segunda-feira, 4 de outubro de 2010

Brasil: Victoria insuficiente de Rousseff



Agencias

Dilma Rousseff no consiguió ayer evitar una segunda vuelta electoral. La candidata de Lula para sucederle en la presidencia de Brasil ganó las elecciones pero no se acercó a la mayoría absoluta de votos emitidos, por lo que deberá enfrentarse de nuevo al ex gobernador de São Paulo, José Serra, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB). Una situación que Rousseff encarará "con mucha garra y energía". En una breve comparecencia ante periodistas, la abanderada del Partido de los Trabajadores dedicó al presidente saliente Lula un "agradecimiento muy especial" por el apoyo que le ofreció en la campaña. Ahora se le presenta una nueva oportunidad para "detallar mejor" sus propuestas.

Rousseff ha obtenido el 46,56% de los votos, Serra un 32,74% y Marina Silva, la representante del Partido Verde, un excelente 19,51%. Rousseff estuvo rondando la posibilidad de ganar en primera vuelta hasta los últimos días de campaña, en que tuvo que hacer frente a un escándalo de corrupción que afectó a una de sus colaboradoras. La candidata del Partido de los Trabajadores (PT) fue respaldada continuamente por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, que ayer recordó que él mismo tampoco había logrado nunca ganar a la primera. "Siempre he estado preparada para ir a una segunda ronda", aseguró, por su parte, Rousseff a pie de urna. Sus asesores admitieron ya a media tarde que la segunda ronda era inevitable.

Con estos resultados, José Serra salvaría a duras penas su carrera política y Marina Silva consolida su alternativa y su capacidad de negociación cara a la segunda vuelta, el próximo 30 de octubre. Serra acentuó en los últimos días sus críticas y la denuncia de que un éxito excesivo de Lula y del PT supondría un riesgo para la vida democrática brasileña. "La segunda vuelta es necesaria para el bien de Brasil", insistió, segundos después de depositar su voto.

Las enormes expectativas despertadas por la candidatura de Dilma pueden terminar perjudicándola en segunda vuelta, si su triunfo, indudable, pero insuficiente, en la primera ronda se percibe como una derrota. Con un 45% de los votos, la negociación para la segunda vuelta se complica y da un papel de gran importancia a la candidata del Partido Verde, con una espectacular remontada. "Sería fantástico que la segunda vuelta se realizara entre dos mujeres", comentó la famosa ecologista.

La victoria de Dilma Rousseff en primera vuelta fue una apuesta personal mucho más de Lula que de la propia candidata o de su grupo político (PT). Lula eligió a una sucesora improbable, poco conocida, y se lanzó con todas sus fuerzas y su enorme popularidad (80%) en una campaña electoral agitada. La segunda vuelta será, sin duda, decepcionante para el presidente más popular de la historia de Brasil, que creyó poder traspasar directamente ese respaldo personal. El PT no ha conseguido tampoco imponer a sus candidatos a gobernador en So Paulo, Minas Gerais y Río, que son los tres Estados con más peso electoral del país.

El principal contendiente de Rousseff, el ex gobernador de São Paulo, José Serra (68 años), necesitaba imperiosamente provocar la segunda vuelta si quería mantener viva su carrera política al frente del PSDB. Serra arrancó como favorito frente a la casi desconocida Dilma, pero se vio rápidamente rebasado por el ciclón Lula y terminó luchando no tanto para ganar, como para sufrir una derrota honrosa. Su magro 33% es, sin embargo, un resultado muy descorazonador para él mismo y para su partido.

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