Los países de América Latina y el Caribe acordaron este martes crear un nuevo organismo diplomático que no incluye a Estados Unidos, en una cumbre del Grupo de Río que dejó al desnudo las fisuras que todavía dividen a la región. Después de que muchos aseguran que la OEA fracasó en sus intentos por integrar a la región, las naciones acordaron los lineamientos para establecer el bloque que busca una sola voz en foros multilaterales sin un rol dominante de Washington.
"Hemos decidido constituir la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños como espacio regional propio", dijo el presidente de México, Felipe Calderón, en la última sesión de la cumbre celebrada en el balneario mexicano de Playa del Carmen. "La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños deberá prioritariamente impulsar la integración regional con miras a la promoción de nuestro desarrollo sostenible, promover la concertación política", agregó.
El nuevo organismo reunirá a los países del Grupo de Río y la Comunidad del Caribe (CARICOM) y funcionaría en paralelo a la Organización de Estados Americanos (OEA), criticada en su rol de guardián de la democracia regional luego de infructuosos esfuerzos por revertir un golpe de Estado en Honduras. Fuentes diplomáticas dijeron que tomará un tiempo redactar los estatutos del organismo, que podría entrar en funciones en el 2011. El Grupo de Río y Caricom seguirán sosteniendo sus encuentros programados por separado. El presidente venezolano, Hugo Chávez, junto con el presidente cubano, Raúl Castro, han exhortado en varias ocasiones a que se disuelva la OEA.
Colombia, Venezuela y Argentina
Pero, la cumbre, que fue clausurada este martes, se produce en medio de la persistente crisis diplomática entre Colombia y Venezuela, los países que más marcan la división entre derecha e izquierda en la región. Chávez y el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, tuvieron el lunes durante una de las sesiones de la cumbre una acalorada discusión en la que otros mandatarios tuvieron que intervenir, un incidente que dejó en evidencia la profunda fisura en las relaciones entre ambos.
Mientras el presidente colombiano, Álvaro Uribe, es el principal aliado de Estados Unidos en América Latina, Chávez es el más fuerte crítico de Washington en la región. La crisis diplomática entre Colombia y Venezuela surgió por la decisión de Uribe de firmar un acuerdo de cooperación que permite a Estados Unidos utilizar siete bases militares de su país para combatir el narcotráfico y el terrorismo.
En un espaldarazo a la presidenta Cristina Fernández, Argentina obtuvo el apoyo de líderes de Latinoamérica y el Caribe a sus reclamos contra la exploración petrolera que el Reino Unido inicio en las Islas Malvinas. El Gobierno argentino, que mantiene una histórica disputa con Gran Bretaña por la soberanía del archipiélago, reaccionó en las últimas semanas tras conocer el plan de la empresa Desire Petroleum de realizar exploraciones de petróleo en las islas. A pesar de todo, Fernández dijo que Argentina no estaba considerando medidas más serias que no estuvieran contempladas en el derecho internacional.
Previamente, el gobierno de Estados Unidos había desestimado algún conflicto con la creación de una nueva instancia regional, aunque alertó sobre una excesiva proliferación de foros y organismos. “A primera vista no hay ningún problema”, manifestó el subsecretario de Estados Unidos para Asuntos Hemisféricos Occidentales, Arturo Valenzuela, en declaraciones que reproduce La Prensa de Honduras. Sin embargo, advirtió que “hay una proliferación de estas iniciativas que no tienen tanto contenido como deberían”, y que existe un “límite” de número de cumbres y encuentros internacionales a los que pueden asistir los mandatarios.
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