domingo, 9 de agosto de 2009

La izquierda chilena en el camino de la unidad


Verónica Muñoz Lathrop
La Nación

En los próximos días el MAS y Juntos Podemos deberán despejar la cancha para saber si es posible alcanzar un acuerdo que permita llevar un solo abanderado a la contienda electoral de diciembre y concordar apoyos mutuos en la batalla parlamentaria. El tiempo se acaba, dicen en el PC, mientras el MAS dice que hay espacio aún. En tanto nos preguntamos ¿cuál es la izquierda hoy y en qué está?

Al moderno y amplio Café Literario del Parque Bustamante, en Providencia, fue el escenario que eligieron los candidatos presidenciales de Juntos Podemos, Jorge Arrate, y del Movimiento Amplio Social (MAS), Alejandro Navarro, la mañana del miércoles pasado, para iniciar un proceso de convergencia que podría derivar en la designación de una candidatura única para las fuerzas políticas que se ubican a la izquierda de la Concertación.

Ambos tienen un origen político similar. Militaron durante años en el PS, pero decidieron emigrar. El ex ministro de Frei se volcó al socialismo allendista y el senador, a un nuevo movimiento político. Arrate y Navarro estuvieron a punto de competir en el proceso de nominación del candidato presidencial de la llamada izquierda extraparlamentaria, pero el senador quería primarias y el bloque Juntos Podemos optó por una convención programática. Así, Navarro se marginó y las fuerzas del Juntos Podemos eligieron a Arrate.

Además de decidir un abanderado único, el MAS también quiere convergencia en el ámbito parlamentario. Pero Arrate no quiere hablar de condiciones para concretar la unidad y dice que eso le corresponde al bloque político que lo sustenta. "Yo deseo profundamente que haya un solo candidato, pero tampoco quiero dramatizar si no lo hay porque el proceso de reconstitución de la izquierda puede llevar un tiempo. En todo caso yo no voy a ser obstáculo", afirmó.

El bloque Juntos Podemos tiene ya posibilidades claras en el contexto del pacto con la Concertación, mientras el MAS está aún en el intento de elaborar una tercera lista con el PRI, los humanistas, los ecologistas e independientes que apoyan a Marco Enríquez-Ominami. El presidente del MAS, Felipe Hasbún, precisó que su partido no va a concurrir a un pacto instrumental (con la Concertación) en el mismo tenor que lo ha hecho el PC, pero tendría "otra actitud con sus cupos si hubiera un candidato único". Y aunque no lo confiesan, a los dirigentes del MAS les atrae la idea de ingresar a alguno de los cupos que el Juntos Podemos aún no ha llenado.

Desde el PC, el timonel Guillermo Teillier deja claro que su candidato es Arrate. "Nosotros esperamos durante bastante tiempo al MAS, invitamos a Navarro a la convención y él no quiso. Hemos mantenido abiertas las posibilidades de un acuerdo parlamentario, pero ese camino se va cerrando porque ya la Concertación ha ido llenando sus cupos y ya está casi todo definido", afirmó, aunque también recalcó que "no hay barreras infranqueables".

La izquierda de hoy

La unidad que se podría gestar en este sector lleva a preguntarse qué se considera de izquierda hoy. Históricamente las dos vertientes fueron el PC, nacido en 1922, y el PS que surgió en 1933. Ambos configuran hasta 1973 una izquierda bipartidaria que se expresa a favor del socialismo entendido como "nacionalización de los medios de producción y dictadura del proletariado o democracia proletaria", a juicio del sociólogo de la Universidad Arcis, Tomás Moulián. Muy diferente a lo que ocurría en Europa, donde había una corriente comunista y otra socialdemócrata.

"Esa izquierda chilena con dos partidos revolucionarios se terminó en 1973. Hoy tenemos un socialismo que se puede caracterizar como socialdemocracia, en el sentido que administra el capitalismo aplicando políticas reformistas y sigue criticando el mercado a partir de una política de intervención de la autoridad para resguardar el bien común", afirmó Moulián. En su análisis, más a la izquierda, se ubica el PC que a su juicio permanece aún "en silencio" pues tiene una reducida presencia en los medios de comunicación y carece de una postura articulada frente al capitalismo actual. "Se sabe que es una izquierda antineoliberal, pero no ha formulado un programa de reemplazo al neoliberalismo y no lo ha hecho porque el PC aún no ha salido de la crisis en que entró a raíz del derrumbe de la Unión Soviética y el socialismo burocrático", señaló.

El sociólogo, que fue generalísimo de la campaña presidencial de Gladys Marín, dice que el PC apunta a profundizar la democracia representativa para transformarla en una democracia participativa, pero sin un proyecto claro aún, lo que "explica por qué ese partido tiene tan poca penetración en el electorado". Con el pacto contra la exclusión, comenta Moulián, el PC busca "lograr representación parlamentaria y tener mayor presencia para mejorar sus posibilidades de crecimiento".

Por otra parte, el sociólogo señala que la irrupción de la candidatura de Marco Enríquez-Ominami ha "desordenado" el panorama y amenaza con "debilitar la candidatura de Arrate", aunque algunos de sus mensajes se dirigen más bien a captar al electorado de la izquierda moderada.

Sin embargo, el antropólogo y ex PS Osvaldo Torres, que apoya resueltamente al diputado, aseguró que "Marco no es un candidato de la izquierda". Torres precisa que su opción corresponde a "la tradición democratizadora que se desarrolla en Chile en el período de transición y que busca representar a una amplia coalición de carácter progresista, que una a liberales e izquierdistas, para darle continuidad a las tareas inconclusas de la transición". De ahí, señala, la presencia en esta candidatura de personas como Jorge González, ex militante RN que viene del grupo Tantauco, y "con quien tengo mucho más cercanía que con algunos que en el Parlamento hacen cálculos sobre la conveniencia de mantener el binominal".

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