Mariátegui
Durante 18 meses mi pueblo en Gaza ha estado bajo asedio, encarcelado en la prisión más grande del mundo, obstruido por tierra, aire y mar, enjaulado y hambreado; se le ha negado incluso la medicación para sus enfermedades. Después de la muerte lenta vino el bombardeo. Ante nada se han detenido los planes guerreros de Israel en este lugar tan poblado, desde oficinas del gobierno hasta casas, mezquitas, hospitales, colegios y mercados. Se ha matado a más de 540 personas y miles han sido mutilados. Un tercio son mujeres y niños. Se ha masacrado familias enteras, algunas mientras dormían.
Este río de sangre se ha cubierto con mentiras y falsos pretextos. Durante seis meses en Hamas observamos el cese del fuego. Israel lo rompió reiteradamente desde el comienzo. Se le pidió a Israel que abriera los pasos a Gaza, y ampliar la tregua; sin embargo extendió el bloqueo a la Franja Occidental. Procedió a apretar el mortal cerco a Gaza, cortando reiteradamente la electricidad y las provisiones de agua. El castigo colectivo no paró, sino se aceleró -tal como los asesinatos y muertes. Treinta gazatíes fueron muertos por el fuego israelí y cientos de pacientes murieron como efecto directo del asedio durante el llamado cese del fuego. Israel gozó de un periodo de calma. Nuestro pueblo, no.
Cuando esta tregua rota estaba cerca de finalizar, expresamos nuestra disposición para una nueva y amplia tregua a cambio de levantar el bloqueo y abrir todas las fronteras de los pasos de Gaza, incluyendo Rafah. Nuestros llamados cayeron en oídos sordos. Incluso todavía tenemos la voluntad de comenzar una nueva tregua bajo esos términos como paso siguiente al completo retiro de las fuerzas invasoras de Gaza.
Nunca se lanzaron cohetes desde la Franja Occidental. Pero 50 murieron y cientos más fueron heridos allí el año pasado a manos de Israel, mientras seguía su expansionismo sin misericordia. Pretenden que nos contentemos con la reducción de los restos del territorio, un puñado de cantones a merced de Israel, encerrados por todas partes. La verdad es que Israel busca un cese unilateral del fuego, observado solo por mi pueblo, a cambio de asedio, hambruna, bombardeos, asesinatos, incursiones y asentamientos coloniales. Lo que Israel quiere es un cese del fuego gratuito.
La lógica de aquellos que piden que cesemos nuestra resistencia es absurda. Estos absuelven de responsabilidad al agresor y ocupante -armado con las armas más mortíferas y destructoras-, mientras culpan a la víctima, prisionera y ocupada. Nuestros modestos cohetes artesanales son nuestro grito de protesta al mundo. Israel y sus padrinos americanos y europeos quieren que nos maten en silencio. Pero no moriremos en silencio.
Lo que se está revisando en Gaza hoy día ya fue revisado con Yasser Arafat antes. Cuando él rehusó doblegarse a los dictados de Israel, fue tomado prisionero en sus cuarteles de Ramala, rodeado por tanques durante dos años. Como esto no logró quebrar su voluntad, fue asesinado por envenenamiento.
Gaza recibe el 2009 como lo hizo el 2008: bajo el fuego israelí. Entre enero y febrero del último año 140 gazatíes murieron en bombardeos aéreos. Y justo antes de embarcarse en su fallido asalto al Líbano en julio del 2006, Israel hizo llover miles de proyectiles sobre Gaza, matando a 240. Desde Deir Yassin en 1948 a Gaza hoy día, la lista de crímenes de Israel es larga. Cambian las justificaciones, pero la realidad es la misma: ocupación colonial, opresión e injusticia sin fin. Si ese es el "mundo libre" cuyos "valores" defiende Israel, como su ministra de Relaciones Exteriores Tzipi Livni alega, entonces no queremos ver nada con él.
Los dirigentes de Israel se mantienen en la confusión, incapaces de establecer objetivos claros para los ataques - desde el derrocamiento del gobierno de Hamas legítimamente elegido y la destrucción de su infraestructura, hasta parar los cohetes. Como no logran quebrar la resistencia de Gaza han bajado sus objetivos. Ahora hablan de debilitar a Hamas y limitar su resistencia. Pero nada lograrán. El pueblo de Gaza está más unido que nunca, determinado a no ser aterrorizado hasta la sumisión. Nuestros combatientes, armados con la justicia de su causa, ya han infligido muchos daños al ejército de ocupación y combatirán para defender su tierra y a su pueblo. Nada puede derrotar nuestra voluntad de ser libres.
Una vez más, Washington y Europa han optado por ayudar y hacerse cómplices del carcelero, ocupante y agresor, y condenar a sus víctimas. Tuvimos la esperanza de que Barack Obama rompiera con el desastroso legado de George Bush, pero su comienzo no es alentador. Mientras que para denunciar los ataques de Mumbai se movió rápidamente, se amarra la lengua después de diez días de matanza en Gaza. Pero mi pueblo no está solo. Millones de hombres y mujeres amantes de la libertad defienden su lucha por la justicia y la liberación en protestas diarias contra la agresión israelí, no solo en la región árabe islámica, sino a lo largo de todo el mundo.
Sin duda, Israel ejecutará una destrucción indecible, muerte y sufrimiento en Gaza. Pero tendrá el mismo destino en Gaza que el que tuvo en el Líbano. No nos quebraremos por el cerco y el bombardeo, y nunca nos rendiremos a la ocupación.
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