Elsa Cabrera & Juan Carlos Cárdenas
Ecoceanos
14 países latinoamericanos y de El Caribe afirmaron que la propuesta de negociación presentada por el presidente de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), el chileno Cristián Maquieira "está muy por debajo de las expectativas" de estas naciones. Los países en que se encuentra Chile, Brasil, México y Perú, entre otros considera que "el documento presenta desequilibrios importantes" y proponen abordar y resolver los principales temas de conflicto en la CBI, en vez de avanzar precipitadamente a la adopción de una desbalanceada propuesta que ignora los derechos de uso no letal e intereses de la región.
Entre el 18 y 20 de mayo se reunieron en San José de Costa Rica representantes de 14 países de América Latina y el Caribe, conocido como Grupo Buenos Aires (GBA), con el fin de definir una posición conjunta frente a la próxima reunión anual de la Comisión (CBI) que se realizará en Junio próximo en Agadir, Marruecos.
La reunión se sostuvo en medio de crecientes presiones para conseguir el apoyo del GBA a la propuesta de negociación elaborada y liderada por el comisionado chileno y actual presidente de la CBI, embajador Cristián Maquieira. El documento en cuestión busca definir el futuro de este anacrónico organismo internacional eliminando 25 años de moratoria sobre la caza comercial de ballenas y legalizando la denominada "caza científica" que realiza Japón en el Santuario de Ballenas del Océano Austral.
Preparando el Terreno
La propuesta publicada el 22 de abril, estuvo antecedida de una inédita campaña comunicacional tendiente a promover sus supuestos beneficios para la conservación de las ballenas. Apelando al pragmatismo y al temor, argumentaciones tales como "si la iniciativa falla, significaría regresar a años de asperezas"; "si la negociación fracasa, la CBI puede colapsar"; y "no podemos detener la ballenería. Sólo controlarla", preparaban el ambiente de parte de los comisionados de Chile, Nueva Zelanda y Estados Unidos respectivamente, para avanzar rápidamente hacia la adopción de este acuerdo pro- ballenero en junio próximo.
Sin embargo una avalancha de ácidas críticas no se hizo esperar. Tanto países balleneros como conservacionistas, así como un creciente número de organizaciones civiles latinoamericanas e internacionales, levantaron su voz de rechazo frente a una propuesta calificada, entre otros, como "ofensiva" por parte del Ministro de Nueva Zelanda, Murray McCully, y "desbalanceada" por la Secretaría de Medio Ambiente de México (Semarnat).
Sin embargo, la presión para lograr un acuerdo previo a Agadir, continuó por parte del presidente de la CBI, quien apeló a un comunicado de prensa utilizando la secretaría de la propia CBI, para promover los supuestos beneficios que tendría la matanza de ballenas para la conservación de estos cetáceos y realizó diversas y polémicas entrevistas en medios escritos y audiovisuales costarricenses. Según el Diario Financiero de Costa Rica, el embajador Maquieira también habría invitado a participar de la reunión del GBA a una aliada estratégica como la comisionada de Estados Unidos, Mónica Medina. Sin embargo, la visita no llegó a concretarse.
Nuevos Rumbos
Por otra parte, más de 25 organizaciones de 14 países de la sociedad civil latinoamericana se reunieron simultáneamente en San José de Costa Rica con el objetivo de dar seguimiento al trabajo realizado por el GBA, y alcanzar una posición común frente a la 62da reunión de la CBI en Marruecos. Como resultado, el 18 de mayo, las ONG emitieron un comunicado de prensa donde expresan su "profunda preocupación por el rumbo que ha tomado el proceso de negociación para definir el futuro de este organismo internacional", afirmando que la propuesta, "tanto por la forma como por el contenido", carece de condiciones mínimas para seguir siendo una base genuina de negociación.
En el comunicado - distribuido a los comisionados participantes de la reunión del GBA - destaca el trabajo realizado durante los últimos años por Australia, con el objetivo de modernizar realmente a la CBI. Las organizaciones ciudadanas afirmaron que las recientes iniciativas propuestas por este país del hemisferio sur, "tienen absoluta identidad con los compromisos expresados reiteradamente por los Estados de la región". En este contexto, las ONG hicieron un llamado al Grupo Buenos Aires a "coordinar actividades con este aliado histórico de la región en el tema para ofrecer una propuesta alternativa que impulse la real conservación de los cetáceos en el siglo 21".
Conquistando Desafíos
Bajo este complejo panorama, el gobierno de Costa Rica dio inicio a la VII Reunión del Grupo Buenos Aires (GBA), sin duda una de las más complejas y posiblemente más difíciles desde su establecimiento como bloque regional en 2005. Esto debido a la situación coyuntural por la cual atraviesa la CBI, la cual debe decidir si avanzar hacia su modernización como el organismo internacional orientado hacia la conservación de cetáceos, o se fosiliza como el órgano encargado de proteger los anacrónicos y excluyentes intereses económicos de la industria ballenera de Japón, Noruega e Islandia.
A pesar de las presiones comerciales así como las aseveraciones del presidente de la CBI sobre la importancia de "encapsular el tema de la ballena" para mantener las buenas relaciones bilaterales con Japón no hicieron mella en el grupo de 14 países latinoamericanos y del Caribe reunidos en Costa Rica. Durante tres días de arduo trabajo, el GBA logró alcanzar con éxito una posición autónoma y conservacionista, que defiende los intereses socioeconómicos y ambientales relacionados a la conservación y el uso no letal de estos mamíferos marinos por parte de las comunidades costeras de la región latinoamericana.
En comunicado de prensa emitido el 20 de mayo, el GBA afirma que la propuesta de negociación presentada por el presidente de la CBI "está muy por debajo de las expectativas del GBA" y considera que "el documento presenta desequilibrios importantes".
Un Futuro para las Ballenas, No para la Ballenería
Coincidente a una iniciativa australiana que busca resolver los vacíos legales que afectan la gobernabilidad de la CBI, los Estados representados por el GBA consideraron que el documento "pospone la discusión de elementos considerados fundamentales, como la reforma del artículo V (reservas y objeciones), del artículo VIII (caza científica)…". Consecuentemente, el GBA propone abordar y resolver los principales temas de conflicto en la CBI, en vez de avanzar precipitadamente a la adopción de una desbalanceada propuesta que ignora los derechos de uso no letal e intereses de la región.
La declaración del GBA también propone una reducción progresiva de las cuotas de la denominada "caza científica" de ballenas a cero ("phase-out", en inglés) durante un periodo de 10 años. A pesar que, en este sentido, la iniciativa latinoamericana representa un avance a la propuesta del presidente de la CBI, resulta fundamental reducir inmediatamente a cero la caza de ballenas en Santuario de Ballenas del Océano Austral con el fin de cerrar la posibilidad que el periodo interino sirva de aval para que el gobierno de Japón subsidie una nueva flota industrial ballenera de alta mar.
Adicionalmente, el GBA reafirmó en Costa Rica su compromiso con el mantenimiento de la moratoria a la caza comercial y el uso no letal de las ballenas, el respeto a la integridad de los santuarios de ballenas, la creación del santuario de ballenas del Atlántico Sur, y la necesidad de modernizar y hacer más eficiente el funcionamiento de la CBI.
Considerando que la propuesta presentada por el presidente de la CBI levanta de facto la moratoria sobre la caza comercial; ignora el uso no- letal de las ballenas como elemento fundamental de la negociación, viola los principios de protección de ballenas establecidos en los santuarios, y retrocede el trabajo de la CBI a sus tiempos más oscuros, el comunicado emitido por el GBA sugiere que la labor realizada hasta la fecha por el presidente de la CBI, está muy lejos de contar con el apoyo de la región y de representar los intereses y las políticas de América Latina en conservación y uso no letal de cetáceos.
La posición adoptada por el GBA en la reunión de Costa Rica representa un paso histórico hacia la búsqueda de alianzas entre la mayoría de los miembros de la CBI que no cazan ballenas, con el fin de avanzar hacia la reestructuración positiva de un proceso que se encuentra cuestionado y debilitado, así como hacia la consolidación de nuevas iniciativas para definir el futuro de la CBI de manera moderna, abierta, participativa y por sobretodo, transparente.
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