Martín Piqué
Página 12
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Néstor Kirchner eligió la misma estrategia que había desplegado en Paraguay para involucrar a toda Sudamérica en su objetivo de fortalecer y darle institucionalidad a Unasur. “Pluralidad”, “convivencia”, “distintos conceptos ideológicos y políticos”, “intelectuales de derecha, de izquierda, liberales”, fueron los conceptos a los que recurrió el secretario general de Unasur para dejar conformes a todos los presentes. Fue ayer al mediodía, en la residencia de la embajada colombiana, Libertador al 2900, donde el anfitrión recibió a Kirchner y a quince embajadores de América latina que están en funciones en la Argentina. Los embajadores forman parte del Grula (Grupo Latinoamericano), que agrupa a los diplomáticos del subcontinente. “Fue una reunión muy productiva. Conversamos sobre la agenda de Unasur y sobre cuáles eran los temas fundamentales. Se tocó muy a fondo el tema de Haití, de la integración de los sistemas previsionales, de los títulos universitarios y la libre circulación de personas”, contó luego Kirchner cuando salía del almuerzo.
El Grula suele organizar almuerzos una vez por mes en alguna embajada latinoamericana, las comidas usualmente cuentan con un invitado especial. Ayer fue el turno de Colombia y Kirchner. El santacruceño llegó hasta la residencia del embajador colombiano junto al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli; y sus dos asesores en la secretaría general de Unasur, el secretario de Gestión Pública, Juan Manuel Abal Medina, y el asesor en política exterior de la Presidencia, Rafael Folonier. Al salir de la residencia, Kirchner destacó otra vez la “pluralidad” que en su opinión están viviendo América latina y Sudamérica. “Estos países tienen distintos conceptos ideológicos y políticos, pero también capacidad de construir una región integrada”, dijo el secretario de Unasur.
Durante el almuerzo, que duró casi tres horas, Kirchner conversó con los embajadores sobre la impronta que pretende darle a su rol en Unasur. Dijo que pretendía avanzar en una integración “no ideológica” que respetara “la pluralidad” de los gobiernos elegidos por vía democrática. Como criterio, propuso que el avance de la integración sudamericana pueda notarse en hechos de la vida cotidiana que sean vividos de cerca por los ciudadanos. “Tienen que ser cuestiones vinculadas con la inmigración, con el libre movimiento de personas en Sudamérica, la validez de los títulos universitarios, lo previsional: si una persona que hizo aportes en la Argentina durante veinte años se va a vivir a Bolivia y quiere jubilarse, perdió lo que había aportado acá”, contó a Página 12 uno de los acompañantes del santacruceño en el almuerzo.
En la charla, Kirchner ratificó su postura ante el gobierno de Porfirio Lobo en Honduras (aseguró que la mayoría de los gobiernos de Unasur seguirán sin reconocerlo) y exhortó a colaborar con las tareas de reconstrucción de Haití creando una secretaría técnica que se establezca en territorio haitiano. Kirchner también adelantó que sus próximos viajes como secretario general de Unasur serán a Santiago de Chile (29 de junio, se reunirá con Sebastián Piñera y legisladores trasandinos) y Bogotá, donde saludará a los presidentes entrante y saliente, Juan Manuel Santos y Alvaro Uribe. Con el Mundial como telón de fondo, en el almuerzo no podían faltar los comentarios futboleros, los elogios compartidos por la buena performance de las selecciones latinoamericanas. También los pronósticos sobre qué equipos llegarán a semifinales. El comentario jocoso lo aportó el embajador mexicano, cuando advirtió que la mayoría de sus pares le tenían más confianza a la Argentina. “No se olviden de nosotros”, advirtió con una sonrisa maliciosa y el más puro acento mariachi.
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