Soitu
El "análisis de los patrones de comercio y de la localización de la actividad económica" le han valido el premio Nobel al economista estadounidense Paul Krugman. Sin embargo, aunque sea el Krugman más académico el que se ha granjeado el galardón más prestigioso del mundo, resulta casi imposible resistirse a resaltar en un día como hoy la faceta más divulgadora de este economista y periodista, que durante años también ha sido el irreverente azote de la política económica de la administración George W. Bush.
"Lo primero que hay que decir sobre Krugman es que existen dos 'krugmans'", explica Mauricio Cárdenas Santamaría, ex ministro de Desarrollo de Colombia y que hoy dirige desde Wahington la Brookings Institution, uno de los principales laboratorios de ideas e investigación de políticas públicas de Estados Unidos. "El Krugman más popular es una persona que se ha hecho notoria por sus columnas en la prensa y por tener una enorme habilidad para plantear y hacer comprensibles sus puntos de vista", señala Cárdenas. No en vano, Krugman, que también es profesor en la Universidad de Princeton, ha escrito, entre otros, para medios como Fortune, Slate, Foreign Policy, The Economist o Harper's.
Haciendo gala de esta facilidad para comunicar y de su habilidad para comprender (por ejemplo) cómo funciona internet, tan sólo una media hora después de que la Real Academia de las Ciencias sueca hiciera público su nombre como ganador del Premio Nobel, él mismo ha posteado la noticia en 'La conciencia de un liberal', su blog en The New York Times, donde comentaba escuetamente que algo "divertido" le había sucedido esta mañana.
El Nobel a Krugman, ¿una señal? Así, el Krugman bloguero, uno de los economistas fetiche de la izquierda norteamericana, se ha convertido en todo un lugar de referencia para los sectores más progresistas de la opinión pública estadounidense. Desde esa tribuna, ha lanzado sus influyentes soflamas contra el neoliberalismo y la política económica de Bush y el secretario del Tesoro norteamericano, Henry Paulson.
Aunque Krugman estaba en muchas de las quinielas para llevarse el Nobel de economía, resulta paradójico que el galardón haya llegado justo en un momento como el actual, cuando la crisis de los mercados financieros parece evidenciarse como el resultado de decisiones económicas que él ha criticado con dureza. De hecho, el anuncio del Nobel coincide con la publicación de un artículo muy crítico con el plan de rescate financiero ideado por el presidente americano y por Paulson. Publicado originalmente en The New York Times (una versión en español en el diario El País), en 'El momento de la verdad', Krugman arremete contra "la falta crítica de claridad intelectual" del proyecto americano y alaba la "lucidez de pensamiento" del presidente británico, Gordon Brown, que ha optado por inyectar directamente capital en las empresas financieras.
"A partir de ahora todo el mundo va a estar aún más interesado por oír las opiniones de Krugman, aunque no creo que vayan a cambiar las políticas para intentar solucionar la crisis que ya se han proyectado", afirma Cárdenas. Emilio Ontiveros presidente de Analistas Financieros Internacionales, opina que la Academia sueca ha sido "muy valiente" al premiar a una persona tan crítica con Bush, aunque no cree que en la decisión haya ningún guiño a sus opiniones sobre la actual crisis.
En cualquier caso, parece claro que no es al Krugman columnista al que se ha premiado. Su lado más didáctico no está en absoluto reñido con la seriedad y calidad de sus planteamientos teóricos. "Para cualquier persona que estudie economía internacional, su obra es un lugar obligado de estudio", señala Cárdenas. Lo mismo opina Emilio Ontiveros: "Es un excelente economista, cuyas aportaciones en materia de comercio internacional y de localización de la actividad económica son fundamentales y muy valiosas".
Las teorías de Krugman permitieron superar las del británico David Ricardo que, desde principios del siglo XIX, explicaban el comercio internacional y que se habían mostrado insuficientes a lo largo del siglo XX. El trabajo de Krugman permitió esclarecer por qué son los países con dotaciones y riquezas similares los que dominan el comercio mundial.
"Lo primero que hay que decir sobre Krugman es que existen dos 'krugmans'", explica Mauricio Cárdenas Santamaría, ex ministro de Desarrollo de Colombia y que hoy dirige desde Wahington la Brookings Institution, uno de los principales laboratorios de ideas e investigación de políticas públicas de Estados Unidos. "El Krugman más popular es una persona que se ha hecho notoria por sus columnas en la prensa y por tener una enorme habilidad para plantear y hacer comprensibles sus puntos de vista", señala Cárdenas. No en vano, Krugman, que también es profesor en la Universidad de Princeton, ha escrito, entre otros, para medios como Fortune, Slate, Foreign Policy, The Economist o Harper's.
Haciendo gala de esta facilidad para comunicar y de su habilidad para comprender (por ejemplo) cómo funciona internet, tan sólo una media hora después de que la Real Academia de las Ciencias sueca hiciera público su nombre como ganador del Premio Nobel, él mismo ha posteado la noticia en 'La conciencia de un liberal', su blog en The New York Times, donde comentaba escuetamente que algo "divertido" le había sucedido esta mañana.
El Nobel a Krugman, ¿una señal? Así, el Krugman bloguero, uno de los economistas fetiche de la izquierda norteamericana, se ha convertido en todo un lugar de referencia para los sectores más progresistas de la opinión pública estadounidense. Desde esa tribuna, ha lanzado sus influyentes soflamas contra el neoliberalismo y la política económica de Bush y el secretario del Tesoro norteamericano, Henry Paulson.
Aunque Krugman estaba en muchas de las quinielas para llevarse el Nobel de economía, resulta paradójico que el galardón haya llegado justo en un momento como el actual, cuando la crisis de los mercados financieros parece evidenciarse como el resultado de decisiones económicas que él ha criticado con dureza. De hecho, el anuncio del Nobel coincide con la publicación de un artículo muy crítico con el plan de rescate financiero ideado por el presidente americano y por Paulson. Publicado originalmente en The New York Times (una versión en español en el diario El País), en 'El momento de la verdad', Krugman arremete contra "la falta crítica de claridad intelectual" del proyecto americano y alaba la "lucidez de pensamiento" del presidente británico, Gordon Brown, que ha optado por inyectar directamente capital en las empresas financieras.
"A partir de ahora todo el mundo va a estar aún más interesado por oír las opiniones de Krugman, aunque no creo que vayan a cambiar las políticas para intentar solucionar la crisis que ya se han proyectado", afirma Cárdenas. Emilio Ontiveros presidente de Analistas Financieros Internacionales, opina que la Academia sueca ha sido "muy valiente" al premiar a una persona tan crítica con Bush, aunque no cree que en la decisión haya ningún guiño a sus opiniones sobre la actual crisis.
En cualquier caso, parece claro que no es al Krugman columnista al que se ha premiado. Su lado más didáctico no está en absoluto reñido con la seriedad y calidad de sus planteamientos teóricos. "Para cualquier persona que estudie economía internacional, su obra es un lugar obligado de estudio", señala Cárdenas. Lo mismo opina Emilio Ontiveros: "Es un excelente economista, cuyas aportaciones en materia de comercio internacional y de localización de la actividad económica son fundamentales y muy valiosas".
Las teorías de Krugman permitieron superar las del británico David Ricardo que, desde principios del siglo XIX, explicaban el comercio internacional y que se habían mostrado insuficientes a lo largo del siglo XX. El trabajo de Krugman permitió esclarecer por qué son los países con dotaciones y riquezas similares los que dominan el comercio mundial.
Nenhum comentário:
Postar um comentário