sexta-feira, 22 de maio de 2009

La política medioambiental de Obama

Agencias

El comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes de EE UU aprobó este jueves la legislación que permitirá reducir la emisión de gases de efecto invernadero, una de las promesas electorales del presidente Barack Obama que se ha convertido después en uno de sus principales objetivos políticos.

La medida, diseñada en gran parte por el partido demócrata, recibe así la aprobación en otros comités de la Cámara, donde también se espera que sea aprobada. No obstante, aunque el Partido Demócrata espera que la totalidad de la Cámara de Representantes dé su visto bueno a la medida para el mes de agosto, el proyecto aún debe pasar en 2010 por el Senado, donde el resultado no está del todo claro.

Este jueves, el secretario de Energía de EE UU, Steven Chu, en declaraciones a la cadena británica BBC, ha expresado sus dudas acerca del futuro de la medida cuando esta llegue al Senado, ya que muchos senadores provienen del sector de la industria energética.

Steven Chu, premio Nobel de física y experto mundial en energías renovables, ha dicho que, aunque el planeta se dirige hacia un punto de inflexión en el cambio climático, no se puede ignorar la realidad política. "Como alguien muy preocupado por el medio ambiente, me gustaría ser lo más audaz posible, pero también quiero empezar ya. Y si decimos algo mucho más agresivo en los primeros momentos, eso podría despertar una oposición considerable, que retrasaría el proceso durante varios años", ha explicado Chu a la BBC.

Nueva economía de la energía

A finales del pasado mes de enero, Barack Obama presentó los primeros pasos para la creación de "una nueva economía de la energía" con dos objetivos simultáneos: la generación de un nuevo motor económico que impulse el empleo y el crecimiento, y la promoción de una cultura medioambientalista que sitúe a Estados Unidos en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático.

Tan sólo una semana después de ocupar el Despacho Oval, Obama firmó varias órdenes ejecutivas (decretos) destinadas a rebajar el consumo de combustible de los automóviles, reducir las emisiones de gases contaminantes y aumentar la eficiencia energética en todos los ámbitos posibles. El primer paso para cumplir estas metas se dio este martes, cuando el presidente de EE UU impuso una serie de restricciones al consumo de combustibles que todos los fabricantes que vendan automóviles en el país deberán cumplir antes de 2016.

Con la intención manifiesta de reducir la contaminación y la dependencia de las importaciones de petróleo de países como Arabia Saudí, México o Venezuela, Obama obligará a las empresas automovilísticas a que creen coches que consuman 6,6 litros por cada 100 kilómetros, con el objetivo de ahorrar 286.000 billones de litros de crudo en siete años. EE UU, que supone el 5% de la población mundial, consume el 25% de la producción anual de crudo.

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