sexta-feira, 25 de março de 2011

La política de biocombustibles está provocando hambre



Stephen Foley
The Independent


La vertiginosa inflación de los precios de los alimentos es consecuencia de la "inmoral" política de los EEUU, que desvía cultivos hacia la producción de biocombustibles en lugar de alimentos, según declaraciones del presidente de una de las mayores empresas de alimentos del mundo. Peter Brabeck-Letmathe, presidente de Nestlé, arremetió contra el gobierno de Obama por promover el uso de etanol producido con maíz, a expensas de cientos de millones de personas que luchan a diario para poder pagar sus alimentos básicos elaborados a partir del maíz.

El señor Brabeck-Letmathe irrumpió en el cada vez más enconado debate sobre la inflación de los precios de los alimentos para condenar a los políticos de todo el mundo que parecen decididos a culpar a los especuladores financieros en lugar de dedicarse a abordar los desequilibrios subyacentes de la oferta y la demanda. Y reservó sus dardos más acerados para el Secretario de Agricultura de EEUU, Tom Vilsack, de quien dijo que estaba realizando declaraciones "absolutamente alucinantes" sobre la capacidad del país para hacer frente a la creciente demanda interna y mundial de maíz.

"Al día de hoy el 35% del maíz de los EEUU se destina a producir biocombustible", dijo ayer en Nueva York el presidente de Nestlé ante una audiencia en el Council on Foreign Relations (CFR). "Desde el punto de vista medioambiental eso es una aberración, pero lo es mucho más cuando en el resto del mundo nos estamos quedando sin alimentos. Es absolutamente inmoral condenar a cientos de millones de personas al hambre y a la pobreza extrema a causa de esta política, por lo que creo y repito: ninguna comida para combustible".

Los precios del maíz casi se duplicaron desde principios de año hasta febrero, aunque han caído desde su pico en las últimas semanas. La cólera popular por el encarecimiento de los alimentos contribuyó a atizar las protestas en todo el Oriente Medio, y los crecientes costos de las materias primas estuvieron entre los factores que hicieron aumentar la inflación en el Reino Unido hasta el 4,4% en febrero, según cifras publicadas ayer.

Las exportaciones de EEUU representan cerca del 60% de la oferta mundial de maíz. La demanda ha aumentado a medida que más gente se incorpora a las clases medias en economías emergentes como China o la India, no sólo porque estos nuevos consumidores demandan más alimentos elaborados a partir del maíz, sino también porque la demanda de carne ha aumentado y los ganaderos necesitan comprar mayores cantidades de pienso.

Nestlé, la compañía que produce Shredded Wheat, Nescafé y las barritas de chocolate Aero, ha estado presionando a los reguladores europeos y a los gobiernos de todo el mundo para que se abstengan de fijar elevados objetivos de uso de biocombustibles, aunque muchos países ven en la producción de etanol un medio para cumplir con sus obligaciones de reducción de emisiones de combustibles fósiles.

Sin embargo, el cabildeo [de Nestlé] ha hallado oídos sordos en los EEUU. La producción de etanol de maíz está muy subvencionada y genera más de 13.500 millones de galones de combustible al año [1 galón = 3,785 litros]. Las políticas que promueven su producción son "absurdas", afirmó ayer el señor Brabeck-Letmathe, y si se fijara como meta mundial llegar a satisfacer el 20% de la demanda de combustibles por medio de los biocombustibles, ello supondría aumentar en un tercio la producción de éstos.

"¿Cuál es el resultado? Los precios están subiendo. No es muy complicado", dijo. "Esta cuestión es en estos momentos la prioridad número uno de la reunión del G-20 en Niza, pero lo más que vamos a hacer es luchar contra la especulación. Nos estamos concentrando en lo irrelevante".

En declaraciones realizadas ante agricultores a principios de este mes, el secretario del gobierno de Obama dijo que los argumentos que esgrimen agentes como Nestlé le resultan "irritantes". El señor Vilsack dijo: "Los que esgrimen ese argumento, o no entienden o no aceptan la idea de que nuestros agricultores son lo suficientemente productivos, inteligentes, innovadores y creativos como para satisfacer las necesidades de alimentos, de combustible y de piensos y para exportar".

El señor Brabeck-Letmathe fue director ejecutivo y presidente de Nestlé, hasta que ambas funciones se escindieron en 2008. Es también miembro del consejo de administración del fabricante de productos de lujo L'Oréal, del banco de inversión Credit Suisse y de la petrolera ExxonMobil. En su intervención de ayer ante el MCR, también defendió la idea de establecer un precio para el agua utilizada en agricultura como fórmula para asignar de forma más eficiente unos recursos escasos. Y sugirió que las fuentes alternativas para la producción de biocombustibles podrían ser las algas y los tallos de maíz cosechado.

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