América Latina no lograba este lunes el consenso necesario para rechazar las elecciones en Honduras porque una minoría de países se sumó al aval que dio Estados Unidos al proceso, mientras España busca una línea intermedia que salve la XIX Cumbre Iberoamericana.
Fuentes diplomáticas dijeron que Brasil y Argentina lideran el grupo de países que quiere condenar abiertamente el proceso electoral del domingo, en el que el hacendado Porfirio Lobo se convirtió en presidente electo cinco meses después del golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, dijo en la sesión de apertura de la cumbre que se desarrolla en Estoril que la elección fue una "pantomima". Al intervenir en la cita de Portugal, la presidenta Fernández afirmó que "la mención de elecciones democráticas en el Uruguay torna insoslayable también el abordaje de otras pseudo elecciones realizadas en el continente y que tuvieron lugar, yo diría casi un simulacro en Honduras, si se me permite la adjetivación, en el marco también de la más absoluta ilegalidad democrática”, informó Crítica Digital.
En la misma línea el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró que su gobierno desconocerá los comicios hondureños. "Brasil mantendrá su posición de no reconocer las elecciones que fueron coordinadas por un gobierno golpista, porque no es posible aceptar un golpe", ratificó desde Estoril. Sobre la posibilidad de que Zelaya retorne al poder tras las elecciones, dijo que "no sé si después de la elección van a querer que vuelva al poder. Sería como mínimo un chiste, pero de cualquier manera, forma parte de la cultura latinoamericana". Por su parte el gobierno ecuatoriano reiteró a través de un comunicado su apoyo al derrocado Manuel Zelaya y dijo que "debe ser restituido de inmediato a su cargo".
En tanto, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, puntualizó que “las elecciones realizadas ayer domingo no pueden ser invocadas para legitimar un golpe de Estado perpetrado hace sólo cinco meses atrás, porque de esta forma se estaría sentando un precedente grave e inaceptable y una serie de amenazas para América Latina”, dijo La Nación. Agregó que “creemos que los dirigentes hondureños especialmente aquellos que aspiran a dirigir el país deben comprender que las elecciones son un paso muy importante, pero si los acuerdos internacionales no son respetados entonces habrá una serie de manchas de legitimidad sobre las nuevas autoridades políticas”.
Por su parte, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, pidió a los jefes de Estado reunidos en la Cumbre un pronunciamiento de rechazo a las elecciones en Honduras y alertó de la amenaza para América Latina de la doctrina militar estadounidense, informó Prensa Latina.
Colombia reconoce elecciones
Pero Washington reaccionó asegurando, a través del portavoz del Departamento de Estado Ian Kelly, que el proceso en Honduras "muestra que, dada la oportunidad de expresarse, los hondureños han visto las elecciones como una parte importante de la solución a la crisis política en su país". A esa posición se sumó sin mostrar dudas Colombia, un fuerte aliado de Estados Unidos.
"Colombia reconoce al nuevo gobierno y se ha dado un proceso democrático en Honduras de alta participación, sin fraude, inobjetable y confiamos que el nuevo Gobierno adelante todos los esfuerzos para superar definitivamente la situación difícil que se ha presentado en Honduras", dijo el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, también presente en la cumbre. Una fuente diplomática dijo que Panamá y Perú también compartían esa posición junto con Costa Rica. "Es difícil decir (si habrá finalmente consenso). Hay posiciones muy divergentes", dijo el canciller portugués, Luis Amado, en una conferencia de prensa.
Frente a este escenario, el canciller español Miguel Ángel Moratinos dijo este lunes que la posición de su país intenta ir por un camino intermedio, lo que podría ser una vía de escape para que la cumbre culmine con una declaración común. "España no reconoce ni tampoco ignora las elecciones", dijo el funcionario en una conferencia de prensa. "Tenemos ahora un actor político nuevo… Queremos salir de la cumbre presidencial comprometidos a tener una salida democrática en Honduras", agregó.
La ambigüedad también se sintió en declaraciones del presidente de México, Felipe Calderón, quien aseguró que "nuestra exigencia plena es el restablecimiento del orden institucional en ese país", pero aseguró que aún no tiene elementos para decir si las elecciones fueron "libres". "La realización de elecciones libres es una condición necesaria pero no es una condición suficiente de restablecimiento de orden constitucional, habida cuenta de los acontecimiento que todos conocemos... La democracia no llegó para quedarse. La democracia llegó pero también está retrocediendo en su camino", concluyó.
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