El presidente peruano, Alan García, evaluaba ayer jueves cambios en su gabinete luego de que sus ministros pusieron sus cargos a disposición, en medio de una crisis política desatada por un escándalo de corrupción. El primer ministro, Jorge del Castillo, fue envuelto en el escándalo por presuntos nexos en un plan para ayudar a la compañía noruega Discover Petroleum a obtener la concesión de cinco lotes de petróleo en alianza con la estatal Petroperú.En un mensaje por televisión difundido por la noche, el funcionario dejó en manos del presidente García la renuncia del Gabinete, y denunció una mafia de interceptación telefónica. "Puede tener la seguridad el país que nosotros no nos aferramos a cargo alguno. Por ello hemos entregado nuestros despachos al señor Presidente de la República y en ningún caso seremos obstáculo para que continúe el crecimiento" del país, afirmó Del Castillo en el mensaje.
"Invocamos al país la mayor serenidad; a la clase política la más alta responsabilidad. No se debe caer en el juego político electorero que ponga en riesgo la estabilidad jurídica del país, y el favorable clima de inversiones que tanto puestos de trabajo ha creado y que tanto ha impulsado el desarrollo económico y social del país", sostuvo.
Del Castillo con su equipo acudió al Congreso para explicar y defender su "honor" ante las acusaciones, pero fueron desairados por los legisladores de oposición que rechazaron su participación y abandonaron el Parlamento. "Hemos puesto los cargos a disposición del presidente como corresponde para que el señor presidente tome la decisión del caso renovando la totalidad del gabinete o parcialmente, como crea conveniente o necesario", dijo la ministra de la Mujer, Susana Pinilla.
El escándalo se produce en momentos en que la aprobación a la gestión de García ha bajado a su peor nivel desde que asumió su segundo mandato, en julio del 2006. La denuncia se destapó con la difusión de audios con conversaciones de un directivo de una entidad estatal y un ex ministro del primer Gobierno de García (1985-1990), en las cuales pactaban para favorecer a la firma noruega Discover Petroleum en la entrega de los lotes petroleros en Perú.
El hecho provocó la renuncia del ministro de Energía y Minas, un sector económico clave, y la remoción de dos funcionarios de empresas estatales implicados en la cuestionada concesión para la compañía extranjera.
El miércoles se difundieron otras conversaciones, grabadas en secreto, en las que uno de los implicados en el negocio irregular menciona al primer ministro Del Castillo, como un nexo para ayudar a la compañía extranjera. Del Castillo ha negado los cargos, pero ha reconocido que se reunió con las personas involucradas en este escándalo.
Líderes de la oposición, desde partidos conservadores hasta de izquierda, han pedido la renuncia de Del Castillo y de todos los ministros del presidente García, en una escalada de la crisis en el Gobierno por el escándalo de corrupción. "Parece que (la oposición) está en una competencia pre-electoral", dijo Del Castillo, rechazando los pedidos de renuncia, que también vienen del Congreso unicameral.
El nacionalista Ollanta Humala, que perdió en un balotaje con García en las elecciones del 2006, es considerado como un seguro candidato presidencial para los comicios del 2011. También figuran como posibles candidatos la conservadora Lourdes Flores y Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori, destituido el 2000 por un escándalo de corrupción.
Analistas afirman que el escándalo no sólo fortalecería a la oposición, sino golpearía la imagen de Perú a menos de un mes del Foro Económico Asia Pacífico (APEC), que se realizará en Lima, con la participación de 21 líderes del mundo.
La denuncia de corrupción llevó al Congreso a formar una comisión especial multipartidaria que investigará todos los contratos de hidrocarburos firmados por la agencia estatal desde el 2006, la mayoría de ellos con compañías extranjeras. La investigación de más de una docena de contratos podría afectar la inversión en el creciente sector petrolero local.
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