John Dinges
La Nación
El National Security Archive, organización estadounidense asociada con ArchivosChile, entregó hoy documentos desclasificados con importantes revelaciones sobre el papel de Estados Unidos respecto al asesinato del ex canciller, Orlando Letelier.
Los documentos revelan que, por un lado, el entonces secretario de Estado Henry Kissinger emitió una instrucción para que los embajadores norteamericanos instalados en los países miembros de la Operación Cóndor advirtieran a las autoridades militares que Estados Unidos conocía que los planes de ese operativo implicaba asesinar opositores que se encontraban en el extranjero, y por otro, que después instruyó para dejar sin efecto esa advertencia a los dictadores del cono sur americano.
En el caso de Chile, la nueva orden de Kissinger de dejar sin efecto la instrucción de advertir a estos gobiernos militares que Estados Unidos conocía sus planes de Cóndor para matar opositores fuera de sus países, fue dada el 16 de septiembre de 1976, sólo cinco días de que agentes de la DINA asesinaran en Washington al ex canciller de Salvador Allende, Orlando Letelier, y a su secretaria estadounidense Ronnie Moffitt.
Antes de conocerse la desclasificación de estos documentos acerca de la Operación Cóndor y Estados Unidos, dos investigadores del caso Letelier, el periodista autor de esta crónica John Dinges, director de ArchivosChile, y el analista Peter Kornbluh, director de Nacional Security Archive, habían sostenido en sus respectivos libros, “Operación Cóndor: Una década de terrorismo internacional en el Cono Sur” y “Los archivos secretos”, que con toda seguridad el régimen de Pinochet habría abortado la operación para asesinar a Letelier, si hubiera recibido previamente la advertencia de que su principal aliado, Estados Unidos, conocía los planes de la Operación Cóndor y se oponía a ellos.
Aliados en la Operación Cóndor fueron los servicios de inteligencia militares de Argentina, Bolivia, Uruguay, Paraguay y Chile, país este último que fue el anfitrión para la creación de Cóndor en Santiago el 25 de noviembre de 1975.
Los documentos desclasificados revelan que, por orden de Kissinger, los funcionarios de la CIA y de la Embajada de EEUU en nuestro país no advirtieron al gobierno chileno antes del crimen de Letelier que Estados Unidos había descubierto los planes de la dictadura de Pinochet, y los de los gobiernos de países de la alianza Cóndor para perpetrar “una serie de asesinatos internacionales”.
Un diplomático norteamericano de la época expresó un juicio matizado sobre la responsabilidad de EEUU, pero apuntando a la misma conclusión. “Sabíamos con bastante anticipación que los gobiernos de los países del Cono Sur estaban planeando algunos asesinatos en el extranjero en 1976… Si hubo relación directa o no, lo desconozco. No sé si hubiéramos podido prevenir esto (el asesinato de Letelier) de haber intervenido. Pero no lo hicimos”, pronunció el Secretario Adjunto para América Latina, Hewson Ryan, en una entrevista citado en el libro “Operación Cóndor”.
El misterio, ahora resuelto con la desclasificación de estos documentos, ha sido la razón por la cual los funcionarios no cumplieron la primera orden de Kissinger de presentar la advertencia formal a Pinochet o al menos al jefe de DINA, Manuel Contreras. A través de los años, un colaborador cercano de Kissinger, el ex secretario adjunto para América Latina, William D. Rogers, declaró rotundamente que el ex secretario de Estado “nada tuvo que ver” con la cancelación de la orden. El mismo Kissinger ha hecho declaraciones de orgullo de haber ordenado la advertencia y de haberse “opuesto” al operativo Cóndor.
La prueba que contradice las versiones de Rogers y Kissinger está en los documentos obtenidos por National Security Archive publicados hoy sábado en un informe editado por el analista Peter Kornbluh: la orden de cancelar la advertencia vino de Kissinger personalmente.
Henry Kissinger y sus cercanos colaboradores del Departamento de Estado de entonces han emitido diversas versiones sobre su actuación respecto al caso Letelier. Durante muchos años se negó que Estados Unidos conociera los planes de asesinato de la Operación Cóndor antes de la muerte de Letelier. Pero documentos desclasificados por el Presidente Bill Clinton en 1999 contradicen esa versión, comprobando la existencia de más de 30 documentos de la CIA y el Departamento de Estado que describen los planes de Cóndor, todos antes de septiembre de 1976.
Cronología de los hechos
Mayo-junio de 1976: Mueren asesinados en Argentina el ex Presidente de Bolivia Juan José Torres, y dos políticos prominentes uruguayos: Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez. La CIA informa a Washington que estos atentados forman parte de una nueva alianza de países del Cono Sur que se llama “Operación Cóndor”, liderada por Chile. Informa además que Chile, Uruguay y Argentina han lanzado operaciones de asesinato afuera de América Latina, detectando planes concretos contra personas exiliadas en Francia y Portugal.
23 de agosto de 1976: Basándose en la información anterior, Henry Kissinger manda un cable titulado “Operación Cóndor” a todos los embajadores norteamericanos de los países miembros (Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia y Paraguay). Señala: “Los asesinatos planeados y dirigidos por los gobiernos miembros de Cóndor, dentro y fuera del territorio, tienen consecuencias extremadamente graves que tenemos que enfrentar con rapidez y sin rodeos”. Kissinger ordena a los embajadores de Chile, Argentina y Uruguay a “entrevistarse lo más pronto posible con el funcionario de mayor rango -de preferencia el Jefe de Estado- para elevar una advertencia formal”.
Última semana de agosto: Los embajadores norteamericanos en Chile y Uruguay piden instrucciones sobre la manera de entregar la advertencia, conocido en el lenguaje diplomático por el término francés “demarche”.
30 de agosto de 1976: El secretario adjunto para América Latina, Harry Schlaudeman, despacha un memo a Kissinger esperando la elección y aprobación de las diferentes alternativas propuestas por el embajador de Uruguay para cumplir con la orden de Kissinger. Schlaudeman subraya la urgencia del asunto, apuntando que “lo que estamos tratando de evitar es una serie de asesinatos internacionales que pudieran dañar seriamente al estatus internacional y reputación de los países involucrados”. (Documento obtenido por Kornbluh por la Ley de Libertad de Información- FOIA).
16 de septiembre de 1976: Kissinger, estando de viaje en África, contesta el memo de Schlaudeman, negando permiso a todas las alternativas de presentación del “demarche”. Textualmente dice: “Memo fecha agosto 30, ‘Operación Cóndor’. Secretario denegó aprobación mensaje a Montevideo y ordena que no se tomara más medidas respecto este asunto”. (Documento “confidencial”, desclasificado por haber pasado 25 años, obtenido del Archivo Nacional por el analista Carlos Osorio de National Security Archive).
20 de septiembre de 1976: El funcionario Schlaudeman dispone traspasar la orden de Kissinger a todos los embajadores, repitiendo la frase que ahora sabemos es del mismo Kissinger: “no tomen más medidas, señalándose que no ha habido información en varias semanas que indique intención de activar el plan Cóndor”.
21 de septiembre de 1976: Menos de 24 horas después de ser despachado ese cable, muere Orlando Letelier y Ronnie Moffitt cuando su auto iba por la avenida Massachusetts en Washington DC, a menos de tres kilómetros de la Casa Blanca. Una semana después investigadores de la FBI reciben información que el atentado fue obra de Chile utilizando los mecanismos internacionales de la Operación Cóndor.
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