domingo, 23 de novembro de 2008

Jorge Taiana: "La crisis no la puede arreglar el G-8"


El canciller Jorge Taiana exhibe rasgos de cansancio. Pasaron ya nueve días de su salida de Buenos Aires junto con Cristina Fernández de Kirchner. A punto de subir al avión que lo llevará desde Libia de regreso a Buenos Aires, Taiana habla con PáginaI12 y se remonta al primer momento de la gira: la reunión del G-20 en Washington. “El resultado fue positivo, pero limitado”, analiza de aquel encuentro y destaca que dejó el mensaje de que la crisis “no la puede arreglar el G-8, como ocurrió en años anteriores”. Taiana habló también de las expectativas que genera la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca y recomienda “esperar” para estimar los efectos que la devaluación en Brasil tendrá en la Argentina. La entrevista la realizó Daniel Miguez para Página 12.

–¿Los países emergentes tienen posibilidades concretas de incidir en el G-20 en la toma de decisiones respecto de la crisis mundial?

–Este ha sido un proceso, que no va a ser sencillo ni se va a resolver en una vez. La reunión del G-20 de la semana pasada en Washington, con un resultado positivo pero limitado, fue un mensaje en el sentido de que esto no lo puede arreglar el G-8, como ocurrió años anteriores, sino que el mundo conducido por los 8 nos llevó a esta crisis. La reunión de los 20 nos muestra un cierto reconocimiento de que salir de esta crisis requiere de una modificación de esa forma de tratarla. Ese es un primer paso. Un segundo paso es la necesidad de reconocer que el origen de la crisis está en los países desarrollados y que por lo tanto las consecuencias no las deben pagar los países en desarrollo y que parte de esa solución requiere lo que Argentina viene planteando desde 2003, que es la reforma de la arquitectura del sistema financiero internacional. Es un paso ineludible y no puede ser una cosa cosmética. En ese proceso es necesaria la participación no sólo de los 20, sino de todos los países, porque justamente uno de los problemas es que los países poderosos tienen un poder de decisión sobre estos organismos de crédito internacional cuasi unilateral y monopólico. El desafío es hacer más democrática la toma de decisiones, si no no podremos cambiar ni las prácticas ni las políticas que esos organismos han llevado adelante.

–Cómo cree que puede influir la administración de Barack Obama para los cambios que se necesitan.

–Lo que está claro es que vivimos momentos muy intensos y que necesitan cambios y definiciones importantes, tanto en el nivel político como económico. En el orden político, no es sostenible mantener el unilateralismo, sino que hay que reconocer a una sociedad internacional que se va haciendo cada vez más multipolar. Como ha dicho la Presidenta, éste es un mundo más inseguro que años atrás. Y en lo económico, nos han llevado a una crisis. Entiendo que la elección de Barack Obama demuestra que en los Estados Unidos hay una mayoría que entiende que se necesita un cambio, y por lo tanto, su elección es una expectativa positiva de la conciencia de encarar modificaciones.

–Hugo Chávez y otros presidentes de Sudamérica tal vez no vean a Obama con tan buenos ojos. ¿Eso le puede ocasionar a la Argentina diferencias con algún socio de la región?

–De ninguna manera. Con nadie. Siempre los países tienen sus visiones, sus amistades. Nosotros tenemos muy diversos amigos y no todos los amigos tienen que expresar exactamente lo mismo. Nosotros tenemos voluntad de integración. Yo quiero recordarle que la primera vez que se reunieron todos los presidentes de Sudamérica fue en el año 2000. Fíjese desde entonces cuántas veces se han reunido.

–El principal socio comercial de Argentina es Brasil, que al devaluar generó problemas. ¿Hay diferencias con Brasil sobre cómo encarar la crisis o se está trabajando en la misma línea?

–Hubo reuniones técnicas esta semana y tendremos una Cumbre del Mercosur en diciembre. En cuanto a la devaluación, hay que esperar a ver cómo queda estabilizada. Todavía estamos inmersos en momentos en que el tipo de cambio en Brasil aún no está estable. Recién ahí tendremos un panorama más claro.

–¿En qué estado está la relación en Uruguay por el conflicto de la pastera Botnia y qué perspectivas le ve?

–El caso Botnia está en la Corte de La Haya por la violación del Tratado del río Uruguay al haber construido la planta sin autorización. El próximo paso son las audiencias y el tema va a tener su desarrollo en ese ámbito.

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