popular, el desempleo descendió a 3% antes de tres años de gobierno, la tasa más baja hasta fines de siglo.
Como parlamentario, Allende impulsó el Servicio de Seguro Social, que consolidó el reparto solidario para las pensiones de jubilación con financiación tripartita: el trabajador, el patrón y el Estado. Como Presidente, alcanzó un acuerdo con la Central Única de Trabajadores (CUT) para incrementar en 100% las pensiones, y luego envió al Congreso un proyecto que creaba la Caja de Previsión, aumentando jubilaciones, pensiones y montepíos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por su parte, las remuneraciones de los trabajadores del sector público fueron reajustadas de acuerdo al alza del costo de la vida más un 5% adicional. El salario mínimo pasó a ser, en términos reales, tres veces superior al de 1968.
Además, el alza del costo de la vida, que de enero a noviembre de 1970 era del orden del 30%, bajó a menos del 15% en el mismo período del año siguiente, de acuerdo con información recogida por la Biblioteca del Congreso Nacional.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Inflación y sabotaje</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Desafortunadamente, el gasto social de las medidas impulsadas por la Unidad Popular y Salvador Allende provocó un creciente déficit en los recursos fiscales que derivó en un proceso inflacionario.
Sumado lo anterior los problemas de abastecimiento, acaparamiento y sabotaje de las empresas, llevaron al país a un complejo escenario económico, teñido además por diversos actos de intervencionismo extranjero, el que se ha ido desclasificando con el tiempo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por ello, hasta el día de hoy, el último periodo del gobierno de la Unidad Popular se mantiene como un episodio polémico de nuestra historia, el que, incluso, ha llegado a ser utilizado por algunos sectores de la derecha para justificar el posterior Golpe de Estado.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-51484999438052637212023-08-28T17:29:00.002-03:002023-08-28T17:30:14.312-03:00A história vista desde baixo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8bMGWLEVoY3Sxrert5Wepe27k1YFpAHPjOUeEnoXwLXxb4UyPEuVCLwZCBZWqtDt5GV5eBNk9iZZIeELWb1bMA3di9vtlDjPF0TnIV3UiTPIZGNpD6j4Isg9NTB1_3uZz8ekmdWJDF4Bzakee2zs2iaY8NVVbfJYGRU8V3L27FtDj4NUDNz4l5Tqqly1O/s600/ep_thompson.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="350" data-original-width="600" height="294" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8bMGWLEVoY3Sxrert5Wepe27k1YFpAHPjOUeEnoXwLXxb4UyPEuVCLwZCBZWqtDt5GV5eBNk9iZZIeELWb1bMA3di9vtlDjPF0TnIV3UiTPIZGNpD6j4Isg9NTB1_3uZz8ekmdWJDF4Bzakee2zs2iaY8NVVbfJYGRU8V3L27FtDj4NUDNz4l5Tqqly1O/w504-h294/ep_thompson.jpg" width="504" /></a></div><p></p><b>Fernando Pureza</b><div><b>Jacobin Brasil</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: #990000; font-size: medium;">O historiador marxista E. P. Thompson faleceu neste dia em 1993. Sua trajetória foi marcada pela defesa de uma educação rebelde, o comprometimento com a luta antifascista e a construção de um socialismo humanista. Resgatamos aqui sua vida e obra.</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Quando E. P. Thompson faleceu, Eric Hobsbawm escreveu um tocante obituário dedicado a seu amigo para o jornal<i> The Independent</i>. Nele, Hobsbawm descreve Thompson como um intelectual eloquente, gentil, encantador, com presença de palco, com uma voz maravilhosa e “dramaticamente” bonito. Mais do que tudo isso, Thompson foi um desses casos fenomenais do século XX onde intelectualidade e militância caminhavam de mãos dadas, compondo um marxismo vivo e pouco afeito a ortodoxias. Honrar sua memória 30 anos depois do dia de seu falecimento, em 28 de agosto de 1993, inevitavelmente exige que reconheçamos algumas de suas maiores contribuições políticas e teóricas a partir da questão política crucial: no que uma perspectiva thompsoniana pode ajudar os socialistas hoje?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Experiência, o termo ausente</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Uma das maiores contribuições teóricas de E. P. Thompson foi trazer a centralidade do conceito de “experiência” para os debates marxistas. Contudo, essa não é só uma contribuição teórica, mas eminentemente prática. Para Thompson, a experiência era um conceito que permitia olhar para uma profunda dialética entre as determinações objetivas e as subjetividades da classe. Sua própria trajetória de vida demonstra a centralidade da experiência.
O pai, Edward John Thompson, foi um poeta e intelectual metodista que se aproximou do anticolonialismo indiano. Casado com Theodosia Jessup, tiveram dois filhos: Frank e Edward. Ambos ingressaram na faculdade e, por ocasião da Segunda Guerra Mundial, se alistaram na luta antifascista. Frank, o mais velho, se aproximou do Partido Comunista da Grã-Bretanha (PCGB) e, como oficial, se voluntariou a uma missão na Bulgária, onde foi assassinado em 1944. O irmão mais novo, Edward, acabou indo lutar na Itália. A perda do irmão em meio a luta antifascista contribuiu para reforçar o compromisso que compartilhavam, e o engajamento no PCGB.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Assim como Frank Thompson, Edward não estava propriamente convicto da infalibilidade das diretrizes de Moscou. Frank era abertamente crítico ao Pacto Ribbentropp-Molotov e se alistou por convicção de que a luta antifascista não poderia ser suspensa, mesmo que temporariamente. Já E. P. Thompson, tão logo a guerra terminou, decidiu participar da reconstrução da Iugoslávia sob o comando do Marechal Tito, construindo estradas de ferro. Nessas andanças, conheceu Dorothy Towers, também historiadora, militante do partido e engajada na reconstrução do país. A partir desse compromisso comum constituíram uma parceria que iria durar até o fim da vida de E. P. Thompson.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O engajamento real e concreto com o antifascismo certamente o diferenciava de muitos outros intelectuais marxistas da época. Convém ressaltar, no entanto, que a partir de 1946 o PCGB constituira um núcleo bastante ativo de historiadores, todos eles fazendo profundos questionamentos contra consensos acadêmicos e discutindo novas perspectivas para a historiografia inglesa. É nesse contexto que Thompson se alia com intelectuais como Christopher Hill, Eric Hobsbawm, Dora Torr, entre outros, que, decididos a deixar sua marca, criam a <i>Past and Present</i>, uma revista de intervenção política no cenário intelectual britânico. Os chamados “historiadores marxistas britânicos” causaram uma verdadeira revolução ao reivindicarem uma história <i>dos de baixo</i>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">De baixo para cima e à esquerda</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A ideia de uma “história vista de baixo” buscava justamente resgatar as concepções das classes populares inglesas ao longo da história, por meio de uma orientação organicamente vinculada a um marxismo militante. Havia algo de heterodoxo na posição desses historiadores: a vida das classes populares deveria ser vista a partir do próprio contexto britânico, recusando-se a dispor de categorias de análise que fossem estranhas a essa realidade vivida, o que teria um imenso significado posteriormente na ideia de classe avançada por Thompson.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O cenário internacional passava então por mudanças profundas. A morte de Stalin em 1953 e o Relatório Kruschev, de 1956, abalaram profundamente as concepções de muitos desses historiadores filiados ao PCGB. Começaram a surgir denúncias e críticas internas ao partido. Thompson foi um dos que passou vocaliza-las, em parceria com John Saville, na criação de uma revista nova chamada <i>Reasoner</i>. De curta duração (fechada por orientação do próprio partido), a revista serviu para mostrar a necessidade de organizar as vozes críticas do que viam como o “dogmatismo político do Partido Comunista da Grã-Bretanha”. A gota d’água, contudo, foi a invasão soviética à Hungria, em 1956. Os eventos em Budapeste precipitaram a saída de Thompson e outros historiadores do partido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Os historiadores marxistas britânicos, contudo, não interromperam sua militância. A <i>New Reasoner</i>, surgida em 1957, anunciava seu compromisso com “valores socialistas”, mas também com uma “percepção não-dogmática da realidade”. Apesar de fora do partido, Thompson reafirmou-se marxista inúmeras vezes, um compromisso que o acompanhou até o fim da vida. Aos poucos, a revista foi abrindo espaço para as muitas dissidências na esquerda britânica, tanto entre comunistas quanto entre trabalhistas críticos das lideranças dos seus partidos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A atividade de intervenção militante era acompanhada da docência. Desde 1955 Thompson atuava nas escolas para jovens e adultos, dando aulas de história e literatura inglesa – uma de suas paixões. As aulas, como o próprio Thompson lembrava, reafirmavam seu compromisso político com os “de baixo”, com sua cultura, suas tradições, suas visões de mundo. Aliadas com sua voz dissidente e radical, em pouco tempo a figura de Thompson se tornou famosa nos meios da esquerda britânica. Foi nesse meio tempo em que ele recebeu um convite inusitado: escrever um livro sobre a história da classe trabalhadora inglesa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">O enigma da classe</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A abordagem de E. P. Thompson surpreendeu. Até então, a esquerda britânica contava a história da classe trabalhadora a partir da história do movimento operário industrial, destacando as primeiras agremiações cartistas, na década de 1830, que tinham claro viés sindicalista. Thompson, por sua vez, resolvera retroceder até as últimas décadas do século XVIII para focar-se naquilo que ele chamara de “o fazer-se da classe operária” (<i>making of</i>, que na edição brasileira foi traduzido como “formação”). Dessa forma, a classe trabalhadora não nasceria “pronta”, dada como resultado das determinações econômicas objetivas, mas era resultado de uma longa formação social, política e cultural. O foco de Thompson seria justamente as experiências dos sujeitos proletários ao longo do tempo conforme compunha uma forma de sentir e agir em coletivo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O impacto de <i>A formação da classe operária inglesa</i> foi imenso. Traduzida mundo afora, gerou impactos duradouros para além da Inglaterra e da própria Europa – Brasil, Índia, Egito, Japão, etc.. Trata-se de uma obra imbuída de um duplo sentido da ideia de experiência. Para Thompson, a experiência é o elemento capaz de mediar as determinações econômicas e as tradições culturais e políticas. Dessa forma, a categoria carrega uma dialética profunda, capaz de mostrar o movimento entre a transformação das forças produtivas ao mesmo tempo em que sugere que as relações produtivas são muito mais amplas do que aquelas do chão de fábrica.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tradições como o metodismo, ou hábitos alimentares, músicas, literatura, folclore, se soma ao tortuoso processo de formação da consciência coletiva dos trabalhadores ingleses, até o momento em que eles se reconhecem não mais por localidade, religião, ou ofício, mas sim como “classe”. Para tanto, era necessário criar uma nova linguagem e uma nova cultura que desse conta das novas experiências de exploração vivenciadas – esse arcabouço não emergia do nada, mas do acúmulo de inúmeras tradições vindas do passado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Thompson enfatizava que sua obra só poderia ter sido escrita num contexto em que ele mesmo estava dividindo sua atenção com as aulas noturnas e com sua militância na Nova Esquerda. Como confessou, em 1961, em carta para o amigo e historiador Raphael Samuel:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><div style="text-align: justify;">“Além disso, estou com seis aulas e mais outros cursos adicionais para gerentes hospitalares (só essa semana já são nove aulas), além de estar no comitê de quatro departamentos diferentes, mais três crianças que continuam celebrando o feriado de <i>Guy Fawkes</i> e seus aniversários, além de um crescimento miraculoso das campanhas de desarmamento nuclear em Yorkshire e Halifax (em Yorkshire fomos de 0 para 150 comitês em dois meses!) – além de toda a correspondência do comitê editorial [da <i>New Left Review</i>] que você já deve ter ouvido falar. A única coisa em que sou parecido com Marx é que eu também estou ficando com furúnculos no pescoço”.</div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A experiência como militante e professor é fundamental para a escrita de Thompson. Dar aulas em diferentes cidades como Halifax, Yorkshire, Batley, Keighley, N’Allerton, permitia conhecer diferentes realidades de trabalhadores, diversos não apenas pela localidade como pelo ofício – trabalhadores manuais, de escritório, donas de casa, técnicos, professores. Uma classe multifacetada, com a qual Thompson tinha contato em suas aulas de história e literatura inglesa. Na sala de aula, estimulava que seus alunos trabalhadores falassem sobre suas tradições e cultura. Esse estímulo, tão vital para o processo de aprendizagem, o tornou cada vez mais atento às tradições culturais dos sujeitos subalternos, que eram frequentemente menosprezadas pela historiografia tradicional que tinha como objeto a classe operária.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A militância, por sua vez, seguia um caminho abertamente heterodoxo. Após a saída do PCGB, Thompson dedica sua atividade política a duas ações primordiais: a participação na <i>New Left Review</i> – e depois na <i>Socialist Register</i> – e o ativismo antinuclear, que gerou um livro pouco lembrado, mas muito instigante, <i>Exterminismo e Guerra Fria</i>. Thompson se manteve um socialista ferrenho até os últimos dias, reivindicando uma tradição histórica romântica e revolucionária – e, principalmente, radicalmente democrática.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxXBcCx9nDnflVaeGc_7DbYupqGppG2R_D4KYiwV87U2iaqtOn_PdOfTSEAPSJsH3zgcJoQ6u2ix4SUNvnnOyu3CnYgf_ZUF55Asoc9RFh8XwmW1Pn6_F7RIdrvQrQXQNOmrC0XkCdirEtVy4vQKhGBXoUUFiXBXp78hTR9RpR5X5F4ShEWuLnrC7wEAiL/s495/e_p_thompson_at_1980.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="308" data-original-width="495" height="313" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxXBcCx9nDnflVaeGc_7DbYupqGppG2R_D4KYiwV87U2iaqtOn_PdOfTSEAPSJsH3zgcJoQ6u2ix4SUNvnnOyu3CnYgf_ZUF55Asoc9RFh8XwmW1Pn6_F7RIdrvQrQXQNOmrC0XkCdirEtVy4vQKhGBXoUUFiXBXp78hTR9RpR5X5F4ShEWuLnrC7wEAiL/w503-h313/e_p_thompson_at_1980.jpg" width="503" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Romântico e dissidente</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Deixar o erro sem refutação é estimular a imoralidade intelectual”. É com essa frase de Marx que Thompson abre a sua mais célebre obra polêmica, <i>A</i> <i>Miséria da Teoria</i>, onde se engaja numa discussão com o filósofo francês Louis Althusser. Essa não foi, contudo, a única polêmica de grandes proporções que Thompson comprara: Tom Nairn, Perry Anderson, Leszek Kolakowski, além do próprio Althusser, foram alguns de seus alvos principais. Mas não eram polêmicas vazias: em cada uma delas, o historiador inglês identifica questões referentes ao campo do marxismo que precisavam ser trazidas para o debate público.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A experiência de Thompson no PCGB, nos anos 1950, foi marcada pela crítica constante ao fechamento de debates no interior do partido, promovidos por uma liderança cada vez mais alinhada com o marxismo vindo de Moscou. Thompson, por sua vez, acreditava no dissenso e no debate – nem sempre fraterno – e com isso concebia que seu papel como militante era justamente provocar a troca de ideias e a crítica. Com isso, polemizou abertamente com o estruturalismo francês e suas influências nos jovens marxistas britânicos. Tanto <i>Peculiaridades dos Ingleses</i> quanto <i>A Miséria da Teoria</i> inserem-se nesse debate.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tais dissensos muitas vezes geraram prejuízos no âmbito profissional. Em 1971, Thompson antagonizou diretamente com a Warwick College, onde fora convidado a dar aulas após o sucesso editorial de <i>A formação</i>. Segundo Barbara Winslow, que foi sua aluna na época, o professor Thompson ficou a favor dos alunos em um escândalo no qual haviam descoberto que a administração da universidade espionava um grupo de estudantes. O professor então escreveu um libelo contra a universidade, posicionando-se a favor dos alunos. Em 1971, pediu demissão – a vida acadêmica realmente não era para ele.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Não obstante as polêmicas, Thompson sempre manteve no horizonte a necessidade de uma política de frente popular, como salienta Stefan Collini. As dissidências dentro – e fora – do marxismo, combinadas com seu estilo irônico e afiado de escrita, não podem perder de vista que para ele, o que estava em jogo era a defesa de um projeto político radicalmente democrático, inspirado nas lutas do passado. Esse projeto, contudo, não poderia jamais se submeter a uma autoridade que valorizasse a ortodoxia para além da razão. Nesse sentido, o marxismo proposto por E. P. Thompson sempre foi um marxismo rebelde, heterodoxo e crítico, distribuindo farpas contra seus adversários. Uma frente popular na qual o debate e a dissidência pudessem fazer parte – essa era a pretensão thompsoniana.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Lendo E. P. Thompson no nosso tempo</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como militante e intelectual, Thompson seguiu seus afazeres até sua morte, em 1993. Alguns textos póstumos ainda são lembrados e sua memória é constantemente reivindicada entre as esquerdas ao redor do mundo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><i>A Formação da Classe Operária Inglesa</i> é o pontapé inicial para conhecer o autor. O prefácio é um dos textos mais citados na historiografia, mas quem resolver se aventurar pelos três volumes encontrará uma longa e poderosa história sobre as muitas tradições e lutas que estavam presentes no fazer-se da classe trabalhadora inglesa. Uma obra inspiradora, que inicia com uma pequena seita jacobina em Londres e termina apontando para um operariado que se afirma enquanto classe.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para os que se interessam por polêmicas, <i>Peculiaridades dos Ingleses</i> e <i>Miséria da Teoria</i> são excelentes opções. O estilo cáustico da escrita de Thompson e seu compromisso político com a “história vista de baixo” é reafirmado constantemente. No mesmo tom do Thompson polemista, seu ensaio “Carta aberta à Leszek Kolakowski” – e a réplica do filósofo polonês – foram recentemente publicadas pela Editora da UFSC e merece ser lido como um debate polêmico no interior do marxismo (que Thompson acusa Kolakowski de abandonar).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para aqueles que desejam uma pesquisa mais historiográfica, <i>Senhores e Caçadores</i> e os ensaios de <i>Costumes em Comum</i> mostram o roteiro de pesquisa thompsoniano após <i>A formação</i>. De tanto voltar para o século XVIII para falar sobre as origens da classe operária, Thompson resolveu se demorar por lá por mais algum tempo, analisando as diferentes tradições rebeldes do período.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Obras como <i>Exterminismo e Guerra Fria</i> e <i>Os Românticos</i> parecem destoar desse quadro. Mas considerando a trajetória thompsoniana, são fundamentais para entendê-lo sujeito em sua faceta enquanto militante e educador. No primeiro, Thompson organizou um livro com intelectuais ligados a <i>New Left Review</i> e outras revistas para debater sobre a Guerra Fria e o conflito nuclear iminente. O livro pode parecer datado, mas o compromisso político de E. P. Thompson e sua inegociável defesa do desarmamento nuclear são apaixonantes, contextualizados a partir de uma análise política ferina. Já <i>Os Românticos</i> guarda alguns dos últimos ensaios de Thompson sobre a cultura inglesa do século XVIII, sendo que um dos ensaios mais apaixonantes do livro se chama “Educação e Experiência”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para que resgatemos Thompson da “imensa condescendência da posteridade”, devemos partir do princípio de que ler suas obras é uma forma de mantê-lo vivo. Creio, contudo, que podemos, e devemos, almejar mais. Este resgate não pode se resumir à faceta intelectual, por mais digna de elogios que seja. Deve também concentrar-se em uma trajetória de vida comprometida com o marxismo, com o antifascismo e com um socialismo humanista. Trata-se também de que nós, em nosso duro e angustiante presente, resgatemos as experiências de militâncias e dissidências, sem perder de vista a dedicação na construção um projeto socialista que jamais poderia vir de cima para baixo, mas que deve ser construído nas densas determinações da vida cotidiana das pessoas trabalhadoras. Um socialismo radicalmente democrático, ligado à experiência dos sujeitos em luta.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-72634063784125039362023-08-27T12:25:00.002-03:002023-08-27T12:28:16.188-03:00Pinochet desclassificado: os arquivos secretos dos Estados Unidos sobre Chile<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWMF4ePEebhrU-WkCij74Fb-mGBfKWeByMcxSM1cYZ8jNTwX8bIf6R5SuPCBTW8tHD0vO30AcLKGfl2zlB1QQwE84IwaH2V0T2k5u2b2LwTIfxnRL2vtNkC8iXBi-MFyrjHW2IXhqfALzMlWXpc5Q_UzNjUSvvKqXHNIyP6Ueu1vw23sq0vIvXD051Sxix/s888/Pinochet.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="680" data-original-width="888" height="370" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWMF4ePEebhrU-WkCij74Fb-mGBfKWeByMcxSM1cYZ8jNTwX8bIf6R5SuPCBTW8tHD0vO30AcLKGfl2zlB1QQwE84IwaH2V0T2k5u2b2LwTIfxnRL2vtNkC8iXBi-MFyrjHW2IXhqfALzMlWXpc5Q_UzNjUSvvKqXHNIyP6Ueu1vw23sq0vIvXD051Sxix/w483-h370/Pinochet.webp" width="483" /></a></div><p></p><div><b>Dorrit Harazim</b></div><div><b>O Globo</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="color: #660000; font-size: medium;"><b>Para Kissinger, militares golpistas eram ‘um bando de incompetentes’ por não terem conseguido impedir a diplomação do eleito</b></span></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Peter Kornbluh é incansável no seu pacto com a verdade e a História. Aos 67 anos, continua a não dar sossego a ditaduras, ditadores e ao governo que mais vezes incentivou a treva em terras estrangeiras — os Estados Unidos. Além de pesquisador sênior do National Security Archive (NSA), instituição que obtém, analisa e publica documentos secretos do governo americano graças à Lei de Liberdade de Informação, Kornbluh também dirige o Projeto de Documentação sobre o Chile, da mesma NSA.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Às vésperas do 50º aniversário do feroz 11 de setembro de 1973 chileno, ainda resta muito a desenterrar sobre o golpe militar que matou, prendeu ou torturou pelo menos 40.018 pessoas. Mas Kornbluh tem método. E paciência. De garimpo em garimpo, ele desenterra novos documentos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Semanas atrás divulgou a transcrição de um telefonema do então presidente dos Estados Unidos, Richard Nixon, a seu assessor de Segurança Nacional, Henry Kissinger. Datado de 15 de setembro de 1970, o telefonema contém comentários de Nixon sobre seu encontro de véspera, ultrassecreto, com o todo-poderoso Agustín Edwards — dono do maior conglomerado de mídia do Chile. (Contexto: dez dias antes desse encontro, o socialista Salvador Allende conseguira surpreender meio mundo derrotando por estreitíssima margem o ultraconservador Jorge Alessandri. Pela legislação da época, o Congresso chileno precisava ratificar o resultado das urnas, abrindo o caminho para o presidente eleito assumir o Palacio de la Moneda.)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Edwards tinha ido a Washington justamente para arredondar com o governo Nixon o plano em curso que impediria esse rumo da história: as Forças Armadas chilenas assumiriam o poder, dissolveriam o Congresso, e Allende não seria empossado. Soa familiar? Os conspiradores receberiam seguro de vida, armamentos e munição, além de garantias “claras e específicas de não serem abandonados ou postos no ostracismo” e US$ 50 mil em espécie. Tudo cortesia da CIA. O plano incluía sequestrar o comandante em chefe do Exército, general René Schneider, considerado um entrave constitucionalista.
Só que deu tudo errado. Em novo telefonema de Nixon para Kissinger, desta vez já em outubro, o ocupante da Casa Branca pergunta:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O que está acontecendo no Chile?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Kissinger respondeu ter havido um revertério para pior. O planejado sequestro do general, a dois dias da diplomação de Allende, fora um fiasco — a vítima acabou sendo mortalmente ferida à bala, e a população condenara a ação.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O passo seguinte — continuou Kissinger — deveria ter sido a tomada do poder, mas também isso não ocorreu. Provavelmente agora é tarde demais.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Concluiu, com desprezo, que os militares golpistas eram “um bando de incompetentes” por não terem conseguido impedir a diplomação do eleito. A partir daquele 24 de outubro de 1970, em nenhum momento o magnata Edwards, os militares chilenos, a CIA, Kissinger ou Nixon deixaram de tramar, por um só dia, a queda do socialista dos Andes. Era só questão de tempo. O golpe veio nas primeiras horas do 11 de setembro de 1973, feroz, brutal, sanguinário. Durou 17 anos e teve no general Augusto Pinochet seu ditador-modelo: corrupto, obcecado e desumano.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entre os múltiplos eventos idealizados para marcar os 50 anos daquele trauma está uma edição em espanhol do trabalho de Kornbluh, pela Catalonia Books chilena: “<i>Pinochet desclasificado: los archivos secretos de Estados Unidos sobre Chile</i>”. Um documentário em quatro partes, baseado no esforço do pesquisador para desenterrar a documentação secreta do papel dos Estados Unidos na trama, também será transmitido por uma grande emissora de TV do país.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">O Chile representa uma das mais infames operações clandestinas da CIA -diz Kornbluh-, pois é onde você tem um elo explícito de um presidente dos Estados Unidos ordenando a derrubada de um governo democraticamente eleito.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Simples assim. O atual presidente chileno, Gabriel Boric, já solicitou ao governo do democrata Joe Biden a liberação de documentos da Casa Branca referentes ao Chile nos anos 1973 e 1974. Pedido difícil de atender, justamente pela ausência de escrúpulos que a papelada ainda poderá revelar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A ditadura chilena caminhava para seu 13º ano de abusos quando Boric nasceu, portanto o atual ocupante do La Moneda nada testemunhou. Por isso mesmo, quer que sua geração tenha acesso pleno e transparente a um passado nacional que muitos já tentam adulterar. De um ano para cá têm surgido postagens de extremistas rebatizando o 11 de setembro de “escolha pela liberdade” feita por chilenos patriotas. Soa familiar?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pela mesma razão, recomenda-se a leitura mais completa sobre a contribuição da ditadura brasileira ao golpe e à repressão da era Pinochet. “<i>O Brasil contra a democracia – A ditadura, o golpe no Chile e a Guerra Fria na América do Sul</i>”, do jornalista e analista internacional Roberto Simon, é leitura obrigatória para que esse capítulo trevoso da História do Brasil também seja corretamente aprendido.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-75752387819646884982023-08-23T08:34:00.002-03:002023-08-23T08:34:47.191-03:00Milei en el país de las maravillas<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMotzZTzBLOGP29n-MoAWKqTxcq4kdSVsM9I9f2zttxBpUE5U4vOgXKsrua8peVkUzZQRdJK0gFEmZVJlEgEux7TXZOovGcvrLLSP_D_ov3GijeUJFilvHFoAum4C7pESf-qRq6TGPUwAapic9XP22s9qHUV4WB_5_LlfmvXCaguEjKbiqN51s9HPXNjg4/s640/milei.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="427" data-original-width="640" height="332" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMotzZTzBLOGP29n-MoAWKqTxcq4kdSVsM9I9f2zttxBpUE5U4vOgXKsrua8peVkUzZQRdJK0gFEmZVJlEgEux7TXZOovGcvrLLSP_D_ov3GijeUJFilvHFoAum4C7pESf-qRq6TGPUwAapic9XP22s9qHUV4WB_5_LlfmvXCaguEjKbiqN51s9HPXNjg4/w497-h332/milei.png" width="497" /></a></div><b><div><b><br /></b></div>Jorge Majfud</b><div><b>Página 12</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">En 1942 la británica Juliet Rhys-Williams propuso un impuesto negativo: aquellos con ingresos por debajo de una línea mínima, debían recibir la diferencia de aquellos que ganaran por encima, hasta llegar al mínimo establecido por ley. La idea fue retomada por el ícono del neoliberalismo, Milton Friedman y por el presidente Richard Nixon, pero nunca prosperó. ¿Por qué este repentino gesto de ternura, cuando otros miembros del clan, como la escritora Ayn Rand eran partidarios del <i>egoísmo </i>como fundamento moral? Porque la solidaridad no solo es lo mejor que tenemos los humanos, sino que también conviene.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Las neocolonias fueron más radicales en su fe neoliberal, desde el “sinceramiento” del ministro de economía de Isabel Perón (y López Rega) en los 70, la privatización de bienes y nacionalización de deudas de la dictadura militar, hasta los años 90 de Menem-Cavallo y del resto de América latina. La motosierra volvió con Mauricio Macri en 2015 quien repitió el verso del “sinceramiento de la economía”, quitando subsidios a necesidades básicas y desarmando el frágil tejido social, que es el que, en cualquier sociedad civilizada, previene que el castillo de naipes se desmorone. Todos los casos terminaron en catástrofes sociales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Ajustar y ahorrar” siempre significa más sacrificios para los de abajo, y una forma de hacerlos “votar bien” es recurrir a otras pasiones, como la religión. En diciembre de 2021, en el Congreso, Javier Milei justificó su fobia a los impuestos porque “los egipcios, ante el avance de los judíos [sic], le habían puesto impuestos… y los judíos se fueron para salir del yugo opresor del Estado”. Con frecuencia, recurre a “Moshé” como ejemplo ideológico, pero Moisés nunca defendió la propiedad privada ni el libre mercado. Todo lo contrario. Cuando le quitó las tierras a los cananeos, las repartió entre sus seguidores. Una reforma agraria, socialista pero nacionalista y autoritaria. Quien no obedecía era castigado. La libertad del pueblo elegido no tenía nada que ver con la libertad individual.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El mundo fantástico de Milei nunca existió. Las únicas democracias que prosperaron con el libre mercado de las colonias fueron los brutales imperios de Europa y Estados Unidos, los que vampirizaron el mundo por la fuerza de sus cañones, la impresión e imposición de sus monedas y la masiva propaganda de sus medios. Por eso, para que la colonización sea completa, Milei propone adoptar el señorío del dólar como moneda nacional, como los países africanos deben usar el franco francés para ser explotados mejor. Como si las eternas deudas en dólares no fuesen suficiente esclavitud.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Por qué un gran número de jóvenes lo votó? Por generaciones, los jóvenes se habían educado en los libros y en cierto respeto por la herencia milenaria de la humanidad. Aunque muchos continúan esa tradición en las nuevas plataformas, una mayoría está educada en la frivolidad sin memoria y en el desesperado deseo de ser ricos y famosos. Según el viejo fenómeno del “<i>pay dispersion</i>”, la mayoría trabaja gratis o por monedas, porque aspira a llegar algún día a los ingresos de los pocos que se benefician del sistema.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En un mundo mercantilizado, donde la ley es “matar o morir”, el sadismo no es un ejercicio gratuito sino un negocio. Los <i>influencers </i>multiplicaron este mercado. Excluyendo cuatro o cinco millonarios, son millones de <i>entrepreneurs </i>que pierden años de educación tratando día y noche de hacer cien o mil dólares por mes, burlándose o atacando a alguien más. Esta cultura vacía provee la sensación de libertad, no muy diferente a la de un drogadicto con su primera dosis, o de los ratones de laboratorio que pasan el día apretando un botón porque cada tanto, sin una frecuencia predecible, cae una semilla. Esta cultura del entretenimiento perenne no sólo evita el pensamiento crítico sino que induce a la explosión violenta cuando la adicción no genera el resultado esperado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al tiempo que la infantilización de las sociedades se radicaliza, sus pataletas también. El hábito de reaccionar con violencia verbal a las opiniones ajenas se ha transferido a algo más serio, como es votar y elegir líderes que luego nos llevan a otras formas de violencia―e injusticias. <i>Un voto no es un like</i>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La propuesta de Milei de destruir la educación pública es una de sus coherencias internas. Luego esos mismos <i>entrepreneurs </i>culpan al Estado de sus fracasos. Si vemos al Estado como el padre (según ellos), se trata de la proyección de un complejo de culpa: nuestro padre es el culpable de todas nuestras frustraciones―en el caso de Milei, como lo ha hecho público, sería un problema personal. Cuando pase la juventud, la fama, el dinero y los sueños de ser millonarios, recurrirán al Estado o, según la prédica de los Milei, tendrán que vender sus cadáveres para que sus hijos puedan comer (todo muy freudiano), como lo profetizó la película <i>Soylent Green</i> en 1973.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Milei es una copia tardía de Ayn Rand, quien llevó al extremo el dogma liberal sobre las bondades del egoísmo y las maldades del altruismo. Aparte de Kropotkin, estudios más recientes han demostrado lo contrario: la cooperación y el altruismo no son ajenos a la naturaleza humana; son mejor valorados en la infancia antes de ser corrompida por una educación egocéntrica y mercantilista.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todas las grandes religiones y filosofías siempre pusieron un especial acento en la solidaridad y el altruismo. El héroe podía ser un guerrero tribal, pero su sacrificio era siempre altruista. Hasta dioses o semidioses, como Prometeo, Quetzalcóatl y Jesús se sacrificaron en vida por el resto de la humanidad. Ninguno era ni moral ni estéticamente inferior por eso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hasta el calvinismo, el egoísmo y la avaricia (<i>cupiditas</i>) fueron pecados capitales. Como lo hemos explicado en Moscas en la telaraña, a partir de la mercantilización de la tierra en la Inglaterra del siglo XVI, de la mano de obra desplazada por el <i>enclosure </i>y la privatización del despojo de las colonias por parte de las poderosas compañías imperiales como la East India Company (con el mismo modelo democrático de los piratas), el egoísmo y la avaricia pasaron a ser valores dominantes: la búsqueda del bienestar individual (bienestar, no <i>bienser</i>) es éticamente superior porque a largo plazo conduce al bienestar del resto―por supuesto que las clases dominantes y los imperios nunca dejaron de saquear y exterminar el resto del mundo en procura del bienestar propio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Recientemente, un argentino me dijo que “el triunfo electoral de Milei en las primarias fue un voto castigo”, que la gente estaba harta de los políticos. Esto último es comprensible, pero recordemos que lo mismo dijeron los alemanes en 1933 (también Hitler fue un hijo que sufrió violencia física y también amaba a los perros) y no pocos argentinos que apoyaron el golpe fascista de 1976 decían lo mismo. Si uno está harto de que le roben la casa, tal vez prenderla fuego no sea la solución.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El fascismo no es una ideología; es una condición mental y debe ser tratada con más educación, más cultura, más equidad y más empatía por los débiles. Todo eso que el fascismo siempre intenta destruir.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-65119367402211214172023-08-22T09:28:00.007-03:002023-08-29T08:22:53.211-03:00¿Qué está faltando para que Jair Bolsonaro sea encarcelado?<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-1RUiRBY4yAByiwWwKW7Dk8GriBL08ih8EGVX33Wkh08P9gVmPAebdmJK9kv_NzQpzRRmTsjYoZEw8aZSiFG4GgnqvoWxZgoR1yENiC2DlQuPeR9ulM1yIx81kR9eZ16w1DzwjBGtRf4zxc8aQpzhugHf5OnjkBLi7aI8NbS6T_QSKf4riiVwOYPLSYsu/s848/Bolsonaro-Michelle-Joias.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="477" data-original-width="848" height="307" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-1RUiRBY4yAByiwWwKW7Dk8GriBL08ih8EGVX33Wkh08P9gVmPAebdmJK9kv_NzQpzRRmTsjYoZEw8aZSiFG4GgnqvoWxZgoR1yENiC2DlQuPeR9ulM1yIx81kR9eZ16w1DzwjBGtRf4zxc8aQpzhugHf5OnjkBLi7aI8NbS6T_QSKf4riiVwOYPLSYsu/w547-h307/Bolsonaro-Michelle-Joias.jpeg" width="547" /></a></div><p></p><div><b>Fernando de la Cuadra</b></div><div><b>Socialismo y Democracia</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta es una pregunta que se hacen muchas personas en la actualidad, dado que luego de toda la información de los diversos crímenes cometidos por el ex presidente parece casi obvio que el mismo sea arrestado inmediatamente para responder por sus acciones delictivas ante la justicia brasileña.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El Ministro del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, ya ha definido las diversas líneas de investigación por las que el ex capitán podría ser encuadro por los variados ilícitos cometidos durante su gestión a la cabeza del Ejecutivo. Ellas son cinco, a saber: a) Difusión de noticias falsas por medio de milicias digitales; b) Negligencia en el enfrentamiento a la pandemia y ataque a las vacunas contra el Covid-19; c) Descalificación injustificada del sistema de votación y de las urnas electrónicas; d) Supresión violenta del Estado Democrático de Derecho e Incitación al Golpe de Estado; y e) Abuso de poder en el ejercicio de sus funciones como Presidente de la República y uso de la estructura gubernamental para la obtención de ventajas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cada uno de estas líneas de acusación tienen sus respectivos desdoblamientos. Por ejemplo, el último ítem se puede descomponer en otras 3 acusaciones: 1) Uso malicioso de las tarjetas corporativas; 2) Inserción de datos falsos sobre la gestión administrativa; y 3) Apropiación indebida de recursos fiscales y de bienes recibidos en visitas de Estado (caso de las joyas y relojes regalados por los gobiernos de Arabia Saudita y del Reino de Bahréin).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, a pesar de todas las acusaciones que pesan sobre el ex Presidente, la Justicia no puede ordenar su prisión antes de emitir la condenación judicial por sus crímenes. Lo que podría hacer el Ministro Moraes, en una posible hipótesis, es solicitar la prisión de Bolsonaro como medida cautelar con el argumento de que manteniéndolo en libertad éste puede representar un obstáculo para el buen encaminamiento de las investigaciones, por la adulteración, ocultación o destrucción de pruebas, por una eventual coacción de testigos o destrucción de pruebas o por el riesgo que emprenda una fuga del país para escapar del proceso judicial en su contra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Aunque conociendo la forma minuciosa y cautelosa con la cual opera el Ministro Alexandre de Morais en la elaboración de sus sentencias, es difícil pensar que sea capaz de decretar la detención de Bolsonaro sin tener un volumen contundente de pruebas que lo incriminen. Elementos para procesarlo existen y muchos. Bolsonaro ha sido citado permanentemente como el mentor intelectual de los atentados ocurridos el día 8 de enero y su huida para Orlando antes de concluir su mandato no lo exime de la culpa por haber tramado una conspiración con el apoyo de muchos militares y, especialmente, de su Ayudante de Ordenes, el Teniente Coronel Mauro Cid, que en estos momentos se encuentra encarcelado por otra ilegalidad cometida para proteger al ex Presidente: la falsificación de los certificados de vacuna que Bolsonaro y su esposa mostraron ante las autoridades de Estados Unidos para que les permitieron ingresar a ese país.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5t_hMU5mQQO03sn1TV1wjdrAXg26kllKJq4kRcTclRBFvETklo9A_RSW1syq6zczL64nfL8jCqMepGN3TIwye6EwP1BB7OjzqvdVfHBBOKpOLsThvpKfzIyvAWmWYwghiPcgQSe3PVY-_87h_5wn--hPBxUR3THXU2SVTbyYjFispEOV_qCPi11eIKzUj/s876/joyas.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="484" data-original-width="876" height="285" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5t_hMU5mQQO03sn1TV1wjdrAXg26kllKJq4kRcTclRBFvETklo9A_RSW1syq6zczL64nfL8jCqMepGN3TIwye6EwP1BB7OjzqvdVfHBBOKpOLsThvpKfzIyvAWmWYwghiPcgQSe3PVY-_87h_5wn--hPBxUR3THXU2SVTbyYjFispEOV_qCPi11eIKzUj/w515-h285/joyas.webp" width="515" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Es más, ahora también se sabe que el ex mandatario trasladó clandestinamente -en el avión presidencial que lo llevó a Orlando- una maleta llena de los obsequios que había recibido de delegaciones extranjeras y jefes de Estado de otros países en visitas oficiales. Ello con el propósito de vender tales bienes (joyas y relojes de lujo) en el país del Norte. Bolsonaro alega que estos regalos son “personalísimos” y que, por lo tanto, no tiene la obligación de inscribirlos como parte del acervo de la República. Por su parte, el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), le exigió a Bolsonaro devolver todos los objetos de alto valor recibidos , cuestión que el ex mandatario ha hecho solo en parte, pues todavía faltan algunos ítems para ser reincorporados al patrimonio público.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Ya está demostrada la participación de Bolsonaro en el esquema montado para la venta de estos bienes en el exterior, pero aun así el Ministro Alexandre de Moraes se encuentra recabando más pruebas concretas que permitan demostrar fehacientemente la participación del ex Presidente en los diversos delitos que pesan en su contra. Por lo mismo, es incierto saber cuándo podrá salir efectivamente una orden de detención, aunque existe casi consenso entre abogados y miembros de la Policía Federal de que dicha orden podrá ser emitida a cualquier momento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una de las aristas del “caso joyas” que no ha sido investigada en profundidad, es la razón por la cual las autoridades de Arabia Saudita y Bahréin se mostraron tan generosas con el gobierno Bolsonaro. Lo que se sabe hasta ahora, es que existían negociaciones con autoridades para comprar algunas refinerías de petróleo ubicadas en territorio brasileño y también realizar importantes inversiones en el ámbito del agronegocio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al escenario de una posible prisión de Bolsonaro por el crimen de apropiación indebida de bienes del Estado, hay que sumarle el reciente fallo de inelegibilidad por ocho años decretado por el Tribunal Superior Electoral (TSE). Por este motivo, la extrema derecha brasileña se encuentra volcada a la búsqueda de un o una substituta del condenado líder que no podrá concurrir a las elecciones de 2026. Candidatos no faltan y algunos de ellos ya han señalado que quieren tener al lado a Jair Bolsonaro como “imagen propaganda” para conquistar el voto de los electores que continúan apoyando al ex capitán. Resta saber, si un Bolsonaro procesado y encarcelado podrá servir para sus campañas en un futuro no muy lejano.
</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-75918390539548362842023-08-08T11:15:00.003-03:002023-08-08T11:19:05.960-03:00La policía brasileña opera como una máquina de exterminio<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgep9hsVf-IfTwOsLpZngAw5kVyFSH__4hPKfQUfm7C3A3SJpgQbVg3n6luozMaFRnHk6WjAZmzs3VbhZpNq0cztyk47TzfdZbbNTAmlftjYyl6j03ineb7CldolH9dbIeljLykdsqicgLqKHQoyYm78r57xC_ZvytJP5rsrImLgOmKEn6UyemDj6xXaTUm/s770/Guaruja.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="513" data-original-width="770" height="339" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgep9hsVf-IfTwOsLpZngAw5kVyFSH__4hPKfQUfm7C3A3SJpgQbVg3n6luozMaFRnHk6WjAZmzs3VbhZpNq0cztyk47TzfdZbbNTAmlftjYyl6j03ineb7CldolH9dbIeljLykdsqicgLqKHQoyYm78r57xC_ZvytJP5rsrImLgOmKEn6UyemDj6xXaTUm/w510-h339/Guaruja.webp" width="510" /></a></div><p></p><div><b>Fernando de la Cuadra</b></div><div><b>Socialismo y Democracia</b></div><div><br /></div><div style="text-align: right;"><i>¿Cuántos más necesitan morir para que esta guerra acabe?</i></div><div style="text-align: right;">Marielle Franco, un día antes de ser asesinada</div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">En la última semana, tres masacres cometidas por miembros de la Policía Militar y la Policía Civil de los Estados de Sao Paulo, Rio de Janeiro y Bahía, pusieron nuevamente en discusión la fuerza desmedida de que hacen uso las fuerzas policiales del país. Hasta el momento, por lo menos 45 personas fueron ultimadas en operaciones realizadas en esos Estados, aunque el número puede subir de acuerdo a defensores de los Derechos Humanos que siguen recabando informaciones sobre las víctimas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En los tres casos, por relatos de habitantes de esas comunidades se sabe de situaciones en que pobladores y trabajadores desarmados fueron fusilados sumariamente por la policía, sin derecho a legítima y amplia defensa. Solo en la ciudad de Rio de Janeiro, en lo que va de este año se han producido 33 masacres en favelas y áreas periféricas con 125 personas fallecidas. El perfil de la mayoría de los muertos o presos en estos “enfrentamientos” es el mismo: son jóvenes, pobres y negros.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El 6 de mayo de 2021, una tropa de la policía civil de Río de Janeiro entró en la comunidad de Jacarezinho y mató a 27 moradores, todos hombres jóvenes, negros y pobres. Según consta en las investigaciones posteriores, la mayoría de estas personas fue ejecutada sumariamente, con disparos en la nuca después de haberse rendido (<i>La banalización de la muerte y la masacre de los pobres</i>).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Algunos casos tienen mayor cobertura periodística, como fue el desaparecimiento en julio del 2013 de Amarildo de Souza desde el interior de una Unidad de la Policía Pacificadora (UPP) en la favela de la Rocinha o el más reciente asesinato de un conductor de motocicleta en Alagoas, Genivaldo Jesus dos Santos, quien fue asfixiado por una bomba lacrimógena lanzada dentro del portaequipaje del furgón de la Policía Rodoviaria Federal (PRF), cuando este ya se encontraba esposado dentro del vehículo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta enorme letalidad plantea seriamente la discusión sobre el carácter violento y extralegal que promueve el Estado brasileño para enfrentar a aquellos grupos o individuos que considera “criminales”. Es decir, dicho Estado se ha caracterizado por haber ejercido una violencia permanente sobre las poblaciones más pobres y vulnerables. La secuencia sostenida de asesinatos y masacres provocadas por agentes del Estado durante el gobierno de Bolsonaro, solo vino a confirmar la dimensión de cuanto se encuentra enquistado en el aparato público el desprecio por la vida de pobres, negros e indígenas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el primer año de gobierno del ex capitán, fueron más de 47 mil muertes violentas en el país, de las cuales el perfil de la mayoría de los fallecidos era similar, 74% de ellos eran negros que residían en áreas pobres y la mitad tenía entre 15 y 29 años. Aun cuando una parte de los fallecidos en estas acciones se encuentra vinculado con actividades de tráfico de drogas, ellos forman parte de una estadística entre aquellos que fueron ejecutados por la policía y agentes de seguridad sin derecho a un juicio previo. Pero, además muchas de las muertes corresponden indudablemente a personas inocentes que fueron ejecutadas por causa de una simple sospecha o porque fueron alcanzadas por las llamadas balas perdidas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta “incompetencia” de las Policías de Rio de Janeiro ya fue contabilizada por investigadores de la Universidad Federal Fluminense (UFF) que analizaron 11.323 operaciones en el Estado durante los últimos 15 años, llegando a la conclusión que, del número total de muertos, heridos y presos, en el 85 por ciento de estos casos las acciones fueron ineficientes o directamente desastrosas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El mismo informe apunta que “las actuaciones policiales pueden ciertamente ser impulsadas por la emoción y, consecuentemente, por motivaciones que pueden extrapolar los límites del deber funcional de los policiales”. Lo anterior solo viene a confirmar la falta de preparación que poseen dichos agentes en muchos aspectos de su formación profesional.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2X5DxP4Ctfe0OSYyMHRLf_rwKfa0ryOejwEg5FgBDAHMtSEHKe3QQhEtAlPAg0W6i-R6Fywsqvf0AYMG4oUUX-RNiuGDS_ZyTPrdl-bQTA7fO6Qy4FztNFdo8atzTo5-OGbF0s5YI-8JO2dEdOjE0I0I39Cl585vP_2PDG9hClpfl21vDpy0Gfafo4Lad/s1024/Rio%20masacre.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="683" data-original-width="1024" height="316" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2X5DxP4Ctfe0OSYyMHRLf_rwKfa0ryOejwEg5FgBDAHMtSEHKe3QQhEtAlPAg0W6i-R6Fywsqvf0AYMG4oUUX-RNiuGDS_ZyTPrdl-bQTA7fO6Qy4FztNFdo8atzTo5-OGbF0s5YI-8JO2dEdOjE0I0I39Cl585vP_2PDG9hClpfl21vDpy0Gfafo4Lad/w476-h316/Rio%20masacre.jpg" width="476" /></a></div><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>La violencia policial desde la formación del Estado brasileño</b></span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En su análisis del Estado moderno, Max Weber definía tal Estado como una asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un determinado territorio la violencia física legitima como medio de dominación. Dicho Estado, por lo tanto, se encontraría avalado por la aceptación de la ciudadanía para ejercer el uso exclusivo de la violencia a partir de la legitimidad que le otorgaría la propia población que decide voluntariamente obedecer a este poder por un fin superior de la sociedad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Entonces surge la siguiente interrogante: ¿Cuál es la legitimidad que posee un Estado que traiciona la confianza de sus ciudadanos cuando reprime a los grupos más desprotegidos? En rigor, lejos de cumplir y respetar este compromiso con los habitantes del país, el Estado brasileño se ha constituido desde sus orígenes como un Estado policial, represivo, miliciano y autoritario, destinado a aplicar una violencia desmesurada e intencional sobre sus poblaciones más pobres y vulnerables. Desde los tiempos del descubrimiento, las agencias de seguridad del Estado se han encargado de criminalizar y masacrar a los pobres, como ha sido estudiado y documentado por centenas de trabajos relativos a la violencia policial durante el Brasil Colonial, Imperial y Republicano.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A fines del siglo XIX los primeros asentamientos urbanos ubicados en los morros recibieron el nombre de “barrios africanos” y posteriormente de favelas. Con la aparición de las favelas más modernas a comienzos de los años setenta, estas áreas de la ciudad fueron consideradas un verdadero caldo de cultivo de violencia y criminalidad. El proceso de producción de los espacios de la favela fue tradicionalmente marcado por la oposición entre el mundo de la sana convivencia del asfalto (ciudad baja) y el mundo conflictivo y peligroso de los morros, foco de la criminalidad y la delincuencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por lo mismo, las favelas han sido identificadas durante mucho tiempo como zonas dominadas por el miedo y por prácticas ilegales que es necesario combatir con excesivo y ejemplar rigor. Entonces, las policías fueron preparadas durante décadas para considerar a los habitantes de estas comunidades como enemigos de la Patria. Ni siquiera el Proyecto de las Unidades de la Policía Pacificadoras (UPP) logró superar esta visión de que las favelas son un espacio de terror que incuba un “enemigo interno”, reproduciendo al final el mismo padrón represivo utilizado históricamente como mecanismo de control y sumisión por la Policía Militar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El aumento de la pobreza, la disminución de las garantías laborales y sociales, la fragilización del empleo y, en general, la precarización de la vida impulsados por el neoliberalismo salvaje solo ha provocado una profundización de las condiciones de sobrevivencia de la población brasileña, especialmente claro, de los habitantes más vulnerable del país. La respuesta del Estado frente este escenario ha sido la instalación de mayores grados de vigilancia y represión sobre estas comunidades, asociando a sus habitantes –especialmente los más jóvenes- a potenciales criminales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Frente a los “excesos” de la Policía, las autoridades responden con la impunidad de los victimarios, cuando no con la displicencia de sus instituciones. Ello porque para el Estado brasileño -desde hace muchos años-, el combate a los pobres pasó a ser el combate de los pobres por medio de la penalización, la cárcel o el asesinato. Como certeramente nos advierte Loïc Wacquant, “la penalización funciona como una técnica para la invisibilización de los problemas sociales que el Estado ya no puede o no quiere tratar desde sus causas, y la cárcel actúa como un contenedor judicial donde se arrojan los desechos humanos de la sociedad de mercado”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y el asesinato, diríamos, opera como una estrategia del terror para propagar el miedo y la subordinación incondicional al Estado y a los designios del mercado entre la población más pobre. La consigna repetida incansables veces por la extrema derecha de que “bandido bueno es bandido muerto” se internalizó en las instituciones policiales y su consiguiente huella mortífera que se sigue arrastrando por el territorio brasileño hasta el presente momento.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">¿Qué respuesta pueden dar las instituciones del Estado Democrático de Derecho y la propia sociedad? Quizás esta sea la hora más precisa para que el actual gobierno transforme sustancialmente esta realidad macabra que continúa perpetuándose al interior de las fuerzas de seguridad, muchas veces con el respaldo o la omisión aberrante del sistema judicial amparado por un ficticio Estado Democrático de Derecho.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y, por cierto, también el conjunto de la sociedad brasileña deberá desempeñar un papel protagónico en la denuncia permanente y en el enfrentamiento movilizado contra las acciones de estas policías que siguen escudándose en la displicencia de los ciudadanos, así como también continúan refugiándose en la impunidad que otorgan las instituciones del Estado.
</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-48381231830521620242023-08-03T12:28:00.005-03:002023-08-03T12:29:44.820-03:00De las palabras a los hechos: las leyes raciales del nazismo<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjECzbayTqNUw73u6DdRg__fFTBaM9z63E3wyDqUndD7jvBEmiqpDfDXA8HsdoYND1mx6bRF8q07NxLS54nz_tFluo5R4rqfkFXBFIemYN7Vjd87pDvKBzT76AjJeHDRvF0EBZHH0HA_qDswZq2M2LL6q6Ylp3FfcQyeet_NIqE3sMjnOtXF8OFIbt-ikMU/s741/Nazismo.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="438" data-original-width="741" height="318" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjECzbayTqNUw73u6DdRg__fFTBaM9z63E3wyDqUndD7jvBEmiqpDfDXA8HsdoYND1mx6bRF8q07NxLS54nz_tFluo5R4rqfkFXBFIemYN7Vjd87pDvKBzT76AjJeHDRvF0EBZHH0HA_qDswZq2M2LL6q6Ylp3FfcQyeet_NIqE3sMjnOtXF8OFIbt-ikMU/w538-h318/Nazismo.png" width="538" /></a></div><br /><b>Francisco Javier Blázquez</b><div><b>The Conversation</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">El 14 de julio de 1933 el gobierno de Hitler aprobó la Ley para la Prevención de Progenie con Enfermedades Hereditarias con el objetivo de esterilizar a personas que eran consideradas biológicamente inferiores.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En principio, esta ley había sido promulgada para impedir la trasmisión de enfermedades hereditarias. Pero en realidad sirvió para llevar a cabo una política general de esterilización obligatoria, así como de exterminio, de las personas que padecían defectos físicos o mentales.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Adolf Hitler, considerado por algunos especialistas como el gran simplificador, estaba convencido de que la supremacía de los arios solo era posible a través de la regeneración y purificación de la sangre germana.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De ahí que dos años después, el 15 de septiembre de 1935, promulgara la “Ley para la protección de la sangre y el honor alemanes” y promoviera la aplicación del Programa Aktion T4, en virtud del cual perdieron la vida más de 70 000 enfermos de párkinson, alzhéimer o epilepsia a los que practicaron la “eutanasia compasiva”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El motivo no ofrecía lugar a dudas para los dirigentes nazis. La salud e “higiene racial” eran prioritarias. Inexcusablemente. El racismo biológico debía imponerse sacrificando los principios de igualdad, libertad o dignidad emanados del liberalismo precedente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">El racismo histórico</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"> Es preciso recordar que, con anterioridad, teóricos racistas como el Conde Bufon en Historia Natural, así como el Conde de Gobineau, a través del Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas en 1853, habían defendido que la raza blanca ocupaba el nivel superior y que la mezcla racial resultaba degenerativa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, conviene precisar a este respecto que el concepto de “raza”, al igual que el de “población”, no deja de ser tan solo una abstracción de carácter especulativo, que carece de correspondencia empírica alguna. De hecho, el término “raza” no describe ninguna cualidad humana, específica, que sea diferenciada, y menos hace referencia a ningún dato objetivo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No obstante, una vez más, el mito de la raza tan extendido por Europa, irrumpía de nuevo. La puesta en práctica de la política racial nazi era la prueba de que los mitos, más allá de su eventual atractivo romántico o literario, pueden erigirse en armas poderosas que entrañan graves peligros. Podría decirse que están preñados de fantasmas y que son capaces de engendrar barbarie.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A veces, los mitos salen de las cavernas en las que hibernan, entran en acción seduciendo a las mentes y entonces se tornan mortíferos, pues se comportan, tal y como advierten Yves Ternon y Socrate Helman, “como el gas que desintegra el alma, degrada la razón y aniquila la voluntad de ser libre”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">No ha de extrañar que, a partir de esas coordenadas, tanto los judíos como los gitanos, los minusválidos o los enfermos mentales, fueran percibidos por el nazismo como un claro peligro para el desarrollo del ideal de la pureza genética del pueblo alemán, eje central de su proyecto político.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Crisis económica y proyecto totalitario</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Conviene recordar que tanto la situación económica que padecía Alemania por la hiperinflación de 1923 como la crisis de 1929 acentuaron las dificultades de un país estragado tras la derrota de la Primera Guerra Mundial en un proceso de creciente inestabilidad política y fragilidad institucional.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La firma del Tratado de Versalles había desplazado a Alemania del puesto que ostentaba anteriormente, reservado a las grandes potencias. Previamente, el representante del gobierno británico, J. M. Keynes, había anticipado las consecuencias que podrían derivarse de unas condiciones de reparación de guerra tan exigentes. A partir de entonces, numerosos desempleados, comerciantes y empresarios arruinados se dejaron seducir por las expectativas que generaba el discurso nacionalsocialista.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdb1xOldT_wWE0tDCqOBGYM5r4-e6DhOvYy2rZQ52ASGVCsLO-lb8I7fuDyIB5WgEowCJnVa0r3RhpXFJ37KMFkBY4hESxmete3qcgSeKbEVA2R7lVpxBDpaoyvgXK_qdF2faJC90AoDJHS_ty7pk2VRcclIZ9dyq0PY_Z10HHY4wlxnVTJDHC2s1l3gXj/s1024/Holocausto.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="651" data-original-width="1024" height="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhdb1xOldT_wWE0tDCqOBGYM5r4-e6DhOvYy2rZQ52ASGVCsLO-lb8I7fuDyIB5WgEowCJnVa0r3RhpXFJ37KMFkBY4hESxmete3qcgSeKbEVA2R7lVpxBDpaoyvgXK_qdF2faJC90AoDJHS_ty7pk2VRcclIZ9dyq0PY_Z10HHY4wlxnVTJDHC2s1l3gXj/w458-h290/Holocausto.jpg" width="458" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">Entre tanto, los dirigentes nazis se sirvieron de técnicas de propaganda de masas e hicieron uso de un lenguaje metafórico, a veces eufemístico. Hablaban en términos de “plaga” aludiendo a los judíos y de “bacilos” o “bacterias” para referirse a los gitanos, y los consideraban nocivos para el organismo social, es decir para la salud del Estado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La expresión habitual de “sobres vacíos” o “cuerpos sin alma” asignada a los enajenados mentales, así como “solución final” para apelar al holocausto, formaban parte de una estrategia planificada que perseguía como objetivo vaciar de contenido y alterar el significado de las palabras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: medium;">Advertencias del riesgo totalitario</span></b></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pocos autores como el escritor judío de origen austríaco Stefan Zweig fueron capaces de hacer público, antes de la llegada al poder del nacionalsocialismo, el grave riesgo en el que estaba incurriendo Alemania.
En reiteradas ocasiones advirtió que el gobierno del país podía caer en manos de un régimen totalitario de carácter fascista, tal y como sucedía ya en Italia. Esto haría retroceder al continente europeo a periodos históricos de crueldad y violencia prácticamente olvidados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sus palabras siguen siendo tan expresivas como elocuentes cuando afirmaba, para referirse al ambiente que impregnaba el avance de la ideología nazi: “la mentira extiende descaradamente sus alas y la verdad ha sido proscrita; las cloacas están abiertas y los hombres respiran su pestilencia como un perfume”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Del mismo modo, el creador del psicoanálisis Sigmund Freud, igualmente judío de origen, había manifestado, antes huir de Viena para vivir en Londres: “Nunca se sabe adónde se irá por ese camino. Primero uno cede en las palabras, después poco a poco en la cosa misma”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Han pasado ya nueve décadas, pero el deber de recordar aquellos hechos ignominiosos se ha convertido en un imperativo moral que no podemos eludir. Ignorarlos u olvidarlos sería un acto de negligencia. Máxime, teniendo en cuenta la fuerza que está adquiriendo en los últimos años el discurso xenófobo y ultranacionalista de la extrema derecha.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En última instancia, tal y como advertía el Premio Nobel de Literatura José Saramago: “Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizás no merezcamos existir”.</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-5452219258845680722023-07-30T21:04:00.004-03:002023-07-30T21:07:23.598-03:00Entrenando al candidato...<p style="text-align: center;"> <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNsJGBsdq1XSSXhxLDk0rcM9OQmeW285zqhXvWmu8jLtEksN-cJUt-c9vIOlDR4_v65FH-P5XuRijicJC5DT04HOdhAiDpOwmtQuTITkv-7Q3kzzSxkxfysBscESWKOf1LBskOmG8HD8LLix8NQz1WBq3jn2n72bAGc8366bmnETU_ni2rKPxSToOzvc6m/s700/Nazi%20camuflado.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="690" data-original-width="700" height="369" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNsJGBsdq1XSSXhxLDk0rcM9OQmeW285zqhXvWmu8jLtEksN-cJUt-c9vIOlDR4_v65FH-P5XuRijicJC5DT04HOdhAiDpOwmtQuTITkv-7Q3kzzSxkxfysBscESWKOf1LBskOmG8HD8LLix8NQz1WBq3jn2n72bAGc8366bmnETU_ni2rKPxSToOzvc6m/w375-h369/Nazi%20camuflado.jpg" width="375" /></a></p><br /><p></p>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5059912908754246550.post-18923841857357335432023-07-26T09:47:00.007-03:002023-07-26T09:51:12.309-03:00Comienza a aclararse el rompecabezas del asesinato de Marielle Franco<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-123lpykAqkER4p74-KkmpYRjwngRlp6TS2RhHRPsS7uyOZHidSlcU0gyhT_ilQtViQMmFu2ryrWC2drpDHGGE2NPY1lMwxh2SaXbTFe9sDykmiWxru_j42nKF6qpRUYF7SbVxJTiV4aAW1-yxkC3Jil46SDzeutyxuEk9v62yd5Scirmka7r5x0AgHYq/s732/Marielle.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="412" data-original-width="732" height="293" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-123lpykAqkER4p74-KkmpYRjwngRlp6TS2RhHRPsS7uyOZHidSlcU0gyhT_ilQtViQMmFu2ryrWC2drpDHGGE2NPY1lMwxh2SaXbTFe9sDykmiWxru_j42nKF6qpRUYF7SbVxJTiV4aAW1-yxkC3Jil46SDzeutyxuEk9v62yd5Scirmka7r5x0AgHYq/w520-h293/Marielle.webp" width="520" /></a></div><p></p><div><b>Fernando de la Cuadra</b></div><div><b>Socialismo y Democracia</b></div><div><br /></div><div style="text-align: justify;">A partir de la delación premiada efectuada por el ex Policial Militar (PM), Élcio de Queiroz, se empieza a armar el puzle de la ejecución de la concejala Marielle Franco y su chofer Anderson Gomes el día 14 de marzo de 2018. En parte de su declaración, Queiroz ratifica que fue su colega y ex PM Ronnie Lessa quien efectuó los disparos que terminaron con la vida de ambos. Y también entregó el nombre de quien actuó de intermediario con el mandante del crimen, que era el sargento de la PM llamado Edimilson Oliveira da Silva, conocido como Macalé. Esta pieza clave en la investigación fue asesinada en extrañas circunstancias en noviembre de 2021, por lo cual todo hace sospechar que su muerte es parte de un caso típico de “quema de archivo”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otro importante desdoblamiento de la delación del ex PM es la confirmación de que Marielle estaba siendo vigilada desde hacía ocho meses antes del atentado y que un intento frustrado por acabar con su vida ya había sido realizado a fines de 2017. Por lo tanto, la sucesión de afirmaciones permite corroborar que el crimen no fue la consecuencia de un odio repentino contra la concejala (como afirmaban algunos miembros de la Policía Civil de Rio de Janeiro), sino que fue un acto premeditado y planificado con mucha antelación a la fecha de su ejecución. Es decir, se está ante la existencia de uno o varios mandantes que deseaban eliminar políticamente a Marielle por sus actividades en defensa de los derechos humanos de las poblaciones más pobres y vulnerables que habitan en las áreas periféricas de Rio de Janeiro, especialmente en las comunidades y barrios de la Baixada Fluminense. Desde que fue electa en 2016, Marielle Franco tuvo una actuación destacada y fue una luchadora incansable para proteger la vida de la población pobre, negra y LGBTQIA+ que vive en esas regiones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Además, la delación de Queiroz llevó a la captura del Bombero Maxwell Simões quien era el encargado de destruir las evidencias de la “operación”, específicamente la subametralladora y el auto utilizado por los criminales en la ejecución de Marielle y Anderson. Por esta razón, él ya estaba procesado y condenado a seis años por su responsabilidad en perjudicar la investigación en curso. Ahora, Maxwell acumula una nueva acusación, la de vigilar los pasos de Marielle Franco durante los ocho meses anteriores al crimen. Al momento de su nueva detención -en una operación conjunta entre la Policía Federal y el Ministerio Público de Rio de Janeiro- se encontraba en su casa disfrutando del beneficio de prisión domiciliar concedido por la justicia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Según han señalado miembros de la Policía Federal que reabrieron el caso en febrero de este año, la decisión de Élcio de denunciar a sus colegas se debió a que tuvo conocimiento de nuevas pruebas que incriminaban a Ronnie Lessa, específicamente, la consulta por parte de este último de datos bancarios de Marielle Franco y de su hija dos días antes del asesinato. Y se agrega a esto un dato no menor: la propia esposa de Lessa negó que ellos estuvieran en casa a la hora del crimen esperando asistir un partido de Flamengo por televisión, destruyendo cualquier posibilidad de credibilidad en la coartada inventada por los autores del delito. Con estas nuevas pruebas en contra, el delator se sintió fragilizado y optó por ayudar a los investigadores a desvendar aspectos desconocidos del itinerario de esa acción criminal ocurrida el día 14 de marzo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La importancia de las revelaciones efectuadas por Élcio de Queiroz es que ellas vienen a confirmar efectivamente todos los indicios que había recopilado el Ministerio Público y la Policía Federal para trazar el mapa y la cronología del crimen, con todas las etapas, desde la planificación previa hasta la destrucción de las pruebas comprometedoras, o sea, el desmantelamiento del auto y la destrucción del arma utilizada, la desaparición de los casquillos de bala que quedaron dentro del vehículo, la incineración del pasamontaña y la vestimenta utilizada por el ejecutor. Inclusive, ahora se conocen algunos detalles escabrosos del rumbo seguido por los criminales luego de consumado el homicidio, como el hecho de que esa noche fueron a celebrar en un bar de Barra de Tijuca hasta altas horas de la madrugada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando se cumplieron cinco años del asesinato de Marielle Franco sosteníamos la importancia de aclarar este crimen como una respuesta imprescindible para recuperar la confianza y la credibilidad del sistema policial y judicial brasileño (<i>El asesinato de Marielle Franco continúa en la impunidad</i>). La solución de este caso comienza a arrojar sus primeros resultados después de seis meses desde que asumieron las nuevas autoridades.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, hasta el momento existen tres interrogantes interrelacionadas que se mantienen sin aclarar y que siguen empañando la vida y la convivencia democrática entre los brasileños: ¿Quién mandó a matar a Marielle, por qué motivo y cuáles son las razones de por qué las investigaciones se hayan mantenido por tanto tiempo paralizadas y obstaculizadas? Probablemente la respuesta se sepa en las próximas semanas y, según las conjeturas concebidas por especialistas y funcionarios policiales, se puede sostener que este crimen fue encomendado por los jefes de las milicias del Estado de Rio de Janeiro con el apoyo y la complicidad de políticos locales cercanos a la familia del ex presidente Jair Bolsonaro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que parece increíble al final de esta historia trágica y conmovedora, es que una parte significativa del electorado brasileño haya optado por poner al mando de la Nación y, por lo tanto, en el corazón del poder, a un individuo tan próximo y cómplice de milicianos y traficantes que actúan en la más completa impunidad. Con su proyecto de liberación de armas, el ex capitán intentó transformar a Brasil en una tierra de nadie, de pistoleros y matadores por encomienda. Ese peligro que sigue latente tiene que ser desmontado definitivamente por el conjunto de la sociedad que aspira a construir un país en que el diálogo y el pluralismo democrático imperen en la relación entre sus ciudadanos.
</div>Socialismo & Democraciahttp://www.blogger.com/profile/17087542619603036018noreply@blogger.com0