Oscar Soto
El País
Hizo de compañía de Allende en sus múltiples actividades sociales y políticas. En una relación sentimental difícil con un hombre también difícil le dio tres hijas: Carmen Paz, Beatriz e Isabel, también con vidas intensas.
El 11 de septiembre de 1973, cuando los golpistas ya habían bombardeado la residencia presidencial de Tomás Moro, donde se encontraba Tencha, los que en el Palacio de la Moneda acompañábamos a Salvador Allende le vimos enjugar una lágrima al no saber, en esos momentos, la suerte que su esposa había corrido. Tencha y dos de sus hijas se exiliaron en México, y Beatriz, que estaba embarazada, lo hizo en Cuba, de donde era su marido.
A partir de esos nefastos días Tencha se volcó en el trabajo solidario con los chilenos que sufrían la dictadura de Pinochet. Todos los países conocieron su itinerario incesante por la lucha democrática del pueblo chileno. Incluso el Papa recibió a Tencha para oírle su discurso sencillo, amable, pero firme en la defensa de la libertad.
Tencha era profesora de Historia, egresada del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Lectora impenitente. Gustaba de todas las manifestaciones artísticas. El Museo del Prado en Madrid y el Picasso de Barcelona la tuvieron siempre entre sus visitantes.
Tencha nació el 22 de julio de 1914. Ha fallecido con 94 años habiendo sufrido sin quejas las secuelas de una tuberculosis pulmonar y vertebral que minó progresivamente su capacidad respiratoria. Seguramente no habrá hogar modesto en Chile y en muchas partes del mundo donde no se sienta hondamente su fallecimiento.
El País
Tencha, como la conocíamos sus amigos y como la llamaba familiarmente el ex presidente, fue una persona que reunió muchas facetas que la hacen particularmente querida. Fue la esposa y compañera de Salvador Allende, a quien conoció en la noche del 24 de enero de 1939 a la salida de una proyección cinematográfica, comentando la enorme intensidad de un terremoto que sacudió las provincias de Ñuble y Concepción y que ocasionó más de 40.000 muertes.
Hizo de compañía de Allende en sus múltiples actividades sociales y políticas. En una relación sentimental difícil con un hombre también difícil le dio tres hijas: Carmen Paz, Beatriz e Isabel, también con vidas intensas.
El 11 de septiembre de 1973, cuando los golpistas ya habían bombardeado la residencia presidencial de Tomás Moro, donde se encontraba Tencha, los que en el Palacio de la Moneda acompañábamos a Salvador Allende le vimos enjugar una lágrima al no saber, en esos momentos, la suerte que su esposa había corrido. Tencha y dos de sus hijas se exiliaron en México, y Beatriz, que estaba embarazada, lo hizo en Cuba, de donde era su marido.
A partir de esos nefastos días Tencha se volcó en el trabajo solidario con los chilenos que sufrían la dictadura de Pinochet. Todos los países conocieron su itinerario incesante por la lucha democrática del pueblo chileno. Incluso el Papa recibió a Tencha para oírle su discurso sencillo, amable, pero firme en la defensa de la libertad.
Tencha era profesora de Historia, egresada del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Lectora impenitente. Gustaba de todas las manifestaciones artísticas. El Museo del Prado en Madrid y el Picasso de Barcelona la tuvieron siempre entre sus visitantes.
Tencha nació el 22 de julio de 1914. Ha fallecido con 94 años habiendo sufrido sin quejas las secuelas de una tuberculosis pulmonar y vertebral que minó progresivamente su capacidad respiratoria. Seguramente no habrá hogar modesto en Chile y en muchas partes del mundo donde no se sienta hondamente su fallecimiento.
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