Socialismo y Democracia representan la síntesis de un camino hacia la transformación política, económica, social y cultural inspirada en los principios de dignidad, justicia, libertad, equidad y solidaridad que caracterizaron la vía chilena al socialismo, de la cual me siento tributario.
sábado, 29 de agosto de 2009
sexta-feira, 28 de agosto de 2009
Suramérica refuerza sus arsenales
Javier Lafuente
El País
Tomando las cifras totales, es comprensible que las alarmas salten. El porcentaje en relación al producto interior bruto (PIB) de los países, sin embargo, no es excesivo. Los analistas advierten de la informalidad de las economías latinoamericanas a la hora de hacer cálculos. La duda está servida: ¿Existe una carrera armamentista? "En cierta medida la había hasta finales del año pasado. La crisis lo ha enfriado todo y ha ajustado las compras", explica Diego Fleitas, director de la Asociación de Políticas Públicas argentina, quien puntualiza que una compra de armas no genera una carrera armamentista, una opinión que comparte Armen Kouyoumdjian, analista de defensa radicado en Chile. "El grueso de los presupuestos de defensa, en la gran mayoría de países, está destinado a sueldos, comida, pensiones... y si queda algo, para equipamiento, aunque no siempre bélico".
Nadie duda de que la renovación es necesaria. Algunos ejércitos habían dejado deteriorarse su material hasta tal punto que se caía a pedazos. Pero, si sólo México y Colombia libran una guerra interna contra el narcotráfico y la guerrilla, ¿cómo se justifica que Chile tenga cientos de tanques Leopard 2, los más poderosos del sur del continente? ¿O que Venezuela haya adquirido material enormemente sofisticado?
Las tensiones regionales subyacen tras esa renovación del material bélico. Cada vez que un país se arma, el vecino anuncia nuevas adquisiciones. El principal foco de tensión abarca una delgada línea de miles de kilómetros, la que separa Venezuela de Colombia. Caracas ha adquirido mayor cantidad de armamento y más sofisticado; Bogotá, el segundo Ejército tras Brasil, ha incrementado su gasto militar en un 142% en los últimos 10 años. El presupuesto colombiano de defensa el pasado año fue de 5.500 millones de dólares, un 13,5% mayor que en 2007.
Frente a los obuses más potentes de la región, en poder del Gobierno de Álvaro Uribe, el Ejército de Hugo Chávez no ha hecho más que comprar armamento. Una de las adquisiciones que más polémica causó fue la de 100.000 fusiles AK-103, cuyo calibre es compatible con los que utilizan las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Las compras a Rusia, Bielorrusia, China y España han sobrepasado en apenas tres años los 4.600 millones de euros, una cifra que mañana puede quedarse corta, ya que los anuncios de nuevas adquisiciones son constantes, siempre con Rusia como principal suministrador. Los analistas no sólo dudan que vayan a concretarse; también cuestionan la utilidad que Venezuela pueda dar a, por ejemplo, 24 aviones caza Sukhoi Su-30MKV. "Es una opción muy arriesgada. Las adquisiciones van a ser tan caras de mantener que, dentro de poco, tendrá unas fuerzas armadas irrelevantes", opina el brasileño Salvador Raza, experto en temas de seguridad.
Al margen de cualquier foco de tensión está Brasil. El Ejército más poderoso de América Latina es también quien más invierte. El año pasado desembolsó 15.500 millones de dólares, un 5% más que en 2007, según datos del SIPRI. Tomando sólo los años de mandato del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, el incremento del gasto militar fue del 50%.
Según el centro de Estocolmo, los motivos que llevan a los brasileños a mejorar e incrementar su arsenal no tienen que ver con fines bélicos. Una mejora del sistema de control aéreo, preservar el Amazonas y fomentar los recursos para la extracción de petróleo son los tres principales factores que apuntan. Este último motivo propició que, con el apoyo de Francia, Brasilia vaya a construir un submarino nuclear, que estará listo dentro de 20 años. Mientras, sigue firme en su camino de consolidarse como potencia mundial. Y como argumenta Fleitas: "Para ser potencia hay que tener con qué demostrarlo".
El País
El acuerdo entre Colombia y Estados Unidos para el uso de siete bases militares colombianas disparó los nervios de muchos mandatarios suramericanos que hoy se verán las caras en la cumbre de Unasur, en Bariloche (Argentina). El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, vislumbró "vientos de guerra" en la operación. Sin embargo, es un movimiento más en el tablero militar de la región. Mientras Bogotá y Washington ultimaban el acuerdo, Venezuela seguía apilando sus pedidos a Rusia, el Ejército ecuatoriano adquiría material en Pekín... Y Brasil confirmaba que pondrá en marcha nuevas tácticas militares para, dicen, preservar el Amazonas.
Un lustro de bonanza económica ha propiciado que los presupuestos para defensa se disparasen. Dos informes de prestigiosos centros internacionales disipan cualquier duda. El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, en sus siglas en inglés) señaló que el gasto militar de América Latina y el Caribe aumentó un 91% entre 2003 y 2008, pasando de 24.700 millones de dólares (17.300 millones de euros) a 47.200 millones. Recientemente, el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) indicó que el dinero destinado a armamento el año pasado sólo en Suramérica fue de 48.000 millones de dólares, un 6% más que en 2007, un aumento del 50% en la última década.
Un lustro de bonanza económica ha propiciado que los presupuestos para defensa se disparasen. Dos informes de prestigiosos centros internacionales disipan cualquier duda. El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, en sus siglas en inglés) señaló que el gasto militar de América Latina y el Caribe aumentó un 91% entre 2003 y 2008, pasando de 24.700 millones de dólares (17.300 millones de euros) a 47.200 millones. Recientemente, el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) indicó que el dinero destinado a armamento el año pasado sólo en Suramérica fue de 48.000 millones de dólares, un 6% más que en 2007, un aumento del 50% en la última década.
Tomando las cifras totales, es comprensible que las alarmas salten. El porcentaje en relación al producto interior bruto (PIB) de los países, sin embargo, no es excesivo. Los analistas advierten de la informalidad de las economías latinoamericanas a la hora de hacer cálculos. La duda está servida: ¿Existe una carrera armamentista? "En cierta medida la había hasta finales del año pasado. La crisis lo ha enfriado todo y ha ajustado las compras", explica Diego Fleitas, director de la Asociación de Políticas Públicas argentina, quien puntualiza que una compra de armas no genera una carrera armamentista, una opinión que comparte Armen Kouyoumdjian, analista de defensa radicado en Chile. "El grueso de los presupuestos de defensa, en la gran mayoría de países, está destinado a sueldos, comida, pensiones... y si queda algo, para equipamiento, aunque no siempre bélico".
Nadie duda de que la renovación es necesaria. Algunos ejércitos habían dejado deteriorarse su material hasta tal punto que se caía a pedazos. Pero, si sólo México y Colombia libran una guerra interna contra el narcotráfico y la guerrilla, ¿cómo se justifica que Chile tenga cientos de tanques Leopard 2, los más poderosos del sur del continente? ¿O que Venezuela haya adquirido material enormemente sofisticado?
Las tensiones regionales subyacen tras esa renovación del material bélico. Cada vez que un país se arma, el vecino anuncia nuevas adquisiciones. El principal foco de tensión abarca una delgada línea de miles de kilómetros, la que separa Venezuela de Colombia. Caracas ha adquirido mayor cantidad de armamento y más sofisticado; Bogotá, el segundo Ejército tras Brasil, ha incrementado su gasto militar en un 142% en los últimos 10 años. El presupuesto colombiano de defensa el pasado año fue de 5.500 millones de dólares, un 13,5% mayor que en 2007.
Frente a los obuses más potentes de la región, en poder del Gobierno de Álvaro Uribe, el Ejército de Hugo Chávez no ha hecho más que comprar armamento. Una de las adquisiciones que más polémica causó fue la de 100.000 fusiles AK-103, cuyo calibre es compatible con los que utilizan las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Las compras a Rusia, Bielorrusia, China y España han sobrepasado en apenas tres años los 4.600 millones de euros, una cifra que mañana puede quedarse corta, ya que los anuncios de nuevas adquisiciones son constantes, siempre con Rusia como principal suministrador. Los analistas no sólo dudan que vayan a concretarse; también cuestionan la utilidad que Venezuela pueda dar a, por ejemplo, 24 aviones caza Sukhoi Su-30MKV. "Es una opción muy arriesgada. Las adquisiciones van a ser tan caras de mantener que, dentro de poco, tendrá unas fuerzas armadas irrelevantes", opina el brasileño Salvador Raza, experto en temas de seguridad.
Al margen de cualquier foco de tensión está Brasil. El Ejército más poderoso de América Latina es también quien más invierte. El año pasado desembolsó 15.500 millones de dólares, un 5% más que en 2007, según datos del SIPRI. Tomando sólo los años de mandato del presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, el incremento del gasto militar fue del 50%.
Según el centro de Estocolmo, los motivos que llevan a los brasileños a mejorar e incrementar su arsenal no tienen que ver con fines bélicos. Una mejora del sistema de control aéreo, preservar el Amazonas y fomentar los recursos para la extracción de petróleo son los tres principales factores que apuntan. Este último motivo propició que, con el apoyo de Francia, Brasilia vaya a construir un submarino nuclear, que estará listo dentro de 20 años. Mientras, sigue firme en su camino de consolidarse como potencia mundial. Y como argumenta Fleitas: "Para ser potencia hay que tener con qué demostrarlo".
quinta-feira, 27 de agosto de 2009
El boicot es el único modo de salvar a Israel
Neve Gordon
Los Angeles Times
Con toda claridad, la campaña destinada a utilizar la misma táctica que colaboró a derribar el apartheid sudafricano cada vez concita más apoyos en todo el mundo. No sorprende que muchos israelíes, incluso entre los pacifistas, no se sumen a la campaña. Un Boicot global podría incluir reminiscencias antisemitas. Además surge la cuestión del doble rasero. ¿Por qué no boicotear a China por sus violaciones de los derechos humanos? Es muy contradictorio boicotear a tu propio país.
No es fácil para mí, como ciudadano israelí, pedirle a gobiernos extranjeros, autoridades regionales, movimientos sociales internacionales, sindicatos y ciudadanos que boicoteen a Israel. Pero hoy, al mismo tiempo que veo a mis dos hijos pequeños jugar en el jardín, estoy convencido de que el Boicot es el único modo en que Israel puede salvarse de sí mismo. Y lo digo porque hemos llegado a un cruce de caminos histórico y la crisis actual demanda medidas dramáticas. Digo esto como judío que ha elegido criar a sus hijos en Israel, que ha sido miembro del campo por la paz durante los últimos 30 años y que siente una gran ansiedad respecto al futuro de este país.
El modo más preciso de definir al Israel de hoy es el de un Estado de apartheid. Durante los últimos 42 años, Israel ha controlado toda la tierra entre el río Jordan y el Mar Mediterráneo. En esta región residen cerca de 6 millones de israelíes y en torno a 5 millones de palestinos. De entre ellos, 3,5 millones de palestinos y medio millón de judíos viven en la zona que Israel ocupó en 1967 y aunque viven en el mismo lugar, se les aplican sistemas legales totalmente diferentes. Los palestinos no tienen estado y viven privados de sus derechos humanos más fundamentales. En contraste con esto, todo los judíos, vivan en Israel o en Territorio ocupado, son ciudadanos de pleno derecho del Estado de Israel.
Lo que me mantiene en vilo, como padre y como ciudadano, es como garantizar que mis dos hijos, así como los dos hijos de mis vecinos palestinos no crezcan en este régimen de apartheid. Sólo hay dos modos moralmente aceptables de conseguirlo.
El primero es la solución de Un Estado, ofrecerles la ciudadanía a todos los palestinos y establecer una democracia binacional en todo el área controlada por Israel. Teniendo en cuenta la demografía, esto supondría el fin del concepto de un estado judío. Un anatema para la mayoría de los judíos.
El segundo modo de terminar con nuestro apartheid sería la solución de los dos estados. Es decir la retirada de Israel a la fronteras anteriores a 1967 con intercambios de territorio, la división de Jerusalén y el reconocimiento del derecho palestino al retorno de un número limitado de 4,5 millones de refugiados que podrían regresar a Israel, mientras el resto podría regresar al nuevo estado palestino.
Geográficamente, la solución de un estado único parece mucho más realista, ya que palestinos y judíos ya se encuentran mezclados: además, sobre el terreno, la solución de un estado único, en su manifestación de régimen de Apartheid, es ya una realidad.
Ideológicamente la solución de dos estados es más realista ya que menos del 1% de los judíos y sólo una minoría de los palestinos apoya la binacionalidad. Por ahora es más realista alterar la realidad geográfica que la realidad ideológica. Si en el futuro, dos pueblos deciden compartir un estado, que lo hagan, pero no es algo que deseen en la actualidad.
Si la solución de los dos estados es el modo de terminar con el Estado de Apartheid, ¿como llegamos a ese objetivo? Estoy convencido de que la presión desde el exterior es ya la única alternativa. A lo largo de las últimas tres décadas, los colonos judíos en los Territorio Ocupados han aumentado su número de manera importante. El mito de una Jerusalén unificada a llevado a la creación de una ciudad de Apartheid donde los palestinos no son ciudadanos y no recoven servicios básicos. El campo israelí por la paz se ha desvanecido gradualmente hasta su práctica inexistencia y la política israelí avanza cada vez más hacia la extrema derecha.
Está claro, por tanto, que el único modo de luchar contra el apartheid es a través de una presión masiva desde el exterior. Las palabras de condena de la Administración Obama y la Unión Europea no se traducen en el más mínimo resultado. Ni siquiera una congelación del crecimiento de los asentamientos, ni mucho menos una retirada de los territorios ocupados.
En consecuencia, he decidido sumarme al Boicot, Desinversiones y sanciones que fue lanzado por activistas palestinos en 2005 y que desde entonces se ha extendido por el planeta. El objetivo es que Israel respete sus obligaciones ante el Derecho Internacional y que los palestinos consigan ejercer su autodeterminación.
En Bilbao, España, (País Vasco) una coalición de organizaciones de todo el mundo formularon los diez puntos de la campaña de Boycott, Desinversiones y Sanciones con el objetivo de “presionar a Israel de manera sostenible y gradual con sensibilidad a los diversos contextos y en función de las capacidades de cada uno”. Por ejemplo, el esfuerzo comienza con sanciones y desinversiones de compañías israelíes que operan en los territorios ocupados, y continá presionando a aquellos que colaboran en sostener y reforzar la ocupación de manera visible.
Del mismo modo, los artistas que vienen a Israel con el objetivo de llamar la atención respecto a la ocupación son bienvenidos. Los que sólo vienen a actuar no lo son. Poner una presión internacional masiva sobre Israel es el único modo de garantizar que la próxima generación de israelíes y palestinos, incluídos mis dos hijos, no crezcan bajo un régimen de Apartheid.
Los Angeles Times
Los periódicos israelíes han estado recogido a lo largo de todo el verano artículos respecto a una campaña internacional de Boicot a Israel. Se han retirado películas de festivales de cine israelíes, Leonard Cohen está siendo sometido a una presión muy intensa debido a su decisión de cantar en Tel Aviv, OXFAM ha roto sus relaciones con una famosa actriz británica que publicita cosméticos producidos en los Territorios ocupados.
Con toda claridad, la campaña destinada a utilizar la misma táctica que colaboró a derribar el apartheid sudafricano cada vez concita más apoyos en todo el mundo. No sorprende que muchos israelíes, incluso entre los pacifistas, no se sumen a la campaña. Un Boicot global podría incluir reminiscencias antisemitas. Además surge la cuestión del doble rasero. ¿Por qué no boicotear a China por sus violaciones de los derechos humanos? Es muy contradictorio boicotear a tu propio país.
No es fácil para mí, como ciudadano israelí, pedirle a gobiernos extranjeros, autoridades regionales, movimientos sociales internacionales, sindicatos y ciudadanos que boicoteen a Israel. Pero hoy, al mismo tiempo que veo a mis dos hijos pequeños jugar en el jardín, estoy convencido de que el Boicot es el único modo en que Israel puede salvarse de sí mismo. Y lo digo porque hemos llegado a un cruce de caminos histórico y la crisis actual demanda medidas dramáticas. Digo esto como judío que ha elegido criar a sus hijos en Israel, que ha sido miembro del campo por la paz durante los últimos 30 años y que siente una gran ansiedad respecto al futuro de este país.
El modo más preciso de definir al Israel de hoy es el de un Estado de apartheid. Durante los últimos 42 años, Israel ha controlado toda la tierra entre el río Jordan y el Mar Mediterráneo. En esta región residen cerca de 6 millones de israelíes y en torno a 5 millones de palestinos. De entre ellos, 3,5 millones de palestinos y medio millón de judíos viven en la zona que Israel ocupó en 1967 y aunque viven en el mismo lugar, se les aplican sistemas legales totalmente diferentes. Los palestinos no tienen estado y viven privados de sus derechos humanos más fundamentales. En contraste con esto, todo los judíos, vivan en Israel o en Territorio ocupado, son ciudadanos de pleno derecho del Estado de Israel.
Lo que me mantiene en vilo, como padre y como ciudadano, es como garantizar que mis dos hijos, así como los dos hijos de mis vecinos palestinos no crezcan en este régimen de apartheid. Sólo hay dos modos moralmente aceptables de conseguirlo.
El primero es la solución de Un Estado, ofrecerles la ciudadanía a todos los palestinos y establecer una democracia binacional en todo el área controlada por Israel. Teniendo en cuenta la demografía, esto supondría el fin del concepto de un estado judío. Un anatema para la mayoría de los judíos.
El segundo modo de terminar con nuestro apartheid sería la solución de los dos estados. Es decir la retirada de Israel a la fronteras anteriores a 1967 con intercambios de territorio, la división de Jerusalén y el reconocimiento del derecho palestino al retorno de un número limitado de 4,5 millones de refugiados que podrían regresar a Israel, mientras el resto podría regresar al nuevo estado palestino.
Geográficamente, la solución de un estado único parece mucho más realista, ya que palestinos y judíos ya se encuentran mezclados: además, sobre el terreno, la solución de un estado único, en su manifestación de régimen de Apartheid, es ya una realidad.
Ideológicamente la solución de dos estados es más realista ya que menos del 1% de los judíos y sólo una minoría de los palestinos apoya la binacionalidad. Por ahora es más realista alterar la realidad geográfica que la realidad ideológica. Si en el futuro, dos pueblos deciden compartir un estado, que lo hagan, pero no es algo que deseen en la actualidad.
Si la solución de los dos estados es el modo de terminar con el Estado de Apartheid, ¿como llegamos a ese objetivo? Estoy convencido de que la presión desde el exterior es ya la única alternativa. A lo largo de las últimas tres décadas, los colonos judíos en los Territorio Ocupados han aumentado su número de manera importante. El mito de una Jerusalén unificada a llevado a la creación de una ciudad de Apartheid donde los palestinos no son ciudadanos y no recoven servicios básicos. El campo israelí por la paz se ha desvanecido gradualmente hasta su práctica inexistencia y la política israelí avanza cada vez más hacia la extrema derecha.
Está claro, por tanto, que el único modo de luchar contra el apartheid es a través de una presión masiva desde el exterior. Las palabras de condena de la Administración Obama y la Unión Europea no se traducen en el más mínimo resultado. Ni siquiera una congelación del crecimiento de los asentamientos, ni mucho menos una retirada de los territorios ocupados.
En consecuencia, he decidido sumarme al Boicot, Desinversiones y sanciones que fue lanzado por activistas palestinos en 2005 y que desde entonces se ha extendido por el planeta. El objetivo es que Israel respete sus obligaciones ante el Derecho Internacional y que los palestinos consigan ejercer su autodeterminación.
En Bilbao, España, (País Vasco) una coalición de organizaciones de todo el mundo formularon los diez puntos de la campaña de Boycott, Desinversiones y Sanciones con el objetivo de “presionar a Israel de manera sostenible y gradual con sensibilidad a los diversos contextos y en función de las capacidades de cada uno”. Por ejemplo, el esfuerzo comienza con sanciones y desinversiones de compañías israelíes que operan en los territorios ocupados, y continá presionando a aquellos que colaboran en sostener y reforzar la ocupación de manera visible.
Del mismo modo, los artistas que vienen a Israel con el objetivo de llamar la atención respecto a la ocupación son bienvenidos. Los que sólo vienen a actuar no lo son. Poner una presión internacional masiva sobre Israel es el único modo de garantizar que la próxima generación de israelíes y palestinos, incluídos mis dos hijos, no crezcan bajo un régimen de Apartheid.
quarta-feira, 26 de agosto de 2009
Martín-Barbero e as Comunidades Falsificadas
Renato Essenfelder
Folha
Filósofo espanhol diz que a utopia de democracia direta e igualdade total na internet é mentirosa e ameaça minar as práticas de representação e participação políticas reais.
Com a emergência de gigantescas redes sociais virtuais, como o Facebook, a internet configura a sua utopia máxima: todos somos iguais. E, se somos todos iguais, não precisamos mais de eleições, pois não precisamos ser representados. Todos nos representamos no espaço democrático da internet. O raciocínio é tentador, mas, para o filósofo espanhol Jesús Martín-Barbero, é mentiroso -e temerário. "Nunca fomos nem seremos iguais", ele diz, e na vida cotidiana continuaremos dependendo de mediações para dar conta da complexidade do mundo, seja a mediação de partidos políticos ou a de associações de cidadãos. Martín-Barbero vê a internet como um dos fatores de desestabilização do mundo hoje, que não pode ser pensado por disciplinas estanques. Mundo, aliás, tomado pela incerteza e pelo medo, que nos faz sonhar com a relação não mediada das comunidades pré-modernas.
Desde 1987, quando o sr. lançou sua obra de maior repercussão ("Dos Meios às Mediações", ed. UFRJ), até hoje, o que mudou na comunicação e nas ciências sociais?
Estamos em um momento de pensar o conceito de conhecimento como certeza e incerteza. A incerteza intelectual dos modernos se vê hoje atravessada por outra sensação: o medo. A sociedade vive uma espécie de volta ao medo dos pré-modernos, que era o medo da natureza, da insegurança, de uma tormenta, um terremoto. Agora vivemos em uma espécie de mundo que nos atemoriza e desconcerta.
O medo vem, por exemplo, da ecologia: o que vai acontecer com o planeta, o nível do mar vai subir? A natureza voltou a ser um problema hoje, como aos pré-modernos. Depois vem o tema da violência urbana, a insegurança urbana. Por toda cidade que passo, de 20 mil a 20 milhões de habitantes, há esse medo. Como terceira insegurança, que nos afeta cada vez mais, aparece a vida laboral. Do mundo do trabalho, que foi a grande instituição moderna que deu segurança às pessoas, vamos para um mundo em que o sistema necessita cada vez menos de mão de obra. O mundo do trabalho se desconfigurou como mundo de produção do sentido da vida.
Nesse mundo de incertezas, como se comporta a noção de comunidade? Como ela aparece em redes virtuais como o Facebook?
Acho que ainda não temos palavras para nomear esse fenômeno. Falamos em rede social, mas o que significa social aí? Apenas uma rede de muita gente. Não necessariamente em sociedade. Há diferenças entre o que foi a comunidade pré-moderna e o que foi o conceito de sociedade moderna. A comunidade era orgânica, havia muitas ligações entre os seus membros, religiosas, laborais.
Renato Ortiz (sociólogo e professor na Universidade Estadual de Campinas) faz uma crítica muito bem feita a um livro famoso de (Benedict) Anderson, que diz que a nação é como uma comunidade imaginada ("Comunidades Imaginadas", ed. Companhia das Letras), principalmente por jornais e a literatura nacional.
É verdade, são fundamentais para a criação da ideia de nação. Mas Renato Ortiz diz que há muito de verdade e muito de mentira nisso. O que acontece é que, quando a sociedade moderna se viu realmente configurada pelo Estado, pela burocracia do Estado, começou a sonhar novamente com a comunidade. Era uma comunidade imaginada no sentido de querer ter algo de comunidade, e não só de sociedade anônima.
Falar de comunidade para falar da nação moderna é complicado, porque se romperam todos os laços da comunidade pré-moderna. Eu diria que há aí um ponto importante, considerando que no conceito de comunidade há sempre a tentação de devolver-nos a uma certa relação não mediada, presencial. Essa é um pouco a utopia da internet.
Qual utopia?
A utopia da internet é que já não necessitamos ser representados, a democracia é de todos, somos todos iguais. Mentira. Nunca fomos nem somos nem seremos iguais. E portanto a democracia de todos é mentira. Seguimos necessitando de mediações de representação das diferentes dimensões da vida. Precisamos de partidos políticos ou de uma associação de pais em um colégio, por exemplo.
As comunidades virtuais da atualidade têm pouco das comunidades originais, então?
Quando começamos a falar de comunidades de leitores, de espectadores de novela, estamos falando de algo que é certo. Uma comunidade formada por gente que gosta do mesmo em um mesmo momento. Se a energia elétrica acaba, toda essa gente cai. É uma comunidade invisível, mas é real, tão real que é sondável, podemos pesquisá-la e ver como é heterogênea. Comunidade não é homogeneidade.
Nesse sentido é muito difícil proibir o uso da expressão "comunidade" para o Facebook. Mas o que me ocorre ao usarmos o termo "comunidade" para esses sites é que nunca a sociedade moderna foi tão distinta da comunidade originária.
O sentido do que entendemos por sociedade mudou. Veja os vizinhos, que eram uma forma de sobrevivência da velha comunidade na sociedade moderna. Hoje, nos apartamentos, ninguém sabe nada do outro. Outra chave: o parentesco. A família extensa sumiu. Hoje, uma família é um casal. O que temos chamado de sociedade está mudando. Estamos numa situação em que o velho morreu e o novo não tem figura ainda, que é a ideia de crise de (Antonio) Gramsci.
A proposta de sites como o Facebook não é exatamente de fazer essa reaproximação?
Creio que há pessoas no Facebook que, pela primeira vez em suas vidas, se sentem em sociedade. É uma questão importante, mas não podemos esquecer da maneira como nos relacionamos com o Facebook. Um inglês que passa boa parte de sua vida só, em um pub, com sua grande cerveja, desfruta muito desse modo de vida. Nós, latinos, desfrutamos mais estando juntos. Evidentemente a relação com o Facebook é distinta. O site é real, mas a maneira como nos relacionamos, como o usamos, é muito distinta. O Facebook não nos iguala. Nos põe em contato, mas nada mais.
De que maneira essas questões devem transformar os meios de comunicação?
Não sei para onde vamos, mas em muito poucos anos a televisão não terá nada a ver com o que temos hoje. A televisão por programação horária é herdeira do rádio, que foi o primeiro meio que começou a nos organizar a vida cotidiana. Na Idade Média, o campanário era que dizia qual era a hora de levantar, de comer, de trabalhar, de dormir. A rádio foi isso. A rádio nos foi pautando a vida cotidiana. O noticiário, a radionovela, os espaços de publicidade...
Essa relação que os meios tiveram com a vida cotidiana, organizada em função do tempo, a manhã, a tarde, a noite, o fim de semana, as férias, isso vai acabar. Teremos uma oferta de conteúdos. A internet vai reconfigurar a TV imitadora da rádio, a rádio imitadora da imprensa escrita... Creio que vamos para uma mudança muito profunda, porque o que entra em crise é o papel de organização da temporalidade.
A ascensão da internet e da oferta de informação por conteúdos suscita outra questão, ligada à formação do cidadão. Não corremos o risco de que um fã de séries de TV, por exemplo, só busque notícias sobre o tema, alienando-se do que acontece em seu país?
Antigamente, todos líamos, escutávamos e víamos o mesmo. Isso para mim era muito importante. De certa forma, obrigava que os ricos se informassem do que gostavam os pobres -sempre defendi isso como um aspecto de formação de nação. Quando lançaram os primeiros aparelhos de gravação de vídeo, disseram-me que isso era uma libertação: as pessoas poderiam selecionar conteúdos.
Mas esse debate já não é possível hoje. Passamos para um entorno comunicativo, as mudanças não são pontuais como antes. A questão não é se eu abro ou não abro o correio. Não quero ser catastrofista, mas o tanto que a internet nos permite ver é proporcional ao tanto que sou visto. Em quanto mais páginas entro, mais gente me vê. É outra relação.
Temos acesso a tantas coisas e tantas línguas que já não sabemos o que queremos. Hoje há tanta informação que é muito difícil saber o que é importante. Mas o problema para mim não é o que vão fazer os meios, mas o que fará o sistema educacional para formar pessoas com capacidade de serem interlocutoras desse entorno; não de um jornal, uma rádio, uma TV, mas desse entorno de informação em que tudo está mesclado. Há muitas coisas a repensar radicalmente.
terça-feira, 25 de agosto de 2009
Grecia: El fuego 'cerca' al Gobierno de Karamanlis
Agencias
Nueva Democracia (ND), el partido de Karamanlis, se aferra a su escaño de ventaja en el Parlamento, pero los socialistas del PASOK (Movimiento Socialista Panhelénico) del líder opositor Yiorgos Papandreu encabezan los sondeos. La oposición confía en que la elección del nuevo presidente dé un giro a la política del país y fuerce así elecciones anticipadas, lo que podría expulsar a ND del Gobierno a un año de acabar la legislatura.
Aleka Papariga, líder del partido comunista (KKE) se ha pronunciado contra las supuestas deficiencias que han impedido controlar los incendios que se extienden por toda la geografía griega, especialmente en el noreste de Atenas, y que duran ya cuatro días. "Lo que importa ahora es corregir los enormes defectos en la infraestructura de la lucha contra el fuego", ha declarado.
A él se une el alcalde de Maratón, Spyros Zagaris, que se quejó ayer de haber "pedido al Gobierno que mandara aviones y helicópteros" en vano para una de las localidades más afectadas por el fuego, según recoge The New York Times. "Aquí sólo hay dos dispositivos contra el fuego, tres casas están ardiendo y nosotros solo miramos inútilmente", dijo.
Mientras el fuego que rodea Atenas comienza a remitir, el Gobierno del primer ministro conservador Costas Karamanlis se enfrenta a las primeras críticas por la gestión de los planes de evacuación. A siete meses de que el Parlamento vote la elección de un nuevo presidente, la oposición ha visto el terreno abonado para endurecer su postura contra un Ejecutivo que revive la experiencia de 2007, cuando murieron 65 personas en el mayor incendio que se ha producido en Grecia, y que también se vio acosado por los disturbios ocasionados durante las protestas estudiantiles en diciembre del año pasado.
Nueva Democracia (ND), el partido de Karamanlis, se aferra a su escaño de ventaja en el Parlamento, pero los socialistas del PASOK (Movimiento Socialista Panhelénico) del líder opositor Yiorgos Papandreu encabezan los sondeos. La oposición confía en que la elección del nuevo presidente dé un giro a la política del país y fuerce así elecciones anticipadas, lo que podría expulsar a ND del Gobierno a un año de acabar la legislatura.
Aleka Papariga, líder del partido comunista (KKE) se ha pronunciado contra las supuestas deficiencias que han impedido controlar los incendios que se extienden por toda la geografía griega, especialmente en el noreste de Atenas, y que duran ya cuatro días. "Lo que importa ahora es corregir los enormes defectos en la infraestructura de la lucha contra el fuego", ha declarado.
A él se une el alcalde de Maratón, Spyros Zagaris, que se quejó ayer de haber "pedido al Gobierno que mandara aviones y helicópteros" en vano para una de las localidades más afectadas por el fuego, según recoge The New York Times. "Aquí sólo hay dos dispositivos contra el fuego, tres casas están ardiendo y nosotros solo miramos inútilmente", dijo.
segunda-feira, 24 de agosto de 2009
Jean Baudrillard: À sombra das maiorias silenciosas
Jean Baudrillard
Todo o confuso amontoado do social se move em torno desse referente esponjoso, dessa realidade ao mesmo tempo opaca e translúcida, desse nada: as massas. Bola de cristal das estatísticas, elas são “atravessadas por correntes e fluxos”, à semelhança da matéria e dos elementos naturais. Pelo menos é assim que elas nos são representadas. Elas podem ser “magnetizadas”, o social as rodeia como uma eletricidade estática, mas a maior parte do tempo se comportam precisamente como “massa”, o que quer dizer que elas absorvem toda a eletricidade do social e do político e as neutralizam, sem retorno. Não são boas condutoras do político, nem boas condutoras do social, nem boas condutoras do sentido em geral. Tudo as atravessa, tudo as magnetiza, mas nelas se dilui sem deixar traços. E na realidade o apelo às massas sempre ficou sem resposta.
Elas não irradiam, ao contrário, absorvem toda a irradiação das constelações periféricas do Estado, da História, da Cultura, do Sentido. Elas são a inércia, a força da inércia, a força do neutro. É nesse sentido que a massa é característica da nossa modernidade, na qualidade de fenômeno altamente implosivo, irredutível a qualquer prática e teoria tradicionais, talvez mesmo irredutível a qualquer prática e a qualquer teoria simplesmente. Na representação imaginária, as massas flutuam em algum ponto entre a passividade e a espontaneidade selvagem, mas sempre como uma energia potencial, como um estoque de social e de energia social, hoje referente mudo, amanhã protagonista da história, quando elas tomarão a palavra e deixarão de ser a “maioria silenciosa” - ora, justamente as massas não têm história a escrever, nem passado, nem futuro, elas não têm energias virtuais para liberar, nem desejo a realizar: sua força é atual, toda ela está aqui, e é a do seu silêncio. Força de absorção e de neutralização, desde já superior a todas as que se exercem sobre elas.
Força de inércia especifica, cuja eficácia é diferente da de todos os esquemas de produção, de irradiação e de expansão sobre os quais funciona nosso imaginário, incluindo a vontade de destruí-los. Figura inaceitável e ininteligível da implosão (trata-se ainda de um processo?), base de todos os nossos sistemas de significações e contra a qual eles se armam com todas as suas resistências, ocultando o desabamento central do sentido com uma recrudescência de todas as significações e com uma dissipação de todos os significantes.
O vácuo social é atravessado por objetos intersticiais e acumulações cristalinas que rodopiam e se cruzam num claro-escuro cerebral. Tal é a massa, um conjunto no vácuo de partículas individuais, de resíduos do social e de impulsos indiretos: opaca nebulosa cuja densidade crescente absorve todas as energias e os feixes luminosos circundantes, para finalmente desabar sob seu próprio peso. Buraco negro em que o social se precipita.
Exatamente o inverso, portanto, de uma acepção “sociológica”. A sociologia só pode descrever a expansão do social e suas peripécias. Ela vive apenas da hipótese positiva e definitiva do social. A assimilação, a implosão do social lhe escapam. A hipótese da morte do social é também a da sua própria morte. O termo massa não é um conceito. Leitmotiv da demagogia política, é uma noção fluida, viscosa, “lumpen-analítica”. Uma boa sociologia procurará abarcá-la em categorias “mais finas”: sócio-profissionais, de classe, de status cultural, etc. Erro: é vagando em torno dessas noções fluidas e acríticas (como outrora a de “mana”) que se pode ir além da sociologia critica inteligente. Além do que, retrospectivamente, se poderá observar que os próprios conceitos de “classe”, de “relação social”, de “poder”, de “status”, todos .estes conceitos muito claros que fazem a glória das ciências legítimas, também nunca foram mais do que noções confusas, mas sobre as quais se conciliaram misteriosos objetivos, os de preservar um determinado código de análise.
Querer especificar o termo massa é justamente um contra-senso - é procurar um sentido no que não o tem. Diz-se: “a massa de trabalhadores”. Mas a massa nunca é a de trabalhadores, nem de qualquer outro sujeito ou objeto social. As “massas camponesas” de outrora não eram exatamente massas: só se comportam como massa aqueles que estão liberados de suas obrigações simbólicas, “anulados” (presos nas infinitas “redes”) e destinados a serem apenas o inumerável terminal dos mesmos modelos, que não chegam a integrá-los e que finalmente só os apresentam como resíduos estatísticos. A massa é sem atributo, sem predicado, sem qualidade, sem referência. Aí está sua definição, ou sua indefinição radical. Ela não tem “realidade” sociológica. Ela não tem nada a ver com alguma população real, com algum corpo, com algum agregado social específico.
Qualquer tentativa de qualificá-la é somente um esforço para transferi-la para a sociologia e arrancá-la dessa indistinção que não é sequer a da equivalência (soma ilimitada de indivíduos equivalentes: 1 + 1 + 1 + 1 - tal é a definição sociológica), mas a do neutro, isto é, nem um nem outro (neuter). Na massa desaparece a polaridade do um e do outro. Essa é a causa desse vácuo e da força de desagregação que ela exerce sobre todos os sistemas, que vivem da disjunção e da distinção dos pólos (dois, ou múltiplos, nos sistemas mais complexos). É o que nela produz a impossibilidade de circulação de sentido: na massa ele se dispersa instantaneamente, como os átomos no vácuo. É também o que produz a impossibilidade, para a massa, de ser alienada, visto que nela nem um nem o outro existem mais.
Massa sem palavra que existe para todos os porta-vozes sem história. Admirável conjunção dos que nada têm a dizer e das massas que não falam. Nada que contém todos os discursos. Nada de histeria nem de fascismo potencial, mas simulação por precipitação de todos os referenciais perdidos. Caixa preta de todos os referenciais, de todos os sentidos que não admitiu, da história impossível, dos sistemas de representação inencontráveis, a massa é o que resta quando se esqueceu tudo do social. Quanto à impossibilidade de nela se fazer circular o sentido, o melhor exemplo é o de Deus. As massas conservaram dele somente a imagem, nunca a Idéia. Elas jamais foram atingidas pela Idéia de Deus, que permaneceu um assunto de padres, nem pelas angústias do pecado e da salvação pessoal. O que elas conservaram foi o fascínio dos mártires e dos santos, do juízo final, da dança dos mortos, foi o sortilégio, foi o espetáculo e o cerimonial da Igreja, a imanência do ritual - contra a transcendência da Idéia. Foram pagãs e permaneceram pagãs à sua maneira, jamais freqüentadas pela Instância Suprema, mas vivendo das miudezas das imagens, da superstição e do diabo. Práticas degradadas em relação ao compromisso espiritual da fé? Pode ser.
Esta é a sua maneira, através da banalidade dos rituais e dos simulacros profanos, de minar o imperativo categórico da moral e da fé, o imperativo sublime do sentido, que elas repeliram. Não porque não pudessem alcançar as luzes sublimes da religião: elas as ignoraram. Não recusam morrer por uma fé, por uma causa, por um ídolo. O que elas recusam é a transcendência, é a interdição, a diferença, a espera, a ascese, que produzem o sublime triunfo da religião. Para as massas, o Reino de Deus sempre esteve sobre a terra, na imanência pagã das imagens, no espetáculo que a Igreja lhes oferecia.
Desvio fantástico do princípio religioso. As massas absorveram a religião na prática sortílega e espetacular que adotaram. Todos os grandes esquemas da razão sofreram o mesmo destino. Eles só descreveram sua trajetória, só seguiram o curso de sua história no diminuto topo da camada social detentora do sentido (e em particular do sentido social), mas no essencial somente penetraram nas massas ao preço de um desvio, de uma distorção radical. Assim foi com a razão histórica, a razão política, a razão cultural e a razão revolucionária - assim foi com a própria razão do social, a mais interessante pois é a que parece inerente às massas, e por tê-las produzido no curso de sua evolução.
As massas são o “espelho do social”? Não, elas não refletem o social, nem se refletem no social - é o espelho do social que nelas se despedaça. A imagem não é exata, pois ainda evoca a idéia de uma substância plena, de uma resistência opaca. Ora, as massas funcionam mais como um gigantesco buraco negro que inflete, submete e distorce inexoravelmente todas as energias e radiações luminosas que se aproximam. Esfera implosiva, em que a curvatura dos espaços se acelera, em que todas as dimensões se encurvam sobre si mesmas e involuem até se anularem, deixando em seu lugar e espaço somente uma esfera de absorção potencial.
Todo o confuso amontoado do social se move em torno desse referente esponjoso, dessa realidade ao mesmo tempo opaca e translúcida, desse nada: as massas. Bola de cristal das estatísticas, elas são “atravessadas por correntes e fluxos”, à semelhança da matéria e dos elementos naturais. Pelo menos é assim que elas nos são representadas. Elas podem ser “magnetizadas”, o social as rodeia como uma eletricidade estática, mas a maior parte do tempo se comportam precisamente como “massa”, o que quer dizer que elas absorvem toda a eletricidade do social e do político e as neutralizam, sem retorno. Não são boas condutoras do político, nem boas condutoras do social, nem boas condutoras do sentido em geral. Tudo as atravessa, tudo as magnetiza, mas nelas se dilui sem deixar traços. E na realidade o apelo às massas sempre ficou sem resposta.
Elas não irradiam, ao contrário, absorvem toda a irradiação das constelações periféricas do Estado, da História, da Cultura, do Sentido. Elas são a inércia, a força da inércia, a força do neutro. É nesse sentido que a massa é característica da nossa modernidade, na qualidade de fenômeno altamente implosivo, irredutível a qualquer prática e teoria tradicionais, talvez mesmo irredutível a qualquer prática e a qualquer teoria simplesmente. Na representação imaginária, as massas flutuam em algum ponto entre a passividade e a espontaneidade selvagem, mas sempre como uma energia potencial, como um estoque de social e de energia social, hoje referente mudo, amanhã protagonista da história, quando elas tomarão a palavra e deixarão de ser a “maioria silenciosa” - ora, justamente as massas não têm história a escrever, nem passado, nem futuro, elas não têm energias virtuais para liberar, nem desejo a realizar: sua força é atual, toda ela está aqui, e é a do seu silêncio. Força de absorção e de neutralização, desde já superior a todas as que se exercem sobre elas.
Força de inércia especifica, cuja eficácia é diferente da de todos os esquemas de produção, de irradiação e de expansão sobre os quais funciona nosso imaginário, incluindo a vontade de destruí-los. Figura inaceitável e ininteligível da implosão (trata-se ainda de um processo?), base de todos os nossos sistemas de significações e contra a qual eles se armam com todas as suas resistências, ocultando o desabamento central do sentido com uma recrudescência de todas as significações e com uma dissipação de todos os significantes.
O vácuo social é atravessado por objetos intersticiais e acumulações cristalinas que rodopiam e se cruzam num claro-escuro cerebral. Tal é a massa, um conjunto no vácuo de partículas individuais, de resíduos do social e de impulsos indiretos: opaca nebulosa cuja densidade crescente absorve todas as energias e os feixes luminosos circundantes, para finalmente desabar sob seu próprio peso. Buraco negro em que o social se precipita.
Exatamente o inverso, portanto, de uma acepção “sociológica”. A sociologia só pode descrever a expansão do social e suas peripécias. Ela vive apenas da hipótese positiva e definitiva do social. A assimilação, a implosão do social lhe escapam. A hipótese da morte do social é também a da sua própria morte. O termo massa não é um conceito. Leitmotiv da demagogia política, é uma noção fluida, viscosa, “lumpen-analítica”. Uma boa sociologia procurará abarcá-la em categorias “mais finas”: sócio-profissionais, de classe, de status cultural, etc. Erro: é vagando em torno dessas noções fluidas e acríticas (como outrora a de “mana”) que se pode ir além da sociologia critica inteligente. Além do que, retrospectivamente, se poderá observar que os próprios conceitos de “classe”, de “relação social”, de “poder”, de “status”, todos .estes conceitos muito claros que fazem a glória das ciências legítimas, também nunca foram mais do que noções confusas, mas sobre as quais se conciliaram misteriosos objetivos, os de preservar um determinado código de análise.
Querer especificar o termo massa é justamente um contra-senso - é procurar um sentido no que não o tem. Diz-se: “a massa de trabalhadores”. Mas a massa nunca é a de trabalhadores, nem de qualquer outro sujeito ou objeto social. As “massas camponesas” de outrora não eram exatamente massas: só se comportam como massa aqueles que estão liberados de suas obrigações simbólicas, “anulados” (presos nas infinitas “redes”) e destinados a serem apenas o inumerável terminal dos mesmos modelos, que não chegam a integrá-los e que finalmente só os apresentam como resíduos estatísticos. A massa é sem atributo, sem predicado, sem qualidade, sem referência. Aí está sua definição, ou sua indefinição radical. Ela não tem “realidade” sociológica. Ela não tem nada a ver com alguma população real, com algum corpo, com algum agregado social específico.
Qualquer tentativa de qualificá-la é somente um esforço para transferi-la para a sociologia e arrancá-la dessa indistinção que não é sequer a da equivalência (soma ilimitada de indivíduos equivalentes: 1 + 1 + 1 + 1 - tal é a definição sociológica), mas a do neutro, isto é, nem um nem outro (neuter). Na massa desaparece a polaridade do um e do outro. Essa é a causa desse vácuo e da força de desagregação que ela exerce sobre todos os sistemas, que vivem da disjunção e da distinção dos pólos (dois, ou múltiplos, nos sistemas mais complexos). É o que nela produz a impossibilidade de circulação de sentido: na massa ele se dispersa instantaneamente, como os átomos no vácuo. É também o que produz a impossibilidade, para a massa, de ser alienada, visto que nela nem um nem o outro existem mais.
Massa sem palavra que existe para todos os porta-vozes sem história. Admirável conjunção dos que nada têm a dizer e das massas que não falam. Nada que contém todos os discursos. Nada de histeria nem de fascismo potencial, mas simulação por precipitação de todos os referenciais perdidos. Caixa preta de todos os referenciais, de todos os sentidos que não admitiu, da história impossível, dos sistemas de representação inencontráveis, a massa é o que resta quando se esqueceu tudo do social. Quanto à impossibilidade de nela se fazer circular o sentido, o melhor exemplo é o de Deus. As massas conservaram dele somente a imagem, nunca a Idéia. Elas jamais foram atingidas pela Idéia de Deus, que permaneceu um assunto de padres, nem pelas angústias do pecado e da salvação pessoal. O que elas conservaram foi o fascínio dos mártires e dos santos, do juízo final, da dança dos mortos, foi o sortilégio, foi o espetáculo e o cerimonial da Igreja, a imanência do ritual - contra a transcendência da Idéia. Foram pagãs e permaneceram pagãs à sua maneira, jamais freqüentadas pela Instância Suprema, mas vivendo das miudezas das imagens, da superstição e do diabo. Práticas degradadas em relação ao compromisso espiritual da fé? Pode ser.
Esta é a sua maneira, através da banalidade dos rituais e dos simulacros profanos, de minar o imperativo categórico da moral e da fé, o imperativo sublime do sentido, que elas repeliram. Não porque não pudessem alcançar as luzes sublimes da religião: elas as ignoraram. Não recusam morrer por uma fé, por uma causa, por um ídolo. O que elas recusam é a transcendência, é a interdição, a diferença, a espera, a ascese, que produzem o sublime triunfo da religião. Para as massas, o Reino de Deus sempre esteve sobre a terra, na imanência pagã das imagens, no espetáculo que a Igreja lhes oferecia.
Desvio fantástico do princípio religioso. As massas absorveram a religião na prática sortílega e espetacular que adotaram. Todos os grandes esquemas da razão sofreram o mesmo destino. Eles só descreveram sua trajetória, só seguiram o curso de sua história no diminuto topo da camada social detentora do sentido (e em particular do sentido social), mas no essencial somente penetraram nas massas ao preço de um desvio, de uma distorção radical. Assim foi com a razão histórica, a razão política, a razão cultural e a razão revolucionária - assim foi com a própria razão do social, a mais interessante pois é a que parece inerente às massas, e por tê-las produzido no curso de sua evolução.
As massas são o “espelho do social”? Não, elas não refletem o social, nem se refletem no social - é o espelho do social que nelas se despedaça. A imagem não é exata, pois ainda evoca a idéia de uma substância plena, de uma resistência opaca. Ora, as massas funcionam mais como um gigantesco buraco negro que inflete, submete e distorce inexoravelmente todas as energias e radiações luminosas que se aproximam. Esfera implosiva, em que a curvatura dos espaços se acelera, em que todas as dimensões se encurvam sobre si mesmas e involuem até se anularem, deixando em seu lugar e espaço somente uma esfera de absorção potencial.
domingo, 23 de agosto de 2009
Afganistán, entre la violencia y la incertidumbre tras las elecciones
Ramón Lobo
El País
Dos días después del cierre de las urnas en las elecciones presidenciales de Afganistán aún no hay datos oficiales de participación. Tampoco resultados parciales. Mientras crecen los temores de fraude, el ex general francés Philippe Morillon -responsable en 1992-1993 de la misión militar de la ONU en Bosnia-Herzegovina que no evitó la limpieza étnica, y ahora jefe de los observadores de la UE- dijo ayer en Kabul que las elecciones afganas "fueron justas pero no enteramente libres" por las intimidaciones de los talibanes. La Comisión Electoral informó ayer de la muerte de once de sus empleados a manos de talibanes, que tambien cortaron el dedo índice a dos votantes en Kandahar.
Mientras que distintas voces de la comunidad internacional (UE, OTAN, etcétera), que son parte interesada en el conflicto, ven la botella medio llena, la Fundación para unas Elecciones Libres y Justas, una ONG local muy respetada, la ve bastante vacía. Su presidente Nader Nadery denunció ayer diversas irregularidades que a su entender contradicen el triunfalismo de la UE. Dio cuatro ejemplos: robo de urnas en varias zonas del país; manipulación de personas analfabetas, a las que se indicó lo que debían votar (el 50% de los hombres y el 85% de las mujeres no saben leer ni escribir); doble votación (la tinta indeleble se diluía con lejía) y expulsión de representantes de la Comisión Electoral en varios colegios por parte de representantes de los partidos.
La Comisión Electoral, encargada de organizar por primera vez unos comicios en Afganistán, había dado la orden a los 6.200 centros de voto de realizar el escrutinio lo más rápido posible para prevenir el fraude y para que los datos estuvieran a disposición de los representantes de los candidatos. Nada de esto ha sucedido. La tardanza en ofrecer datos tan relevantes como la participación desata las alarmas. La comisión filtró ayer la posibilidad de que los primeros resultados preliminares se den a conocer el martes y los definitivos a finales de septiembre.
Anoche se celebró una gran fiesta tras el primer día de Ramadán en el hotel Serena de Kabul a la que asistieron la mayoría de los candidatos, incluidos el presidente, Hamid Karzai, y su principal rival, Abdulá Abdulá, que se abstuvieron de hacer declaraciones triunfalistas. El viernes fueron llamados al orden por el enviado especial de EE UU, Richard Holbrooke, otro veterano de Bosnia al que los serbios acusan de haber negociado la inmunidad de los criminales de guerra Radovan Karadzic y Ratko Mladic.
"Todo se va a cocinar esta noche. Los americanos no están nada contentos de cómo se han desarrollado las votaciones y el escrutinio. Al parecer la solución que se maneja es forzar un Gobierno de coalición", asegura una fuente occidental. Las apuestas entre los diplomáticos se mantienen en favor de Karzai, que ganaría con más del 50% para evitar la segunda vuelta que nadie desea. En la calle kabulí, la tesis mayoritaria es similar, pero con matices de sabiduría popular: ganará el presidente porque ya está decidido desde antes de las elecciones.
Cazadores de recompensas en Kabul
Un pequeño ejército de niños pobres y algo sucios patrulla por Chicken Street en busca de extranjeros. No son peligrosos, solo cazadores de recompensas con un radar en los ojos. Descubren a la presa en cuando esta saca el pie del taxi y lo posa en el suelo. No sé si es el zapato, la bota o la zapatilla de tracking, la ropa informal o la manera segura de caminar por la vida lo que delata al foráneo. Hay algo en el movimiento apresurado del siglo XXI que resulta insólito en el Afganistán del XVI. No deben moverse igual por la vida quienes están acostumbrados al asfalto y a la mesa con mantel que quienes se enfrentan al reto cotidiano de multiplicar los panes y los peces, y es un decir, porque por lo general, aquí, solo hay panes.
Los niños no son agresivos, pero sí insistentes. Los hay de tres tipos: niños simpáticos-pesados; niños plastas-pesados y niños que enseguida se cansan de pelear, renuncian a la presa y corren en pos de la siguiente. Estos últimos lo tendrán difícil en un Afganistán darwiniano que no perdona a los indecisos y a los débiles. Este es un país duro, hermoso, violento y difícil que solo acepta a supervivientes.
Nunca hubo niños limosneando por las calles en Kabul, dicen orgullosos los kabulíes. No durante el régimen talibán tan dado a prohibir todo lo que hace sonreír: la música, el cine, la televisión y los cometas; solo rezar y callar. Tampoco en la época de los muyaidines, más empeñados en matar civiles del otro bando cada vez que trataban de matarse entre ellos que en reconstruir el país y gobernar. No en los años de Mohamed Najibulá y los comunistas amparados por Moscú y sus tropas, tal vez el único intento serio de liquidar el feudalismo mental que encarcela a la mujer en un mundo sin derechos y sin rostro. No desde luego durante el reinado del Sha Mohamed Zahir en el que la pobreza era la única clase social disponible para sus súbditos.
En África existen más de 18 millones de niños huérfanos de padre o madre a causa de la pandemia del sida, y decenas de miles de otros niños que fueron arrancados de sus aldeas por guerrillas y Gobiernos para obligarlos a matar en nombre de la cuenta de resultados de los adultos, no siempre africanos, que también hay empresas occidentales que se lucran con los diamantes, el petróleo, el oro, el coltan y los llamados minerales estratégicos. Muchos de aquellos huérfanos y ex guerrilleros son ahora niños de la calle, aprendices de delincuente, presos de las mafias, sean del contrabando de drogas, personas, sexo u órganos. Ellos son las víctimas perfectas: se esfuman sin dejar rastro porque no hay familia ni amigos ni nadie que los recuerde.
Un país con derecho a la esperanza no desperdicia en la calle a parte de la generación que debe construir el futuro de todos. Esos niños de Chicken Street, a los que a veces la policía zarandea y golpea para que no incordien al extranjero que intercambia divisas por pañuelos de cachemir y joyas que parecen antiguas, son una demostración, mucho más que estas elecciones teatralizadas ante las televisiones occidentales y sus Gobiernos, de que el Afganistán de Hamid Karzai y de la comunidad internacional, de la UE y la OTAN, no funciona. Un niño de la calle afgano con mucha suerte consigue al día el equivalente a un dólar para llevar a casa porque sus familias no pueden elegir supervivencia y educación. Un dólar, 80 céntimos de euro, casi la mitad de lo que cuesta su café de cada mañana, es todo lo que tienen para vivir mil millones de seres humanos. No es una estadística. Solo es la realidad.
sábado, 22 de agosto de 2009
PT vive inferno zodiacal
Ruy Fabiano
Diante do insólito apoio a Sarney, da saída dos senadores Marina Silva e Flávio Arns (este provocado pelo comportamento do partido no Conselho de Ética) e da renúncia do líder Aloizio Mercadante que não se consumou (pelos mesmos motivos de Flávio Arns), o PT recorre à mesma estratégia de defesa do presidente do Senado: invoca sua biografia para minimizar (ou revogar) os erros do presente.
Ocorre que, enquanto uma biografia exige longo curso de tempo para ser construída, o erro não exige mais que ele próprio para demoli-la. Um gesto, dependendo de sua gravidade e motivação, pode comprometer toda uma trajetória de décadas. Quanto maior o contraste entre um e outra, maior o tombo.
No caso do PT, não é o primeiro gesto em conflito com sua, digamos assim, biografia. Já no mensalão, em 2005, o partido abdicou de sua história, com práticas que durante duas décadas denunciara como nefastas. A tibieza da oposição diante daquele escândalo – ou mesmo a falta de autoridade moral para levá-lo às últimas conseqüências – beneficiou Lula e o PT. Lula foi reeleito e considerou-se absolvido pelas urnas. Se parasse ali, tudo bem.
As alianças problemáticas, no entanto, prosseguiram. E desembocaram no caso Sarney, que colocou no mesmo balaio Lula, PT, Fernando Collor e Renan Calheiros. A base não gostou e a oposição, claro, explorou. Imagine-se se fosse o PSDB a protagonizar tal espetáculo. O que dele diria o Lula opositor?
Em contraste, há a candidatura Marina Silva, cuja força maior reside numa biografia sem contrastes. Ela deixou o ministério com uma frase: “Perco o cargo, mas não o juízo”. Lula fez o PT perder o juízo, para não perder carona no seu carisma.
A crise do Senado encerrou o seu primeiro capítulo, que se desenrolou em seu âmbito interno, chegando às ruas via imprensa. Começa agora o segundo capítulo: a cobrança dos eleitores, que vão eleger no ano que vem nada menos que dois terços dos senadores. Dos 12 que o PT possui, nove terão que se submeter ao teste das urnas. Eis o abalo que vive o partido. Nada deixa um político mais apavorado que a perspectiva de perder o mandato.
Lula, que aparentemente não foi contaminado em sua popularidade pelo imbróglio, confia em que servirá de antídoto ao problema. O tempo dirá. O que é certo é que há uma crise no partido, agravada pelo desgaste vivido por Dilma Roussef, exposta duramente no episódio com a ex-secretária da Receita Federal, Lina Vieira, em que sua defesa esmerou-se num paradoxo: de um lado, negar que tenha havido a audiência; de outro, a minimizar-lhe o conteúdo. Ora, se não houve a audiência, como asseguram Dilma e Lula, por que considerar o seu conteúdo?
A crise do Senado não terminou. Novos casos continuarão a pipocar, já que o repertório parece inesgotável. A crise tem dois vetores: ela em si, com suas aberrações, e o impacto político de suas revelações, que serve de combustível para as eleições de 2010, cuja campanha já começou. Não é correto supor, como quiseram fazer crer o senador José Sarney e a base aliada, que a crise decorre tão-somente da proximidade da campanha.
Ela vale por si, tem enredo próprio. Mas não há dúvida de que terá (já está tendo) peso no curso da campanha. Seus momentos mais fortes hão de ser rememorados no horário gratuito da TV. Daí o pânico de senadores como Aloizio Mercadante (PT-SP), que buscam votos em centros urbanos mais exigentes, em ficar bem na foto. Por enquanto, se isso o consola, todos estão muito mal. Exceto, claro, Marina Silva, que, no entanto, a partir de agora, corre os riscos de quem se expõe ao sol e ao sereno.
sexta-feira, 21 de agosto de 2009
Placar em Copacabana mostra números da violência no Rio
Agência Brasil
Um placar instalado na Praia de Copacabana, na zona sul do Rio de Janeiro, expõe ao público, desde a madrugada deste sábado, os principais índices da violência no Estado. O placar, montado pela organização não governamental Rio de Paz, mostra o número acumulado das ocorrências criminais de janeiro de 2007 a maio deste ano, com base nas estatísticas oficiais do governo do Estado.
Quem passa pelo calçadão de Copacabana pode ver, no chamado Placar da Violência, o total de homicídios ocorridos no estado no período (14.609) ou o número de pessoas mortas supostamente em confronto com a polícia, os chamados autos de resistência (2.921).
Segundo o diretor da ONG Rio de Paz, Antonio Carlos Costa, o objetivo do Placar da Violência é de divulgar as informações para a população. "Numa democracia, a transparência é regra. O segredo é exceção. Então, informar à sociedade sobre os números relativos às mortes violentas registradas representa uma forma de auxiliar a população a formar sua visão crítica sobre o êxito, ou não, das políticas de segurança voltadas à redução dos assassinatos em nosso território", afirmou.
A ideia era montar o placar há três semanas, mas só agora a prefeitura do Rio de Janeiro autorizou a sua instalação do na areia da Praia de Copacabana. Segundo Costa, o placar será mantido no local enquanto a prefeitura autorizar ou até o momento em que os índices de violência forem reduzidos no Estado. O Placar da Violência foi instalado nas proximidades da avenida Princesa Isabel e mostra ainda os números de lesões corporais (181.062), de policiais mortos em serviço (70) e o acumulado de ocorrências de pessoas desaparecidas (11.990).
México registra la peor caída de su PIB en 30 años
Agencias
La economía mexicana se contrajo 10,3% en el segundo trimestre del año, a tasa anual, su peor tropiezo en casi 30 años, por la drástica caída de sus exportaciones a Estados Unidos, y el brote de influenza AH1N1 que afectó a las actividades productivas.
La contracción, la tercera consecutiva, fue menor a la baja de 10,8%, esperada en un sondeo de Reuters entre 16 analistas, y al descenso de 10,4% esperado por la Secretaría de Hacienda.
En cifras ajustadas por estacionalidad, el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 1,12% en el segundo trimestre, contra los tres meses previos, dijo este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en un reporte.
México, la segunda mayor economía de América Latina, atraviesa por su peor recesión económica en décadas, y se encamina a caer en todo el año a su peor nivel, desde 1930.
México, la segunda mayor economía de América Latina, atraviesa por su peor recesión económica en décadas, y se encamina a caer en todo el año a su peor nivel, desde 1930.
El sector industrial de México, con fuertes lazos con Estados Unidos, cayó 11,5% en el segundo trimestre, a tasa anual, en tanto que el de servicios bajó 10,4% en el mismo periodo, dijo el INEGI en un reporte.
La industria manufacturera mexicana se desplomó 16,4% entre abril y junio, principalmente por la caída en la producción y exportación de automóviles, y de otros bienes como refrigeradores y equipos electrónicos que van a Estados Unidos.
El sector manufacturero no ha crecido desde la segunda mitad del año pasado, cuando la crisis financiera de Estados Unidos comenzó a propagarse por el mundo.
La desaceleración económica también afectó el consumo interno de los mexicanos: el comercio se desplomó un 20,9% entre abril y junio, en medio de un periodo de emergencia sanitaria por el brote de influenza H1N1.
El gobierno espera un golpe de 0,3% del PIB por el brote de influenza humana, lo que llevará a la economía a caer 5,5% en todo 2009, pero algunos analistas calculan una contracción hasta de 7,5%.
El único sector de la economía mexicana que creció en el segundo trimestre fue el agropecuario, con un aumento de 1,1%, pero los analistas están comenzando a expresar preocupaciones por la sequía que afecta actualmente a algunas zonas del país.
quinta-feira, 20 de agosto de 2009
A Batalha de Honduras e a América Latina
Greg Grandin
The Nation
A obstinação de Micheletti foi encorajada por aqueles que vêem a crise em Honduras como uma chance de interditar o avanço da esquerda na América Latina. Um mês e meio depois de Zelaya ter sido afastado, o pequeno e desesperadamente pobre país da América Central se tornou palco de uma grande batalha que poderá desenhar a política hemisférica, inclusive a política externa de Barack Obama, para os próximos anos. A fixação em Chávez é muito útil para desviar a atenção da pobreza que corrói a região, bem como do fracasso do modelo econômico neoliberal promovido por Washington nas últimas décadas.
Roberto Micheletti, que tomou o poder em Honduras depois do golpe de 28 de junho, tem estado sob intensa crítica da comunidade internacional por rejeitar um compromisso negociado pelo presidente Oscar Arias, da Costa Rica, o qual permitira a Manuel Zelaya, o presidente democraticamente eleito, forçado ao exílio pelos militares, retornar como líder de um governo de reconciliação. Mas a obstinação de Micheletti foi encorajada por aqueles que vêem a crise como uma chance de interditar o avanço da esquerda na América Latina. Um mês e meio depois de Zelaya ter sido afastado, o pequeno e desesperadamente pobre país da América Central se tornou palco de uma grande batalha que poderá desenhar a política hemisférica, inclusive a política externa de Barack Obama, para os próximos anos.
Nos anos de 1980 Honduras serviu como um estágio para as operações anticomunistas de Ronald Reagan na Nicarágua, em El Salvador e na Guatemala, e como um portal para a Nova Direita Cristã derrotar a Teologia da Libertação. A cruzada anticomunista da América Central tornou-se algo como o esquadrão da morte do Código Da Vinci, agregando um bloco carnavalesco incluindo a primeira geração de neocons, torturadores latino-americanos, oligarquias regionais, cubanos anti-Castro, mercenários, ideólogos do Opus Dei e enormes púlpitos evangélicos.
A campanha para expulsar Zelaya e impedir sua restauração ao poder reuniu os velhos camaradas dessa batalha, inclusive figuras sombrias, como Fernando “Billy” Joya (que, nos anos 80 foi membro do Batalhão 316, uma unidade paramilitar hondurenha responsável pelo desaparecimento de centenas, e que agora trabalha como assessor de segurança de Micheletti) e os veteranos do Irã-Contras, como Otto Reich (que dirigiu o gabinete de diplomacia pública de Reagan, que malversou o dinheiro público para manipular a opinião pública a apoiar a guerra dos Contra contra a Nicarágua). Os generais hondurenhos que depuseram Zelaya receberam seu treinamento militar no auge da guerra suja, inclusive com cursos na notória Escola das Américas. E a atual crise revela uma química familiar entre as hierarquias católicas conservadoras e os Protestantes evangélicos que, com uma mão deram suporte ao grupo, e cristãos progressistas que estão sendo atacados pelas forças de segurança, pela outra.
Aliados à coalizão do golpe estão novos atores, como o venezuelano Robert Carmona Borjas, que em 2002 se envolveu na tentativa de derrubar o presidente venezuelano Hugo Chávez. De acordo com a analista de América Latina, Laura Carlsen, Carmona trabalhando junto com Reich, voltou suas atenções para Honduras depois do fracasso na tentativa deter a vitória eleitoral da esquerda na Venezuela. Começando em 2007, a Fundação Arcadia de Carmona lançou uma campanha midiática para desacreditar Zelaya, acusando seu governo de corrupção. Como escreveu Carlsen, a “natureza politizada da ofensiva anti-corrupção da Arcadia estava clara desde o começo”. Carmona, bem como Otto Reich, acusaram o presidente Zelaya de 'cumplicidade' com vários crimes. A cruzada foi similar ao modo como o Instituto Republicano Internacional ligado a grupos de “promoção da democracia” desestabilizaram o presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, resultando em sua derrubada em 2004.
Outro recém chegado na batalha é Lanny Davys, ex-assessor de Hillary Clinton e atual lobista, que foi contratado pelos empresários que deram suporte ao golpe para pressionar o Departamento de Estado de Clinton a reconhecer o governo Micheletti. A ala de Clinton no Partido Democrata tem vínculos profundos com neoliberais latino-americanos que presidiram as ruinosas políticas de liberalização de mercados nos anos de 1990, agora vastamente deslocadas do poder por novos membros da esquerda regional. Os consultores de pesquisas de Clinton, como Stanley Greenberg e Doug Schoen, vêm trabalhando em muitas de suas campanhas eleitorais [da América Latina], sempre do lado perdedor.
Três anos atrás a região, localizada na esfera de influência dos EUA pelo Acordo de Livre Comércio da América Central, parecia imune às mudanças que vinham ocorrendo na América do Sul, que tinham levado a esquerda ao poder na maioria dos países. Mas então, os Sandinistas voltaram ao poder na Nicarágua em 2006. Recentemente, a FMLN [Frente Farabundo Martí de Libertação Nacional] ganhou a presidência em El Salvador, e a Guatemala, liderada pelo presidente de centro-esquerda Álvaro Colom, está testemunhando o ressurgimento de um pesado ativismo, a maior parte contra as corporações transnacionais que exploram minérios e biocombustíveis.
Em Honduras, Zelaya agitou o cenário ao aumentar o salário mínimo e pedir desculpas pelas execuções de crianças de rua e membros de gangues, levadas a cabo pelas forças de segurança, nos anos 90. Ele fez movimentos para reduzir a presença do exército dos EUA e se recusou a privatizar a Hondutel, a empresa estatal de telecomunicações, uma negociação que Micheletti, como presidente do Congresso, pressionou para que se realizasse. Zelaya também vetou a legislação, apoiada por Micheletti, que baniu a venda da pílula do dia seguinte. Considerando o vergonhoso apoio do presidente nicaraguense Daniel Ortega às posições anti-aborto da igreja católica, a qual resultou numa legislação que condena a trinta anos de prisão a mulher que o praticar, essa foi talvez a medida mais corajosa tomada por Zelaya.
Ele também aceitou ajuda internacional, na forma de petróleo a baixo custo da Venezuela. Seria impossível superestimar o ódio que a classe dominante da América Central tem de Chávez, cuja presença é vista por trás de todos os protestos massivos e de todas as manifestações pela democratização política e econômica da região. O presidente de um conselho empresarial hondurenho disse recentemente que Chávez “tinha Honduras na sua boca. Ele era um gato com um rato na boca, que foi embora”.
A fixação em Chávez é muito útil para desviar a atenção da pobreza que corrói a região, bem como do fracasso do modelo econômico neoliberal promovido por Washington nas últimas décadas. Quarenta por cento dos centro-americanos, e mais de 50% dos hondurenhos vivem na pobreza. A obsessão por Chávez também distrai do fato de que sob a igualmente desastrosa “guerra contra as drogas” de Washington, os cartéis do crime, profundamente arraigados nas famílias das oligarquias militares e tradicionais, levou boa parte da América Central à condição que o Gabinete para a América Latina de Washington chama de “estados cativos”.
Para a Casa Branca, Honduras está provando ser um difícil e inesperado teste de política externa. Depois de condenar o golpe, Obama entregou a gestão da crise ao Departamento de Estado. Em vez de trabalhar diretamente com a Organização dos Estados Americanos (OEA), a Secretária de Estado Hillary Clinton nomeou unilateralmente Oscar Arias, quebrando compromissos e ignorando as preocupações de muitos outros governos latino-americanos de que negociações garantiriam muito mais legitimidade ao golpe. Até agora Clinton tem relutado em aplicar uma série de possíveis sanções, inclusive congelando contas bancárias daqueles que protagonizaram o golpe, para forçar Micheletti a aceitar o plano de Arias. E para aqueles que vêem Micheletti como a última linha contra o avanço de chavismo – seja em Honduras, na Guatemala, El Salvador ou em qualquer outro lugar da América Latina – o retorno de Zelaya, mesmo a tão poucos meses de término do seu mandato, é inaceitável.
No fim dos anos 70 a revolução sandinista revelou os limites da tolerância de Jimmy Carter com o nacionalismo do Terceiro Mundo. Quanto mais Carter tentava apaziguar os falcões na sua administração, mais ele era acusado de vacilar, pavimentando assim o caminho para os neoconservadores sob Reagan, para usar a América Central como amostra de sua linha dura.
Hoje, uma dinâmica similar está tomando lugar. Os republicanos se alinharam ao redor de Micheletti, enviando uma delegação congressual, liderada por Connie Mack para visitar Tegucigalpa. Em mais uma página da história da estratégia da direita na América Latina, eles acusaram Obama, associando-o com Chávez. Obama disse: “Esse é o tipo de expediente ostensivo que os Republicanos, fora da agenda doméstica, vêm adotando. A posição da Venezuela em Honduras é idêntica à do Brasil e do Chile – e, nessa questão, a da União Européia”. Mas os ataques da direita são efetivos, em larga medida porque assim auto-descritos liberais repetidamente se enfileiram na demonização não apenas de Chávez, como o fez Lanny Davis recentemente, mas também de esquerdistas como Evo Morales e Rafael Correa, no Equador.
No começo de Agosto, o Departamento de Estado pareceu estar dando suporte aos republicanos, declarando numa carta ao senador republicano Richard Lugar que “as ações provocativas” de Zelaya “desencadearam os eventos que levaram ao seu afastamento”. Essa declaração, bem como os mornos esforços para pressionar Micheletti, são um mau presságio quanto à disposição da administração Obama em resistir à pressão da direita.
O próprio Obama continua a enviar sinais confusos. Numa cúpula de presidentes do México, Canadá e EUA em Guadalajara, em agosto, ele reclamou que “os críticos que dizem que os EUA não intervieram suficientemente em Honduras são os mesmos que dizem que sempre interviemos e que os Yankees precisam sair da América Latina. Não se pode ter ambas as coisas”. Contudo, ninguém na América Latina está pedindo uma intervenção unilateral dos EUA, mas, antes, que Washington trabalhe multilateralmente com a OEA. Ao nomear Oscar Arias, os Estados Unidos efetivamente sobrepujaram a OEA. Assim como Obama fez essas observações, os presidentes da América do Sul, que se encontraram em Quito, no Equador, reafirmaram sua condenação do golpe e disseram que não vão reconhecer qualquer presidente eleito sob o atual regime – um passo que o Departamento de Estado de Clinton se recusou a dar.
O fracasso em restaurar o poder de Zelaya enviará uma clara mensagem aos conservadores latino-americanos de que Washington tolerará golpes, uma vez que esses tenham sido propiciados com o pretexto democrático. Como observou recentemente o historiador Miguel Tinker num ensaio publicado em Common Dreams eles já entendem que Honduras pode ser um ponto de virada. Um homem de negócios conservador venceu a presidência no Panamá. Em junho, na Argentina, o partido de centro-esquerda peronista de Cristina Fernández sofreu uma derrota relativa e perdeu o controle do Congresso. E pesquisas mostram que as próximas eleições presidenciais no Chile e no Brasil possivelmente implicarão perdas maiores para a esquerda.
Enquanto isso, Zelaya está convocando apoiadores dos arredores para pressionarem pelo seu retorno. Em Honduras, os protestos continuam e a contagem de corpos dispara. Ao menos 11 apoiadores de Zelaya foram assassinados desde o golpe. O último, Martín Florencio Rivera, foi apunhalado até a morte depois de ter deixado o velório de uma outra vítima. Micheletti, por sua vez, está recolhido em Tegucigalpa, apostando que pode alavancar, por fim, o apoio internacional, até que a agenda da eleição presidencial em novembro seja regularizada. O curso futuro da política latino-americana pode estar em jogo.
The Nation
A obstinação de Micheletti foi encorajada por aqueles que vêem a crise em Honduras como uma chance de interditar o avanço da esquerda na América Latina. Um mês e meio depois de Zelaya ter sido afastado, o pequeno e desesperadamente pobre país da América Central se tornou palco de uma grande batalha que poderá desenhar a política hemisférica, inclusive a política externa de Barack Obama, para os próximos anos. A fixação em Chávez é muito útil para desviar a atenção da pobreza que corrói a região, bem como do fracasso do modelo econômico neoliberal promovido por Washington nas últimas décadas.
Roberto Micheletti, que tomou o poder em Honduras depois do golpe de 28 de junho, tem estado sob intensa crítica da comunidade internacional por rejeitar um compromisso negociado pelo presidente Oscar Arias, da Costa Rica, o qual permitira a Manuel Zelaya, o presidente democraticamente eleito, forçado ao exílio pelos militares, retornar como líder de um governo de reconciliação. Mas a obstinação de Micheletti foi encorajada por aqueles que vêem a crise como uma chance de interditar o avanço da esquerda na América Latina. Um mês e meio depois de Zelaya ter sido afastado, o pequeno e desesperadamente pobre país da América Central se tornou palco de uma grande batalha que poderá desenhar a política hemisférica, inclusive a política externa de Barack Obama, para os próximos anos.
Nos anos de 1980 Honduras serviu como um estágio para as operações anticomunistas de Ronald Reagan na Nicarágua, em El Salvador e na Guatemala, e como um portal para a Nova Direita Cristã derrotar a Teologia da Libertação. A cruzada anticomunista da América Central tornou-se algo como o esquadrão da morte do Código Da Vinci, agregando um bloco carnavalesco incluindo a primeira geração de neocons, torturadores latino-americanos, oligarquias regionais, cubanos anti-Castro, mercenários, ideólogos do Opus Dei e enormes púlpitos evangélicos.
A campanha para expulsar Zelaya e impedir sua restauração ao poder reuniu os velhos camaradas dessa batalha, inclusive figuras sombrias, como Fernando “Billy” Joya (que, nos anos 80 foi membro do Batalhão 316, uma unidade paramilitar hondurenha responsável pelo desaparecimento de centenas, e que agora trabalha como assessor de segurança de Micheletti) e os veteranos do Irã-Contras, como Otto Reich (que dirigiu o gabinete de diplomacia pública de Reagan, que malversou o dinheiro público para manipular a opinião pública a apoiar a guerra dos Contra contra a Nicarágua). Os generais hondurenhos que depuseram Zelaya receberam seu treinamento militar no auge da guerra suja, inclusive com cursos na notória Escola das Américas. E a atual crise revela uma química familiar entre as hierarquias católicas conservadoras e os Protestantes evangélicos que, com uma mão deram suporte ao grupo, e cristãos progressistas que estão sendo atacados pelas forças de segurança, pela outra.
Aliados à coalizão do golpe estão novos atores, como o venezuelano Robert Carmona Borjas, que em 2002 se envolveu na tentativa de derrubar o presidente venezuelano Hugo Chávez. De acordo com a analista de América Latina, Laura Carlsen, Carmona trabalhando junto com Reich, voltou suas atenções para Honduras depois do fracasso na tentativa deter a vitória eleitoral da esquerda na Venezuela. Começando em 2007, a Fundação Arcadia de Carmona lançou uma campanha midiática para desacreditar Zelaya, acusando seu governo de corrupção. Como escreveu Carlsen, a “natureza politizada da ofensiva anti-corrupção da Arcadia estava clara desde o começo”. Carmona, bem como Otto Reich, acusaram o presidente Zelaya de 'cumplicidade' com vários crimes. A cruzada foi similar ao modo como o Instituto Republicano Internacional ligado a grupos de “promoção da democracia” desestabilizaram o presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, resultando em sua derrubada em 2004.
Outro recém chegado na batalha é Lanny Davys, ex-assessor de Hillary Clinton e atual lobista, que foi contratado pelos empresários que deram suporte ao golpe para pressionar o Departamento de Estado de Clinton a reconhecer o governo Micheletti. A ala de Clinton no Partido Democrata tem vínculos profundos com neoliberais latino-americanos que presidiram as ruinosas políticas de liberalização de mercados nos anos de 1990, agora vastamente deslocadas do poder por novos membros da esquerda regional. Os consultores de pesquisas de Clinton, como Stanley Greenberg e Doug Schoen, vêm trabalhando em muitas de suas campanhas eleitorais [da América Latina], sempre do lado perdedor.
Três anos atrás a região, localizada na esfera de influência dos EUA pelo Acordo de Livre Comércio da América Central, parecia imune às mudanças que vinham ocorrendo na América do Sul, que tinham levado a esquerda ao poder na maioria dos países. Mas então, os Sandinistas voltaram ao poder na Nicarágua em 2006. Recentemente, a FMLN [Frente Farabundo Martí de Libertação Nacional] ganhou a presidência em El Salvador, e a Guatemala, liderada pelo presidente de centro-esquerda Álvaro Colom, está testemunhando o ressurgimento de um pesado ativismo, a maior parte contra as corporações transnacionais que exploram minérios e biocombustíveis.
Em Honduras, Zelaya agitou o cenário ao aumentar o salário mínimo e pedir desculpas pelas execuções de crianças de rua e membros de gangues, levadas a cabo pelas forças de segurança, nos anos 90. Ele fez movimentos para reduzir a presença do exército dos EUA e se recusou a privatizar a Hondutel, a empresa estatal de telecomunicações, uma negociação que Micheletti, como presidente do Congresso, pressionou para que se realizasse. Zelaya também vetou a legislação, apoiada por Micheletti, que baniu a venda da pílula do dia seguinte. Considerando o vergonhoso apoio do presidente nicaraguense Daniel Ortega às posições anti-aborto da igreja católica, a qual resultou numa legislação que condena a trinta anos de prisão a mulher que o praticar, essa foi talvez a medida mais corajosa tomada por Zelaya.
Ele também aceitou ajuda internacional, na forma de petróleo a baixo custo da Venezuela. Seria impossível superestimar o ódio que a classe dominante da América Central tem de Chávez, cuja presença é vista por trás de todos os protestos massivos e de todas as manifestações pela democratização política e econômica da região. O presidente de um conselho empresarial hondurenho disse recentemente que Chávez “tinha Honduras na sua boca. Ele era um gato com um rato na boca, que foi embora”.
A fixação em Chávez é muito útil para desviar a atenção da pobreza que corrói a região, bem como do fracasso do modelo econômico neoliberal promovido por Washington nas últimas décadas. Quarenta por cento dos centro-americanos, e mais de 50% dos hondurenhos vivem na pobreza. A obsessão por Chávez também distrai do fato de que sob a igualmente desastrosa “guerra contra as drogas” de Washington, os cartéis do crime, profundamente arraigados nas famílias das oligarquias militares e tradicionais, levou boa parte da América Central à condição que o Gabinete para a América Latina de Washington chama de “estados cativos”.
Para a Casa Branca, Honduras está provando ser um difícil e inesperado teste de política externa. Depois de condenar o golpe, Obama entregou a gestão da crise ao Departamento de Estado. Em vez de trabalhar diretamente com a Organização dos Estados Americanos (OEA), a Secretária de Estado Hillary Clinton nomeou unilateralmente Oscar Arias, quebrando compromissos e ignorando as preocupações de muitos outros governos latino-americanos de que negociações garantiriam muito mais legitimidade ao golpe. Até agora Clinton tem relutado em aplicar uma série de possíveis sanções, inclusive congelando contas bancárias daqueles que protagonizaram o golpe, para forçar Micheletti a aceitar o plano de Arias. E para aqueles que vêem Micheletti como a última linha contra o avanço de chavismo – seja em Honduras, na Guatemala, El Salvador ou em qualquer outro lugar da América Latina – o retorno de Zelaya, mesmo a tão poucos meses de término do seu mandato, é inaceitável.
No fim dos anos 70 a revolução sandinista revelou os limites da tolerância de Jimmy Carter com o nacionalismo do Terceiro Mundo. Quanto mais Carter tentava apaziguar os falcões na sua administração, mais ele era acusado de vacilar, pavimentando assim o caminho para os neoconservadores sob Reagan, para usar a América Central como amostra de sua linha dura.
Hoje, uma dinâmica similar está tomando lugar. Os republicanos se alinharam ao redor de Micheletti, enviando uma delegação congressual, liderada por Connie Mack para visitar Tegucigalpa. Em mais uma página da história da estratégia da direita na América Latina, eles acusaram Obama, associando-o com Chávez. Obama disse: “Esse é o tipo de expediente ostensivo que os Republicanos, fora da agenda doméstica, vêm adotando. A posição da Venezuela em Honduras é idêntica à do Brasil e do Chile – e, nessa questão, a da União Européia”. Mas os ataques da direita são efetivos, em larga medida porque assim auto-descritos liberais repetidamente se enfileiram na demonização não apenas de Chávez, como o fez Lanny Davis recentemente, mas também de esquerdistas como Evo Morales e Rafael Correa, no Equador.
No começo de Agosto, o Departamento de Estado pareceu estar dando suporte aos republicanos, declarando numa carta ao senador republicano Richard Lugar que “as ações provocativas” de Zelaya “desencadearam os eventos que levaram ao seu afastamento”. Essa declaração, bem como os mornos esforços para pressionar Micheletti, são um mau presságio quanto à disposição da administração Obama em resistir à pressão da direita.
O próprio Obama continua a enviar sinais confusos. Numa cúpula de presidentes do México, Canadá e EUA em Guadalajara, em agosto, ele reclamou que “os críticos que dizem que os EUA não intervieram suficientemente em Honduras são os mesmos que dizem que sempre interviemos e que os Yankees precisam sair da América Latina. Não se pode ter ambas as coisas”. Contudo, ninguém na América Latina está pedindo uma intervenção unilateral dos EUA, mas, antes, que Washington trabalhe multilateralmente com a OEA. Ao nomear Oscar Arias, os Estados Unidos efetivamente sobrepujaram a OEA. Assim como Obama fez essas observações, os presidentes da América do Sul, que se encontraram em Quito, no Equador, reafirmaram sua condenação do golpe e disseram que não vão reconhecer qualquer presidente eleito sob o atual regime – um passo que o Departamento de Estado de Clinton se recusou a dar.
O fracasso em restaurar o poder de Zelaya enviará uma clara mensagem aos conservadores latino-americanos de que Washington tolerará golpes, uma vez que esses tenham sido propiciados com o pretexto democrático. Como observou recentemente o historiador Miguel Tinker num ensaio publicado em Common Dreams eles já entendem que Honduras pode ser um ponto de virada. Um homem de negócios conservador venceu a presidência no Panamá. Em junho, na Argentina, o partido de centro-esquerda peronista de Cristina Fernández sofreu uma derrota relativa e perdeu o controle do Congresso. E pesquisas mostram que as próximas eleições presidenciais no Chile e no Brasil possivelmente implicarão perdas maiores para a esquerda.
Enquanto isso, Zelaya está convocando apoiadores dos arredores para pressionarem pelo seu retorno. Em Honduras, os protestos continuam e a contagem de corpos dispara. Ao menos 11 apoiadores de Zelaya foram assassinados desde o golpe. O último, Martín Florencio Rivera, foi apunhalado até a morte depois de ter deixado o velório de uma outra vítima. Micheletti, por sua vez, está recolhido em Tegucigalpa, apostando que pode alavancar, por fim, o apoio internacional, até que a agenda da eleição presidencial em novembro seja regularizada. O curso futuro da política latino-americana pode estar em jogo.
quarta-feira, 19 de agosto de 2009
Argentina: Buena relación, pero con el gobierno legítimo
Fernando Cibeira
Pero poco antes de que comience el encuentro, desde la embajada argentina en Honduras le informaron a Taiana del comunicado de cuatro puntos de la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno de facto. Allí se sostuvo que Honduras funda sus relaciones diplomáticas en base a los principios del Derecho Internacional como “la no injerencia en los asuntos internos así como la igualdad soberana entre los Estados”, que el envío de misiones diplomáticas “se efectúa por consentimiento mutuo” y que, por tanto, se decidió que la relación entre Honduras y Argentina “se canalizará a partir de esta fecha por medio de la embajada argentina en Israel”.
Página 12
El gobierno argentino subió un escalón más su enfrentamiento con el gobierno de facto de Honduras. Ayer, la gestión de Roberto Micheletti decidió responder a la medida tomada la semana pasada por la Cancillería argentina de expulsar a la embajadora hondureña en Buenos Aires: en un comunicado informó el cese de las funciones del personal argentino en Tegucigalpa. Pero como Argentina no reconoce al gobierno de Micheletti, anticipó que no sacará a sus funcionarios. “El personal argentino que se encuentra en Tegucigalpa no tiene ninguna fecha de partida”, respondió el canciller Jorge Taiana en la conferencia de prensa posterior al encuentro con su par mexicana, Patricia Espinosa, en el que el tema Honduras se llevó un buen rato. El canciller remarcó ayer en más de una ocasión que el gobierno argentino mantiene relaciones “normales y amistosas” con el gobierno de Honduras, pero con el que encabeza el presidente “legítimo” Manuel Zelaya.
Taiana permanecerá hasta hoy en México encabezando una misión comercial que trajo a casi 60 empresarios y un grupo de legisladores. Pero se sabía de antemano que en la reunión que tenía prevista ayer con Espinosa junto a las cuestiones económicas se hablaría de Honduras. Ambos cancilleres formarán parte de la misión de la OEA que planea aterrizar en Tegucigalpa para buscarle una salida al problema. Originalmente, la misión debía realizarse por estos días, pero se suspendió porque Micheletti no acepta que la encabece el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza. Todavía no se sabe a ciencia cierta cuándo tendrán luz verde para el vuelo. Espinosa especuló ayer que sería lunes o martes de la semana que viene, pero lo cierto es que no hay precisiones.
Pero poco antes de que comience el encuentro, desde la embajada argentina en Honduras le informaron a Taiana del comunicado de cuatro puntos de la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno de facto. Allí se sostuvo que Honduras funda sus relaciones diplomáticas en base a los principios del Derecho Internacional como “la no injerencia en los asuntos internos así como la igualdad soberana entre los Estados”, que el envío de misiones diplomáticas “se efectúa por consentimiento mutuo” y que, por tanto, se decidió que la relación entre Honduras y Argentina “se canalizará a partir de esta fecha por medio de la embajada argentina en Israel”.
Agrega que en lo que respecta al personal argentino destacado en la embajada, “que por ende termina sus funciones en Honduras”, se lo tratará “con base al principio de la estricta reciprocidad, igual trato, plazo y facilidades al que se conceda a los funcionarios hondureños acreditados en Argentina”.
Pasado
El jueves pasado, el Palacio San Martín decidió el “cese de funciones” de la embajadora hondureña en Buenos Aires, Carmen Ortez Williams, luego de que manifestara su apoyo al gobierno de facto. Hasta ese momento si había seguido en el cargo era porque supuestamente era fiel a Zelaya, pero luego se dio vuelta. El propio Zelaya le pidió su remoción a Taiana cuando conversaron en la cumbre de la Unasur en Quito.
Lo extraño fue que Honduras esperara hasta ayer para reaccionar. Cerca de Taiana imaginaban que tenía que ver con la visita que inició ayer a ese país una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), encabezada por dos funcionarios argentinos.
Por otro lado, desde el vamos Argentina se ubicó entre los países más activos de la región en la defensa de la restitución de Zelaya. La presidenta Cristina Kirchner viajó a Washington para participar de una reunión de la OEA –que presidió Taiana– en la que se debatió la cuestión y luego formó parte del frustrado primer intento del presidente destituido por volver a su país. Además, motorizó durante la última cumbre del Mercosur la declaración de los presidentes en la que anunciaron que desconocerían cualquier medida emanada del gobierno ilegal de Micheletti. La propuesta prendió. Luego se repitió en la Unasur e incluso también en el encuentro que los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mantuvieron el lunes en Brasilia.
Con estos antecedentes se podía suponer una reacción de parte del gobierno de Micheletti. Taiana fue consultado dos veces sobre la decisión hondureña durante la rueda de prensa en el primer piso del moderno edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. “No conozco ningún ultimátum del gobierno de Honduras hacia la Argentina. La relación con el gobierno constitucional del presidente Zelaya es muy cordial y no hemos recibido del gobierno constitucional de Honduras ningún ultimátum, así que no creo que deba referirme a ninguna otra cosa al respecto”, se limitó a contestar en la primera ocasión.
En la segunda oportunidad se explayó un poco más. “La cancillería de Honduras la dirige la canciller Rodas, que es canciller del presidente Zelaya”, dijo en referencia al comunicado. Y agregó que “en cuanto al personal diplomático argentino que se encuentra en Tegucigalpa, no tiene ninguna fecha de partida”.
Futuro
Argentina tiene un embajador designado para ocupar la representación en Honduras, pero ya había anticipado que no lo enviaría en tanto permanezca el gobierno de facto. Así que en Tegucigalpa se encuentran dos diplomáticos y unos pocos administrativos afectados por la resolución tomada por Micheletti. Taiana esperaba anoche hablar con la Presidenta para decidir los próximos pasos.
Uno de los puntos que desconcertaban del comunicado era que Honduras resolviera que la relación se canalizaría a través de la embajada argentina en Israel. La semana pasada, cuando Argentina echó a la embajadora, se estableció que el vínculo se mantendría mediante la representación hondureña en Washington, que por lo menos está en el mismo continente. “Suponemos que es porque sienten que no tienen ningún aliado confiable en la región e Israel le da la certeza de que no va a expulsar a su embajador”, analizaba anoche un funcionario en el hotel Sheraton María Isabel del Distrito Federal, donde se aloja la comitiva argentina.
La esperanza ahora pasa porque la misión de la OEA a Tegucigalpa sirva para destrabar la situación. Ayer, tanto Taiana como Espinosa se mantuvieron firmes en el “apoyo incondicional” a Zelaya y en considerar “inadmisible” conceder cualquier tipo de legitimidad al gobierno golpista. Pero aun si finalmente la misión obtiene el visto bueno para viajar, las dudas pasan por imaginar cuál puede ser la salida ante una gestión que, con medidas como la de ayer, “está subiendo la apuesta”, como reconocían en la Cancillería. Los ministros ayer tiraron ideas pero se excusaron de hacerlas públicas antes de hablar con los otros miembros de la comisión. Espinosa dio una pista al halagar la trabajosa propuesta que semanas atrás elaboró el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, que llevó adelante una mediación. Pero es la misma propuesta que Micheletti rechazó porque incluía la vuelta de Zelaya a Honduras.
terça-feira, 18 de agosto de 2009
Honduras rompe relaciones diplomáticas con Argentina
Agencias
El Gobierno de facto de Honduras ha anunciado este martes la ruptura de relaciones con Argentina, en respuesta a la expulsión de la representante hondureña en el país suramericano la semana pasada. El Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de Roberto Micheletti ha informado en un comunicado que, a partir de ahora, las relaciones con Buenos Aires se realizarán a través de la embajada de Israel en Argentina.
El pasado 13 de agosto, en respuesta a una solicitud del presidente depuesto, Manuel Zelaya, el Gobierno de Cristina Fernández ordenó el cese de las funciones de la embajadora hondureña en Buenos Aires, Carmen Eleonora Ortez Williams, por el apoyo que la diplomática dio al Gobierno de Micheletti.
En cuanto al personal de la embajada argentina en Tegucigalpa, el comunicado asegura que "terminan sus funciones en Honduras, se les otorgará como base al principio de la estricta reciprocidad, igual trato, plazo y facilidades al que se conceda a los funcionarios (hondureños) acreditados en Argentina", según reseña el diario hondureño La Prensa.
También Costa Rica
El bloqueo diplomático al Gobierno de Micheletti, que asumió el poder tras el golpe de Estado contra Zelaya el pasado 28 de junio, continúa. El Gobierno de Costa Rica también ha anunciado que retirará las credenciales diplomáticas a la embajadora de Honduras en San José, Koritza Suazo, a petición del presidente depuesto de ese país, Manuel Zelaya, por mostrar su apoyo abierto al Gobierno de facto.
El canciller costarricense, Bruno Stagno, explicó a los periodistas que recibió una carta de Patricia Rodas, canciller del gobierno de Zelaya, que solicitaba desconocer a Suazo como representante diplomática de Honduras en su país, reseña la agencia Efe.
La CIDH sigue con su visita a Honduras
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha continuado este martes su visita a Honduras para conocer las violaciones a esos derechos, tras el derrocamiento de Zelaya, mientras el Gobierno de Roberto Micheletti restó importancia a que Unasur no reconozca las próximas elecciones.
Los enviados de la CIDH, encabezados por su presidenta, la venezolana Luz Patricia Mejía, que llegaron el lunes a Tegucigalpa, se han reunido con los ministros Adolfo Sevilla (Defensa) y Mario Perdomo (Seguridad). Este último y los jefes policiales expusieron a la CIDH las actuaciones de la autoridad, que ha disuelto violentamente varias manifestaciones a favor de Zelaya y detenido a varias personas, dijo a los periodistas el portavoz de la Policía, Orlin Cerrato.
Las palabras y los hechos de Obama en Latinoamérica
Antonio Lafuente
Casi cuatro meses después de esa Cumbre, una pregunta es obvia: ¿Cuáles son los hechos de Obama con respecto a Latinoamérica? Resulta evidente que en este medio año de presidencia demócrata, el inquilino de la Casa Blanca tiene ante sí demasiados frentes abiertos: lucha contra la crisis, la reforma sanitaria, el cambio energético hacia un modelo más ecológico y una política exterior que transcurre por otros meridianos del planeta.
Ese parece uno de los motivos, aunque no una justificación, por los que Obama apenas ha cambiado embajadores en Latinoamérica, confiando en los que ya estaban de la administración anterior o nombrando alguno, como en el caso de México, Carlos Pascual, que perteneció al equipo de confianza de George Bush.
El exceso de trabajo es el argumento esgrimido para delegar su política hacia Latinomérica en su secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien mantiene buenas relaciones con representantes de los antiguos intereses en la región, como publicó en un artículo en The Guardian Mark Weisbrot, analista del Centre for Economic and Policy Research.
Esas circunstancias explican que, tras afirmar que Latinoamérica dejaría de ser su histórico patio trasero, EEUU mantiene los intereses nacionales de antaño a través de una "diplomacia suave", dijo a Público Manuel Pérez Rocha, experto del Institute for Policy Studies, organización sin ánimo de lucro con sede en Washington.
Entre esos intereses figura la conclusión de los tratados de libre comercio pendientes de firmar en la región (Panamá y Colombia), tal y como declaró el representante de Comercio estadounidense, Ron Kir, tras la Cumbre de las Américas. Para Pérez Rocha, esa afirmación contradice "las promesas de Obama durante la campaña de volver a negociar esos acuerdos comerciales con el objetivo de que sirvieran a las necesidades de los pueblos y no a los estrechos intereses de las corporaciones".
Este analista agrega que el presidente de EEUU, a través de Hillary Clinton, ha retomado tanto la agenda de seguridad como la política comercial de Bush, mediante una iniciativa conocida como Caminos para la Prosperidad en las Américas, lo que Pérez Rocha define como un "Plan B" de la fallida Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y con la que se intenta continuar con las reglas que rigen la economía liberal, extender el perímetro de seguridad de EEUU y socavar proyectos regionales alternativos como el ALBA y la Unasur.
Quizá los dos mejores termómetros con los que medir la política exterior de Obama en América Latina son Honduras y Colombia. Pero mientras el primero marca una hipotermia; el segundo indica una fiebre cada vez más alta. En Honduras, el único país centroamericano en el que EEUU tiene una base, Washington ha sido criticado por no respaldar con hechos su rechazo verbal al golpe de Estado.
El presidente estadounidense se ha sacudido esas críticas afirmando: "Los mismos que dicen que no hemos intervenido suficientemente son los mismos que dicen que siempre intervenimos y son los mismos que dicen que los yankees se vayan de América Latina."
Pero Pérez Rocha explica que Obama "parece confundir el venerable e históricamente ajeno a EEUU principio de no intervención, con la obligación internacional y el derecho que tiene de cortar lazos comerciales, económicos y políticos con un Gobierno que él mismo reconoce como golpista".
Además, con esa posición, parece contradecirse, pues si no quiere ser el policía de la región no debería desembarcar en Colombia, donde va a instalar siete bases militares; una decisión que ha levantado protestas y gran preocupación en toda la región.
Tampoco debería mantener el embargo a Cuba. Pero nadie le ha pedido a Obama una intervención militar en Honduras. Como han propuesto varios analistas, bastaría con que congelara las cuentas bancarias de los responsables de la asonada o que suspendiera la ayuda militar al pequeño país centroamericano.
Otro termómetro útil para medir la política de Washington en Latinoamérica es Cuba. De momento, Obama ha abolido la prohibición de viajar a la isla a los cubanos de EEUU, así como la de enviar remesas a sus familiares; una acción que tan sólo ha supuesto un retorno a la política de Bill Clinton. Sin embargo, nadie espera en este momento nuevos avances.
Público
La prueba para todos nosotros no son las palabras, sino los hechos". Lo dijo un brillante orador: el presidente de EEUU, Barack Obama, al acabar la V Cumbre de las Américas celebrada en Trinidad y Tobago en abril. Obama aseguró que los hechos demostrarían la nueva era de relaciones entre su país y América Latina. Una era en la que EEUU no trataría de "dictar los términos", como había ocurrido "en anteriores ocasiones."
Casi cuatro meses después de esa Cumbre, una pregunta es obvia: ¿Cuáles son los hechos de Obama con respecto a Latinoamérica? Resulta evidente que en este medio año de presidencia demócrata, el inquilino de la Casa Blanca tiene ante sí demasiados frentes abiertos: lucha contra la crisis, la reforma sanitaria, el cambio energético hacia un modelo más ecológico y una política exterior que transcurre por otros meridianos del planeta.
Ese parece uno de los motivos, aunque no una justificación, por los que Obama apenas ha cambiado embajadores en Latinoamérica, confiando en los que ya estaban de la administración anterior o nombrando alguno, como en el caso de México, Carlos Pascual, que perteneció al equipo de confianza de George Bush.
El exceso de trabajo es el argumento esgrimido para delegar su política hacia Latinomérica en su secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien mantiene buenas relaciones con representantes de los antiguos intereses en la región, como publicó en un artículo en The Guardian Mark Weisbrot, analista del Centre for Economic and Policy Research.
Esas circunstancias explican que, tras afirmar que Latinoamérica dejaría de ser su histórico patio trasero, EEUU mantiene los intereses nacionales de antaño a través de una "diplomacia suave", dijo a Público Manuel Pérez Rocha, experto del Institute for Policy Studies, organización sin ánimo de lucro con sede en Washington.
Entre esos intereses figura la conclusión de los tratados de libre comercio pendientes de firmar en la región (Panamá y Colombia), tal y como declaró el representante de Comercio estadounidense, Ron Kir, tras la Cumbre de las Américas. Para Pérez Rocha, esa afirmación contradice "las promesas de Obama durante la campaña de volver a negociar esos acuerdos comerciales con el objetivo de que sirvieran a las necesidades de los pueblos y no a los estrechos intereses de las corporaciones".
Este analista agrega que el presidente de EEUU, a través de Hillary Clinton, ha retomado tanto la agenda de seguridad como la política comercial de Bush, mediante una iniciativa conocida como Caminos para la Prosperidad en las Américas, lo que Pérez Rocha define como un "Plan B" de la fallida Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y con la que se intenta continuar con las reglas que rigen la economía liberal, extender el perímetro de seguridad de EEUU y socavar proyectos regionales alternativos como el ALBA y la Unasur.
Honduras y Colombia
Quizá los dos mejores termómetros con los que medir la política exterior de Obama en América Latina son Honduras y Colombia. Pero mientras el primero marca una hipotermia; el segundo indica una fiebre cada vez más alta. En Honduras, el único país centroamericano en el que EEUU tiene una base, Washington ha sido criticado por no respaldar con hechos su rechazo verbal al golpe de Estado.
El presidente estadounidense se ha sacudido esas críticas afirmando: "Los mismos que dicen que no hemos intervenido suficientemente son los mismos que dicen que siempre intervenimos y son los mismos que dicen que los yankees se vayan de América Latina."
Pero Pérez Rocha explica que Obama "parece confundir el venerable e históricamente ajeno a EEUU principio de no intervención, con la obligación internacional y el derecho que tiene de cortar lazos comerciales, económicos y políticos con un Gobierno que él mismo reconoce como golpista".
Además, con esa posición, parece contradecirse, pues si no quiere ser el policía de la región no debería desembarcar en Colombia, donde va a instalar siete bases militares; una decisión que ha levantado protestas y gran preocupación en toda la región.
Tampoco debería mantener el embargo a Cuba. Pero nadie le ha pedido a Obama una intervención militar en Honduras. Como han propuesto varios analistas, bastaría con que congelara las cuentas bancarias de los responsables de la asonada o que suspendiera la ayuda militar al pequeño país centroamericano.
Otro termómetro útil para medir la política de Washington en Latinoamérica es Cuba. De momento, Obama ha abolido la prohibición de viajar a la isla a los cubanos de EEUU, así como la de enviar remesas a sus familiares; una acción que tan sólo ha supuesto un retorno a la política de Bill Clinton. Sin embargo, nadie espera en este momento nuevos avances.
segunda-feira, 17 de agosto de 2009
Tres mujeres disputaran el bastón de mando de Lula
Juan Arias
El País
Dilma tiene un cáncer linfático. Lula dice que eso no será obstáculo para su candidatura y que, al revés, Brasil necesita de ejemplos de entereza y coraje como ella que supo encarar sin achantarse, primero la tortura y ahora la enfermedad. Por ahora, Dilma, considerada una gestora dura y exigente, aparece en las encuestas con apenas un 20% de los votos, pero el apoyo de la popularidad de Lula la hará crecer en cuanto sea candidata oficial. Su partido, el Partido de los Trabajadores (PT), que es el de Lula, hubiese preferido otro candidato con mayores raíces en su militancia. Lula piensa que una mujer asegurará mejor el electorado femenino.
La segunda mujer que se prepara para disputar las presidenciales -y que podría ser la gran sorpresa de las elecciones- es la ex ministra de Medio Ambiente del Gobierno Lula, Marina Silva, ecologista convencida, política íntegra y austera, de origen pobrísima, de una familia de trabajadores del campo en la extracción del caucho, que aprendió a leer y a escribir a los 14 años. Marina, a pesar de su amistad personal con Lula, tuvo que dejar el Gobierno por su intransigencia en materia de Medio Ambiente, justamente contraria en este campo a Dilma. Marina no se plegó a los compromisos que le exigían los lobbys del parlamento, dominados por terratenientes y comerciantes de madera extraídas ilegalmente de la Amazonia.
Marina anunciará esta semana su decisión de abandonar el PT para ingresar en las listas del Partido Verde (PV) y disputar las elecciones al partido de Lula. Por ahora, un movimiento que ha creado una página Web, (marinasilvapresidente.ning.com) apoya su candidatura. Es un movimiento social ajeno a los partidos políticos, aunque apoyado sobre todo por el Partido Verde. Marina, que no es mujer de escaparates, ha afirmado que no quiere hacer de su probable candidatura a la presidencia una "telenovela", sino "despolitizar" las elecciones. Ha recordado que los políticos suelen mirar solo a la copa de los árboles, incapaces de ver las semillas que están germinando en el suelo, una metáfora para indicar que más que mirar hacia el poder, hay que mirar hacia la base de la sociedad.
Marina sabe que tiene mucha fuerza entre los ecologistas y mucha visibilidad internacional, pero es prudente y quiere ir con calma. De momento tiene una buena imagen de política incorrupta (como senadora vive en un piso de clase media en Brasilia), en un momento de indignación pública por la imagen de corrupción que ofrece una buena parte de la clase política.
La tercera mujer es Eloisa Helena, que ya había disputado con Lula las presidenciales de 2006 con muy buenos resultados, ya que consiguió cerca de 15 millones de votos. Ella es la fundadora del nuevo Partido Socialista de la Libertad (Psol), nacido de la expulsión de ella y de otros tres diputados del Partido de los Trabajadores (PT) por haberse negado a votar algunas reformas del Gobierno que ellos consideraban lesivas hacia los pensionistas. Helena y su partido se colocan a la izquierda del PT.
La presencia de estas tres mujeres en las elecciones sin Lula daría no solo un tono femenino a las presidenciales, sino que podría afectar de forma importante a los equilibrios políticos, especialmente en la segunda vuelta de las elecciones. Tres mujeres y tres candidaturas que podrán hacer perder el sueño a más de un político. Las tres ya fueron del PT. Queda solo Dilma. A Helena la echaron del partido, Marina se está yendo.
El País
El 2010 podría ser el año de las mujeres presidenciables en Brasil. Serán unas elecciones sin Lula candidato después de 20 años y tres mujeres, de tres partidos diferentes, podrían luchar por el sillón presidencial: Dilma, del PT, la precandidata de Lula; Marina Silva, ex ministra de Medio Ambiente que los próximos días abandonará el PT para ingresar en el Partido Verde (PV) y Eloisa Helena que en 1998 fue expulsada del PT y es líder del nuevo partido PSol, a la izquierda del PT. Dilma, candidata no oficial pero que todos dan por candidata, es la actual ministra de la Casa Civil, la mujer que luchó contra la dictadura militar, durante la cual fue duramente torturada. Perteneció a un grupo guerrillero al que también participaron varios ministros del actual Gobierno.
Dilma tiene un cáncer linfático. Lula dice que eso no será obstáculo para su candidatura y que, al revés, Brasil necesita de ejemplos de entereza y coraje como ella que supo encarar sin achantarse, primero la tortura y ahora la enfermedad. Por ahora, Dilma, considerada una gestora dura y exigente, aparece en las encuestas con apenas un 20% de los votos, pero el apoyo de la popularidad de Lula la hará crecer en cuanto sea candidata oficial. Su partido, el Partido de los Trabajadores (PT), que es el de Lula, hubiese preferido otro candidato con mayores raíces en su militancia. Lula piensa que una mujer asegurará mejor el electorado femenino.
La segunda mujer que se prepara para disputar las presidenciales -y que podría ser la gran sorpresa de las elecciones- es la ex ministra de Medio Ambiente del Gobierno Lula, Marina Silva, ecologista convencida, política íntegra y austera, de origen pobrísima, de una familia de trabajadores del campo en la extracción del caucho, que aprendió a leer y a escribir a los 14 años. Marina, a pesar de su amistad personal con Lula, tuvo que dejar el Gobierno por su intransigencia en materia de Medio Ambiente, justamente contraria en este campo a Dilma. Marina no se plegó a los compromisos que le exigían los lobbys del parlamento, dominados por terratenientes y comerciantes de madera extraídas ilegalmente de la Amazonia.
Marina anunciará esta semana su decisión de abandonar el PT para ingresar en las listas del Partido Verde (PV) y disputar las elecciones al partido de Lula. Por ahora, un movimiento que ha creado una página Web, (marinasilvapresidente.ning.com) apoya su candidatura. Es un movimiento social ajeno a los partidos políticos, aunque apoyado sobre todo por el Partido Verde. Marina, que no es mujer de escaparates, ha afirmado que no quiere hacer de su probable candidatura a la presidencia una "telenovela", sino "despolitizar" las elecciones. Ha recordado que los políticos suelen mirar solo a la copa de los árboles, incapaces de ver las semillas que están germinando en el suelo, una metáfora para indicar que más que mirar hacia el poder, hay que mirar hacia la base de la sociedad.
Marina sabe que tiene mucha fuerza entre los ecologistas y mucha visibilidad internacional, pero es prudente y quiere ir con calma. De momento tiene una buena imagen de política incorrupta (como senadora vive en un piso de clase media en Brasilia), en un momento de indignación pública por la imagen de corrupción que ofrece una buena parte de la clase política.
La tercera mujer es Eloisa Helena, que ya había disputado con Lula las presidenciales de 2006 con muy buenos resultados, ya que consiguió cerca de 15 millones de votos. Ella es la fundadora del nuevo Partido Socialista de la Libertad (Psol), nacido de la expulsión de ella y de otros tres diputados del Partido de los Trabajadores (PT) por haberse negado a votar algunas reformas del Gobierno que ellos consideraban lesivas hacia los pensionistas. Helena y su partido se colocan a la izquierda del PT.
La presencia de estas tres mujeres en las elecciones sin Lula daría no solo un tono femenino a las presidenciales, sino que podría afectar de forma importante a los equilibrios políticos, especialmente en la segunda vuelta de las elecciones. Tres mujeres y tres candidaturas que podrán hacer perder el sueño a más de un político. Las tres ya fueron del PT. Queda solo Dilma. A Helena la echaron del partido, Marina se está yendo.
domingo, 16 de agosto de 2009
Médici e Nixon planejaram derrubar Allende
Fabiano Maisonnave
Folha
Em conversa com o colega americano Richard Nixon, o presidente Emílio Médici afirmou que "estava trabalhando" para derrubar o governo do socialista chileno Salvador Allende, revelam documentos liberados pelo Departamento de Estado dos EUA e compilados pelo instituto de pesquisa não governamental Arquivo Nacional de Segurança, aos quais a Folha teve acesso.
O encontro ocorreu no Salão Oval da Casa Branca, às 10h de 9 de dezembro de 1971. Do lado brasileiro, só Médici estava presente, deixando o Itamaraty de fora. Sem falar inglês, precisou da ajuda do general Vernon Walters, que tinha forte ligação com o Brasil -era o adido militar americano no golpe de 1964.
O outro participante foi o assessor de Segurança Nacional e futuro secretário de Estado Henry Kissinger, relator do encontro, revelado quase 38 anos depois. "É fantástico ver que Médici tenha mantido conversas no mais alto nível sem se fazer acompanhar por ninguém", diz o pesquisador Matias Spektor. "A Casa Branca e o Médici acreditavam que o Itamaraty estava tentando frustrar a visita presidencial. Os diplomatas brasileiros não gostavam da ideia de tanta proximidade entre os presidentes."
A visita de Médici ocorreu num momento em que o Brasil começava a ter uma política externa mais ativa, enquanto os EUA, embora preocupados com o avanço esquerdista na América Latina, estavam atolados na Guerra do Vietnã.
Anticomunistas convictos, os presidentes conversaram sobre ações para derrubar os regimes esquerdistas de Chile e Cuba e "evitar novos Castros e Allendes", como define Nixon. Médici, quase dois anos antes do golpe de setembro de 1973 liderado pelo general Augusto Pinochet, prevê que Allende seria derrubado "pelas mesmas razões" que João Goulart.
A conversa também aborda a instabilidade boliviana. Médici diz que convenceu o ditador paraguaio Alfredo Stroessner (1954-1989) a vender a energia da futura usina de Itaipu aos bolivianos, sob o argumento de que, "se a Bolívia não fosse ajudada, sem dúvida se tornaria comunista".
O pré-acordo nunca foi levado adiante. Em outro momento, eles mostram preocupação com as gestões do Peru para a volta de Cuba à OEA (Organização dos Estados Americanos). É quando ocorre a única intervenção de Walters, que diz que o presidente esquerdista peruano, Juan Velasco Alvarado (1968-1975) tinha um filho com uma ex-miss "muito de esquerda em suas opiniões e associações políticas" e que isso lhe seria um problema caso saísse a público.
Para continuar falando sobre esses temas, Nixon propõe a criação de um "canal" de comunicação fora dos meios diplomáticos e diz que seu homem de confiança seria Kissinger. Médici concorda e diz que confiava no seu chanceler, Mário Gibson Barbosa, que tinha um "arquivo especial em que todos os itens eram manuscritos (...) de forma que nem os datilógrafos tinham conhecimento deles".
Na avaliação do ex-embaixador do Brasil nos EUA Roberto Abdenur, a conversa "não chega a ser uma surpresa". "O que os dois fizeram foi selar, no mais alto nível político, e em termos de organizada colaboração, algo em que ambos os lados já de há muito se vinham empenhando."
Peter Kornbluh: "Brasil deve perdão ao Chile"
Especialista em história chilena contemporânea, o pesquisador americano Peter Kornbluh afirma que a conversa entre Médici e Nixon deixa claro que o Brasil era o principal aliado de Washington para conter movimentos de esquerda na América Latina. Kornbluh é o diretor dos projetos de documentos sobre o Brasil e o Chile do Arquivo Nacional de Segurança, ligado à Universidade George Washington (EUA).
O que o documento revela sobre a relação Brasil-EUA no início dos anos 70?
O que o documento revela sobre a relação Brasil-EUA no início dos anos 70?
A próxima e de certa forma confortável relação revelada deixa claro que o Brasil era o principal aliado dos EUA na guerra contra a esquerda na América Latina. O Brasil tinha suas próprias razões imperiais para, de forma oculta, enfraquecer governos como o de Salvador Allende. Mas este documento deixa claro que o regime militar também funcionava como um substituto para os interesses intervencionistas dos EUA. A forma cândida das visões de Médici sobre o seu direito de alterar o futuro de nações menores da região é impressionante.
Qual era a expectativa de Nixon e Kissinger sobre o Brasil de Médici?
O documento e um memorando escrito mais tarde pelo general Vernon Walters mostram que Nixon estava muito feliz sobre a maneira como ele e Médici se relacionaram. Nixon pediu a criação de um canal secreto para continuar as comunicações entre os dois na expectativa de que o Brasil ajudaria Washington a bloquear outros "Allendes e Castros", como Nixon definiu. Se recuperarmos o registro dessas comunicações, descobriremos um capítulo da obscura história de intervenção na América Latina.
O que se sabe sobre o papel do Brasil no golpe contra Allende?
Deste documento aprendemos da boca do mais alto funcionário brasileiro que o Brasil estava comprometido em derrubar Allende. O Brasil tinha um programa de intercâmbio militar com os chilenos, e parece que a inteligência militar de Médici usava isso para canalizar apoio aos militares chilenos. O que não sabemos é a natureza da colaboração entre os EUA e o Brasil. O papel da intervenção oculta americana no Chile tem sido documentado por documentos americanos tornados públicos e um relatório especial do Senado. Mas o papel do Brasil continua sigiloso. O Brasil deve desculpa por seu papel na implantação da ditadura no Chile.
O sr. irá a São Paulo para falar sobre as políticas de diversos países sobre acesso a documentos históricos. Como fica o Brasil em comparação com os EUA e os demais países?
As vítimas de violações aos direitos humanos merecem justiça, e isso não é possível sem o acesso à informação. Sobretudo sob um líder astuto como Lula, o Brasil deveria ser uma liderança no direito ao conhecimento. Mas está atrás da maioria da América Latina.