quinta-feira, 29 de junho de 2023

Los profesionales de la política y la búsqueda del bienestar social

Fernando de la Cuadra
El Desconcierto

En una conferencia dictada en 1917 que tenía por título “La política como vocación”, el sociólogo alemán Max Weber destacaba el riesgo de generar un tipo de políticos que viven exclusivamente de la política. En dicho escrito, Weber llama la atención para la diferencia que existiría entre quienes viven para la política y quienes viven de la política. Los primeros, por razones obvias, serían aquellas personas que tienen los recursos necesarios para dedicarse a la política sin tener que ocuparse prioritariamente por generar las condiciones materiales de sustento. Por lo mismo, el pensador alemán destaca que en “la dirección de un Estado o de un partido por gentes que, en el sentido económico, viven para la política y no de la política, significa necesariamente un reclutamiento plutocrático de las capas políticas dirigentes”.

Ya en el caso de quienes viven de la política, ellos deben forzosamente buscar una remuneración por su trabajo puesto que carecen de los medios de supervivencia necesarios para mantenerse en esta actividad sin obtener una gratificación monetaria a cambio. Sin embargo, lo anterior no quiere decir que este tipo de políticos no tengan también “una causa” por la cual luchar. El punto es que, en el proceso de construcción de la carrera política, muchos de estos miembros van privilegiando la desviación patrimonialista de la acción política, confundiendo la vocación pública con el interés privado.

En este movimiento de tránsito hacia los intereses particulares, los partidos políticos también han desempeñado un papel relevante, pues ellos se han transformado en un reducto de ascensión social u operan como agencias de empleo, en donde aquellas personas que hacen su “ingreso” a la política se benefician de prebendas y cargos en diversas instituciones o reparticiones del Estado y del sistema público en general, ya sea a nivel central, regional, provincial o municipal.

Ello es precisamente lo que ha venido ocurriendo con la gran mayoría de la clase política mundial, la cual ha descartado el carácter social de su quehacer por una opción casi exclusiva por las aspiraciones pecuniarias que les proporciona dicha actividad. El debate de ideas, el recurso de la retórica, el respeto por las opiniones de los otros, la búsqueda de la pluralidad y la tolerancia se han reducido al acuerdo mezquino con un reducido círculo de correligionarios y amigos, acuerdos permeados por el interés económico inmediato o de corto plazo. La política se ha volcado hacia el frío cálculo racional de costo-beneficio, determinada por una estructura de preferencias individuales en la cual cada agente evalúa los mejores escenarios y situaciones que les permitan adquirir más poder, dinero y prestigio.

En realidad, este fenómeno no es nuevo y sus mecanismos funcionan desde hace siglos y fueron expuestos con suma claridad por Nicolás Maquiavelo en su ensayo El Príncipe, el cual se propone estudiar la verità effetualle del mundo político de comienzos del siglo XVI. En esta obra fundacional de la Ciencia Política, Maquiavelo, entre otras cosas, nos advierte respecto de las motivaciones egoístas que encarnan los seres humanos y que se expresan especialmente en quienes desean detentar el poder político. Ellos deben actuar por el interés propio, por la voluntad de dominio y por la ambición: “De allí que nace una controversia, que resulta en sí es mejor ser amado o temido. Se puede responder que todos gustarían de ser ambas cosas; sin embargo, como es difícil conciliarlas, es más seguro ser temido que amado en el caso de que falte una de las dos. Porque, de manera general, se puede decir que los hombres son ingratos, volubles, fingidos y disimulados, reacios al peligro, ávidos de ganancia”.

En esta breve y contundente definición de la naturaleza humana, Maquiavelo consigna como el quehacer de la humanidad y, especialmente de su clase política, no refleja los principios y valores que inspiraron la voluntad de quienes desean dedicarse al “servicio público”. Si por una parte es cierto que muchos políticos con vocación se preocupan por el bienestar de la Nación, en la mayoría de los casos se puede observar que la tendencia es conseguir y mantenerse en el poder, como lo constató el pensador florentino hace más de 500 años atrás. Para él, la virtù y la fortuna son los dos recursos con que cuentan los “príncipes” para ejercer el arte de la política, es decir, para organizar sus ciudades-Estados y librarlas de los efectos destructivos y de las ambiciones desmesuradas de sus habitantes. En tal sentido, los condottiere son imprescindibles para imponer la dominación a sus súbditos y, a través de ella, proteger el principado y controlar las pulsiones desintegradoras de sus miembros. El poder en sí mismo es el objetivo de la acción política.

La diferencia con los tiempos actuales es que ahora la política ha terminado siendo dominada por las empresas, los consorcios y las grandes fortunas, que imponen su lógica competitiva y su impronta darwinista cuando direccionan el financiamiento de futuras campañas entre aquellos candidatos que tienen mayores posibilidades de sobrevivir y que además se comprometen a retornar para estos conglomerados o agentes individuales las inversiones que se han realizado en su provecho. Los políticos profesionales quedan, de esta manera, rehenes de los propósitos para asegurar y aumentar la obtención de lucro por parte de empresas o personas que han financiado las campañas o proyectos de los aspirantes a algún cargo político.

La secuencia interminable de escándalos de corrupción que salen a la luz cada semana en diversos países del planeta representan un funesto indicador del compromiso de la clase política con los intereses de empresarios inescrupulosos que solo desean enriquecerse a costa del erario público. ¿Cómo se puede revertir este cuadro en que los políticos puedan asumir una postura coherente, honesta y transparente para desempeñar las funciones por las cuales fueron electos? ¿Cómo imprimir los principios republicanos a una clase que se ha acostumbrado a recibir privilegios durante décadas? ¿Cómo inducir el respeto por las leyes en actores que han navegado durante años en las aguas de la impunidad y la displicencia institucional?

Por cierto, las respuestas a estas interrogantes son complejas y multidimensionales. Quizás un esbozo de respuesta pase por aquello que el mismo Weber llamaba de “ética de la responsabilidad”, es decir, una ética que sea capaz de tomar en cuenta las consecuencias previsibles de la propia acción. Ello implicaría asumir conscientemente el conjunto de decisiones que asumen los políticos, no solamente a partir de sus convicciones sino de un auténtico interés por las personas que lo han mandatado para mejorar la vida de sus comunidades y perseverar en la búsqueda del bien común y el bienestar social.

https://www.eldesconcierto.cl/opinion/2023/06/29/los-profesionales-de-la-politica-y-la-busqueda-del-bienestar-social.html

sábado, 24 de junho de 2023

Morte em meio ao “luxo experiencial”


Molly Osberg
Outras Palavras

Não é só o Titan. A classe de bilionários deseja consumir aventuras que ofereçam, além do luxo, exclusividade, reconhecimento e… perigo! Surgem façanhas nas Maldivas, escaladas gourmet do Everest, paintball extremo com agentes da DEA

Não se recomenda que um completo amador participe do Rally Dakar, a competição de resistência off-road em que os pilotos percorriam Paris, a Argentina (e, agora, a Arábia Saudita) no veículo de sua escolha. A paisagem é deslumbrante e ameaçadora por projeto. Pense em descer uma imensa duna de areia numa moto de motocross, depois subir literalmente uma montanha e continuar fazendo isso por cerca de duas semanas. O evento tem uma média de mais de uma morte por edição desde que começou, em 1978.

Mas por um preço que começa em torno de US$ 1,2 milhão, a agência de turismo de luxo Momentum oferece a um cliente um Land Rover customizado e o leva até o deserto, fornecendo suporte logístico e treinamento de pilotagem para ajudá-lo – pelo menos teoricamente – a conquistar a glória. E os prêmios em dinheiro relativamente insignificantes da corrida. “Nossos clientes estão procurando uma experiência autêntica e inspiradora”, disse o fundador da Momentum, Matthew Robertson, à revista Maxim em 2020. “É exatamente o que oferecemos!”.

As cinco pessoas ficaram sem ar a bordo do Titan após seu desaparecimento a caminho do Titanic são, como os clientes de Robertson, parte de uma indústria de viagens de aventura de US$ 683 bilhões que cresceu nas últimas duas décadas. Cada lugar de 6,7m² no Titan, custou 250 mil dólares, apesar dos alertas sobre a falta de certificação da embarcação e a pouca sabedoria da viagem recreativa. “Para quem acha caro, vale lembrar que é uma fração do custo de ir ao espaço”, disse o fundador da empresa que construiu o submersível.

O Boston Consulting Group acompanha o crescimento exponencial do mercado de “luxo experiencial” pelo menos desde 2013. Agora, acrescenteou, marcadores mais tradicionais de extrema riqueza – o complexo à beira-mar em Miami, a casa em Sun Valley – para avaliar os milionários (ou bilionários) interessados em se intitular os próximos Richard Branson ou Stephen Long. (Um dos membros da tripulação que pagou uma pequena fortuna para descer 4,3 quilômetros abaixo do nível do mar em um navio não classificado, operado por um controlador de videogame, é Hamish Harding, o fundador de uma empresa de investimentos cujos hobbies incluem perseguir recordes do Guinness e ir ao espaço). Nos anos seguintes ao surgimento do covid-19, esperava-se que o faturamento do setor aumentasse em até 70%.

As aventuras são variadas por princípio, e geralmente facilitadas por “designers de viagens”, que personalizam experiências com a promessa de que serão totalmente exclusivas. Entre os clientes pode estar um herdeiro do setor de combustíveis fósseis gastando US120 mil dólares em uma viagem ao topo do Everest, com um guia que fornece chuveiros movidos a gás e bifes preparados por um chef pessoal. Ou um corretor de fundos de hedge organizando, para seus amigos, uma excursão de US$ 50 mil, que inclui um jogo de “paintball extremo de aventura” com ex-agentes antidrogas dos EUA.

Um operador de luxo descreveu a criação de uma experiência de “ilha deserta” em Fiji, que retém um cliente por um determinado número de dias. Naturalmente, esse tipo de turismo também se tornou um canal para negociações políticas ocultas: esta semana, o site ProPublica informou que um juiz da Suprema Corte dos EUA, Samuel Alito, fez uma viagem de pesca de salmão real no valor de US$ 1mil por dia no Alasca paga por Paul Singer, um bilionário de fundos de hedge que repetidamente pediu ao tribunal que decidisse a favor de sua empresa.

Há uma série de razões pelas quais os ultrarricos podem estar se voltando para aventuras radicais. Uma série de histórias de tendências detalhando as aventuras de bilionários nas Maldivas ou num snowboard de helicóptero no Alasca surgiu nos anos seguintes à crise financeira de 2008. Comentava-se que o “consumo conspícuo” havia se tornado menos popular, depois de milhões de pessoas perderem empregos ou casas em nome de alguns ternos muito bons. Apontou-se também o efeito do Instagram, onde qualquer pessoa com um navegador da Web e os meios necessários pode postar uma experiência exclusiva.

Mas a explicação mais natural é que, para as pessoas a quem os luxos mais inimagináveis estão ao alcance, simplesmente sentar em um iate sem ser reconhecido não é suficiente. O status de bilionário tornou-se significativamente mais difuso nos últimos anos. Um herdeiro de diamantes obtidos com sangue quer se tornar um explorador espacial. Alguém que fez fortuna especulando com móveis e despejos prefere ser conhecido como um filantropo que também detém o recorde de maior permanência no fundo do oceano. (Além disso, os troféus de safári, a bugiganga original dos intrépidos e superricos, agora são considerados de mau gosto).

Recentemente, em sequência ao desaparecimento do Titan, o New York Times entrevistou serviços de viagens de luxo sobre os riscos que os ultra-ricos estão correndo. “Há muitas pessoas viajadas por aí que constantemente ultrapassam os limites de suas viagens para reivindicar o direito de se gabar”, disse um deles ao jornal. Acrescentou que naturalmente essas pessoas em busca de aventura procuram “experiências únicas” que “envolvem um grau de risco”.

Mas quando o objetivo final é ultrapassar os limites do que uma pessoa razoável consideraria férias, alguns bilionários querem uma experiência ainda mais exclusiva do que visitar o Titanic e arriscar a morte. Alguns anos atrás, a BBC entrevistou um agente de viagens cujo cliente pediu para detonar uma ogiva nuclear. O agente de viagens recusou. Quem quer morrer nas férias?

segunda-feira, 19 de junho de 2023

Las alucinaciones de un Golpe de Estado frustrado


Fernando de la Cuadra
Socialismo y Democracia

El fascismo es un virus mutante. El nunca murió.
Nosotros nunca lo matamos. Y ahora está de vuelta, transformado.
Andrea Camilleri

A medida que pasan los días, como en una caja de pandora, se conocen cada vez más detalles de la intentona de Golpe fracasada que planificaron personas del entorno más cercano del ex Presidente Bolsonaro. Con la información obtenida desde los archivos del celular incautado a su ex ayudante de órdenes, Teniente-Coronel Mauro Cid, se están conociendo los detalles más escabrosos y bizarros de una conspiración en varias etapas que culminaría el día 8 de enero con la instauración de un Consejo Militar destinado a restablecer el “orden y la tranquilidad” en Brasilia y las principales ciudades del país.

Con el sugerente título de “Las Fuerzas Armadas como poder moderador”, uno de estos documentos expone los caminos a seguir y las medidas que serían tomadas por los golpistas luego de la derrota en las urnas de Bolsonaro, con el propósito de trazar una hoja de ruta que les permitiera implementar y consolidar su embestida contra el Estado Democrático de Derecho y la Constitución.

En algunos trechos de los mensajes enviados desde el celular de Mauro Cid se puede ver que existe un conjunto de instrucciones organizadas “paso a paso” para proceder a la ejecución de este Golpe, entre las cuales se pueden destacar la recomendación de que Bolsonaro debería encaminar las supuestas inconstitucionalidades practicadas por el Poder Judicial a los Comandantes de las Fuerzas Armadas, para que ellos seguidamente nombrasen un interventor investido de poderes absolutos.

O sea, de acuerdo con el guion encontrado en el celular, ante la presencia de un fraude electoral y de la consiguiente movilización popular contra los resultados del sufragio, las Fuerzas Armadas intervendrían el Supremo Tribunal Electoral (TSE) y destituirían a todos sus integrantes, especialmente a su presidente, el Ministro Alexandre de Morais, la ministra Carmen Lúcia y Ricardo Lewandowski, para nombrar a dos de los nuevos ministros nombrados por Bolsonaro durante su mandato.

De esta forma, serían convocados los ministros Nunes Marques, André Mendonca y Dias Toffolli (nombrado en un anterior mandato de Lula), para substituir a los anteriormente mencionados. En otra de sus recomendaciones, el documento señala que “siendo reconocida la actuación en desacuerdo con la Constitución de la Corte Electoral, deberá el interventor fijar plazo para la realización de nuevas elecciones, que serán coordinadas por el TSE en su nueva composición”. Es decir, en el delirante plan diseñado por los conspiradores, los nuevos ministros darían su aval para anular las elecciones y organizarían el nuevo pleito electoral, impidiendo de esta forma que el candidato vencedor, Lula da Silva, asumiera la Presidencia.

El fallido Golpe no se llegó a concretizar debido a la incompetencia de sus instigadores. Sin embargo, ello no le suministra atenuantes a las responsabilidades de sus mentores y posibles ejecutores. Es decir, independientemente de la incapacidad y estulticia de los golpistas para llevar a cabo con éxito sus objetivos, llama la atención y también es motivo de alerta que muchos de los involucrados en esta trama grotesca corresponde a miembros de las Fuerzas Armadas en plena actividad.

Desde el triunfo de Lula en la segunda vuelta a fines de octubre del año pasado, importantes círculos militares se mantuvieron en la expectativa para consumar una rebelión elaborada en las filas castrenses, sumándose a las demandas forjadas desde asociaciones y partidos de la extrema derecha, productores agrícolas y ganaderos, madereros, ocupadores de tierras indígenas (grileiros), empresas mineras y grupos extractivistas (garimpeiros), pescadores ilegales, pastores pentecostales, organizaciones criminales de milicianos, clubes de caza y tiro, etc.


Las revelaciones que se han ido recopilando recientemente, confirman el hecho de que existían movimientos concretos por parte de muchos miembros de las Fuerzas Armadas tanto a nivel de Comando como entre los puestos medios para impedir que Lula asumiera la presidencia del país el 1 de enero de este año. Existía una coordinación entre oficiales a cargo de tropas en diversas unidades del país que, ante una orden del ex presidente, ellos movilizarían inmediatamente a sus contingentes para intervenir y ocupar las principales instalaciones gubernamentales e institucionales del país, partiendo por las sedes de los Tres Poderes en Brasilia: Palacio do Planalto, Congreso Nacional y Corte Suprema.

Inclusive, también se sabe por la información filtrada desde el celular de Mauro Cid, que el también teniente-coronel Marcelino Haddad había enviado al ayudante de órdenes de Bolsonaro tres documentos que fueron utilizados para redactar el plan que anularía las elecciones, destituiría a los ministros del TSE y decretaría a seguir el Estado de Sitio en toda la Nación. En síntesis, las pruebas de la colaboración de militares activos y en la reserva son cada vez más contundentes y funcionarios de la Policía Federal han señalado que las evidencias recabadas hasta ahora son apenas una parte de todo el arsenal de informaciones que eran intercambiadas entre los golpistas. Por esta misma razón es urgente imponer las sanciones respectivas a los participantes de la conjura como una forma de marcar precedentes que inhiban la aparición de futuras intentonas sediciosas.

Que tan poco faltaba para que se consumase esta escalada golpista es parte de una especulación que puede extenderse por mucho tiempo. Ahora se sabe que el ex capitán se recusó a dar la ordenanza para activar el Golpe de Estado pues desconfiaba del apoyo que tendría por parte del Alto Comando del Ejército. Lo que no se conoce a ciencia cierta es la correlación de fuerzas que existe actualmente dentro de la estructura de mando del Ejército brasileño, ya que las intrigas y pugnas dentro de las Fuerzas Armadas son una verdadera “caja negra” y es muy difícil, hasta este momento, determinar con exactitud cuántos oficiales se encuentran en el campo legalista y cuantos oficiales forman parte del ala golpista.

Por otra parte, como ya es de público conocimiento, si esta primera propuesta de intervención militar fracasaba, la idea de los golpistas consistía en impedir posteriormente que el Presidente Lula ya asumido pudiera continuar con su gobierno. Para ello se planificaron las movilizaciones e invasiones del 8 de enero que instalarían una situación de caos e ingobernabilidad que le permitiera a las Fuerzas Armadas hacer uso del artículo 142 de la Constitución que las autorizaría como un “Poder Moderador” para intervenir en el caso de producirse una situación de “desorden social” y de riesgo para las instituciones de la República.

Esta semana el Supremo Tribunal Federal puede determinar la inelegibilidad de Bolsonaro por los próximos ocho años, por uno entre muchos otros delitos cometidos durante su mandato. En este caso, la acusación que se encuentra siendo juzgada es por poner en duda la transparencia y licitud del sufragio electrónico en una reunión oficial convocada por el gobernante, ante decenas de embajadores y la comunidad internacional. Según el Ministerio Público, en aquella ocasión el ex presidente habría cometido abuso de poder político, desvío de finalidad y uso indebido de los medios de comunicación.

Si bien, esta es una respuesta esperada y deseable para el conjunto de los demócratas brasileños, los riesgos de una nueva aventura golpista estimulada por la extrema derecha y las diversas organizaciones de inspiración fascista seguirá pendiendo como una sombra siniestra sobre la sociedad. Por lo mismo, es urgente redoblar los esfuerzos para sancionar efectivamente a sus instigadores y acabar definitivamente con este virus mutante que viene asolando al pueblo brasileño y destruyendo la convivencia pacífica, pluralista y tolerante entre sus ciudadanos.

quarta-feira, 14 de junho de 2023

Conversaciones sobre el miedo y la solidaridad que puede vencerlo


Jesús Aller
Rebelión

La escritora norteamericana Fiona Jeffreys entrevista en este volumen a nueve investigadores y activistas sobre el rol del miedo en el mundo desequilibrado que nos ha tocado vivir.

Las reflexiones y experiencias reunidas permiten concluir que esta emoción, frustrante y desmovilizadora en un principio, puede servir sin embargo para encontrar respuestas afectivas que enriquezcan nuestra visión. El libro, aparecido en inglés en 2015, acaba de ser editado en castellano en Chile por Tiempo Robado.

En la introducción de esta nueva versión, Jeffreys confiesa que cuando comenzaba a trabajar en el proyecto le impresionó la idea de los zapatistas mexicanos sobre el miedo y la soledad que marcan a la sociedad humana en el capitalismo tardío y sobre el papel positivo que pueden llegar a jugar si nos impulsan a la acción colectiva contra sus causas. Estos pensamientos maduraron luego durante la pandemia y contemplando las luchas sociales que emergen en nuestros días en escenarios muy diversos, y propiciaron la conclusión de que las crisis y el temor que éstas crean pueden ser un catalizador del sentimiento comunitario. Resulta así que el antídoto contra el miedo no es la valentía, sino la solidaridad a través de la cual somos capaces tal vez no de superarlo completamente, pero sí de dotarlo de sentido.

Historia y teoría contra el desasosiego del capital

El primer entrevistado es el historiador Marcus Rediker, que ha estudiado los movimientos de resistencia de los siglos XVII y XVIII contra la globalización de la explotación económica, protagonizados por esclavos, marineros y piratas. Él comienza comentando algo de su propia biografía, marcada por unos orígenes de clase obrera y las luchas sociales de los 60 y 70. Investigador de la vida en el entorno del Atlántico, Rediker enfatiza la violencia que caracterizaba el trabajo en los barcos, incluso los no esclavistas. Los que perdían su forma de existencia en el campo, por los cercamientos, eran condenados de aquella a una dura odisea a través de los mares que solían concluir mendigando tullidos por los puertos, y por esto el salto a la piratería era algo normal. Es esencial considerar que la violencia marca todo el proceso, y no es difícil darse cuenta de que ésta se prolonga en las de hoy mismo. Sin embargo, la historia demuestra que la organización de “los de abajo” puede siempre resistir esa violencia y crear alternativas. Se descubre también que contra el miedo que nos imponen, es posible además la catarsis luminosa de un sano humor. Reírse de todo y poner la propia vida en juego podría ser una buena síntesis de la existencia que escogían los piratas.

La socióloga Silvia Federici, que ha destacado por sus críticas a la globalización capitalista, señala en su entrevista la importancia de las luchas comunitarias para superar el efecto paralizante del miedo impuesto desde el poder. Resalta sin embargo la diferencia entre el combate contra el fascismo, por ejemplo, y las batallas más desdibujadas del presente, en las que uno no tiene claro por qué debe correr riesgos y la autocensura es frecuente. Su experiencia en Nigeria en los años 80 le permitió comprobar los resultados devastadores de las políticas exigidas por el BM y el FMI, que suponen otra vuelta de tuerca de la opresión colonial. Allí tomó contacto con movimientos vigorosos de comunalismo y pugna por la tierra, objetivos demasiado marchitos en Europa, que se convirtieron en ejes de su pensamiento. En sus respuestas afloran también otros temas de sus investigaciones, como la caza medieval de brujas o la violencia actual contra las mujeres, en la que ve en muchos casos una secuela brutal del miedo que generan en los varones sus intentos de emancipación.

El geógrafo David Harvey ha escrito extensamente sobre ciudades y cambio social. Según él, el miedo a las represalias de los poderosos puede resultar paralizante mucho tiempo, hasta que bruscamente se impone la opinión de que es imprescindible luchar, a pesar de los riesgos, y se produce un levantamiento. Insiste también en que el temor es universal, y el de la clase dominante a perder sus privilegios es otro factor esencial en la historia. El rediseño urbano de París, por ejemplo, durante el II Imperio está marcado por ese recelo, y de la misma manera, en los Estados Unidos tras la II Guerra Mundial, la inquietud ante el experimento del socialismo real promovió la creación de una clase media vigorosa que compartiera algunos de los bienes generados por el sistema. Sin embargo, el modelo se agotó y el recambio fue el neoliberalismo, que se desarrolló en una serie de etapas: Nueva York, México, y al fin las privatizaciones y desregulaciones globales, al tiempo que el capitalismo reducía su tasa de ganancia y se hundía en una espiral financiera. En este contexto, las inevitables crisis sucesivas tensan a la clase obrera y no es descartable que el miedo pueda pasar de producir parálisis a catalizar un estallido. Para que esto fructificase serían necesarios intelectuales capaces de ver más allá de la política convencional. La conciencia del desastre en el que estamos inmersos y no hace más que agravarse debe ser el revulsivo para aguzar el ingenio y buscar alternativas.

La socióloga Nandita Sharma es una experta en las migraciones contemporáneas que impulsa el mercado globalizado. De joven vivió en la India la fascinación de los colonizados por un nacionalismo liberador, pero pronto aprendió que los estados y sus fronteras forman parte más del problema que de la solución. Estas barreras defensoras de privilegios ejercen una violencia física y psicológica, pero son incapaces de detener la marea humana que movilizan las guerras y desgracias del capital. El estado crea enemigos amenazantes y blinda su territorio, pero permite el paso a algunos, con escasos derechos, que serán explotados al límite. Sharma critica la mentalidad “anti-tráfico”, que esquematiza demasiado y no aborda el origen de los males. En su opinión, la frontera funciona como “un organizador de los límites del amor”, y el “nacionalismo asustado” es en realidad un eficaz instrumento del capital para extraer sus ganancias y mantener el orden. La única solución sería la construcción de un “nosotros” planetario, sujeto de derechos, empeño en el que trabajan los movimientos No Borders, dispuestos a superar el apartheid global que caracteriza nuestro mundo.

El sociólogo John Holloway se declara inspirado por los zapatistas y por las experiencias autónomas que crecen en los márgenes del sistema y evidencian su vulnerabilidad. Procedente de la tradición marxista, insiste sin embargo en sus libros en las posibilidades de emancipación que pueden plantearse sin tomar el poder. Su punto de partida teórico es la idea de que el estado es una construcción del capitalismo y por tanto cualquier transformación del modelo económico ha de requerir un trabajo al margen del estado. En este sentido, asegura que su traslado de Inglaterra a América fue iluminador, pues acá existe un cuestionamiento del capitalismo que no se da en Europa. En su opinión, el miedo juega un papel crucial en la dominación que se nos impone, pero el control nunca es total por la conciencia de la propia dignidad, que nos demuestra que el capital depende en realidad de nosotros. Las grietas en el muro del sistema de explotación se abren cuando manifestamos nuestro rechazo a ser impotentes frente a él y esto implica grandes planes y estrategias, pero también un cambio de mentalidad y mucho sentido del humor. Los zapatistas construyen una nueva sociedad, pero no renuncian a la imaginación y la poesía, y a poner en el centro a los que siempre han sido orillados.

Las ideas en la práctica

La escritora y periodista Lydia Cacho ha investigado asuntos clave de violencia contra los más débiles en su México natal. De la mano de su madre activista conoció ya de niña la marginación y la injusticia, y creció con el anhelo de hacer algo por aliviarlas. Actualmente vive en Cancún, donde ha creado el primer refugio para mujeres maltratadas de la ciudad, un lugar secreto y muy protegido que cumple la labor esencial de defender a las que todos abandonan. En México la corrupción es universal, ya desde la colonia, y la forma política de los últimos decenios puede definirse como una dictadura, aunque en el mundo no tenga imagen de tal. El machismo impregna la vida social y ése ha sido el principal caballo de batalla de una mujer que ha sido amenazada e intimidada y ha visto sus alegaciones a favor de niñas violadas estrellarse en los tribunales. Respecto a la violencia sexual, su conclusión es que más allá de ésta, lo más traumatizante para las víctimas es el abuso de confianza y la traición.

La escritora y organizadora social Sandra Morán ha trabajado con el Movimiento de Mujeres de Guatemala, que busca justicia para las víctimas del feminicidio ocurrido en el país tras la guerra civil, entre 2000 y 2012, y ha resistido a pesar del hostigamiento, derrochando coraje. En sus respuestas Morán describe el proceso que se vivió desde los años 90, en el que hallaron su propio camino rechazando la tutela del Estado. Las escuelas fueron un instrumento importante, incentivando la alfabetización y el análisis de los problemas sociales, e indagando las raíces profundas de la violencia y la desigualdad. En este empeño se reveló extraordinariamente útil un arte vigoroso de poesía, música y murales, que llama a la indignación y afirma la dignidad. Esto es heroico en un país en que la impunidad de los poderosos es un vicio secular.

Gustavo Esteva, recientemente fallecido, fue un sociólogo mexicano, fundador de la Universidad de la Tierra, en Oaxaca. En sus respuestas recogidas en el libro repasa la trayectoria de esta institución, surgida para atender a la formación de los hijos de los indígenas que rechazaban la escolarización. Recuerda también su colaboración con los zapatistas y su interés por los movimientos sociales, actividades alimentadas siempre por la esperanza, un antídoto contra la resignación que nos paraliza. Confiesa que unas tentativas guerrilleras en su juventud hicieron de él un partidario convencido de la no violencia, pero cree que es justo defenderse de una agresión si no hay otra alternativa, y por eso apoyó el levantamiento de los zapatistas en 1994, cuando todos los intentos pacíficos se rebelaron impotentes ante la persecución que sufrían. La comuna de Oaxaca en 2006 ha dejado muchas heridas abiertas y una penosa sensación de miedo, pero la resistencia está viva y se trata de organizarla, sin caer en la trampa de una violencia que sólo favorece a los poderosos. En opinión de Esteva, las armas deben ser sólo un recurso extremo para aquellos cuya debilidad los condena al exterminio.

La artista teatral y educadora guatemalteca Wendy Méndez cofundó la sección en su país de HIJOS, movimiento que agrupa a los descendientes de víctimas de desaparición forzada por su militancia política en toda Latinoamérica, y conjuga arte urbano, teatro callejero y activismo en su afán por la memoria y la justicia. En su aportación al libro, Méndez recuerda las torturas que sufrió en 1984 junto a su madre, después asesinada, y su exilio posterior en Canadá. Tras su regreso a su país, se dedicó al activismo sintiendo que sólo éste podía ayudarla a cerrar las heridas del pasado, y acabó descubriendo que toda la sociedad se beneficiaba de esta labor, pues a través de ella lo reprimido salía a la luz. Su trabajo plantea además una esperanza para el porvenir, imprescindible pues la injusticia secular no ha cesado e incluso siguen dándose casos de desapariciones hoy día. Los murales a veces son borrados y no faltan coacciones, pero reivindicar la memoria histórica es la única forma de combatir la ignominia y comprometerse por un futuro mejor.

El miedo es la gran arma del poder, y trabaja para él en el interior de cada uno, a través de una domesticación que ha sido un éxito completo. Sin embargo, ese sentimiento casi siempre paralizante, es capaz a veces de impulsarnos a la acción, cuando vemos amenazadas raíces poderosas que la doma no ha conseguido destruir: la dignidad de sentirnos humanos, y un espíritu solidario que nos hace agitarnos ante la injusticia. Con Nada que perder, salvo nuestro miedo, Fiona Jeffreys nos ofrece una melodía coral de reflexiones y experiencias que muestran cómo en ocasiones el miedo encuentra alivio en juntarse con otros miedos para trabajar por un mundo libre de su maleficio.

segunda-feira, 5 de junho de 2023

El gobierno Lula cercado por las fuerzas retrógradas


Fernando de la Cuadra
Socialismo y Democracia

Desde que asumió la presidencia de la República, Lula da Silva ha tenido que sortear innumerables obstáculos para poder gobernar y llevar adelante sus principales promesas de campaña, como el aumento del salario mínimo, la eliminación de la miseria a través de las transferencias directas del Estado o la salida de Brasil del Mapa del Hambre por medio de políticas activas de enfrentamiento de este flagelo mundial.

En ruta de colisión, la extrema derecha y la derecha –que la prensa llama eufemísticamente de centrão- se han empecinado en colocar incalculables escollos a casi todas las iniciativas emanadas desde el Ejecutivo. Recordemos que ya antes de asumir su mandato en enero del presente año, el gobierno entrante tuvo que negociar con un Congreso chantajista la aprobación del presupuesto de 2023, que incluía los recursos necesarios para sacar adelante las políticas apuntadas anteriormente. (Los principales escollos del gobierno Lula).

En el caso de la superación de la pobreza, la complicada y extenuante negociación para obtener los recursos necesarios para implementar el renovado Programa Bolsa Familia dentro del Presupuesto de 2023, necesitó de mucha transacción política, renuncia programática e inclusión de políticos de derecha en el cuadro ministerial del nuevo gobierno. Solo de esta manera se pudo aprobar la Propuesta de Enmienda a la Constitución (PEC) que incluyera en las cuentas de este año los valores para asegurar el financiamiento de una política de transferencia directa imprescindible, vistos los altos niveles de pobreza y hambre que acumuló la población más vulnerable del país durante el ciclo funesto de la administración anterior.

En estos primeros meses del gobierno Lula, los sectores de la derecha y extrema derecha siguen desatando sus bloqueos a la implementación de los planes que buscan mejorar las condiciones de vida de dichos sectores más vulnerables, tratando paralelamente de influir en decisiones del ejecutivo para la nominación de un conjunto de entidades estatales y paraestatales con el fin de lograr el control político y financiero de órganos centrales en el andamiaje gubernamental. Utilizan el control sobre estas instituciones como moneda de cambio para aceptar la promulgación de la Medida Provisoria (MP) que oficializa el aumento del número de Ministerios, incluyendo importantes carteras como las de Planificación, Desarrollo e Industria, Pueblos Indígenas, Desarrollo Agrario, Transportes, Cultura e Igualdad Racial.

Para obtener el respaldo de esta Medida Provisoria, la nueva gestión tuvo que negociar su consentimiento junto con la mantención de la Fundación Nacional de la Salud (FUNASA), órgano que ha sido evaluado negativamente por el gobierno que aspiraba a su extinción. Los partidos del centrão condicionaron la aprobación de esta MP a la reconsideración de las autoridades sobre la viabilidad de dicho organismo y de la consiguiente distribución de cargos entre los principales partidos con representación mayoritaria en la Cámara. Y también con la aprobación de esta MP se tuvo que aprobar el Proyecto de Ley del Marco Temporal que amenaza el Derecho Constitucional de los Pueblos Originarios , además de incluir en esta negociación una nueva legislación que busca minar la actual ley que vela por la protección de la Mata Atlántica, que actualmente se encuentra en serio riesgo de extinción.

A pesar de su triunfo en la segunda vuelta en octubre de 2022, el actual mandatario no fue acompañado por una parte significativa de sus electores en las votaciones para elegir a los representantes del Congreso. De hecho, del total de 513 diputados, la coalición de gobierno puede contar solamente con 95 diputados que respaldan sus iniciativas. El resto de los miembros de la Cámara deben ser “conquistados” en función de intereses sectoriales y particulares que puedan movilizar eventuales apoyos a las medidas y proyectos emanados desde el Ejecutivo.

De estos 418 diputados restantes, los que militan en el PSB, PDT, MDB y el PSD se pueden sumar con mayor facilidad a las fuerzas que promueven algunos cambios y reformas impulsadas por el gobierno, aunque su respaldo es casi siempre condicionado a algunos beneficios que puedan obtener por parte de la administración central. El resto forma parte de una corriente moderada o “independiente” más o menos oportunista que se puede sumar en determinadas circunstancias (Unión Brasil, Partido Popular, Republicanos) y una oposición más férrea, ideológicamente identificada con el Bolsonarismo, como es el caso del Partido Novo y del Partido Liberal, que es el mismo donde milita el ex capitán.

En el Senado la situación no es muy diferente. De sus 51 integrantes, la base del gobierno cuenta con 8 miembros del PT, más otros 32 integrantes de partidos aliados o de cierta proximidad auspiciados por motivos instrumentales (caso del MDB y el PSD).

Efectivamente, la actual configuración del Congreso Nacional que tiene un perfil conservador –quizás más conservador que durante el propio gobierno Bolsonaro- ya venía anticipando una relación conflictiva entre el gobierno Lula y sus detractores de derecha y de extrema derecha. En ese contexto, se puede apreciar los denodados esfuerzos de estos sectores por desplegar una enorme cantidad de estrategias para descalificar todos los esfuerzos del actual gobierno en pos de políticas sociales más justas e inclusivas y, lo que resulta aún más evidente, evitar que ellas se implementasen por medio de su aprobación en el Legislativo.

Dichas estrategias se vienen amparando en el enorme sustento otorgado por los medios de comunicación y sus campañas violentas de desinformación. Se sabe que tales campañas de desprestigio mediático representan una fórmula de uso común por aquellos grupos empresariales que buscan erosionar la imagen y credibilidad de los proyectos progresistas, dirigiendo especialmente su artillería hacia los líderes de tales proyectos.

Decíamos que, en el caso del gobierno Lula, la ultraderecha y los partidos del centrão vienen difundiendo -con la complicidad de los medios- información falsa sobre las iniciativas del Ejecutivo, recurriendo a narrativas y fake news que tienen por objetivo desmontar o generar dudas sobre la viabilidad de esas propuestas. Son frecuentes las acusaciones de irresponsabilidad fiscal ante cualquier indicio de aumento del gasto público destinado a profundizar las políticas sociales. Ello incluye chantajes como que aumentarán los riesgos de una depreciación de la moneda (subida del dólar) o la caída estrepitosa de las cotizaciones de la bolsa, como ya se pudo constatar claramente inclusive desde antes de iniciarse la nueva gestión.

Ciertamente, parece que Brasil se encuentra organizado por un tipo de régimen semi-presidencialista, con la salvedad de que el Congreso no asume ninguna de las responsabilidades emanadas de las decisiones que recaen exclusivamente sobre el Ejecutivo. De esta forma, en el Palacio do Planalto existe plena consciencia de que actualmente no cuenta con los votos suficientes para sacar adelante los principales proyectos que le permitirá cumplir cabalmente con el Programa que le propuso a la ciudadanía. En los hechos, el enorme desgaste que experimentó el Ejecutivo para la aprobación de la MP que aumentaba el número de Ministerios, demostró la fragilidad que posee el gobierno con relación al Congreso.

Delimitando un futuro escenario posible, Lula tiene la posibilidad de intentar una salida como su par colombiano Gustavo Petro, que después de nueve meses de sufrir la resistencia a su programa de reformas sociales, decidió realizar un cambio abrupto en su gabinete, pidiéndole la renuncia a todos los ministros que formaban parte de la coalición con el Partido Liberal. Lo que no debe hacer Lula da Silva es renunciar a su legado y a sus promesas de gobierno, brindándole a los sectores reaccionarios el beneplácito de conseguir su propósito de imponer la impronta patrimonialista y plutocrática sobre los destinos de Brasil.

Apoyado por una reinserción internacional favorable, la viabilidad del proceso de cambios ineludibles que se deben emprender en los próximos meses depende no solo de la capacidad del Presidente Lula de llegar a acuerdos con un Legislativo que bloquea y extorsiona sistemáticamente la carta de navegación progresista, sino sobre todo va a depender de la determinación que tenga el gobierno para profundizar una correlación de fuerzas favorables y mantener una movilización activa de sus seguidores que le permita cumplir con su programa, reconstruyendo lo que fue destruido por el nefasto mandato anterior y proponiendo nuevas reformas estructurales para mejorar la vida del pueblo brasileño.