El País
Los jefes de Estado y de Gobierno reunidos en la XVIII Cumbre Iberoamericana inaugurada el miércoles en El Salvador ultiman una declaración en la que apuestan por una "participación universal, democrática y equitativa" en el debate y solución de la actual crisis financiera que azota las economías mundiales.
Los líderes iberoamericanos perfilan los últimos detalles de la declaración en un encuentro privado que iniciaron a las 22.00 (hora española). Allí tendrán la oportunidad de debatir la propuesta que ha hecho Venezuela para que se convoque "con urgencia" una reunión de jefes de Estado y de Gobierno, en el marco de Naciones Unidas, ante la gravedad de la crisis financiera, y que está por ver si se introduce finalmente en el comunicado.
Según el proyecto de declaración, los líderes expresarán su "determinación de participar y contribuir activamente en un proceso de transformación profunda y amplia de la arquitectura financiera internacional, que establezca instrumentos de prevención y respuesta inmediata ante futuras crisis y garantice una regulación eficaz de los mercados de capitales".
También reafirmarán su "compromiso" a la hora de adoptar "las medidas necesarias para proteger el empleo y la inversión, garantizar la disponibilidad de financiamiento para las actividades productivas e impulsar políticas sociales que beneficien en particular a los sectores más vulnerables de sus sociedades".
También prevén recordar la "responsabilidad del sistema financiero de los países desarrollados en la actual crisis" y la "urgencia de una conclusión satisfactoria y equilibrada para las negociaciones multilaterales para la Ronda de Doha, tomando plenamente en consideración los intereses de los países en desarrollo".
"Acento latinoamericano"
El presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, ha afirmado, durante su intervención en la sesión plenaria de la cumbre, que la presidencia española de la Unión Europea, que ejercerá en el primer semestre de 2010, "tendrá un marcado acento latinoamericano".
Zapatero ha dedicado buena parte de su discurso a subrayar la importancia que tienen los socios latinoamericanos para España y ha manifestado su orgullo de pertenecer a la comunidad iberoamericana. El presidente del Gobierno ha aprovechado la ocasión para reiterar el compromiso de España con la cooperación en Iberoamérica y para garantizar que, pese a la situación de crisis actual, se van a mantener las previsiones de aportaciones para los próximos años.
El presidente ha iniciado su intervención repudiando el atentado perpetrado por ETA en la Universidad de Navarra y por el que ha recibido la solidaridad de los líderes y delegados de los países asistentes.
El jefe del Ejecutivo ha condenado el "intento de violencia ciega, criminal y fanática que una vez más ETA" ha protagonizado en España y ha trasladado a los heridos su deseo de una pronta recuperación. Zapatero, junto al Rey Don Juan Carlos, han manifestado su "firme repulsa" frente al ataque que dejó 28 heridos leves. A la condena se han sumado de manera unánime todos los líderes iberoamericanos.
Una nueva realidad geopolítica
Zapatero también ha abogado por que se tenga en cuenta la nueva realidad geopolítica mundial a la hora de acordar las reformas del sistema financiero internacional y de determinar los grupos de decisión que han de impulsar esos cambios. El mandatario considera que el foro iberoamericano debe tener una voz de gran relevancia en las modificaciones de unas reformas financieras que cree imprescindibles.
El presidente del Gobierno (quien ha recibido ya en la cumbre el apoyo explícito de varios líderes iberoamericanos a su deseo de estar presente el 15 de noviembre en Washington) destacó que los países de Iberoamérica afrontan esta crisis en mejores condiciones que en otras ocasiones. Ese fue uno de los argumentos que utilizó para considerar que la voz de Iberoamérica se tiene que hacer presente en la toma de decisiones para reformar el sistema financiero internacional.
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