segunda-feira, 26 de outubro de 2009

Uruguay: Mujica enfrentará una apretada segunda vuelta

Agencias

La segunda vuelta de las elecciones presidenciales uruguayas, el próximo 29 de noviembre, se anuncia muy reñida. Acabado el escrutinio, el candidato del Frente Amplio, José Pepe Mujica alcanzó el domingo, en primera ronda, 47,49% de los votos, pero la suma de la oposición -los tradicionales Partido Nacional (28,53%) y Partido Colorado (16,66%)- llegó al 45,19%, y ya han confirmado que acudirán juntos. El Frente, coalición de izquierda y centro izquierda, depende de un escaño, que sigue sin atribuir, para alcanzar la mayoría absoluta en el Congreso (50 de 99 escaños) y el Senado puede quedar partido en dos mitades.

Mujica, de 74 años, ex dirigente tupamaro y ex ministro de Agricultura, aseguró que seguía muy esperanzado. "Soy un hombre de lucha. Nunca se nos regaló nada. Seguiremos luchando". Su candidato a vicepresidente, Danilo Astori, aseguró en que noviembre las cosas estarán más claras porque "los votantes se enfrentarán a una opción simple: elegir entre la gestión de los partidos que llevaron a este país al desastre y la del Frente Amplio, que logró en los últimos cuatro años, bajo la presidencia de Tabaré Vázquez, conquistas y logros muy importantes".

La mejor noticia para el Frente Amplio fue que el candidato del Partido Nacional, el ex presidente Luís Alberto Lacalle, de 68 años, tuvo un resultado personal francamente malo: perdió más de seis puntos (cien mil votos) respecto a las elecciones de 2004. Los sufragios se fueron prácticamente en bloque al Partido Colorado, de Pedro Bordaberry (hijo del dictador), que pasó de 10,6% en las pasadas elecciones a un notable 16,6% en éstas, con un discurso bastante conciliador. Bordaberry anunció inmediatamente su apoyo a Lacalle, pero un sector importante de su partido, e incluso del propio Partido Nacional, cree que el ex presidente, que acabó su mandato en 1995 con serias acusaciones de corrupción, es un mal candidato y que su vicepresidente, Jorge Larrañaga, podría haber logrado un mejor porcentaje. La realidad es que Mujica, con un resultado que no puede ser considerado brillante, le ha sacado a Lacalle prácticamente medio millón de votos (sobre un censo de dos millones y medio).

En el Frente Amplio, no todo el mundo estaba seguro en que Mujica fuera el mejor candidato, por su peculiar y socarrona manera de hablar, su imagen de viejo guerrillero, y, sobre todo, por el hecho de que el actual presidente Tabaré Vázquez, muy popular, hubiera apoyado a otro candidato en las elecciones internas del FA. "Lo que tenemos que hacer ahora es no dispersar el discurso y centrarlo en los logros del actual gobierno, un gobierno y unos logros que son del Frente Amplio y no solo de Vázquez", ha asegurado hoy lunes un miembro de la campaña de Mujica.

"No se puede tener un candidato que llegue a todos los frentes. Mujica es insuperable a la hora de establecer una comunicación emocional con las capas más humildes de Uruguay y con un amplio sector de jóvenes. Lo fundamental es poner a los votantes en noviembre ante la disyuntiva de un gobierno del Frente o uno de Lacalle, que fue la quintaesencia de la corrupción", explica el escritor Mauricio Rosencof, destacando militante del Frente Amplio.

Uno de los resultados más llamativos de la jornada del domingo fue el fracaso del referéndum (no se llegó al 50% del voto favorable requerido) para anular la actual Ley de Caducidad, que arrebata a la justicia la decisión de procesar a militares y policías por crímenes y violaciones de los derechos humanos durante la dictadura. "El país mira al futuro y no a los fantasmas del pasado", aseguró el ex presidente Julio María Sanguinetti, bajo cuyo primer mandato se refrendó la ley.

Los impulsores del referéndum consideran, sin embargo, que los uruguayos se desmovilizaron porque la Corte Suprema dictaminó hace pocos días que la Ley de Caducidad no se podía aplicar, por inconstitucional, en el caso de una joven torturada y asesinada durante la dictadura. El fallo hizo creer que la ley había quedado ya invalidada en su totalidad. En cualquier caso, los máximos responsables de la dictadura se encuentran ya procesados por decisión del Ejecutivo: Juan María Bordaberry permanece en arresto domiciliario, por problemas de salud, y el general Gregorio Álvarez fue condenado el pasado jueves a 25 años de prisión por el asesinato de 37 opositores entre 1977 y 1978.

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