segunda-feira, 18 de dezembro de 2017

La encrucijada de la redes sociales

Rodrigo de la Cuadra
Socialismo y Democracia

Las redes sociales son estructuras que relacionan y agrupan personas u organizaciones de acuerdo con algún criterio compartido. Surgieron frutos de los medios sociales, definidos por los profesores de la escuela de marketing ESCP Europe, Andreas M.Kaplan y Michael Haenlein, como “un grupo de aplicaciones basadas en Internet que se desarrollan sobre los fundamentos ideológicos y tecnológicos de la Web, y que permiten la creación y el intercambio de contenidos generados por el usuario”. En pocos años se convirtieron en un fenómeno global, siempre en constante expansión, permitiendo amistades a través de un lazo social o familiar que llegan a cruzar el mundo. Esta nueva forma de interacción social es una revolución en la manera en que las personas se relacionan.

Hoy en día vivimos en un mundo tomado por las redes sociales. El informe We Are Social 2017 indica que existen aproximadamente 2.789 millones de usuarios de redes sociales activos, cerca de 37% de la población global. La empresa Statista estima que, en 2020, el 70% de la población mundial tendrá acceso a alguna red social. Quizás ese fenómeno pueda ser explicado por el estilo de vida moderno, donde todo es tan rápido y pasajero y las personas no usan tanto de su tiempo para socializar fuera del espacio de la casa. Las redes y medios sociales permiten una interacción sin ser necesario cualquier compromiso.

En el año 2014 la empresa de estadísticas Statista hizo una investigación con 2.023 personas de los Estados Unidos, siendo la pregunta de la encuesta cuantos amigos tienen en el medio social Facebook. Usando estos datos se obtuvo que una persona tiene en media 350 amigos en la red, siendo el grupo más conectado los jóvenes entre 18 y 24 años, con una media de 649 amigos.

Los datos presentados indican la formación de vínculos sin mucho compromiso y una constante renovación de los contactos, principalmente entre estos jóvenes. En nuestro cotidiano el diálogo real se tornó inexistente y la formación de lazos con personas que piensan de otra forma es muy rara, es fácil evitar un choque de ideas teniendo en mente que puedes controlar la gente con la cual te relacionas con mucha facilidad. Es decir, todos en una red social piensan de una forma similar, vienen de un mismo contorno social y no se relacionan con grupos que no sean las redes que ellos mismos crearon, produciendo una sociedad aún más fragmentada y dividida en categorías. Eso puede ser el motivo de muchos problemas de la actualidad, una generación que no puede comunicarse con aquellos que son distintos de si y no consigue llegar en un consenso con la diferencia.

Como apuntaba el recientemente desaparecido filósofo y sociólogo Zygmunt Bauman, hoy en día resulta mucho más fácil relacionarse por una red que por una comunidad, ya que uno puede crear su propia red y controlarla como quiera, añadiendo o excluyendo personas de ella. El mismo principio no se aplica a una comunidad, una vez que no se puede crear una, es necesario participar de ella. Otra forma de expresar esa idea es: tú perteneces a una comunidad, ya la red pertenece a ti.

Podemos concluir que, a pesar de una mayor dimensión de los vínculos, que llegan a ultrapasar fronteras geográficas, las redes sociales no generan amistades fuertes entre las personas. Estas no utilizan sus medios sociales para ampliar sus círculos de amistad o establecer relacionamientos más concretos, pero si para encerrarse en zonas de conforto. Esas redes creadas son mucho más confortables y fáciles de convivir, pero en comparación a los otros medios de interacción, tienen poco valor. Desconsideran una de las cosas que más caracteriza al ser humano, las relaciones sociales, la interacción cara a cara y la amistad.

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