quinta-feira, 14 de outubro de 2010

Piñera advierte que el accidente de la mina no va a quedar impune



Agencias

En medio de las celebraciones y de la ola de orgullo nacional que recorre Chile tras el rescate de los 33 mineros, el presidente del país, Sebastián Piñera, ha recordado su compromiso de investigar a fondo lo ocurrido en la mina San José para evitar que vuelva a ocurrir un accidente semejante, anticipado por muchos de los trabajadores. "Lo dijimos el primer día, esto no va a quedar impune. Los que tengan responsabilidad van a tener que asumir su responsabilidad", afirmó Piñera. Respondía así a la petición de Luis Urzúa, el último minero en volver a la luz, que al poco de salir dijo al jefe de Estado: "Que esto no vuelva a pasar".

La falta de seguridad en el yacimiento, donde una explosión de roca el pasado 5 de agosto provocó el derrumbe que dejó atrapados a los trabajadores a 700 metros de profundidad, centró la conversación del presidente con el minero que durante dos meses y medio ejerció de líder del grupo. Piñera también dedicó gran parte de su alocución posterior al tema. "Ha sido una gran lección para todos los chilenos y para nuestro Gobierno", reconoció Piñera.

Muchos de los 33 mineros habían expresado a sus familiares miedo por las malas condiciones de la explotación, donde escaseaban las condiciones de seguridad. La mina San José ha registrado más de 80 accidentes y ya fue clausurada en 2007, después de un derrumbe similar que causó un muerto. Reabrió al año siguiente, pero sin haber instalado una escalera en el conducto de ventilación para que los trabajadores pudieran salir en caso de accidente, que era el requisito que le impuso el Servicio Nacional de Geología y Minería, el órgano estatal que controla la seguridad en las minas en Chile, para seguir funcionando.

"Debe haber un nunca más, San José ocurre porque no estábamos haciendo bien algunas cosas, entonces no tenemos que ser soberbios y en lo sucesivo preocuparnos mejor de nuestras organizaciones públicas que tienen que ver con el área minería y realizar las cosas bien", señaló Miguel Fort, uno de los ingenieros que asesoraron al Gobierno en las tareas de rescate.

La tragedia de los 33 trabajadores, convertida en una historia de supervivencia que ha dado la vuelta al mundo, ha servido de llamada de atención sobre un problema que golpea Chile. Una vez se supo que los atrapados en el yacimiento de Copiapó estaban con vida, 17 días después del derrumbe, el Gobierno endureció la supervisión de las excavaciones mineras, y cerró 18 en toda la región, que carecían de refugios subterráneos, chimeneas de ventilación y de al menos dos vías de evacuación.

El presidente adelantó que en los próximos días anunciará medidas para aumentar la seguridad de los trabajadores, no sólo en el sector de la minería. Piñera señaló la necesidad de "mejorar nuestros sistemas, nuestras actitudes y nuestros procedimientos para resguardar la vida, la integridad y la dignidad de nuestros trabajadores". "Y no solamente en la minería. También en la construcción, en los transportes o en la pesca. Eso es algo que se lo debemos a todos los chilenos y espero en los próximos días poder anunciar un nuevo trato con los trabajadores y trabajadoras chilenos y chilenas", aseguró.

Piñera, que recibirá a los supervivientes con honores en la Casa de la Moneda, inundó su discurso de soflamas patiótricas. "Chile es ahora más respetado, más valorado en el mundo entero. No es el mismo país que teníamos 69 días atrás", afirmó. "Hoy día siento que Chile está preparado para grandes cosas. Estamos preparados para enfrentar los desafíos que el futuro nos va a traer".

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