sábado, 27 de agosto de 2011

“Todo Chile sabe que hay que cambiar”



Adrián Pérez
Página 12

Después de participar en el XVI Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes de Montevideo, Paul Floor Pilquil, secretario de Relaciones Internacionales de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), destaca el perfil regional de la protesta. “Nos enmarcamos en la lucha que el movimiento estudiantil viene dando desde la Reforma del ’18, también en la pelea que los estudiantes están dando en Puerto Rico o Colombia”.

En 2006, los “pingüinos” surgieron como un actor político que demandaba cambios estructurales. Muchos de esos jóvenes vuelven a manifestarse hoy por la reforma del sistema educativo.

Ese fue el primer atisbo de un recambio generacional y de una mirada más crítica y libre sobre cómo se venía manejando la educación. La relación entre los “pingüinos” y el actual movimiento de estudiantes es clara. Son los mismos chicos que en aquellas movilizaciones hicieron un tremendo esfuerzo y todo Chile se convenció de que la educación tenía que cambiar.

¿Qué aprendieron de aquella experiencia?

Hoy planteamos una demanda más estructural. No vamos a repetir las concesiones de 2006 para que el día de mañana salga una ley impulsada por la derecha o los sectores más conservadores.

¿A qué concesiones se refiere?

Al tema de la estatización de los secundarios o al fin del lucro en la educación, cuestiones que se llevaron a una mesa de diálogo desde donde salieron propuestas que debían respetarse. La Ley General de Educación sólo aumentó las subvenciones para los colegios municipales, no tomó en cuenta la desmunicipalización ni la estatización de los colegios.

¿Ese escenario de propuestas incumplidas por la Concertación se renueva con la oferta del presidente Sebastián Piñera?

Las becas que ofrece el gobierno son dirigidas a universidades privadas que no garantizan calidad, no hacen investigación y que nacieron para lucrar. Son universidades con altas tasas de deserción y poco índice de inserción laboral. Primero, planifiquemos la educación para determinar cómo y a quién se le va a entregar ese recurso.

En ese reclamo subyace un fuerte rechazo a un modelo político elitista y concentrador.

Desde la Confech nos declaramos en contra de la educación de mercado y del proyecto económico neoliberal. Cada año vemos cómo los derechos del pueblo son aplastados por los intereses empresariales. Esta crisis que refleja la educación y que hace meses se vivió en el sector energético mañana se reflejará en el mundo de los trabajadores.

Esa perspectiva se vuelve evidente en la adhesión estudiantil al paro convocado por la Central Unitaria de Trabajadores.

Históricamente, hemos compartido la lucha. Marchamos convencidos de que el movimiento popular en Chile se va a levantar en base a la organización de esos sectores. Las transformaciones políticas y económicas que queremos realizar van por ese lado.

Precisamente, trabajadores y estudiantes coinciden en la necesidad de renacionalizar la explotación del cobre.

La utilidad que el sector privado se lleva de la extracción del cobre alcanza para pagar educación, salud y vivienda. La renacionalización del cobre podría convertir a Chile en un país con posibilidad de hacer grandes aportes en ciencia y tecnología. Por eso, debe plantearse una nueva reforma tributaria hacia las empresas que explotan el cobre.

Piñera señaló que nada es gratis en esta vida y que alguien tiene que pagar. ¿Cómo analizan esas expresiones?

El presidente Piñera representa a un sector de la sociedad que considera que la labor individual debe primar sobre lo colectivo. La única manera de garantizar la educación como un derecho humano fundamental es entregarla gratuitamente.

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